OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO
Ayuda para el comercio
Si bien la conclusión de las negociaciones de la Ronda de Doha brindaría a los países en desarrollo la oportunidad de obtener una mayor proporción del comercio mundial, actualmente se reconoce en general que la mejora de las oportunidades de acceso a los mercados no bastaría por sí sola para que todos esos países lograran ese beneficio. Muchos de ellos no tienen, simplemente, capacidad para aprovechar las oportunidades de acceso a los mercados que surjan.
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Precisamente por esa razón se emprendió la iniciativa Ayuda para el Comercio. En esencia, la Ayuda para el Comercio trata de prestar asistencia financiera y técnica a los países en desarrollo, especialmente a los PMA, para que puedan crear capacidad por el lado de la oferta y fortalecer su infraestructura relacionada con el comercio con el fin de poder producir y comerciar más. La Ayuda para el Comercio facilita la movilización de recursos internacionales para abordar las limitaciones por el lado de la oferta y los impedimentos relacionados con el comercio de los países en desarrollo. La prestación de asistencia para la creación de capacidad es uno de los indicadores por los que se miden los progresos realizados para el logro del ODM 8, por lo que es evidente que la Ayuda para el Comercio tiene una función de apoyo que desempeñar en la realización de los ODM.
La Ayuda para el Comercio tiene una función de apoyo
que desempeñar en la realización de los ODM
Por medio de la iniciativa Ayuda para el Comercio, la OMC está
desempeñando una importante función —en asociación con otras
organizaciones internacionales— para que los países en desarrollo
puedan aumentar su participación en el comercio mundial y acercarse
más de esa manera al logro de sus aspiraciones en materia de
desarrollo. La OMC actúa como plataforma para las iniciativas de
numerosos agentes (organizaciones internacionales, bancos regionales
de desarrollo, donantes, sociedad civil). Es un ejemplo de
establecimiento de alianzas en el trabajo. La OMC centra la atención
en la Ayuda para el Comercio mediante reuniones periódicas de su
Comité de Comercio y Desarrollo y debates anuales sobre el tema en el
Consejo General, así como mediante Exámenes Globales de la Ayuda para
el Comercio. Esos eventos sirven para centrarse en los objetivos y
cuantificar los progresos de la Ayuda para el Comercio.
Los compromisos en materia de Ayuda para el Comercio han aumentado de
un año a otro, como se indica en el gráfico 4 (todas las cifras
citadas son en precios constantes de 2008). En 2007 la Ayuda para el
Comercio aumentó el 20,6 por ciento con relación al período de
referencia 2002-2005 y los compromisos se aproximaron a los 31.000
millones de dólares EE.UU. (lo que representa un aumento de 25.700
millones de dólares EE.UU.). En 2008 el aumento de los compromisos en
materia de Ayuda para el Comercio fue aún más impresionante. Las
cifras preliminares muestran un aumento del 35 por ciento, hasta
llegar a una cifra de 41.700 millones de dólares EE.UU. Ese año las
corrientes de Ayuda para el Comercio fueron superiores en un 62 por
ciento al promedio del período de referencia 2002-2005.
Gráfico 4: Aumentos de la Ayuda para el Comercio desde el
período de referencia 2002-2005
(millones de dólares EE.UU.)
Fuente: OCDE, base de datos del sistema de notificación de los países acreedores
La distribución por regiones de las corrientes de Ayuda para el Comercio muestra un aumento de los recursos para todas las regiones en relación con el período de referencia (véase el gráfico 5). Los datos correspondientes a 2008 también indican que en África, Asia, Europa y Oceanía se registraron en todos los casos aumentos con relación a 2007, en tanto que en las Américas se registró un ligero descenso en ese mismo período. Aunque los PMA y los países con ingresos bajos siguen recibiendo un volumen sustancial de Ayuda para el Comercio, es necesario mantener el esfuerzo para lograr que esos países sigan beneficiándose de un aumento de las corrientes de Ayuda para el Comercio.
Gráfico 5: Distribución regional de las corrientes de Ayuda para el
Comercio
(en porcentaje)
Fuente: OCDE, base de datos del sistema de notificación de los países
acreedores
El Segundo Examen Global de la Ayuda para el
Comercio, realizado en la OMC en julio de 2009, puso de relieve que la
Ayuda para el Comercio se ha arraigado y que los Miembros de la OMC se
identifican en mayor medida con la iniciativa, en particular los
países en desarrollo.
