Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

Japón: marzo de 1995

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/5
29 de marzo de 1995

EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES DEL JAPÓN



La supresión de numerosas limitaciones voluntarias de las exportaciones con los Estados Unidos y las Comunidades Europeas, la mayor difusión de la aplicación de normas internacionales y el incremento del comercio y las inversiones en Asia, según cabe prever, contribuirán a reducir "el bilateralismo de las relaciones comerciales" del Japón e impulsarán el proceso de creciente integración del país en el sistema multilateral del comercio.

En un nuevo informe de la Secretaría de la OMC sobre las políticas y prácticas comerciales del Japón se señala asimismo que la continuación resuelta del proceso de desreglamentación interna, junto con la aplicación de los Acuerdos de la Ronda Uruguay, garantizará la mejora del acceso al mercado japonés.

En el informe se indica que el Japón ha reducido el número y el alcance de las restricciones a la exportación, y que en 1993 o principios de 1994 se eliminaron diversas limitaciones voluntarias de las exportaciones, aplicadas a las máquinas herramientas, los automóviles y el acero exportados a los Estados Unidos, y a las máquinas herramientas exportadas a la CE. A finales de 1994 debían expirar otras restricciones aplicadas durante muchos años a las exportaciones de artículos de cerámica y porcelana y cubertería metálica a los Estados Unidos, en tanto que los procedimientos de vigilancia aplicados a las exportaciones de automóviles a la Unión Europea han de eliminarse en 1994. Además, desde 1992, se han suprimido 17 de los 28 cárteles de exportación, y se ha reducido el alcance de muchos otros. Los cárteles de exportación relacionados con limitaciones voluntarias de las exportaciones, con la protección de la calidad o de los derechos de propiedad intelectual, o con monopolios de importación en otros países, han de revisarse con miras a su eliminación para 1999.

El Japón está aplicando cada vez más las normas internacionales. No sólo se ha doblado desde 1992 el número de normas japonesas conformes con las normas internacionales, sino que además el Japón está aumentando gradualmente el ámbito de aceptación de las pruebas, la certificación y la aprobación en fábrica realizados en el extranjero. En el informe se afirma que siguen en vigor las pruebas obligatorias para los alimentos, los productos farmacéuticos, los aparatos eléctricos y los productos abarcados por la legislación relativa a la seguridad del consumidor.

En cuanto a la estructura geográfica del comercio exterior del Japón y de sus inversiones directas en el extranjero, en el informe se señala que tanto el comercio como las inversiones se han modificado desde 1992 y que ha aumentado considerablemente la participación de Asia en las exportaciones y las importaciones del Japón y las inversiones japonesas en el extranjero. Se ha registrado un crecimiento particularmente rápido de las corrientes comerciales bilaterales con China y los países de la ASEAN. En el informe se indica que ello ha sido consecuencia del fuerte crecimiento de las economías del Asia Sudoriental y Oriental y del traslado de la producción de algunas manufacturas del Japón a esas zonas de Asia, en las que los costos son menores. La proporción de las importaciones del Japón correspondiente a las Américas ha permanecido estable, aunque ha disminuido ligeramente la de las exportaciones. La participación de Europa tanto en las exportaciones como en las importaciones, en cambio, ha disminuido.

De conformidad con los compromisos en materia de acceso al mercado asumidos durante la Ronda Uruguay el Japón debe extender las consolidaciones arancelarias de productos industriales, reducir en alrededor de un 56 por ciento los aranceles industriales, ponderados en función del comercio exterior, y en el marco del Acuerdo sobre la Agricultura, convertir todas las medidas no arancelarias aplicadas a productos agropecuarios, con excepción del arroz, en contingentes arancelarios. En el informe se indica que a las importaciones que excedan de los contingentes se les impondrán derechos que en algunos casos podrán ser de más del 600 por ciento.

Se calcula que el promedio aritmético de los aranceles aplicados a los productos industriales disminuirá en alrededor del 4,6 por ciento en virtud de las reducciones de la Ronda Uruguay. El promedio ponderado en función de las importaciones disminuirá de alrededor del 3,9 por ciento al 1,7 por ciento. Se eliminarán los aranceles y las medidas no arancelarias con arreglo al principio de la nación más favorecida para todos los productos farmacéuticos, el equipo médico, el equipo de construcción y la cerveza. También se eliminarán, con algunas excepciones, los aranceles que gravan el acero, las bebidas alcohólicas destiladas, los muebles, el equipo agrícola, el papel y la pulpa de papel y los juguetes.

Respecto de la política en materia de contratación pública, en el informe se dice que durante los últimos años el Japón ha introducido un Plan de Acción para promover la imparcialidad y la transparencia de la contratación pública. Ha aumentado la proporción de contratos a proveedores extranjeros en el marco del Código de Contratación Pública, y también ha aumentado desde 1990 el alcance de la contratación directa. La proporción más importante de los contratos concedidos a proveedores extranjeros correspondió a los Estados Unidos, seguidos por los países miembros de la Unión Europea.

