Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

Mauricio: octubre de 1995

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/15
13 de octubre de 1995

ÉNFASIS EN LAS EXPORTACIONES Y LOS SERVICIOS CON VALOR AÑADIDO

Durante los últimos 15 años, la pequeña economía insular de Mauricio ha sido un ejemplo notable del desarrollo orientado a la exportación. El entorno político estable y la abundancia de mano de obra han atraído a la inversión extranjera en el sector manufacturero, generando así un crecimiento excepcional en el decenio de 1980. La renta per cápita no podría haberse triplicado desde 1980 sin la liberalización del régimen cambiario y comercial, unas políticas monetaria y fiscal disciplinadas y un acceso preferencial al mercado de la Unión Europea.

Según el informe de la Secretaría de la OMC sobre las prácticas y políticas comerciales de Mauricio, la decidida atención del país a la promoción de las exportaciones, el desarrollo turístico y las recientes iniciativas para promover la isla como centro de comercio regional han transformado su economía. El azúcar, la exportación tradicional del país, así como las prendas de vestir y el turismo, son ahora importantes fuentes de divisas. Ahora bien, desde 1990 la economía ha entrado en fase de consolidación. Al alcanzarse el pleno empleo, los incrementos salariales se han adelantado al crecimiento de la productividad deteriorando así en parte la competitividad de las exportaciones. Según el informe, el reto a que se enfrenta ahora Mauricio es el de superar esas limitaciones al ulterior crecimiento.

Los principales objetivos de la política económica actual son la modernización y la diversificación, una mayor integración de los mercados de exportación e interno y la mejora de la productividad de todos los factores mediante la concentración en la tecnología, la formación de capital humano y la reestructuración de la base de capital. Según el informe, la Ley de Expansión Industrial de 1993 aspira, mediante incentivos fiscales, a desplazar la economía hacia una producción con mayor valor añadido.

Estas medidas se adoptaron como continuación de los esfuerzos de liberalización iniciados en 1985, cuando Mauricio eliminó las restricciones cuantitativas, suprimió las medidas de control de precios de todos los artículos, excepto los esenciales, y redujo el impuesto a la exportación de azúcar. Cabe mencionar además la supresión en 1991 del régimen de licencias de importación para la inmensa mayoría de las importaciones, con excepción de un reducido número de artículos sujetos a medidas de control médico, sanitario o estratégico, y un esfuerzo concertado con miras a armonizar las normas del país con las normas internacionales.

En 1994, tras la conclusión de la Ronda Uruguay, Mauricio consolidó sus derechos generales, preferenciales y fiscales, redujo el número de tipos arancelarios de 60 a 8 y rebajó los derechos aplicables a más de 4.000 partidas. Los aranceles agrícolas se consolidaron a un nivel máximo del 122 por ciento, a excepción de ciertos importantes productos de importación, que abarcan la carne de vacuno congelada, los productos lácteos y ciertos cereales. Los tipos aplicados son, por regla general, inferiores a los niveles consolidados. Con respecto al comercio de servicios, Mauricio ha contraído compromisos de acceso a los mercados para los proveedores extranjeros de servicios en los sectores del turismo y las telecomunicaciones.

Según se prevé en el informe, los resultados de la Ronda Uruguay tendrán, con el tiempo, claras repercusiones en la economía mauriciana. La eliminación gradual del Acuerdo Multifibras (AMF) irá haciendo desaparecer poco a poco, a lo largo de 10 años, el acceso preferencial de que gozan las exportaciones de textiles y prendas de vestir al amparo del Convenio de Lomé, mientras que la aplicación del Acuerdo sobre la Agricultura, junto con la reforma del régimen azucarero de la UE, hará bajar probablemente el precio que Mauricio recibe por sus exportaciones de azúcar.

El informe revela que algunos aspectos de las políticas comerciales de Mauricio parecen ser discutibles en términos de los principios de la multilateralidad. No parece que se observen plenamente ni el trato de la nación más favorecida ni el trato nacional y es muy limitada la utilización de aranceles consolidados para proporcionar un entorno comercial estable a las empresas nacionales y a sus interlocutores comerciales. No obstante, es posible que los compromisos contraídos en cuanto a servicios doten a la economía de una estructura más eficiente. El informe concluye que a medida que se vaya integrando de modo más completo con los restantes Miembros de la OMC, Mauricio tendrá que poner sus leyes y reglamentos internos en plena conformidad con la normativa multilateral.

Nota para las redacciones

El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC) de la OMC examinará el informe de la Secretaría, junto con un informe elaborado por el Gobierno de Mauricio, los días 17 y 18 de octubre de 1995.

El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC realiza una evaluación colectiva de la gama completa de las políticas y prácticas comerciales de cada Miembro de la OMC a intervalos regulares, y sigue de cerca las tendencias y acontecimientos importantes que puedan tener consecuencias para el sistema mundial de comercio.