Uno de los rasgos salientes del Examen fue mostrar la iniciativa Ayuda
para el Comercio en la práctica. La presentación del Corredor
Norte-Sur —iniciativa conjunta del Mercado Común del África Oriental y
Meridional, la Comunidad del África Oriental y la Comunidad de
Desarrollo del África Meridional— demostró lo que podía lograrse
cuando se unen demanda y oferta, necesidad y respuesta, y compromiso y
responsabilidad. Lo mismo puede decirse del Programa de Cooperación
Económica de la Subregión del Delta del Gran Mekong, encaminado a
promover el desarrollo mediante el estrechamiento de los vínculos
económicos en el Asia Sudoriental, así como del Proyecto de
Integración y Desarrollo de Mesoamérica, que también está destinado a
promover la integración económica regional.
El Examen reafirmó la importancia de realizar exámenes periódicos para
movilizar recursos para la financiación de la Ayuda para el Comercio,
poner de relieve las necesidades de los países en desarrollo y mostrar
una aplicación efectiva. En sus observaciones finales, el Director
General de la OMC, Pascal Lamy, reiteró que la Ayuda para el Comercio
era coherencia en la formulación de la política económica a escala
mundial en la práctica. El Examen y sus resultados contribuyeron a la
elaboración del Programa de Trabajo sobre la Ayuda para el Comercio
para 2010-2011. En ese Programa se consolidan los progresos logrados y
se mantiene el impulso en una serie de esferas fundamentales, entre
ellas la movilización de recursos, la aplicación de la iniciativa
especialmente mediante la cooperación regional, la vigilancia y el
logro de una mayor participación del sector privado.
Es de importancia crucial que el nivel de las corrientes de Ayuda para
el Comercio se mantenga en el futuro. El impacto de la crisis
económica tanto en los países desarrollados como en los países en
desarrollo, con inclusión de la creciente presión sobre las finanzas
públicas, refuerza la necesidad de mantener las corrientes de Ayuda
para el Comercio y hacer que sean más eficaces para apoyar el
crecimiento económico y mitigar la pobreza.
Además, la iniciativa Ayuda para el Comercio ha dado lugar a una
notable intensificación de los esfuerzos tanto de los donantes como de
los beneficiarios para incorporar efectivamente el comercio en las
políticas de desarrollo, las estrategias sectoriales y de desarrollo
nacional y los planes de desarrollo regional de los beneficiarios, y
en las estrategias de ayuda de los donantes. Las respuestas de los
países asociados a un cuestionario conjunto OMC/OCDE en 2009 indican
que los países en desarrollo son cada vez más conscientes de la
importancia de esa labor y están adoptando medidas en esa dirección.
Los donantes han hecho también mayores esfuerzos para poner sus
estrategias en consonancia con las necesidades y prioridades de los
países asociados.
El Tercer Examen Global de la Ayuda para el Comercio se celebrará en
2011 y se centrará en evaluar la repercusión de la Ayuda para el
Comercio en el crecimiento económico, la creación de comercio y la
reducción de la pobreza. La evaluación es un elemento crucial de la
iniciativa Ayuda para el Comercio, ya que es importante mostrar, por
medio tanto de evaluaciones basadas en pruebas como de información
anecdótica, que la Ayuda para el Comercio tiene el impacto necesario
en el desarrollo.
Prosigue la labor conjunta de la OMC y la OCDE sobre la evaluación de
la Ayuda para el Comercio, que se pondrá de relieve en el Tercer
Examen Global. Ese Examen brindará una oportunidad para que los
asociados internacionales para el desarrollo y los encargados de la
formulación de políticas evalúen cómo ha venido funcionando la
iniciativa sobre la base de estudios de casos prácticos y ejemplos de
Ayuda para el Comercio “sobre el terreno”.
La
Ayuda para el Comercio en acción: uno de los objetivos del proyecto
subregional del Gran Mekong es mejorar las conexiones de transporte
entre Tailandia y los países vecinos y promover el desarrollo a través
del
establecimiento de vínculos económicos más estrechos.
