Camerún: febrero de 1995
COMMUNICADO DE PRENSAPRENSA/TPRB/2
10 de febrero de 1995
EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES DEL CAMERÚN
Según un informe de la Secretaría de la OMC sobre las políticas y prácticas comerciales del Camerún, el amplio programa de reforma macroeconómica y estructural aplicado por ese país ha conseguido en gran medida invertir las anteriores políticas nacionales introvertidas y contrarias a las exportaciones.
Mediante
las recientes medidas de reforma económica se han
desmantelado gran parte de los amplios sistemas de
control de los precios y de precios garantizados a la
producción, en tanto que la introducción de un nuevo
arancel de aduanas en enero de 1994 ha permitido crear un
marco jurídico para combatir las prácticas comerciales
ilícitas y la competencia desleal.
En el informe se indica que los recientes cambios del
sistema de comercio internacional del Camerún, incluidos
los nuevos regímenes aduaneros y fiscal, forman parte de
un programa de reforma destinado a invertir un prologando
declive económico que se inició en 1986 al reducirse a
la mitad los precios mundiales del petróleo. Las
acusadas disminuciones posteriores de las rentas por
exportaciones y de los ingresos del Estado hicieron
necesarias medidas internas cada vez más rigurosas para
mantener controlado el déficit presupuestario global.
El Camerún y los demás países de la zona del franco
CFA emitido por el Banco de los Estados del África
Central fueron sometidos a una devaluación del 50 por
ciento del franco CFA en enero de 1994. La devaluación
debería contribuir a restaurar la competitividad del
Camerún y a lograr un incremento sostenido de las
exportaciones, lo que permitiría apuntalar un
crecimiento estable. No obstante, actualmente ese
objetivo depende en parte de que se logre contener la
inflación para preservar las ventajas de costes. En el
informe se dice que aunque haya indicios de que la
estrategia esté dando resultados, "el proceso de
reforma económica del Camerún sigue siendo
frágil" y que "los inadecuados niveles de
inversión siguen siendo una grave limitación para una
recuperación económica sostenida". Además, los
intentos fragmentados de conseguir inversiones entrañan
el riesgo de crear empresas con perspectivas inciertas a
largo plazo.
Antes de 1994, el arancel del Camerún producía unos
ingresos relativamente bajos por el uso extendido de
exenciones, que eran necesarias en parte para compensar
el fuerte sesgo contrario a las exportaciones inherente a
la apreciación del franco CFA. En el caso de algunos
sectores, el complejo régimen de importación se tradujo
en altos niveles de protección a un costo fiscal
elevado. Con los demás miembros de la Unión Aduanera y
Económica del África Central, el Camerún reformó su
arancel exterior común en enero de 1994 y en junio de
ese mismo año introdujo un nuevo Plan General de
Intercambio con el que se trata de consolidar las medidas
de liberalización de las importaciones adoptadas por el
país. Las reformas prevén medidas encaminadas a
modernizar los procedimientos de exportación y reducir
los derechos de exportación con objeto de aprovechar la
devaluación del franco CFA. Según el informe, la
progresividad arancelaria en el nuevo Plan es sustancial
en sectores como los textiles y el vestido y los
productos metálicos básicos.
El Camerún ha recurrido poco a compromisos
multilaterales para asegurar a los inversores y otros
agentes económicos de que se mantendrá esta nueva
orientación económica hacia el exterior. Antes de la
Ronda Uruguay del GATT el Camerún no tenía
consolidaciones arancelarias, y la aplicación de los
resultados de la Ronda Uruguay dará lugar solamente a
unas pocas consolidaciones arancelarias nuevas para
productos industriales. Actualmente todos los aranceles
aplicados a los productos agropecuarios están
consolidados, pero los tipos máximos "son muchas
veces más elevados que los derechos actualmente
aplicados". En el informe se indica que "el
bajo nivel de los compromisos multilaterales es causa de
especial preocupación porque parece haber escasas
limitaciones institucionales para prevenir que medidas
proteccionistas se instalen de nuevo en el sistema de
comercio del Camerún".
No obstante, actualmente no se aplican controles a la
mayor parte de las exportaciones y se han suprimido los
permisos de exportación, salvo en el caso de algunos
productos sujetos a controles. Además, se ha introducido
legislación sobre zonas francas con el fin de promover
las inversiones orientadas a la exportación. Aunque los
monopolios del Estado se extienden todavía a los
servicios públicos, el petróleo, las telecomunicaciones
y el transporte marítimo internacional, el elevado nivel
de participación del Estado en la economía ha sido
reducido progresivamente.
Los compromisos en materia de acceso a los mercados y
servicios contraídos en el marco de la Ronda Uruguay
deben constituir un complemento de las reformas aplicadas
por el Camerún. A medida que éstas se afirman, las
empresas exportadoras deben experimentar que los
obstáculos a la importación disminuyen y que aumentan
las oportunidades de exportación. Sin embargo, según
afirma el informe, "una de las condiciones previas
para explotar plenamente esas nuevas oportunidades es
atraer nuevas inversiones, especialmente extranjeras, en
cuantías sustanciales".