Los informes, junto con un acta del debate del OEPC y el resumen del Presidente, se publicarán oportunamente como documentación completa del examen de las políticas comerciales de Mauricio. Podrán obtenerse en la Secretaría de la OMC, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Los informes abarcan la evolución de todos los aspectos de las políticas comerciales de Mauricio, como las leyes y reglamentos nacionales, el marco institucional, las prácticas comerciales por clase de medidas y las políticas comerciales por sectores. Desde la entrada en vigor de la OMC, los informes abarcan también las "nuevas esferas" del comercio de servicios y los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio. Se adjuntan las observaciones recapitulativas del informe de la Secretaría y del Gobierno. Los periodistas que deseen disponer del texto íntegro de los informes pueden solicitarlo a la Secretaría de la OMC.

Desde diciembre de 1989, se han llevado a cabo los siguientes exámenes: Argentina (1992), Australia (1989 y 1994), Austria (1992), Bangladesh (1992), Bolivia (1993), Brasil (1992), Camerún (1995), Canadá (1990, 1992 y 1994), Chile (1991), Colombia (1990), Comunidades Europeas (1991, 1993 y 1995), Corea, Rep. de (1992), Costa Rica (1995), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992), Estados Unidos (1989, 1992 y 1994), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992), Hong Kong (1990 y 1994), Hungría (1991), India (1993), Indonesia (1991 y 1994), Islandia (1994), Israel (1994), Japón (1990, 1992 y 1995), Kenya (1993), Macao (1994), Malasia (1993), Marruecos (1989), México (1993), Nigeria (1991), Noruega (1991), Nueva Zelandia (1990), Pakistán (1995), Perú (1994), Polonia (1993), Rumania (1992), Senegal (1994), Singapur (1992), Sudáfrica (1993), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991), Tailandia (1991), Túnez (1994), Turquía (1994), Uganda (1995), Uruguay (1992) y Zimbabwe (1994).

Informe de la Secretaría

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
MAURICIO
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas

Mauricio en el comercio mundial

En el curso de los dos decenios más recientes Mauricio se transformó, pasando de una economía basada en la producción y exportación de azúcar a una estructura relativamente diversificada en la cual las mayores aportaciones proceden de las manufacturas orientadas a la exportación (en especial de prendas de vestir) y los servicios (con inclusión del turismo y servicios extraterritoriales). La renta por habitante, expresada en dólares de los Estados Unidos, aumentó a casi el triple entre 1980 y 1993, habiendo sido especialmente rápido su crecimiento hasta 1989.

El rápido crecimiento del decenio de 1980 resultó de una combinación de políticas macroeconómicas disciplinadas, una gestión flexible de los tipos de cambio, un entorno político estable, unas circunstancias económicas externas favorables, entre las que se cuenta el acceso preferencial de las exportaciones de azúcar y prendas de vestir a la Comunidad Europea (en virtud del Convenio de Lomé) y una decidida atención a la promoción de las exportaciones. La abundancia de mano de obra hasta finales del decenio de 1980 facilitó la contención salarial. Alcanzado el pleno empleo, la economía entró en fase de consolidación, al rebasar los incrementos salariales, el crecimiento de la productividad, deteriorando así la competitividad de las exportaciones. El reto a que se enfrentan ahora las autoridades mauricianas es el de superar esas limitaciones al ulterior crecimiento.

Durante el período de referencia aumentó la aportación de las exportaciones al PIB, la cual pasó de menos del 50 a más del 60 por ciento. La Unión Europea (UE) continúa absorbiendo más del 70 por ciento de las exportaciones de mercancías, si bien ha aumentado considerablemente desde 1980 el porcentaje de las destinadas a los Estados Unidos y han crecido rápidamente las efectuadas a nuevos mercados y especialmente a los del África Oriental y Meridional. El azúcar, que representaba el 90 por ciento de las exportaciones en 1970, representa ahora el 25 por ciento, mientras que han experimentado súbito auge las exportaciones de prendas de vestir. A pesar de haber aumentado al doble desde 1987 los ingresos procedentes del turismo, se han registrado habitualmente déficit tanto en la balanza por cuenta corriente como en la comercial, debido al elevado contenido de importación de las manufacturas, los cuantiosos gastos en material de transporte y los considerables desembolsos en concepto de pago de fletes.

Marco institucional

Mauricio es una democracia parlamentaria con pluralidad de partidos y se constituyó en República el 12 de marzo de 1992. El Jefe de Estado es el Presidente, elegido por mayoría, con un mandato de cinco años, por la Asamblea Nacional. El poder legislativo reside en el Parlamento, integrado por el Presidente y la Asamblea Nacional. La firma de los tratados internacionales, con inclusión de los relativos al comercio, corresponde al Presidente o a quien lo represente, y por regla general dichos tratados requieren la aprobación del Parlamento. El proceso legislativo exige que los tratados pasen a formar parte de la legislación nacional.