El Marco Integrado mejorado ayuda a los países menos adelantados a
fortalecer su capacidad productiva a fin de utilizar el comercio como
motor del crecimiento y el desarrollo
La OMC está asociada a una iniciativa de creación de capacidad conocida como el Servicio de Elaboración de Normas y Fomento del Comercio (SENFC). Esta iniciativa de Ayuda para el Comercio fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la OMC con el fin de ayudar a los países en desarrollo a aumentar sus conocimientos técnicos y su capacidad para analizar y cumplir las normas sanitarias y fitosanitarias internacionales relativas a la inocuidad de los productos alimenticios y las medidas sobre sanidad animal y vegetal. La OMC es también uno de los organismos participantes en el Marco Integrado mejorado (MIM), dirigido específicamente a los PMA (véase el recuadro 3).
Recuadro 3: El Marco Integrado mejorado
En las metas del ODM 8 se subraya la
necesidad de atender a los países menos adelantados (PMA) más
pobres y más desfavorecidos del sistema multilateral de comercio.
Por su parte, los PMA reconocen la importancia del comercio para
apoyar el crecimiento económico, mitigar la pobreza y alcanzar los
ODM.
Para utilizar el comercio como motor del crecimiento, los PMA
necesitan reforzar su capacidad productiva. El mecanismo que ayuda
a los PMA a hacerlo es el Marco Integrado mejorado (MIM). Mediante
su asociación al MIM, los PMA aúnan sus esfuerzos con los de los
donantes del MIM, los organismos participantes en el MIM (el Fondo
Monetario Internacional, el Centro de Comercio Internacional, la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Banco
Mundial y la OMC) y otros asociados para el desarrollo para
atender sus necesidades en materia de fomento del comercio, de
manera que puedan convertirse en beneficiarios plenos y activos
del crecimiento económico mundial. El MIM presta asistencia en la
determinación de la prioridad de las necesidades relacionadas con
el comercio en las estrategias nacionales de desarrollo de los
PMA, con lo que se refuerza la coordinación de los donantes y el
diálogo entre los PMA y sus asociados para el desarrollo. El MIM
ayuda a los PMA a acceder a la financiación necesaria a través de
su Fondo Fiduciario y favoreciendo la obtención de una mayor Ayuda
para el Comercio.
Sobre la base de su anterior identidad como “Marco Integrado”,
establecido en 1997, el Marco Integrado mejorado es ya plenamente
operativo. Actualmente hay 47 PMA que participan en el proceso del
MIM. En abril de 2010 los compromisos de los donantes con respecto
al Fondo Fiduciario del MIM se situaban en 182 millones de dólares
EE.UU. y las contribuciones recibidas habían aumentado a cerca de
100 millones de dólares EE.UU. y siguen creciendo. Se ha aprobado
una serie de proyectos para su financiación con cargo al Fondo
Fiduciario del MIM y hay más en perspectiva.
Si bien algunas de las prioridades en materia de comercio identificadas por los PMA a través del proceso del MIM pueden financiarse con cargo al Fondo Fiduciario, la gran mayoría de las actividades tienen que financiarlas los asociados para el desarrollo de los PMA a través de iniciativas como la Ayuda para el Comercio. El MIM ayuda a los PMA a obtener Ayuda para el Comercio prestándoles asistencia para integrar el comercio en sus planes nacionales de desarrollo.
La Ayuda para el Comercio está teniendo un impacto real en la capacidad de los países para comerciar. Es una de las aportaciones fundamentales de la OMC en apoyo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ya que la mayor importancia prestada a la actividad económica y el desarrollo de infraestructura efectiva tiene efectos claros y positivos en la reducción de la pobreza y en el empleo en los países en desarrollo. La Ayuda para el Comercio puede contribuir a fomentar la diversificación de las exportaciones y a promover la participación de múltiples partes interesadas en la determinación de las necesidades y prioridades en materia de comercio.
Otro nuevo logro de la Ayuda para el Comercio ha sido el mayor reconocimiento otorgado a la cooperación Sur-Sur y otras formas de cooperación para generar financiación adicional y creación de capacidad en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados y los países con ingresos bajos. Es evidente que las actividades Sur-Sur se están convirtiendo en complementos cada vez más importantes de las actividades más tradicionales financiadas por los donantes. Junto con la conclusión de la Ronda de Doha, la Ayuda para el Comercio constituye un importante motor para la realización de los ODM.