Nota para las redacciones
El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales
(OEPC) de la OMC examinará el informe de la Secretaría,
junto con un informe elaborado por el Gobierno del
Camerún, los días 13 y 14 de febrero de 1995. El examen
del Camerún, que ya estaba previsto en el programa de
exámenes de las políticas comerciales de 1994 se ha
trasladado al presente año. El examen se llevará a cabo
en una reunión conjunta del OEPC y el Consejo del GATT
de 1947. Se trata del primer examen del Camerún desde la
iniciación de los exámenes de la política comercial en
diciembre de 1989.
El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales
de la OMC realiza una evaluación colectiva de la gama
completa de las políticas y prácticas comerciales de
cada Miembro de la OMC, a intervalos regulares, y sigue
de cerca las tendencias y los acontecimientos importantes
que puedan tener consecuencias en el sistema mundial de
comercio.
Los dos informes, junto con un acta del debate del
Consejo y el resumen del Presidente, se publicarán
oportunamente como documentación completa del examen de
las políticas comerciales del Camerún. Podrán
obtenerse en la Secretaría de la OMC, Centro William
Rappard, 154 Rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.
Los informes abarcan la evolución de todos los
aspectos de las políticas comerciales del Camerún, como
las leyes y reglamentos nacionales, el marco
institucional, los acontecimientos relacionados con el
comercio de la esfera monetaria y financiera, las
prácticas comerciales por clases de medidas y las
políticas comerciales por sectores. Se adjuntan las
observaciones recapitulativas del informe de la
Secretaría. Los periodistas que deseen disponer del
texto íntegro de los informes pueden solicitarlo a la
Secretaría de la OMC.
Desde diciembre de 1989 se han llevado a cabo los
siguientes exámenes: Argentina
(1992), Australia (1989 y 1994), Austria (1992),
Bangladesh (1992), Bolivia (1993), Brasil (1992), Canadá
(1990, 1992 y 1994), Chile (1991), Colombia (1990),
Comunidades Europeas (1991 y 1993), Corea, Rep. de
(1992), Egipto (1992), Estados Unidos (1989, 1992 y
1994), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992),
Hong Kong (1990 y 1994), Hungría (1991), India (1993),
Indonesia (1991 y 1994), Islandia (1994), Japón (1990 y
1992), Kenya (1993), Macao (1994), Malasia (1993),
Marruecos (1989), México (1993), Nigeria (1991), Noruega
(1991), Nueva Zelandia (1990), Perú (1994), Polonia
(1993), Rumania (1992), Senegal (1994), Singapur (1992),
Sudáfrica (1993), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991),
Tailandia (1991), Túnez (1994), Turquía (1994), Uruguay
(1992) y Zimbabwe (1994).
Informe de la Secretaría
ÓRGANO
DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
CAMERÚN
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas
Tras decenios de políticas de sustitución de las
importaciones, el Camerún comenzó a abrir su sistema de
comercio internacional a finales del decenio de 1980 y en
ese proceso de apertura se introdujeron también nuevos
regímenes aduanero y fiscal en enero de 1994. A
consecuencia de ello, han sido ya eliminadas o
radicalmente reducidas las restricciones cuantitativas,
las exenciones arancelarias y los regímenes aduaneros y
fiscales especiales. Con algunas importantes excepciones,
las exportaciones están en gran parte libres de
controles y la mayoría de las cargas a la exportación
son bajas. Todos los aranceles de importación del
Camerún son ad valorem y se aplican en cuatro niveles,
con un promedio del 18,8 por ciento. Se ha introducido un
nuevo impuesto sobre el volumen de negocio y continúan
los progresos en sectores relacionados con la política
de competencia, la contratación pública, las
prescripciones técnicas y las medidas antidumping.
La liberalización del comercio y la reforma fiscal del
Camerún forman parte de un programa más amplio de
reforma económica orientada hacia el mercado, destinado
a invertir un prolongado declive económico que se
inició en 1986 al reducirse a la mitad los precios
mundiales del petróleo. Las acusadas disminuciones
posteriores de las rentas por exportaciones y de los
ingresos del Estado hicieron necesarias medidas internas
cada vez más rigurosas para mantener controlado el
déficit presupuestario global. Como esas medidas no
pudieron restaurar el crecimiento, el Camerún, de manera
concertada con los otros países de la zona del franco,
trató de restaurar la competitividad devaluando el
franco CFA de 50 a 100 francos CFA por franco francés en
enero de 1994, que con la devaluación se consiga un
incremento sostenido de las exportaciones y que ella
contribuya así a apuntalar un crecimiento estable
depende en parte de que se logre contener la inflación
para preservar las ventajas de costes derivadas de la
devaluación. Aunque a finales de 1994 había indicios de
que la estrategia podía estar dando resultados, el
proceso de reforma económica del Camerún sigue siendo
frágil y los inadecuados niveles de inversión siguen
siendo una grave limitación para una recuperación
económica sostenida.