La formulación de la política comercial corresponde primordialmente al Ministerio de Comercio y Navegación, al cual compete también la ejecución de las disposiciones de la Ley de Comercio Equitativo y de la Ley de Protección del Consumidor. En la Comisión Económica Mixta se celebran consultas entre los Ministerios y el sector privado acerca de cuestiones económicas y comerciales. El Consejo Nacional de Desarrollo Económico es un organismo deliberante que elabora estrategias para mejorar la eficiencia. Los proyectos de ley relativos a política comercial deben recibir el visto bueno del Ministro de Justicia y contar con la aprobación del Gabinete antes de ser sometidos al Parlamento para su aprobación legislativa. El Ministro de Hacienda puede aprobar las exenciones y reducciones de derechos recomendadas por los pertinentes Ministerios con arreglo a planes de incentivos, y tiene la facultad, que rara vez ejercita, de decretar incrementos y reducciones con carácter ad hoc. Las inversiones extranjeras tienen que ser autorizadas por la Secretaría del Primer Ministro, si bien las propuestas relativas a proyectos industriales han de ser seleccionadas por un comité dependiente del Ministro de Industria.

En la Ronda Uruguay, Mauricio consolidó los aranceles de 76 líneas arancelarias industriales de 6 dígitos, que equivalen al 1,5 por ciento del arancel, a un nivel máximo del 65 por ciento. Los aranceles agrícolas se consolidaron a un nivel máximo del 122 por ciento, a excepción de 17 importantes productos de importación, que abarcan la carne de vacuno congelada, los productos lácteos, las patatas, ciertas frutas de climas templados, el trigo, el maíz y el arroz, los cuales se consolidaron al 37 por ciento, y siete artículos, entre ellos el té, al 82 por ciento. Los tipos aplicados son, por regla general, muy inferiores a los consolidados. Fue consolidado, bajo el epígrafe de "otros derechos y cargas", un gravamen adicional del 17 por ciento aplicable a todas las importaciones que no sean de artículos esenciales, pero ese gravamen quedó abolido en la práctica en 1994. En el ámbito del AGCS, Mauricio ha contraído compromisos importantes en cuanto a turismo y telecomunicaciones.

Mauricio es Miembro inicial de la OMC. Es miembro también del Convenio de Lomé, del Mercado Común del África Oriental y Meridional (COMESA) y de la Comisión del Océano Índico. Mauricio tiene acuerdos comerciales bilaterales con Egipto, Hungría, Madagascar, Pakistán, la República Centroafricana y Zimbabwe, y es beneficiario SGP con respecto a Australia, Austria, Canadá, los Estados Unidos, el Japón, Noruega, Suiza y la Unión Europea.

Características y tendencias de la política comercial

El objetivo a largo plazo de la política comercial de Mauricio consiste actualmente en una mayor integración de los mercados de exportación e interno y en concentrarse menos en la orientación hacia la exportación. Se juzga indispensable la diversificación, en vista de las modificaciones del entorno comercial internacional, y, concretamente, la Ley de Expansión Industrial de 1993 aspira a desplazar la economía hacia una producción con mayor valor añadido. La política que se viene siguiendo desde 1992 trata de desarrollar el sector terciario de la economía aprovechando las ventajas de la situación geográfica de Mauricio.

Evolución reciente

En el pasado decenio fue ampliamente liberalizado el régimen comercial de Mauricio. En 1984 y 1985 se eliminaron las restricciones cuantitativas, se suprimieron las medidas de control de precios de todos los artículos, excepto los esenciales, y se redujo el impuesto a la exportación de azúcar. Con la entrada en vigor de la Ley sobre Eficiencia del Sector Azucarero en 1989 bajaron los derechos de exportación del azúcar y, a partir de 1994, lo recaudado se utiliza para financiar la reestructuración de la propiedad en el sector y la modernización del mismo. El sistema de licencias de importación, que se aplicaba a la inmensa mayoría de las importaciones, fue suprimido en 1991, excepto para un reducido número de artículos sujetos a medidas de control médico, sanitario o estratégico. La política crediticia, que se había utilizado anteriormente para asignar financiación preferente a sectores prioritarios, y en especial a las industrias de exportación, fue liberalizada en 1992 y 1993. En 1994 se consolidó en una sola columna un arancel de tres columnas, consistentes en derechos generales, preferenciales y fiscales, se redujeron los tipos arancelarios a ocho en lugar de sesenta, y se rebajaron los derechos aplicables a 4.400 partidas. Se redujo, al mismo tiempo, del 600 al 100 por ciento el máximo de derechos de aduana, se suprimió un gravamen a la importación, y los derechos específicos quedaron limitados a dos partidas, que son las sandalias de tira y sus correas.

