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10 La OMC puede ... ser eficaz sin salir en los titulares de prensa

Las negociaciones y las diferencias son noticia, pero gran parte de la labor fundamental de la OMC se efectúa lejos de las cámaras y contribuye a que el comercio fluya sin problemas, en beneficio de la economía mundial y de todos nosotros.

Las negociaciones han terminado. El Presidente ha declarado que se ha concertado el acuerdo. Los Ministros lo han firmado. Los Parlamentos lo han ratificado. Ha llevado años conseguirlo, y ahora la mayoría de los periodistas se han ido.

Pero para la OMC y sus Gobiernos Miembros, esto no es más que el principio.

El paquete que se ha aprobado consiste en una serie de acuerdos o "normas", que tienen por objeto contribuir a que podamos tener alimentos inocuos, una buena selección de prendas de vestir, servicios telefónicos para poder llamar a nuestros amigos y familiares y medicamentos eficaces a precios asequibles. Las normas de la OMC pueden incluso hacer más fáciles nuestros viajes o nuestro entretenimiento en casa.

Los Acuerdos de la OMC solo pueden hacer todo eso si se aplican de manera eficaz: hay que ponerlos en práctica y vigilarlos, lo que exige años de un trabajo indispensable, aunque poco lucido.

Lo que los Gobiernos han acordado es lo siguiente:

    — reducir los obstáculos al comercio

    — reducir los trámites aduaneros y comerciales

    — dar justificaciones racionales y no arbitrarias cuando se apliquen restricciones de las importaciones por motivos sanitarios, de seguridad o ambientales

    — fijar disciplinas que regulen cómo pueden reaccionar los países cuando se produce un aumento súbito de las importaciones o su precio se desploma

    — limitar las subvenciones perjudiciales a la agricultura

    — dar acceso a los mercados de servicios

    — proteger la propiedad intelectual.

También quieren saber que los demás países mantendrán sus promesas; se trata de un derecho que se agrega a su obligación de respetar las normas. Y a menudo quieren ver cómo aplican las normas los otros países, ya que pueden aprender unos de otros.

Gran parte de este trabajo es técnico y detallado. Supone que los países intercambien información entre sí y con el público en general sobre todos los aspectos que son de la competencia de la OMC, desde las investigaciones "antidumping" hasta las etiquetas con los ingredientes de los alimentos; desde la legislación de derecho de autor hasta las medidas para luchar contra la gripe aviar.

Los países también pueden hacer observaciones sobre las medidas de los demás y, a veces, influir en el resultado final.

En los 16 primeros años de existencia de la OMC, los Gobiernos presentaron más de 10.000 "notificaciones" nada más que sobre sus reglamentos en materia de inocuidad de los alimentos y sanidad animal y vegetal. Se trata de notificaciones muy detalladas, muy técnicas, pero muy importantes para los especialistas y esenciales para el comercio y la salud pública.

Todo esto no da para grandes titulares: cuando todo va bien, son pocos los que se dan cuenta. Cuando hay problemas, pasa a ser noticia. Así pues, cuando la OMC no sale en los periódicos, es probable que todo vaya bien, al menos en lo que se refiere a los intercambios diarios.

En eso consiste, en esencia, el trabajo ordinario de la OMC. Sin eso, las negociaciones no servirían de nada.

 

El proceso de la OMC