Nota para las redacciones

El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC) de la OMC examinará el informe de la Secretaría, junto con un informe elaborado por el Gobierno del Japón los días 4 y 5 de abril de 1995. El examen del Japón, que ya estaba previsto en el programa de examen de las políticas comerciales de 1994, se ha trasladado al presente año. El examen se llevará a cabo en una reunión conjunta del OEPC y el Consejo del GATT de 1947. Se trata del tercer examen del Japón desde la iniciación de los exámenes de la política comercial en diciembre de 1989.

El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC realiza una evaluación colectiva de la gama completa de las políticas y prácticas comerciales de cada Miembro de la OMC a intervalos regulares, y sigue de cerca las tendencias y los acontecimientos importantes que puedan tener consecuencias en el sistema mundial de comercio.

Los dos informes, junto con un acta del debate del Consejo y el resumen del Presidente, se publicarán oportunamente como documentación completa del examen de las políticas comerciales del Japón. Podrán obtenerse en la Secretaría de la OMC, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Los informes abarcan la evolución de todos los aspectos de las políticas comerciales del Japón, como las leyes y reglamentos nacionales, el marco institucional, los acontecimientos relacionados con el comercio de la esfera monetaria y financiera, las prácticas comerciales por clases de medidas y las políticas comerciales por sectores. Se adjuntan las observaciones recapitulativas del informe de la Secretaría. Los periodistas que deseen disponer del texto íntegro de los informes pueden solicitarlo a la Secretaría de la OMC.

Desde diciembre de 1989, se han llevado a cabo los siguientes exámenes: Argentina (1992), Australia (1989 y 1994), Austria (1992), Bangladesh (1992), Bolivia (1993), Brasil (1992), Canadá (1990, 1992 y 1994), Camerún (1995), Chile (1991), Colombia (1990), Comunidades Europeas (1991 y 1993), Corea, Rep. de (1992), Egipto (1992), Estados Unidos (1989, 1992 y 1994), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992), Hong Kong (1990 y 1994), Hungría (1991), India (1993), Indonesia (1991 y 1994), Islandia (1994), Israel (1994), Japón (1990 y 1992), Kenya (1993), Macao (1994), Malasia (1993), Marruecos (1989), México (1993), Nigeria (1991), Noruega (1991), Nueva Zelandia (1990), Pakistán (1995), Perú (1994), Polonia (1993), Rumania (1992), Senegal (1994), Singapur (1992), Sudáfrica (1993), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991), Tailandia (1991), Túnez (1994), Turquía (1994), Uruguay (1992) y Zimbabwe (1994).

Informe de la Secretaría

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
JAPÓN
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas

El Japón en el comercio mundial

La evolución de la política comercial del Japón desde el examen anterior ha tenido como fondo una economía cambiante, que registró una pronunciada recesión en el período 1991-93 y empezó a recuperarse en 1994. Durante ese período, el Gobierno introdujo varios conjuntos de medidas fiscales de reactivación económica, aplicó en general una política monetaria poco restrictiva y se esforzó por implantar cambios estructurales, entre ellos cierto grado de liberalización del comercio y de desreglamentación. También ha ido evolucionando la estructura del comercio y de la inversión del Japón; expresado en dólares de los EE.UU., el superávit del comercio de mercancías siguió aumentando, pero como porcentaje del PIB llegó a su cota máxima en 1992 y disminuyó en 1993 y 1994. En los últimos tres años se ha observado una reorientación general del comercio y de la inversión hacia Asia.

El crecimiento del PIB pasó del 4 por ciento al 0,1 por ciento en el período 1991-93; la inversión privada interna, expresada como porcentaje del PIB, disminuyó pronunciadamente en 1991 y más lentamente en los dos años posteriores. También se desaceleró considerablemente el consumo privado, al tiempo que aumentaban el desempleo y la retención de mano de obra excedente. Bajaron los precios al por mayor, y la inflación, medida por el índice de precios de consumo, disminuyó a alrededor del 1 por ciento. Al parecer, la disminución de los precios de las importaciones como consecuencia de la apreciación del yen no se ha transmitido en su totalidad a los consumidores.

El superávit de la balanza en cuenta corriente, expresada en dólares, aumentó hasta niveles sin precedentes en 1993, pero disminuyó en yen (tras alcanzar su cota máxima en el último trimestre de 1993) y como proporción del PIB. Después un superávit en 1991, año en que se registraron importantes repatriaciones de fondos por inversores japoneses, la cuenta de capital a largo plazo reanudó en 1992 y 1993 su habitual pauta deficitaria. El tipo de cambio real efectivo del yen se ha apreciado considerablemente. La pronunciada diferencia entre los valores en yen y en dólares del comercio y de los superávit de la cuenta corriente ha propiciado diferentes interpretaciones de la situación y quizás ha contribuido incluso a provocar fricciones comerciales.

Durante el período que abarca el examen se introdujeron diversos conjuntos de medidas fiscales y monetarias de reactivación económica. Los bajos tipos de interés y los créditos subvencionados para vivienda contribuyeron a estimular la actividad constructora y, en cierta medida, el consumo privado. Se prevé que la recuperación se acelere en 1995 bajo el impulso de la demanda interna.