Tipo e incidencia de los instrumentos de política comercial

El arancel vigente en la actualidad tiene ocho tipos, que van del 0 al 80 ciento. Las mercancías sujetas a tipos del 55 al 80 por ciento importadas de suministradores no declarados preferenciales (incluidos la República de Corea, el Japón y Suiza) están gravadas con derechos del 20 por ciento. El promedio aritmético de los aranceles a las importaciones procedentes de suministradores declarados de preferencia es el 29 por ciento. Cerca del 20 por ciento de los aranceles son de tipo nulo, y más de las dos terceras partes son del 20 por ciento o menos. Un 23 por ciento de los aranceles, con todo, se recaudan a tipos del 55 u 80 por ciento. Existe notable tendencia a la progresividad arancelaria y se registran puntos máximos, especialmente en lo que respecta al vestido.

Se aplican derechos especiales, en principio, a una amplia gama de bebidas alcohólicas, productos del tabaco y vehículos de motor, ya sean productos importados o de producción nacional. Cuando se trata de vehículos importados de fuentes no declaradas de preferencia se percibe un derecho especial suplementario de 40 puntos de porcentaje. Existen varios ejemplos de diferencias notables en cuanto a la aplicación de derechos especiales según se trate de mercancías importadas o de producción nacional.

Si bien los aranceles se utilizan tanto para proteger a los productores nacionales como para recaudar ingresos fiscales (los impuestos al comercio representan casi la mitad de los ingresos del Estado), se conceden exenciones de derechos encaminadas a promover el sector de exportación u otros sectores prioritarios con arreglo a diversos planes de incentivos o con carácter discrecional. Si bien el grado de discrecionalidad parece haber disminuido, la falta de transparencia que lleva consigo es un rasgo inquietante de los usos comerciales mauricianos.

La valoración en aduana se asienta en una combinación de la Definición del Valor de Bruselas y el sistema de la OMC. Mauricio espera adaptar su legislación a las disposiciones de la OMC el 1º de enero del año 2000 a más tardar. En la práctica, las aduanas aceptan en la mayor parte de los casos el valor declarado; en un 5 por ciento de los envíos, aproximadamente, se exigen pagos adicionales en caso de duda. La informatización de los trámites aduaneros hace posible tramitar las declaraciones de importación en diez minutos y efectuar el despacho de aduana de las mercancías en un día o dos.

Mauricio no aplica contingentes de importación desde 1985. Ello no obstante, al ser suprimido el sistema de licencias de importación en 1991 se implantaron determinadas prohibiciones de importación. Se exige la aprobación de las autoridades reguladoras en el caso de ciertos productos, fundamentalmente por motivos sanitarios o de seguridad. En el caso de algunos alimentos, como las patatas y las especias, se exigen licencias para proteger objetivos de autosuficiencia del mercado interno.

Existen en Mauricio varias empresas comerciales del Estado e importadoras en exclusiva. La Corporación Comercial del Estado es la única autorizada para importar arroz de ración (con un 20-45 por ciento de quebrados), arroz basmati, harina de trigo y productos petroleros. La Junta de Mercadeo Agrícola tiene privilegios monopolísticos para la importación de productos agrícolas que entran en competencia con los de producción nacional para los que existen planes de mercadeo y precios garantizados. Las importaciones de cemento se reparten entre la Corporación Comercial del Estado y la Compañía del Cemento Portland de Mauricio, que es de propiedad privada. Por otra parte, la Junta del Té, la Junta del Tabaco y la Administración de la Carne controlan las importaciones de los respectivos productos, y el Sindicato del Azúcar de Mauricio es el suministrador en exclusiva de azúcar para consumo interno.

El control de precios alcanza a nueve productos nacionales y 32 importados, entre ellos el arroz, la harina, el azúcar, las patatas, las cebollas, la leche en polvo para lactantes y algunos otros artículos manufacturados. Según manifiestan las respectivas autoridades, los precios se fijan con el fin de garantizar el abastecimiento a precios moderados, como ocurre en los casos en que la ausencia de competencia hace necesario proteger al consumidor. Las autoridades han declarado su intención de suprimir paulatinamente las medidas de control de precios.

En 1995 fueron centralizados los procedimientos de licitación para el sector público. Las empresas nacionales no reciben trato especial en la contratación pública, excepto cuando existe autorización de una entidad de desarrollo extranjera. Los abastecedores extranjeros obtuvieron, por regla general, del 15 al 20 por ciento de los contratos con el Gobierno central.