El Camerún ha recurrido poco a compromisos
multilaterales para asegurar a los inversionistas y otros
agentes económicos de que se mantendrá esta nueva
orientación económica hacia el exterior. Antes de la
Ronda Uruguay del GATT el Camerún no tenía
consolidaciones arancelarias. La aplicación de los
resultados de la Ronda Uruguay dará lugar solamente a
unas pocas consolidaciones arancelarias nuevas para
productos industriales. Aunque el Camerún ha consolidado
todos los aranceles que aplica a los productos
agropecuarios en el marco del Acuerdo concertado en la
Ronda Uruguay, los tipos máximos introducidos, el 80 por
ciento con un nivel máximo para los "demás
derechos o cargas" del 230 por ciento, son muchas
veces más elevados que los derechos actualmente
aplicados. El bajo nivel de los compromisos
multilaterales es causa de especial preocupación porque
parece haber escasas limitaciones institucionales para
prevenir qué medidas proteccionistas se instalen de
nuevo en el sistema de comercio del Camerún. Unos
compromisos multilaterales más profundos confirmarían
la decisión declarada de las autoridades de no
retroceder en la reforma comercial.
El Camerún en el comercio mundial
El sector de los servicios del Camerún representa casi
la mitad del PIB; los sectores agrícolas y manufacturero
son también amplios y cada uno de ellos representa
aproximadamente el 22 por ciento del PIB. El sector
agrícola es especialmente importante porque emplea a
alrededor del 80 por ciento de la población del
Camerún; el sector manufacturero comprende una gran
parte del empleo total en el sector estructurado. El
sector industrial se basa principalmente en la
transformación de productos agrícolas autóctonos,
aunque también se elaboran materiales importados. Entre
los principales grupos de productos de la industria
manufacturera están los productos alimenticios y las
bebidas, los textiles y el aluminio. El sector no
estructurado es considerable y se halla en crecimiento.
El principal interlocutor comercial del Camerún es la
Unión Europea (UE), que representa entre el 75 y el 80
por ciento del comercio en ambas direcciones. Alrededor
del 30 por ciento de las exportaciones del Camerún va
destinado a Francia; Italia, los Países Bajos, España,
y, en menor medida, Alemania fueron los otros principales
mercados de exportación del Camerún. Fuera de la UE,
los Estados Unidos son el principal mercado para las
exportaciones del Camerún, pero su importancia ha
disminuido de forma acentuada desde principios del
decenio de 1980. La parte de las exportaciones del
Camerún que corresponde a África se sitúa, según
estimaciones, entre el 5 y el 10 por ciento y los
principales mercados son al parecer la República
Centroafricana, el Congo, Gabón, Marruecos y Nigeria. El
principal proveedor del Camerún es, con mucho, Francia,
con una cuota del 45 por ciento aproximadamente; entre
los otros grandes abastecedores europeos están Bélgica,
Alemania, Italia, los Países Bajos y España. Los
mayores proveedores no europeos del Camerún son los
Estados Unidos y el Japón; aunque no están bien
documentadas, también parecen importantes las
importaciones procedentes de Nigeria y otros vecinos del
Camerún.
El petróleo crudo representa aproximadamente la mitad de
las exportaciones totales del Camerún, aunque en 1985
representaba las dos terceras partes. Las exportaciones
distintas de las del petróleo son de una gama
relativamente amplia de productos agropecuarios, de los
cuales los más importantes son el banano, cacao, café,
algodón, caucho natural y troncos de madera. El
principal producto de exportación elaborado es el
aluminio. En las importaciones del Camerún predominan
los bienes manufacturados, que representan
aproximadamente las tres cuartas partes del total de las
importaciones. Los principales productos importados son
los productos químicos (con inclusión de las
medicinas), la alúmina y los productos de la industria
del automóvil, pero se importa también una gran
diversidad de otros. Las importaciones de productos
alimenticios representan algo menos del 20 por ciento del
total y son principalmente de pescado congelado, harina y
arroz. También son considerables las importaciones de
petróleo crudo para refino en el país.
Marco de la política comercial
El Camerún es un Estado unitario, bilingüe. El
Presidente es el Jefe del Estado y tiene la
responsabilidad ejecutiva de la dirección de los asuntos
de la República y de la negociación y ratificación de
tratados. El Presidente nombra al Primer Ministro y a los
Ministros y Secretarios de Estado y preside el Consejo de
Ministros. Los Ministerios que participan en la
formulación y administración de las políticas
comerciales o relacionadas con el comercio son los de
Desarrollo Industrial y Comercial, Hacienda, Relaciones
Exteriores, Agricultura, y Urbanismo y Vivienda. El poder
legislativo del Camerún, radica en la Asamblea Nacional
que es un órgano de una sola cámara integrado por 180
miembros elegidos para legislaturas de cinco años.