Aunque no ha habido modificaciones sustanciales de la legislación que rige las inversiones extranjeras en el Japón, durante 1992 se introdujo un conjunto importante de medidas de fomento; se sustituyó el requisito de notificación previa por un sistema de información posterior, se empezaron a aplicar diversos incentivos fiscales a los inversores extranjeros y se reforzaron otras medidas de apoyo. Estos estímulos, que se intensificaron en 1994, todavía no se han traducido en una corriente importante de nuevas inversiones, aunque el monto global de las inversiones extranjeras se ha cuadruplicado desde mediados del decenio de 1980.

La estructura geográfica del comercio exterior del Japón y de sus inversiones directas en el extranjero se ha modificado en los tres últimos años. Ha aumentado considerablemente la participación de Asia en las exportaciones y las importaciones del Japón y las inversiones japonesas en el extranjero, y se ha registrado un crecimiento particularmente rápido de las corrientes comerciales bilaterales con China y los países de la ASEAN, como consecuencia del fuerte crecimiento de las economías del Asia Sudoriental y Oriental y del traslado de la producción de algunas manufacturas del Japón a esas zonas de Asia, en las que los costos son menores. La proporción de las importaciones del Japón correspondiente a las Américas ha permanecido estable, aunque ha disminuido ligeramente la de las exportaciones; ha disminuido, en cambio, la participación de Europa tanto en las exportaciones como en las importaciones del Japón.

Marco institucional

El marco institucional de la política comercial del Japón apenas si ha cambiado desde el anterior examen. El Consejo de Ministros y diversas organizaciones interministeriales velan por la coherencia de la política económica interior y exterior. El Gobierno ha anunciado que se propone fortalecer la Oficina del Mediador en Asuntos Comerciales y de Inversiones (OTO) y convocar reuniones más frecuentes de la Conferencia de Comercio (que se encarga de trazar la orientación general de las políticas comerciales y cuenta con participación extranjera), y en septiembre de 1994 estableció el Consejo de Inversiones del Japón, también con participación extranjera, encargado de examinar las políticas en materia de inversión.

El Japón ha ratificado el Acuerdo de Marrakech por el que se establece la Organización Mundial del Comercio y es miembro fundador de la OMC. Además de por la mejora del acceso a los mercados de sus exportaciones y de la protección de los derechos de propiedad intelectual, el Japón saldrá probablemente beneficiado por el reforzamiento de las normas comerciales en el marco de la OMC, en particular en lo relativo a las medidas antidumping, las medidas en materia de inversiones relacionadas con el comercio y la solución de diferencias.

Características y tendencias de las políticas comerciales

Evolución reciente

Las medidas de política económica adoptadas recientemente tienen por objeto reorientar la economía para sustentarla en mayor medida en la demanda interna y reducir la dependencia de la demanda de exportaciones; por consiguiente, a partir de 1992, en el marco del 12. Plan Económico Quinquenal, se ha otorgado creciente importancia a medidas estructurales de desreglamentación y de liberalización del comercio. En abril y septiembre de 1993 y en febrero y junio de 1994 se introdujeron sucesivos conjuntos de medidas de desreglamentación tendentes a clarificar las reglamentaciones oficiales y reducir su alcance, especialmente en la esfera de la distribución, y en octubre de 1993 se publicaron nuevas directrices para el fomento de las importaciones.

El Japón se comprometió en la Ronda Uruguay a extender las consolidaciones arancelarias de productos industriales del 97 por ciento al 99 por ciento de las líneas arancelarias; a reducir en alrededor de un 56 por ciento los aranceles industriales, ponderados en función del comercio exterior; y, en el marco del Acuerdo sobre la Agricultura, a convertir todas las medidas no arancelarias aplicadas a productos agropecuarios, con excepción del arroz, en contingentes arancelarios, imponiendo a las importaciones que excedan de los contingentes derechos que en algunos casos pueden ser de más del 600 por ciento. Las importaciones de arroz no están por el momento sujetas a arancelización. La cuestión del mantenimiento del trato especial convenido en la Ronda Uruguay se negociará en el año 2000. El Japón ha asumido compromisos sustanciales en todas las esferas de servicios, excepto en lo que se refiere a algunas partidas de telecomunicaciones básicas y al transporte marítimo internacional, esferas en las que prosiguen las negociaciones.

Otras medidas adoptadas durante el período que abarca el examen fueron la prórroga en 1991 por otros 10 años del esquema SGP del Japón (y su ampliación a diversos países europeos en transición), la relajación de las normas de origen para los productos acogidos al SGP y la promulgación en 1993 de la Ley de Procedimientos Administrativos a fin de clarificar los procedimientos de las "orientaciones administrativas". El Japón no ha retirado nunca a ningún país en desarrollo las preferencias otorgadas en virtud de su esquema SGP.

Tipo e incidencia de los instrumentos de política comercial, incluidos sus efectos sectoriales

La estructura del arancel del Japón no se ha modificado sustancialmente desde el examen anterior. El promedio aritmético de los derechos era en 1993 del 7,1 por ciento. Alrededor del 2 por ciento de las líneas arancelarias están sujetas a derechos superiores al 30 por ciento, y a cerca del 60 por ciento se aplican tipos no superiores al 5 por ciento. Hay crestas arancelarias que afectan al calzado, a las prendas de vestir y a los productos de cuero, así como los productos alimentarios y a las bebidas, y que llegan al 174 por ciento (equivalente ad valorem de un derecho específico) para algunos productos del azúcar. Se da un grado considerable de progresividad arancelaria en diversos sectores, principalmente al pasar de materias primas a productos semielaborados, en particular en el sector alimentario.