Mauricio está procediendo a revisar sus reglamentaciones médicas y sanitarias y a adoptar normas internacionales en todas las esferas pertinentes. Se reconocen los certificados de pruebas emitidos por las entidades competentes en materia de normas de los países de origen. Las disposiciones reglamentarias sobre seguridad, como por ejemplo las relativas a equipo eléctrico, se basan en los certificados del país exportador. Todo el equipo de telecomunicaciones tiene que ser homologado por la Administración de Telecomunicaciones de Mauricio, la cual no ha concertado ningún acuerdo de mutuo reconocimiento para efectos de certificación, si bien puede aceptar homologaciones extranjeras. El control de alimentos, fármacos y productos químicos con posibles efectos fisiológicos negativos es de la competencia del Ministerio de Sanidad. Se aceptan los certificados de análisis emitidos por entidades extranjeras reconocidas, pero la Inspección de Sanidad somete a muestreo los alimentos importados, para cerciorarse de que se ajustan a la reglamentación nacional.

Una vez suprimidos los derechos de exportación que tradicionalmente gravaban al azúcar, no existen ya impuestos explícitos sobre la exportación. No hay subvenciones directas a la exportación, pero Mauricio otorga trato fiscal especial, basado implícitamente en los resultados de las exportaciones, para fomentar la inversión en sectores orientados a la exportación.

Existe un sólido marco institucional para la puesta en práctica de una amplia política medioambiental. La política del Gobierno consiste en aplicar con la mayor amplitud posible el principio de que "quien contamina, paga". Por disposición legal, la mayor parte de las nuevas actividades económicas que puedan tener efectos apreciables sobre el medio ambiente están sometidas a la exigencia de presentar, para su aprobación, una evaluación de sus repercusiones medioambientales. Se han puesto en vigor medidas de conservación, tales como la ilegalidad de la venta o exportación de coral y conchas y la prohibición de la pesca con arpón. Se conceden bonificaciones fiscales especiales y provisiones por depreciación acelerada para la adquisición de equipo y tecnología anticontaminadores con destino a la protección del medio ambiente.

Mauricio es miembro, desde 1976, de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y signatario de los Convenios de París y Berna. La Ley de Derechos de Autor (Copyright), promulgada en 1986, fue modificada en 1988 para poner en consonancia con el Convenio de Berna lo relativo al período de protección, y la Junta Nacional de Informática está examinándola con miras a establecer una protección adecuada de los programas de ordenador. Los titulares de patentes pueden iniciar procedimientos por infracción ante los tribunales nacionales. Con arreglo a la Ley de Aduanas de 1988 (artículo 63), las aduanas pueden prohibir las importaciones que contravengan la legislación sobre marcas o lleven falsas indicaciones de origen.

Aun cuando los suministradores extranjeros pueden otorgar derechos de representación exclusiva, se permiten las importaciones paralelas. Se ha promulgado legislación de protección del consumidor contra prácticas fraudulentas y lesivas para la competencia. Están prohibidos los acuerdos de venta exclusiva y los monopolios que puedan impedir o desvirtuar la competencia en la producción y suministro de bienes y servicios. No existe todavía, sin embargo, una autoridad en materia de competencia que pueda investigar los casos de abuso de poder en el mercado.

Políticas sectoriales

La economía de Mauricio se asienta en cuatro pilares: el azúcar, del que todavía procede el 25 por ciento de los ingresos por exportación de mercancías, las exportaciones de prendas de vestir, el turismo y, más recientemente, los servicios extraterritoriales. Aparte del sector azucarero, que históricamente fue gravado para financiar el desarrollo en general, el Estado utilizó instrumentos fiscales, política crediticia y exenciones de derechos, bajo la protección de elevados aranceles, para fomentar los sectores de exportación y prioritarios.

Mauricio presenta muchas de las características de una economía dual. La creación en 1970 de la Zona de Elaboración para la Exportación (EPZ) puso al alcance de las industrias exportadoras una serie de incentivos encaminados a atraer inversiones extranjeras. Desde mediados del decenio de 1970 se concedió a las empresas exportadoras, para toda la duración de su existencia, un tipo del impuesto sobre las sociedades reducido al 15 por ciento. Los materiales y equipos enumerados en la pertinente "lista" están exentos de derechos de aduana y del impuesto sobre las ventas. Con el paso del tiempo, se fueron extendiendo las exenciones de derechos e impuestos a otros productos agrícolas distintos del azúcar, a los servicios de hostelería, a las empresas de carácter pionero ("industrias incipientes") y, muy recientemente, al sector pesquero. Para comenzar a eliminar el dualismo fomentado por esos sistemas, se refundieron los incentivos, aunque no se llegó a racionalizarlos, en virtud de la Ley de Expansión Industrial de 1993, orientada a la integración del sector de la EPZ con el resto.