El Camerún no posee una ley de comercio exterior. Los
tratados internacionales y las leyes están sujetos a la
aprobación de la Asamblea Nacional. Los acuerdos
internacionales ratificados por el Camerún, entre ellos
el GATT, entran en vigor desde el momento de su
ratificación, no precisan textos legales de aplicación
y tienen prelación sobre las leyes internas, excepto la
Constitución. La responsabilidad de negociar, concertar
y firmar tratados y acuerdos relacionados con el comercio
incumbe al Ministro de Desarrollo Industrial y Comercial
y al Ministro de Relaciones Exteriores.
El Camerún es miembro de la Unión Aduanera y Económica
del África Central (UDEAC) de la cual son miembros
también la República Centroafricana, Chad, el Congo,
Gabón y Guinea Ecuatorial que no es parte en el GATT. El
tratado de la UDEAC prevé un arancel exterior común
como principal instrumento para la política comercial
extrarregional y para la aplicación de un derecho
preferencial destinado a fomentar el comercio
intrarregional. La estabilidad de los tipos de cambio y
la armonización de las políticas monetarias entre los
miembros de la UDEAC se consigue a través de su
participación en el Banco de los Estados del África
Central (BEAC). El Convenio de Cooperación Monetaria
entre los países miembros del BEAC y Francia preveía un
tipo de cambio fijo entre el franco CFA y el franco
francés.
Las normas del GATT y las obligaciones de él dimanantes
pueden invocarse en los asuntos pertinentes ante los
Tribunales del Camerún y las obligaciones contraídas en
el GATT se toman plenamente en consideración al elaborar
la legislación nacional relacionada con el comercio.
Después de su independencia en 1960, el Camerún aplicó
el GATT de facto hasta que pasó a ser parte contratante
el 3 de mayo de 1963, con aplicación de los derechos y
obligaciones retroactiva al 1. de enero de 1960. El
Camerún tiene la condición de observador en los
Acuerdos de la Ronda de Tokio sobre Compras del Sector
Público, Valoración en Aduana y Aeronaves Civiles, pero
no se ha adherido a ninguno de los Acuerdos de la Ronda
de Tokio.
Los principales objetivos del Camerún en la Ronda
Uruguay fueron la mejora del acceso a los mercados para
sus exportaciones y el incremento de la seguridad de ese
acceso. El Camerún participó en toda la Ronda Uruguay y
adoptó una actitud coordinada con sus comiembros de la
UDEAC en varios sectores, entre ellos el agropecuario y
el de los productos basados en la explotación de
recursos naturales, la progresividad arancelaria en los
países importadores y la mejora de las oportunidades de
acceso a los mercados. Las autoridades se mostraron
satisfechas de haber conseguido los objetivos del
Camerún en la Ronda, aunque no se han disipado todas las
preocupaciones respecto de las exportaciones
subvencionadas de productos agrícolas y la erosión de
los márgenes preferenciales de que disfrutaba el
Camerún con arreglo al Convenio de Lomé.
Las autoridades consideran que no se precisan cambios
reglamentarios importantes para aplicar los resultados de
la Ronda Uruguay, sobre todo habida cuenta de la reciente
liberalización de su régimen comercial. El 20 de
diciembre de 1994, la Asamblea Nacional había iniciado,
pero no había terminado todavía, su aprobación de la
ratificación por el Camerún de la Organización Mundial
del Comercio.
Con arreglo a sus actuales esquemas del SGP, los países
desarrollados otorgan preferencias comerciales al
Camerún que, además, goza de acceso preferencial al
mercado de la Unión Europea en virtud del Convenio de
Lomé. El Camerún es parte contratante del Sistema
Global de Preferencias Comerciales (SGPC) entre países
en desarrollo y, en el marco de ese sistema, ha
concertado un acuerdo con Rumania. Los aranceles se
aplican sobre una base n.m.f. y la única excepción
significativa es el comercio con los demás miembros de
la UDEAC. El Camerún es parte en varios acuerdos sobre
productos básicos, establecidos en el marco de la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo, entre ellos los acuerdos sobre el cacao, el
café, el caucho natural y la madera tropical.
Características y tendencias de la política comercial
Evolución reciente
Antes de 1994, el arancel del Camerún producía unos
ingresos relativamente bajos por el uso extendido de
exenciones, que eran necesarias para compensar en parte
el fuerte sesgo contrario a las exportaciones inherente a
la apreciación efectiva real del franco CFA después de
1985. El resultado final fue un régimen de importación
sumamente completo que tendía a dar a las industrias una
protección "a medida", en detrimento de la
utilización eficiente de los recursos y a un elevado
coste para los contribuyentes. Ese régimen se prestaba
también al fraude y al abuso. Para solucionar estos
problemas, el Camerún inició en 1990 un programa de
liberalización del comercio que comprendía un plan
coordinado con los otros miembros de la UDEAC para
reformar su arancel exterior común y que condujo a la
adopción de nuevos regímenes arancelario y fiscal en
enero de 1994.