Se calcula que el promedio aritmético de los aranceles aplicados a los productos "industriales" de la CIIU disminuirá en alrededor del 4,6 por ciento en virtud de las reducciones de la Ronda Uruguay; el promedio ponderado en función de las importaciones disminuirá de alrededor del 3,9 por ciento al 1,7 por ciento. En virtud de los acuerdos de julio de 1993 entre los miembros del "Grupo de los Cuatro" (el Canadá, la Unión Europea, el Japón y los Estados Unidos), incorporados a los resultados de la Ronda Uruguay, se eliminarán los aranceles y las medidas no arancelarias con arreglo al principio n.m.f. para todos los productos farmacéuticos, el equipo médico, el equipo de construcción y la cerveza; también se eliminarán, con algunas excepciones, los aranceles que gravan el acero, las bebidas alcohólicas destiladas, los muebles, el equipo agrícola, el papel y la pulpa de papel y los juguetes, y se llegó a un acuerdo para "avanzar" hacia reducciones arancelarias de hasta el 50 por ciento para la cerámica, el vidrio, los textiles y las prendas de vestir.

En 1993 y 1994 se introdujeron, en forma autónoma o en virtud de acuerdos existentes, diversas reducciones arancelarias, que afectaron a la carne de bovino (aunque sigue en vigor la autorización para imponer un recargo de emergencia del 25 por ciento), los copos de patata, el maíz a medio moler para la elaboración de copos de maíz, el azúcar y las partes de automóviles, y se abolió el sistema de contingentes arancelarios para los aceites pesados. La mayoría de los derechos específicos y de los derechos mixtos se sustituirán por derechos ad valorem.

Se han agilizado los procedimientos portuarios y aduaneros, lo que ha permitido reducir a un tercio el tiempo necesario para el despacho a partir de la llegada al puerto; el Japón está tratando de acelerar todavía más sus procedimientos ampliando el alcance de la informatización. Está aumentando el número de Zonas de Acceso Extranjero.

En el sector de la pesca, algunos productos están sujetos a contingentes de importación, y se mantienen diversos aranceles no consolidados. Siguen en vigor medidas de vigilancia de las importaciones de capullos y tejidos de seda procedentes de Hong Kong y de China; el Japón ha de presentar al nuevo Órgano de Vigilancia de los Textiles un programa para la eliminación gradual de las medidas de vigilancia aplicadas a las importaciones de seda procedentes de la República de Corea. También se aplican procedimientos de vigilancia a algunos otros productos, entre ellos el atún, el pez vela, las algas, las especies controladas en virtud de la CITES y algunos tipos de carbón. Siguen en régimen de comercio de Estado la sal, los productos de tabaco (aunque se ha liberalizado el comercio de tabaco en rama), el alcohol para uso industrial y el opio. Sólo sigue funcionando un cártel de importación, para las importaciones de seda procedentes de China.

El número de normas japonesas conformes con las normas internacionales se ha doblado desde 1992, y el Japón está aumentado gradualmente el ámbito de aceptación de las pruebas, la certificación y la aprobación en fábrica realizados en el extranjero. Están en vigor reglamentaciones técnicas obligatorias (por las que a veces se aplican normas que en otros casos son voluntarias) para los alimentos, los productos farmacéuticos, los aparatos eléctricos y los productos abarcados por la Ley de Seguridad de los Productos de Consumo.

El Japón introdujo a finales de 1993 y principios de 1994 un Plan de Acción para promover la imparcialidad y la transparencia de la contratación pública. Ha aumentado la proporción de contratos a proveedores extranjeros en el marco del Código de Contratación Pública; también ha aumentado desde 1990 el alcance de la contratación directa. La proporción más importante de los contratos concedidos a proveedores extranjeros correspondió a los Estados Unidos, seguidos por los miembros de la Unión Europea.

En 1994 se amplió el ámbito de aplicación de las medidas de fomento de las importaciones. Aunque responde quizás a necesidades y percepciones políticas, el carácter selectivo de algunas de esas medidas, que se aplican sólo a las importaciones en franquicia arancelaria, pueden incrementar la protección efectiva de productos menos competitivos.

En virtud de las disposiciones de la Ronda Uruguay, el Japón está reduciendo el número y el alcance de las restricciones a la exportación. En 1993 o principios de 1994 se eliminaron diversas limitaciones "voluntarias" de las exportaciones (las aplicadas a las máquinas herramientas, los automóviles y el acero exportados a los Estados Unidos y a las máquinas herramientas exportadas a la Unión Europea), y a finales de 1994 debían expirar otras restricciones aplicadas durante muchos años a las exportaciones de artículos de cerámica y porcelana y cubertería metálica a los Estados Unidos. Los procedimientos de vigilancia aplicados a las exportaciones de automóviles a la Unión Europea han de eliminarse en 1999. Desde 1992 se han suprimido 17 de los 28 cárteles de exportación, y se ha reducido el alcance de muchos otros. Los restantes cárteles de exportación, relacionados con limitaciones voluntarias de las exportaciones, con la protección de la calidad o de los derechos de propiedad intelectual o con monopolios de importación en otros países, han de revisarse con miras a su eliminación para 1999.