El Comité de Desarrollo Industrial selecciona las solicitudes de inversión en industrias que funcionan acogiéndose a planes de incentivos. Se fomenta especialmente la inversión extranjera en las empresas de exportación y las que tienen carácter de empresa pionera. La entidad de fomento de la inversión, MEDIA, promueve la inversión en sectores prioritarios, que se definen en términos de actividades que acelerarán el desarrollo tecnológico del sector manufacturero. Se han suprimido los derechos de importación relativos a productos que se considera son propicios para el desarrollo de los sectores de tecnología avanzada o prioritarios. Las consignaciones de productos electrónicos tienen derecho, por tratarse de sector prioritario, a una reducción parcial de fletes.

La Administración de Desarrollo de la EPZ proporciona servicios de asesoramiento técnico y consultoría encaminados a la mejora de la calidad, y también, por consiguiente, de la competitividad internacional, del sector del vestido. Las exportaciones de ciertos artículos de vestido encuentran restricciones en los mercados de los Estados Unidos y el Canadá, si bien las limitaciones cuantitativas parecen suponer efectivamente una restricción tan sólo en unos cuantos casos. El procedimiento administrativo de asignación de cuotas a los productores nacionales reduce el margen de flexibilidad entre los fabricantes.

El Plan de la Zona de Servicios de Exportación, que existe desde 1981, ofrecía inicialmente incentivos fiscales a un cierto número de empresas de servicios, aun cuando limitaba la inversión extranjera a una participación del 30 por ciento del capital social. En los años últimos, el sector de servicios recibió un gran impulso al crearse en 1989 una estructura de servicios bancarios y de otro tipo con carácter extraterritorial, paralelamente a la liberalización de los mercados financieros. Se concede igual trato a los bancos extranjeros y a los nacionales, pudiendo los bancos extranjeros establecer filiales y sucursales. El turismo, del que Mauricio obtiene considerables ingresos en divisas, sigue siendo en gran medida, a pesar de la inquietud acerca de sus efectos en el medio ambiente, un sector en crecimiento en cuyo desarrollo desempeña un papel importante la inversión extranjera, aun cuando algunas de las actividades relacionadas con el turismo están reservadas para los nacionales. Mauricio participa en el Grupo de Negociación sobre Telecomunicaciones Básicas del AGCS y ha presentado listas de compromisos específicos en el sector que, fundamentalmente, permiten la interconexión con la red pública con conmutación.

Medidas temporales

Mauricio no cuenta actualmente con legislación antidumping, ni sobre medidas compensatorias o sobre salvaguardias, pero el Gobierno está estudiando la promulgación de legislación de ese tipo, en vista de las recientes reducciones arancelarias. El incremento temporal del 40 al 50 por ciento de los derechos aplicables a las barras de hierro, en 1994, tuvo por objeto contrarrestar un supuesto dumping.

Políticas comerciales e interlocutores en el comercio exterior

Mauricio debe gran parte del reciente éxito de su economía al acceso preferencial al mercado que le otorga la Unión Europea, su interlocutor comercial más importante. Con miras al futuro, Mauricio ha desplazado su atención, en los años últimos, hacia su estratégica situación geográfica, concentrándose en su potencial de convertirse en centro comercial regional. En ese sentido, Mauricio ha establecido el único puerto franco (dedicado primordialmente a la reexportación) del Océano Índico, y ha ampliado rápidamente el comercio con sus asociados en el COMESA.

Los resultados de la Ronda Uruguay tendrán, con el tiempo, claras repercusiones en la economía mauriciana. La eliminación gradual del Acuerdo Multifibras (AMF) irá haciendo desaparecer poco a poco, a lo largo de diez años, el acceso preferencial de que gozan las exportaciones de textiles y prendas de vestir al amparo del Convenio de Lomé, mientras que la aplicación del Acuerdo sobre la Agricultura, junto con la reforma del régimen azucarero de la UE, hará bajar probablemente el precio que Mauricio recibe por sus exportaciones de azúcar. Serán necesarios, por consiguiente, ulteriores ajustes.

Algunos aspectos de las políticas comerciales de Mauricio parecen resultar discutibles en términos de los principios de la multilateralidad. No parece que se observen plenamente ni el trato de nación más favorecida ni el trato nacional; es muy limitada la utilización de aranceles consolidados para proporcionar un entorno comercial estable a las empresas nacionales y a sus interlocutores comerciales, y la aplicación de incentivos fiscales y exenciones de derechos a insumos de la producción destinada a ser exportada parece contradecir las normas existentes en cuanto a subvenciones a la exportación. Es posible que los compromisos contraídos en cuanto a servicios doten a la economía de una estructura más eficiente. A medida que se vaya integrando de modo más completo con los restantes Miembros de la OMC, Mauricio tendrá que poner sus leyes y reglamentos internos en plena conformidad con la normativa multilateral.