En junio de 1994 se introdujo un nuevo Plan General de
Intercambio, en el que se establecía la política
comercial del Camerún posterior a la reestructuración
de los regímenes arancelario y fiscal y a la
devaluación del franco CFA. El nuevo Plan trata de
consolidar las medidas de liberalización de las
importaciones adoptadas por el Camerún y prevé un marco
jurídico para combatir las prácticas comerciales
ilícitas y la competencia desleal y para llevar adelante
el proceso de modernización de los procedimientos de
exportación y reducir los derechos de exportación con
objeto de aprovechar la devaluación del franco CFA y las
reformas estructurales y relanzar la actividad económica
volviendo a conquistar los mercados de exportación y
diversificando las exportaciones.
Tipo e incidencia de los instrumentos de política
comercial
El nuevo arancel de la UDEAC tiene 5.531 líneas en el
nivel de 8 dígitos del SA a las que se aplican tipos del
5, el 10, el 20 o el 30 por ciento. El Camerún concede
como mínimo el trato n.m.f. a las importaciones de todas
las procedencias. La progresividad arancelaria es
substancial en sectores tales como los de los textiles y
el vestido y los productos metálicos básicos. En
ciertos sectores, la estructura de la progresividad es
inhabitual en el sentido de que el tipo medio aplicado a
los bienes semimanufacturados es significativamente
inferior al que adeudan las materias primas.
Fuera del marco del arancel de la UDEAC, el Camerún
grava con un derecho aduanero del 15 por ciento las
importaciones de gasolina (super) y diesel. Otros
regímenes especiales aduaneros y fiscales, en particular
los concedidos a las empresas públicas y semipúblicas,
han sido eliminados o deben ser gradualmente suprimidos
en un futuro próximo. Las exenciones arancelarias se han
reducido radicalmente y no se aplican restricciones
cuantitativas; la mayor parte de las importaciones están
ahora sujetas únicamente a una declaración para fines
estadísticos y sólo ciertos productos precisan de
aprobaciones técnicas. El Camerún aplica un programa de
verificación de las importaciones previa a la
expedición; están sujetas a ese programa las
exportaciones de unos 90 países, entre ellos los
principales interlocutores comerciales del Camerún.
No se aplican controles a la mayor parte de las
exportaciones. Se han suprimido los permisos de
exportación y sólo determinados productos están
sujetos a controles de calidad y sanitarios. No existen
subvenciones a la exportación, ni contingentes de
exportación aunque se han prohibido recientemente las
exportaciones de aceite de palma y la participación del
Camerún en los acuerdos internacionales sobre productos
básicos comporta ciertas restricciones. El Camerún
impone también cargas potencialmente perturbadoras a la
exportación de sus principales productos agropecuarios:
una carga (deducible de impuestos) del 15 por ciento a
las exportaciones de cacao, café, banano, algodón y
plantas medicinales y un derecho de salida del 25 por
ciento a los troncos de madera. Además, por regla
general, sólo puede exportarse sin transformación
previa en el país el 30 por ciento como máximo de las
trozas; a partir de 1999 quedarán prohibidas las
exportaciones de trozas de madera. Se ha introducido
legislación sobre zonas francas con el fin de promover
las inversiones orientadas a la exportación.
Los amplios sistemas anteriores de controles de los
precios y de precios garantizados a la producción han
sido en gran medida desmantelados. El elevado nivel de
participación del Estado en la economía ha sido
reducido progresivamente, aunque los monopolios del
Estado se extienden todavía a los servicios públicos,
el petróleo, las telecomunicaciones y el transporte
marítimo internacional. Sigue avanzándose hacia el
establecimiento de un marco jurídico global en el sector
de las normas y otras prescripciones técnicas, que en la
actualidad pueden utilizarse como instrumentos
proteccionistas. En virtud de la legislación vigente
sobre contratación pública, se concede cierta
preferencia para los materiales nacionales; no se concede
trato preferencial a los licitadores sobre la base del
país de origen, aunque la disponibilidad de los
créditos parece limitar las licitaciones a ciertas
regiones. Está previsto introducir nueva legislación
sobre contratación pública en 1994.
Medidas temporales
El Camerún no posee procedimientos antidumping ni sobre
medidas compensatorias como los previstos en el GATT,
aunque en la legislación sobre prácticas comerciales
anticompetitivas se hace referencia a las prácticas de
dumping. El Camerún tampoco posee procedimientos
internos para las medidas de salvaguardia ni ha
registrado peticiones de medidas para paliar el efecto de
las importaciones en el marco de tales procedimientos.
Las reclamaciones hechas por los productores nacionales
de medidas para paliar los efectos de las importaciones
ilícitas parecen haber sido tratadas de manera informal
y a través de medidas indirectas. Por ejemplo, la lista
final de exenciones al trato n.m.f. del Camerún en el
marco del Acuerdo sobre Servicios de la Ronda Uruguay
indica que se fortalecerán las medidas relacionadas con
los acuerdos de reparto de rutas marítimas si los
interlocutores comerciales siguen practicando el dumping.