También ha habido modificaciones en la aplicación de las disposiciones de defensa de la competencia de la Ley Antimonopolio. El régimen de precios mínimos de reventa se abolirá a más tardar al final de 1998, salvo para las obras literarias; el número de cárteles autorizados ("exentos") ha disminuido rápidamente, y se ha incrementado la aplicación de medidas correctivas (mandatos de suspensión y recargos). También se ha restringido la aplicación del requisito de notificar con posterioridad los contratos entre empresas japonesas y empresas extranjeras, y ha disminuido el número de esas notificaciones.

Siguen siendo motivo importante de preocupación los efectos que sobre el acceso extranjero tienen las agrupaciones horizontales y verticales (kigyo-shudan y keiretsu) existentes en la economía japonesa. En esa esfera, es posible que el fomento de la competencia entre proveedores o empresas vinculadas no sea incompatible con la existencia de obstáculos al acceso. Existen dudas sobre la fuerza de la Ley Antimonopolio para regular las actividades de las agrupaciones horizontales. Existen indicios de cierto debilitamiento de los vínculos keiretsu, como consecuencia de relaciones más estrechas con empresas extranjeras (aunque algunas de ellas pueden ser filiales japonesas), de medidas de desreglamentación o, en lo que se refiere a la venta al por menor, de la intensificación de la competencia y de la práctica de los descuentos.

Medidas temporales

El Japón impuso en febrero de 1993 un derecho antidumping definitivo sobre el ferrosilicomanganeso procedente de China. En febrero de 1994 se iniciaron investigaciones antidumping contra los hilados de algodón procedentes del Pakistán. Todo ello indica un cambio en las prácticas del Japón, que hasta entonces había evitado esas medidas. Parece ser que, al adoptar esas medidas, el Japón ha aplicado algunas de las nuevas directrices de la Ronda Uruguay. El Japón no ha recurrido todavía a medidas compensatorias ni a medidas de salvaguardia con arreglo al artículo XIX del Acuerdo General.

Políticas comerciales e interlocutores comerciales extranjeros

Desde el examen anterior, el Japón ha adoptado medidas tendentes a una mayor integración en la economía mundial. Destacan entre ellas la desreglamentación interna y la ratificación de la Ronda Uruguay.

El objetivo del proceso de desreglamentación es promover el papel de la demanda interna y reducir la dependencia de las importaciones. La continuación resuelta de ese proceso, que propicia la salida de la recesión y es a su vez impulsado por ella, podría garantizar la mejora del acceso al mercado japonés.

La aplicación por el Japón de los Acuerdos de la Ronda Uruguay también irá mejorando el acceso a su mercado. Sin embargo, no es seguro que los resultados vayan a mitigar el desequilibrio existente entre el sector industrial y algunas actividades muy subvencionadas del sector agrícola. La continuación del proceso de liberalización en la agricultura contribuiría a promover una mayor eficiencia en el conjunto de la economía japonesa.

El Japón se beneficiará del fortalecimiento de las normas comerciales convenido en la Ronda Uruguay, y concretamente de la mejora del procedimiento de solución de diferencias. Cabe prever que esa combinación de factores internos y externos contribuirá a reducir el bilateralismo de las relaciones comerciales del Japón e impulsará el proceso de creciente integración del país en el sistema multilateral de comercio.

Informe del Gobierno

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
JAPÓN
Informe del Gobierno

La economía japonesa se encuentra en recesión desde mayo de 1991. La tasa de crecimiento real del PIB fue de 4,3 por ciento en 1991, de 1,1 por ciento en 1992 y de -0,2 por ciento en 1993. Teniendo en cuenta esa situación, y con el fin de promover una recuperación duradera impulsada por la demanda interna, el Gobierno del Japón ha introducido y aplicado varios conjuntos de medidas: el Nuevo conjunto de medidas económicas en abril de 1993, las Medidas económicas inmediatas en septiembre de 1993 y las Medidas económicas generales en febrero de 1994. Gracias en parte a esos esfuerzos, la economía japonesa, después de tocar fondo en octubre de 1993 se ha encaminado hacia una recuperación gradual. Mientras tanto, el superávit de la cuenta corriente de la balanza de pagos del Japón ascendió en 1993 a alrededor de 14,6 billones de yen, cifra que representa una ligera disminución respecto del año anterior. Sin embargo, si se expresa en dólares, el superávit de 1993 fue mayor que el de 1992, como consecuencia del efecto de curva en J causado por el fortalecimiento del yen. Teniendo en cuenta esa situación, el Japón introdujo en la serie de medidas económicas mencionadas disposiciones tendentes a promover las importaciones e intensificó ulteriormente las políticas de fomento de la importación que ya se estaban aplicando, mediante iniciativas tales como el establecimiento en marzo de 1994 de las Medidas oficiales de fomento de las importaciones. El Japón ha aplicado diversas medidas para reforzar su política de competencia y fomentar la desreglamentación. Como resultado de esos esfuerzos y de otros factores, como una nueva apreciación del yen y un aumento del volumen de las importaciones, en 1994 se observó una tendencia general a la disminución del superávit de la cuenta corriente.