Informe del Gobierno

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
MAURICIO
Informe del Gobierno

Introducción

Mauricio es una isla tropical de origen volcánico, con una superficie terrestre de 1.865 kilómetros cuadrados, aproximadamente. El 48 por ciento de esa superficie está dedicado a la agricultura, el terreno forestal ocupa alrededor del 35 por ciento y la superficie edificada el 13 por ciento. Se cultiva la totalidad de las tierras de labor, que sufren incursiones debidas a la presión demográfica para fines de construcción y a la demanda de espacio para fines industriales.

Por sus reducidas dimensiones, tanto en términos de superficie como de población (1,1 millones de habitantes), su carencia de recursos naturales y las desventajas que lleva consigo su condición de estado isleño caracterizado por lo remoto de sus fuentes de abastecimiento de materias primas y de los mercados para la exportación de sus productos, Mauricio tiene que depender en gran medida del comercio para su desarrollo económico y su progreso social.

Mauricio se ve expuesto a las incertidumbres meteorológicas. Entre diciembre y abril la isla sufre, por regla general, ciclones que afectan especialmente al sector agrícola azucarero. En los períodos preciclónicos la isla padece sequías que perjudican también al citado sector.

La geografía de la isla ofrece, con todo, ciertas ventajas naturales, como, por ejemplo, bellas lagunas y playas con temperaturas de entre 21º centígrados en invierno y 29º por término medio en verano, lo cual ha contribuido al desarrollo y expansión del sector turístico.

A partir de su independencia en 1968, Mauricio viene poniendo en práctica una serie de planes nacionales de desarrollo de su economía. En la actualidad está llevando a la práctica el sexto de sus planes.

A lo largo de los veinte años últimos Mauricio ha experimentado grandes transformaciones estructurales, pasando de una economía de monocultivo con creciente población, elevado desempleo y escasos ingresos por habitante a una situación satisfactoria, en términos generales, con una población bastante estable, empleo casi pleno y una economía en diversificación con especial atención al sector de servicios. Sirvió de ayuda a Mauricio en ese proceso su calidad de miembro de ciertos acuerdos comerciales preferenciales

El azúcar dominaba hasta los años finales del decenio de 1960, como principal cultivo, la economía de Mauricio. El azúcar mauriciano tuvo un mercado garantizado y disfrutó de precios preferenciales a través de varios acuerdos, tales como los Regímenes de Preferencia Imperial, el Convenio del Azúcar del Commonwealth y el Protocolo del Azúcar anexo al Convenio de Lomé. Durante el período de 1964 a 1972 el azúcar aportó más del 25 por ciento del producto interno bruto (PIB), mientras que la aportación del reducido sector manufacturero, sin contar la industria azucarera, se cifró en el 7 por ciento aproximadamente del PIB. El referido sector consistía en un cierto número de pequeñas industrias dedicadas a los sectores de alimentación, bebidas, tabaco y calzado, y a la reparación y montaje de maquinaria y equipo de transporte.

La estabilidad del nivel de ingresos que Mauricio deriva de su calidad de miembro del Protocolo del Azúcar ha garantizado el desarrollo socioeconómico de Mauricio. Esos ingresos han contribuido a la financiación del sector manufacturero, especialmente en la Zona de Elaboración para la Exportación (EPZ). Coadyuvó a ese proceso el acceso preferencial de las manufacturas de Mauricio a los mercados de la UE en virtud de los sucesivos Convenios de Lomé. En cierto modo, la pertenencia de Mauricio a esos importantes instrumentos de comercio y ayuda ha contribuido a mitigar las desventajas inherentes a su condición de pequeño estado isleño.

El Gobierno emprendió en 1970 el Plan de Zona de Elaboración para la Exportación con el fin de alentar el desarrollo del sector manufacturero. La EPZ ha transformado la economía, en la que las manufacturas destinadas a la exportación han pasado a ser el sector en cabeza. La EPZ origina actualmente el 67 por ciento de los ingresos obtenidos de la exportación en total y proporciona empleo a unas 91.000 personas, el 70 por ciento de las cuales son mujeres. Las actividades de la EPZ, sin embargo, se concentran en gran medida en la manufactura de productos textiles, muy expuesta a ser blanco de diversos efectos perjudiciales en el mercado internacional.

Las industrias de la EPZ encaran, además, en la actualidad una serie de problemas, tales como la vulnerabilidad de la industria del vestido a las fluctuaciones de la demanda de los Estados Unidos y la CEE, la escasez de mano de obra en el mercado nacional y la competitividad internacional de las exportaciones mauricianas. En realidad, el sector manufacturero se encuentra en un momento crucial, en virtud de la reciente evolución de la situación del comercio internacional, sobre todo a raíz de los Acuerdos del GATT, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), el mercado único europeo y la llegada de la economía de mercado a los países de Europa Oriental y Central, entre otros factores.