Las autoridades opinan que la reciente liberalización
del comercio y de los precios llevada a cabo por el
Camerún ha hecho necesario examinar nuevas medidas de
lucha contra las prácticas anticompetitivas, entre ellas
el dumping, para proteger a los consumidores. A
consecuencia de ello, están en estudio o se han
introducido ya medidas que afectan, entre otras cosas, a
la publicidad, las prácticas contables, el control de
calidad y los servicios postventa.
Modalidades de la política sectorial
Antes de 1985, el Camerún consideraba que la
sustitución de las importaciones era un importante
elemento del proceso de desarrollo. Cuando comenzó a
producir petróleo en 1977, las rentas crecientes de las
exportaciones de este producto ayudaron a financiar tanto
los programas de ayuda a la agricultura como ambiciosos
planes de industrialización encaminados a conseguir la
autosuficiencia en alimentos y en una gama de
manufacturas básicas. La producción nacional quedó en
gran medida aislada de la competencia extranjera por la
aplicación de elevados aranceles y por diversos
obstáculos restrictivos del comercio. Se fomentaron
industrias cuya supervivencia dependía de la asistencia
y protección oficial constante. Las empresas públicas y
paraestatales llegaron a dominar una amplia gama de ramas
de actividad del sector primario y manufacturero.
Desde 1986, la baja de las rentas de exportación y de
los ingresos del Estado han inducido a una serie de
reformas estructurales. En el sector del petróleo, se
introdujeron en 1990 diversas modificaciones del código
de hidrocarburos para fomentar la exploración, y es
probable que esta industria siga desempeñando una
función capital en la economía del Camerún durante
años venideros. En el sector agropecuario, cambios
radicales que afectaron a los precios a la producción,
sistemas de marketing y órganos administrativos
produjeron una crisis de la cual este sector no se ha
recuperado todavía plenamente. Sin embargo, la
reorientación de la agricultura hacia el mercado y los
efectos potencialmente impulsores de la competitividad
resultantes de la devaluación del franco CFA deben haber
situado al Camerún en buena posición para aprovechar
las oportunidades que pueden derivarse de la Ronda
Uruguay. El sector manufacturero del Camerún sigue
siendo el mayor y más diversificado de la región, y es
especialmente fuerte en las agroindustrias, industrias de
transformación avanzada. Sin embargo, este sector se vio
gravemente afectado por la contracción de la economía
nacional y la pérdida de competitividad en los mercados
exteriores. El proceso de desindustrialización
resultante no ha podido todavía ser detenido por los
limitados programas de privatización, rehabilitación o
liquidación de las empresas públicas o semipúblicas.
Las nuevas políticas industriales del Camerún pueden
conducir de nuevo a una estructura de producción
distorsionada. Ello es especialmente cierto en el caso de
las actuales iniciativas tendentes a incrementar el valor
añadido sobre una base industria por industria y en el
de los regímenes de inversiones para sectores
específicos que comienzan ahora a surgir. Estas
estrategias pueden lograr impulsar las actividades a que
se aplican, pero a costa de disminuir el valor añadido
en otras industrias. Lo que es más importante, la
búsqueda compartimentada de inversiones y del incremento
del valor añadido puede crear empresas con perspectivas
inciertas a largo plazo e impedir al mismo tiempo que la
economía logre, habida cuenta de la riqueza de sus
recursos naturales, su elevado potencial de ingresos
reales.
Políticas comerciales e interlocutores en el comercio
El amplio programa de reforma macroeconómica y
estructural del Camerún ha conseguido en gran medida
invertir las anteriores políticas nacionales
introvertidas y contrarias a las exportaciones. Este
programa de reforma, aunque coordinado con los de los
otros miembros de la UDEAC, se inició de manera
autónoma. Ello no obstante, las medidas adoptadas por
otros países en el contexto multilateral de la Ronda
Uruguay deben constituir un fuerte complemento de esas
reformas. A medida que se afirman las reformas del
Camerún, las empresas exportadoras deben experimentar
que los obstáculos a la importación disminuyen y que
aumentan las oportunidades de exportación. Sin embargo,
una de las condiciones previas para explotar plenamente
esas nuevas oportunidades es atraer nuevas inversiones,
especialmente extranjeras, en cuantías sustanciales.
Informe del Gobierno
ÓRGANO
DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
CAMERÚN
Informe del Gobierno
Desde
1960, año en que accedió a la independencia, el
Camerún ha conocido un crecimiento económico sostenido,
que en 1986 alcanzó una tasa sin precedentes (el 6,5 por
ciento) debido a la favorable evolución de los precios
de los productos básicos en el mercado mundial, ya que
la agricultura representa una parte importante de la
actividad económica del país.
El hundimiento de los precios mundiales en 1987 y la
caída del dólar de los Estados Unidos afectaron
considerablemente a la economía de los países en
desarrollo en general y del Camerún en particular, lo
que llevó aparejada una acumulación de déficit
presupuestarios.
La persistencia de los déficit presupuestarios y de las
tensiones de tesorería dio lugar a la adopción de un
plan de estabilización de las finanzas públicas que
llevó, en 1988, a la negociación con las Instituciones
de Bretton Woods del primer Programa de Ajuste
Estructural.