En lo referente a la desreglamentación, el Japón ha introducido desde septiembre de 1993 tres conjuntos de medidas, que afectan a más de 1.000 disposiciones. Además, se han definido políticas tendentes a promover la desreglamentación en el futuro, mediante la elaboración del Programa de Acción de Desreglamentación, la aplicación de criterios de examen más estrictos para el establecimiento de nuevas reglamentaciones y la publicación de un Libro Blanco de la Desreglamentación. El Japón considera asimismo fundamental la formulación de políticas en materia de competencia, como demuestran el Plan de medidas de reforma económica exterior, aprobado por una decisión del Consejo de Ministros de marzo de 1994, y el informe sobre la Política de fomento de la desreglamentación, aprobado por el Consejo de Ministros en julio de 1994. En consecuencia, el Japón está adoptando diversas medidas, entre las que se cuentan la administración y aplicación más estrictas de la Ley Antimonopolio, planes de revisión de las reglamentaciones oficiales y las exenciones de la Ley Antimonopolio, y estudios sobre la situación real de las transacciones. El Japón está, pues, resuelto a continuar las reformas tendentes a crear una sociedad más abierta a la comunidad internacional.

Las exportaciones japonesas (expresadas en yen y despachadas de aduana) aumentaron durante cinco años consecutivos a partir de 1988 y en 1993 esbozaron una disminución que se intensificó en el primer trimestre de 1994 respecto del mismo período del año anterior. Sin embargo, en el segundo y tercer trimestres se registraron aumentos. Las importaciones (expresadas en yen y despachadas de aduana) han disminuido durante tres años consecutivos desde 1991 como resultado fundamentalmente de la pronunciada disminución de los precios de importación. Aunque siguieron disminuyendo en 1994 respecto de las cifras correspondientes del año anterior, en el segundo y tercer trimestres se registró una tendencia ascendente, imputable en gran medida al aumento del volumen de las importaciones. Está aumentando la tasa de importación de productos manufacturados, que alcanzó en 1993 la cota sin precedentes de 52 por ciento y ha seguido aumentando en medida considerable desde comienzos de 1994. El Japón sigue esforzándose por mejorar el acceso al mercado de los productos agrícolas, forestales y pesqueros y aumentar las importaciones de esos productos. De hecho, se ha convertido en el mayor importador neto de productos agrícolas del mundo, y su tasa de autosuficiencia alimentaria, de 46 por ciento, es la más baja de los países desarrollados. No es, pues, de extrañar, que la seguridad alimentaria constituya un motivo de inquietud entre la ciudadanía.

El mantenimiento y fortalecimiento de un sistema multilateral de comercio libre y no discriminatorio es un eje fundamental de la política del Japón. Desde que se convirtió en parte contratante, el Japón ha apoyado ininterrumpidamente el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, y considera que la economía mundial ha prosperado en el sistema multilateral abierto de comercio establecido bajo los auspicios del GATT. Como resultado de la Ronda Uruguay, se ha configurado un nuevo sistema multilateral de comercio con el establecimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que abarca nuevas esferas, como el comercio de servicios y los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio. El Japón espera que continúe en el marco de la OMC el proceso de expansión del comercio mundial, que conducirá a una mayor prosperidad en todo el mundo, y se propone contribuir activamente a ese objetivo.

Uno de los propósitos de la Ronda Uruguay era el de fortalecer el mecanismo de solución de diferencias. La política del Japón se basa en el principio de que las diferencias relacionadas con el comercio deben resolverse con arreglo a las normas multilaterales y en el marco de la OMC. El Japón se propone trabajar sin descanso por mejorar y reforzar esas normas. Al mismo tiempo, está celebrando negociaciones bilaterales con los Estados Unidos, la Unión Europea y otros interlocutores comerciales, convencido de que esas negociaciones promoverán el libre comercio e impulsarán la actividad económica. El Japón considera que, por la aplicación del principio del trato de nación más favorecida, los resultados de esas negociaciones beneficiarán a todos los países y contribuirán al desarrollo de la economía mundial. Confía asimismo en que el fomento de las relaciones económicas de cooperación con las naciones de la región de Asia y el Pacífico, en el marco, por ejemplo, del Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC), propiciará el crecimiento de una comunidad económica abierta en la región, lo que a su vez estimulará el comercio mundial y contribuirá así al desarrollo de la economía de todos los países.

En los últimos años se ha registrado una expansión, en número y en alcance, de los acuerdos regionales, de la que son ejemplos notables el establecimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y la ampliación de la Unión Europea por la entrada de Austria, Finlandia y Suecia. Esos acuerdos regionales abarcan una proporción considerable del comercio mundial. El Japón considera que esa tendencia a la integración regional podría debilitar el sistema multilateral de comercio libre, abierto y no discriminatorio configurado por el GATT/OMC, y teme que pueda conducir a la formación de bloques comerciales dentro de la comunidad económica mundial. Teniendo presente ese peligro, el Japón ha insistido en que tales acuerdos comerciales regionales no deben afectar a los derechos de que gozan, en el marco del GATT/OMC, los países que no son partes en ellos, y en que deben ser mecanismos abiertos que complementen y refuercen el sistema multilateral libre de comercio del GATT/OMC y contribuyan así a estimular el comercio mundial y a promover una mayor liberalización.

Anexo 1

Políticas de fomento de las importaciones

Desde octubre de 1992, el Japón ha intensificado sus políticas de fomento de las importaciones mediante la aplicación de sucesivos conjuntos de medidas de política económica en abril y septiembre de 1993 y en febrero de 1994, así como de las medidas gubernamentales para el fomento de las importaciones en el ejercicio fiscal de 1994 introducidas en marzo de ese año en el marco del Plan de medidas de reforma de la política económica exterior. Esas políticas han conducido a la aplicación de medidas fiscales y financieras encaminadas a promover las importaciones apoyando los esfuerzos de empresas y gobiernos extranjeros por aumentar las exportaciones al Japón, y a mejorar la infraestructura de fomento de las importaciones.

Desde octubre de 1992 se han introducido, o reforzado las siguientes medidas de fomento de las importaciones:

Ampliación del sistema de incentivos fiscales a la importación de productos manufacturados.

Relajación de los requisitos para el disfrute de los incentivos que se otorgan en función de la tasa de aumento de las importaciones (reforma tributaria para el ejercicio fiscal de 1993).

Aplicación a las filiales de ventas de empresas manufactureras extranjeras de deducciones o bonificaciones fiscales y otros incentivos (reforma tributaria para el ejercicio fiscal de 1993).

Ampliación del período de validez (1. de abril de 1995 a 31 de marzo de 1997) (reforma tributaria para el ejercicio fiscal de 1995).

Adiciones a la lista de productos que pueden acogerse a ese sistema (suministros médicos y partes de vehículos) (reforma tributaria para el ejercicio fiscal de 1995).

Ampliación de los mecanismos de financiación.

Establecimiento de un servicio de financiación en el Banco de Desarrollo del Japón para financiar mejoras de la infraestructura de importación, con lo que se reforzará el actual sistema.

Ampliación del servicio de financiación del Banco de Exportación e Importación del Japón para las importaciones de productos manufacturados.

Aplicación de medidas temporales de reducción de intereses para esos servicios de financiación y para los préstamos otorgados por la Corporación de Crédito para las Empresas Pequeñas y Medianas y la Corporación de Crédito Popular, con el fin de facilitar la compra de productos de importación.

Expansión de las actividades de fomento de las importaciones de la Organización de Comercio Exterior del Japón (JETRO).

Apertura del Centro de Apoyo a la Empresa, que proporciona gratuitamente locales para oficinas y otros servicios a hombres de negocios extranjeros que deseen promover sus exportaciones al Japón.

Apertura del Centro Integrado de Fomento de las Importaciones y de centros locales de fomento de las importaciones con el fin de promover la exposición y venta de mercancías de importación fuera de Tokio.

Promoción de la importación de viviendas, mediante, entre otras cosas, el establecimiento de zonas permanentes de exposición de casas prefabricadas.

Fomento del establecimiento de Zonas de Acceso Extranjero.

Desde marzo de 1993 se ha autorizado, en virtud de los planes locales de fomento de las importaciones, el establecimiento de 13 Zonas de Acceso Extranjero, que comprenden puertos y aeropuertos y las zonas circundantes. Cabe suponer que el establecimiento de esas zonas promoverá un aumento de las importaciones, gracias a la concentración de instalaciones y servicios y a la aplicación de proyectos tendentes a fomentar las importaciones en esas regiones.

Zonas autorizadas en marzo de 1993:

Zona del Aeropuerto Internacional de Kansai (prefectura de Osaka); Zona del Puerto de Osaka (municipio de Osaka); Zona del Puerto de Kobe (municipio de Kobe); Zona del Puerto de Matsuyama (prefectura de Ehime); Zona del Puerto de Kitakyushu (municipio de Kitakyushu); Zona del Aeropuerto de Nagasaki (prefectura de Nagasaki)

Zonas autorizadas en marzo de 1994:

Zona del Puerto de Kawasaki (municipio de Kawasaki); Zona del Puerto de Yokohama (municipio de Yokohama); Zona del Aeropuerto de Hiroshima (prefectura de Hiroshima); Zona del Puerto de Shimonoseki (prefectura de Yamaguchi); Zona del Puerto de Oita (prefectura de Oita); Zona del Aeropuerto de Shin-Chitose (Hokkaido)

Zona autorizada en diciembre de 1994:

Zona del aeropuerto de Komatsu (prefectura de Ishikawa)

Como resultado de esos proyectos y políticas de fomento de la importación, se ha registrado un constante aumento de las importaciones al Japón. En el ejercicio fiscal de 1993 las importaciones, expresadas en dólares, aumentaron en un 4,8 por ciento respecto del ejercicio fiscal anterior.