Aplicación de las políticas comerciales
Mediante una ordenanza de 5 de enero de 1995 se
estableció un gravamen (derecho) aplicable a las
exportaciones de cacao, café, banano, algodón, azúcar,
aceite de palma, caucho y plantas medicinales.
Los tipos aplicables a estos productos son los
siguientes: el 15 por ciento del valor f.o.b. en el caso
del cacao, el algodón, el azúcar, el caucho y las
plantas medicinales; el 25 por ciento del valor f.o.b. en
el caso del café; el 30 por ciento del valor f.o.b. en
el caso del aceite de palma y 6.500 francos CFA por
tonelada en el caso del banano.
Paralelamente, se estableció un impuesto de inspección
y control de las exportaciones de productos básicos, que
se aplica al cacao, al café, a las plantas medicinales,
a la madera, al aceite de palma y al banano. El tipo de
ese impuesto es del 0,95 por ciento del valor f.o.b. de
los productos exportados.
Las medidas indicadas responden a la preocupación del
Gobierno por estabilizar la economía, mediante el
aseguramiento del abastecimiento de materias primas de
las empresas nacionales de transformación. En cambio,
las exportaciones de productos semiacabados y acabados,
que no están subvencionadas, no están sujetas a ningún
derecho o arancel. Con el fin de hacer posible el
desarrollo de los intercambios dentro de la subregión de
África Central, se ha adoptado un programa de creación
de mercados fronterizos que permitirá establecer cinco
(5) mercados fronterizos. En este momento sólo funciona
uno de esos mercados, en la frontera con la República
del Gabón. En lo que respecta a la financiación, acaban
de adoptarse importantes medidas de alivio en relación
con el costo del dinero y el acceso al crédito.
En la esfera de las importaciones
El Programa General de Intercambio, que representa la
culminación del proceso de liberalización emprendido en
1989, y cuyo principal objetivo es la restauración de la
competitividad, prevé importantes medidas de
liberalización de las importaciones, principalmente la
eliminación total de las restricciones cuantitativas y
la supresión de las licencias de importación. No
obstante, se presta especial atención a la observancia
de las normas de calidad, tanto en el caso de los
productos nacionales como en el de los importados.
Desgraciadamente, la normalización se halla aún en el
Camerún en un estado embrionario y no está
reglamentada, por lo que la aplicación de normas y la
certificación de productos resultan difíciles. La
certificación es casi inexistente debido a la falta de
una estructura apropiada de certificación de la
conformidad de los productos con las normas nacionales y
de concesión del derecho de utilización de las marcas
nacionales.
No obstante, se han adoptado medidas para organizar un
sistema de esa naturaleza. A pesar de ello, y hasta que
ese sistema esté organizado, no existe una remisión a
normas, salvo en el caso de que se sospeche o declare que
un producto es peligroso, supuesto en el que las
administraciones competentes adoptan disposiciones para
reglamentar su importación y su venta en todo el
territorio. El Camerún no utiliza las normas como
instrumento de protección frente a los productos
importados, al haber optado por liberalizar su economía
para hacerla más competitiva y por acrecentar sus
exportaciones. Conviene señalar que no hay un
procedimiento interno relativo a las salvaguardias, ni se
han presentado demandas de protección contra las
importaciones en el marco de un procedimiento de esa
naturaleza.
El Gobierno no ha adoptado nunca medidas selectivas que
afectaran a un producto procedente de un país
determinado, ni ha presentado demandas de protección
contra las importaciones en el marco de un acuerdo
bilateral o regional.
Medidas en materia de política de inversiones
No cabe duda de que, debido a los incentivos que ofrecen,
sobre todo a las empresas industriales orientadas a la
exportación, estas medidas complementan las medidas de
promoción comercial. Con la aplicación de la reforma
fiscal y aduanera en la UDEAC, se han suprimido las
ventajas aduaneras otorgadas hasta hace poco a las
empresas beneficiarias de los regímenes privilegiados
del Código de Inversiones distintas de las de la zona
franca industrial. No obstante, los bienes de equipo
industrial y las materias primas se despachan en aduana
con un derecho al tipo reducido del 10 por ciento. Los
bienes de equipo están exentos del impuesto sobre el
volumen de negocio, y las materias primas se benefician
de deducciones en dicho impuesto.
Entre las ventajas en la fase de instalación figuran la
exención de los derechos de registro; de los derechos de
transformación; del impuesto sobre la distribución de
créditos; del impuesto mínimo concertado; del impuesto
especial sobre las sociedades; del impuesto especial de
registro y una reducción del 50 por ciento del impuesto
de sociedades, a partir del primer año impositivo.
Entre las ventajas en la fase de producción figuran la
exención del impuesto mínimo concertado y del impuesto
especial sobre las sociedades, la reducción de un 50 por
ciento en el impuesto de sociedades y de un 50 por ciento
en el impuesto proporcional sobre las rentas de los
valores mobiliarios y la posibilidad de repercutir en los
resultados de los cinco ejercicios siguientes el déficit
resultante de la imputación de las amortizaciones
normalmente contabilizadas durante los primeros tres
ejercicios.