Anexo 2

Sector minero e industrial

Como resultado de una serie de medidas encaminadas a reducir o eliminar los derechos aduaneros, el tipo arancelario medio del Japón para los productos mineros e industriales es del 3,8 por ciento (1988; sobre la base de acuerdos), cifra inferior al 5,5 por ciento de los Estados Unidos y al 5,6 por ciento de la Comunidad Europea. Como resultado de la Ronda Uruguay, el tipo arancelario medio del Japón disminuirá en un 61 por ciento respecto del anterior a la Ronda, reducción muy superior a las de los Estados Unidos y la Unión Europea (situadas ambas entre el 30 y el 40 por ciento). Por consiguiente, el tipo arancelario medio del Japón será del 1,5 por ciento, nivel inferior al de los Estados Unidos y al de la Unión Europea (comprendidos ambos entre el 3 y el 4 por ciento). A raíz de la liberalización de las importaciones de carbón en abril de 1992, ningún producto minero ni industrial está sujeto ya a contingentes de importación, lo que hace del mercado del Japón uno de los más abiertos del mundo. Gracias a esos esfuerzos, las "medidas en frontera", por ejemplo los derechos de aduana y las restricciones cuantitativas a la importación, son en la actualidad las menos restrictivas del mundo. A pesar de ello, el Japón está promoviendo nuevas mejoras, al tiempo que adopta medidas para aumentar las importaciones. También se hacen esfuerzos para impulsar el ajuste estructural de la industria con el fin de lograr una mayor armonización de la economía japonesa con el resto de la economía mundial. Con miras a fomentar un aumento equilibrado del comercio, el Japón no impone "medidas en frontera", como, por ejemplo, restricciones a la importación, ni siquiera en relación con industrias nacionales que hayan experimentado una merma de su competitividad relativa como consecuencia de cambios del entorno económico. En tales casos, el Japón, respetando el mecanismo del mercado, ha intentado alentar la transferencia de mano de obra y capital a industrias más competitivas.

En los últimos 10 años, el Japón ha logrado resultados importantes como resultado de la aplicación de medidas encaminadas a fomentar la apertura de sus mercados y el aumento de las importaciones. Entre esos resultados cabe mencionar los obtenidos mediante el Programa de Acción de 1985 para el Mejoramiento del Acceso al Mercado, la introducción en 1990 de un sistema fiscal tendiente a fomentar la importación de manufacturas, y un programa global de aumento de las importaciones, sin precedentes en otros países desarrollados, que suprimió los aranceles aplicados a más de 1.000 partidas. De 1985 a 1993, las importaciones japonesas de mercancías aumentaron espectacularmente, pasando de 40.200 millones de dólares a 125.200 millones de dólares (ambas cifras tras el despacho de aduanas). Como resultado de esa tendencia, la proporción de manufacturas en las importaciones totales del Japón pasó del 31 por ciento al 52 por ciento durante el período indicado.

El Japón ha aplicado en el pasado limitaciones voluntarias de las exportaciones sobre la base de negociaciones bilaterales en sectores tales como el del automóvil y el del acero. Sin embargo, la mayoría de esas limitaciones voluntarias de las exportaciones han dejado de aplicarse, y las restantes se suprimirán o se pondrán en conformidad con el Acuerdo de la OMC.

Sectores agropecuario, forestal y pesquero

En consonancia con la internacionalización de su economía, el Japón ha hecho lo posible para mejorar el acceso a sus mercados de los productos agropecuarios, forestales y pesqueros, pese a las dificultades con que se enfrentan los productores nacionales en esos sectores. El número de partidas sujetas a restricciones de importación se redujo de 103 en 1962 a 12 en 1994 (22 líneas arancelarias del Sistema Armonizado).

El Japón hizo todo lo posible por el éxito de las negociaciones sobre agricultura de la Ronda Uruguay. Como resultado de esas negociaciones, el Japón sustituirá por aranceles las restricciones a las importaciones de todos los productos, con la excepción del arroz. En el caso del arroz, a pesar de la difícil situación de los productores nacionales, el Japón garantizará oportunidades de acceso mínimo.

Como consecuencia de la aceptación del Acuerdo sobre la Agricultura de la Ronda Uruguay, el Japón se propone aplicar diversas medidas en el marco del Acuerdo para promover la adaptación de su sector agropecuario y de sus zonas rurales al nuevo entorno internacional. Esas medidas abarcan la mejora de la infraestructura agrícola, el fomento de la transferencia de los derechos sobre tierras agrícolas y el desarrollo de las zonas montañosas.

La tasa de autosuficiencia alimentaria del Japón había disminuido en 1992 al 46 por ciento, el nivel más bajo entre los países desarrollados. No es, pues, de extrañar que la seguridad alimentaria sea una fuente de inquietud entre la población japonesa.

Juntamente con las iniciativas mencionadas para mejorar el acceso a los mercados de los productos agropecuarios, forestales y pesqueros, el Japón está haciendo también un esfuerzo para aumentar las importaciones. En 1993, se importaron productos agropecuarios, forestales y pesqueros por valor de 61.300 millones de dólares EE.UU. y se exportaron productos de esos sectores por valor de 2.800 millones de dólares. El saldo fue, pues, un déficit de 58.600 millones de dólares, que convierte al Japón en el mayor importador neto del mundo de productos agropecuarios, forestales y pesqueros. Además, en el marco de su política nacional, el Japón se ha esforzado por aplicar controles a ciertos productos agropecuarios cuya producción tiende a ser excedentaria, con el fin de evitar que la exportación de esos excedentes perturbe los mercados mundiales.