Aparte de las ventajas expuestas, el Código de
Inversiones prevé otros incentivos:
concesión de trato nacional a los extranjeros, a
reserva del respeto de las disposiciones legales y
reglamentarias, así como de lo establecido en los
tratados y acuerdos concertados por el Camerún con los
Estados de los que aquéllos sean nacionales;
derecho a transferir los ingresos de cualquier
naturaleza obtenidos del capital invertido y, en caso de
cese de las actividades, del producto de la liquidación
o de la cesión de la inversión, siempre que la empresa
haya cumplido sus obligaciones con respecto a la
administración fiscal;
libertad de contratación y de despido, sin
perjuicio de la observancia de las disposiciones de la
legislación social y laboral vigente;
libre circulación de los socios de las empresas
constituidas regularmente en el Camerún, así como del
personal de esas empresas que sea titular de un contrato
de trabajo debidamente visado y de su familia legal.
Funciona un sistema de ventanilla única que proporciona
a los inversores todas las prestaciones que tienen
derecho a recibir de la Administración.
Régimen de zona franca industrial
Sólo pueden beneficiarse de ese régimen las empresas
industriales orientadas esencialmente a la exportación,
que están exentas de todos los impuestos directos e
indirectos, a excepción del impuesto sobre los
beneficios industriales y comerciales, al que están
sujetas a partir del undécimo año de explotación, a un
tipo reducido del 15 por ciento.
Funciona para esta categoría de empresas un sistema de
ventanilla única que les proporciona todas las
prestaciones que tienen derecho a recibir de la
Administración.
Medidas aduaneras
En materia aduanera, el Camerún aplica el Arancel de la
UDEAC, resultante de la reforma fiscal y aduanera
realizada en el marco de dicha Unión. En consecuencia
existen cuatro categorías de productos de importación.
En el cuadro que figura a continuación se indican los
derechos de aduana aplicables a esas diferentes
categorías:
Categorías Designación
Derecho Comercial Común
(TEC) después de la devaluación
Productos de primera necesidad 5% II Materias primas y
bienes de equipo 10% III Bienes intermedios y otros
bienes 20% IV Bienes de consumo corriente 30% Además del
TEC se aplican a las importaciones otros impuestos
internos:
El TPG (derecho preferencial generalizado) 0 por ciento;
El TCA (impuesto sobre el volumen de negocio) 5,5 por
ciento y 16,5 por ciento;
El DA (impuesto especial de consumo) 25 por ciento.
Se aplica un derecho preferencial generalizado (TPG) a
los intercambios interregionales (UDEAC).
La situación macroeconómica internacional que afecta al
sector exterior
Devaluación del franco CFA
El reajuste monetario acordado el 12 de enero de 1994 ha
provocado:
el incremento de los precios de los productos de
fabricación local a causa de su elevado contenido de
insumos importados, cuyo valor ha aumentado, aunque su
volumen ha disminuido;
el estancamiento de las exportaciones agrícolas a
causa de la transferencia de mano de obra a otros
sectores tras la caída de los precios mundiales, el
descenso subsiguiente de la producción, y la baja
elasticidad de los precios respecto de la demanda;
la exacerbación de la exigüidad de las
exportaciones de cultivos alimenticios a pesar del
incremento de la producción, pues la sustitución de las
importaciones causada por la inflación importada, ha
contribuido a reducir aún más la parte destinada a la
exportación.
Si bien la devaluación del franco CFA ha tenido efectos
negativos a muy corto plazo (inflación, descenso de los
ingresos, escasez), los efectos positivos sobre la
economía nacional se podrán evaluar, a medio plazo, en
función del mejoramiento de la competitividad y la
reanudación de la exportación y, a largo plazo, en
función de la expansión de la industria.
Problemas en los mercados exteriores
La falta de competitividad de los productos de
exportación en los mercados exteriores se debe a tres
tipos de problemas: el primero atañe a los defectos de
envasado, los costos de producción elevados y a la
irregularidad del abastecimiento.
El segundo tipo de problemas se refiere a la apertura
repentina de los mercados, consecuencia lógica de la
participación en grupos regionales y subregionales, la
entrada en vigor del Acuerdo por el que se establece la
OMC y las medidas de liberalización descritas en el
marco de los programas de reajuste estructural, incluidos
los obstáculos arancelarios y no arancelarios, en
particular los relacionados con las normas de origen y
las normas en materia de envasado, calidad y
clasificación.
Por último, las normas mucho más estrictas instituidas
por la Unión Europea, el principal interlocutor
comercial del Camerún, amenazan con tener efectos más
negativos sobre las exportaciones del Camerún que los
derechos de aduana y otras medidas no arancelarias. El
Gobierno del Camerún tiene el propósito de establecer
con carácter prioritario un órgano de normalización
encargado de elaborar y aplicar una política que se
ajuste a las normas internacionales pertinentes.