Se teme que los Acuerdos resultantes de la Ronda Uruguay del GATT deterioren gravemente las preferencias comerciales de que es objeto Mauricio en virtud del Convenio de Lomé. Mauricio se verá también afectado en su calidad de país importador neto de productos alimenticios. A menos que se conserve el acquis de los acuerdos preferenciales y se adopten medidas en el ámbito nacional para mantener la competitividad de los productos mauricianos en sus mercados tradicionales, es sumamente probable que el sector manufacturero tropiece con dificultades

Mauricio, sabedor de que no puede mantener su crecimiento económico apoyándose exclusivamente en los sectores agrícola y manufacturero, está aplicando estrategias encaminadas a diversificar su base industrial y promover el sector de servicios, en especial. Se prevé que les cabrá un papel cada vez más importante al sector turístico y al de empresas extraterritoriales.

La parte correspondiente al sector de servicios dentro del producto interno bruto (PIB) es superior al 50 por ciento y representa el 35 por ciento del comercio en general. Con miras a promover el sector de servicios, el Gobierno ha creado la Administración de Puertos Francos y la Administración Mauriciana de Actividades de Empresas Comerciales Extraterritoriales, a fin de convertir a Mauricio en un centro comercial y financiero internacional. Cabe citar, entre otras medidas adoptadas, la creación de la Bolsa de Valores de Mauricio (SEM) con el objetivo de continuar la democratización de la economía y regular eficazmente la emisión de títulos-valores y su comercio, en general, y de promover, en especial, el centro financiero.

Para superar las limitaciones intrínsecas que afectan a su desarrollo y beneficiarse de economías de escala e insumos del exterior en su transformación industrial, Mauricio promueve decididamente la participación en la cooperación e integración económica regional. Forma parte de algunas agrupaciones regionales africanas y se propone desempeñar un papel destacado en la creación de una agrupación de países del Océano Índico.

Las autoridades estiman que un crecimiento vigoroso y continuado es esencial para el mantenimiento de la estabilidad política y social en una sociedad multirracial como es la de Mauricio. El bienestar económico de la población, y en especial la elevación de su nivel de vida, ha fortalecido también la democracia con pluralidad de partidos en Mauricio.

El objetivo del Gobierno de Mauricio consiste en mejorar la calidad de vida de la población mediante un crecimiento económico a nivel sostenible e impulsado por la exportación y con la participación de la totalidad de la población en el proceso de desarrollo económico.

Objetivos de las políticas comerciales

Mauricio pone en práctica un sistema de comercio abierto y cuenta con una larga tradición de comercio internacional.

Las políticas comerciales de Mauricio se orientan al logro de las importaciones necesarias para su población y a la protección de los intereses de los consumidores, así como también a la promoción de Mauricio en el extranjero como centro comercial desde el que pueden realizarse plenamente actividades de exportación y reexportación.

Con esa finalidad se han agilizado considerablemente los trámites necesarios para las actividades del comercio internacional. Se han eliminado las medidas de control de precios que estuvieron vigentes hasta comienzos del decenio de los ochenta, excepto en el caso de algunos artículos críticos. Se han hecho disminuir los derechos aduaneros aplicables a casi todos los productos importados, a excepción de unos cuantos. Por lo que respecta al sector agrícola, se está otorgando la debida consideración a las circunstancias especiales de Mauricio, pequeño estado isleño, en cuanto a la determinación de los derechos de aduana.

Se ha abolido el régimen de licencias de importación y exportación, excepto en el caso de unos cuantos productos que exigen cierto control. Se han aligerado las medidas de control de cambios, con el fin de facilitar las transacciones financieras internacionales. Se están tomando medidas para facilitar todavía más las prácticas comerciales mediante la instalación del sistema Tradenet, que procesará electrónicamente la documentación comercial y proporcionará información actualizada sobre el comercio.

El objetivo final de Mauricio es el de establecer una economía dinámica y orientada al exterior. Se espera alcanzar ese objetivo mediante una política económica liberal y a través de la liberalización del comercio exterior. A ese respecto, Mauricio se valdrá al máximo de las oportunidades que ofrece el Convenio de Lomé (Título IV: Disposiciones generales para los Estados ACP menos adelantados, sin acceso al mar e isleños) y los Acuerdos de la Ronda Uruguay del GATT (artículos 6 4) b), 9 4) y 15 del Acuerdo sobre la Agricultura), en los que se prevé el trato especial y diferenciado. Por otra parte, la estructura legislativa y administrativa que rige el sector agrícola mauriciano otorga trato privilegiado a los productores de sectores vulnerables, ya que en Mauricio existe gran riesgo de catástrofes naturales.

La estrategia de apertura económica tiene por finalidad el hacer posible que Mauricio se convierta en un interlocutor comercial competitivo en pleno uso de sus ventajas comparativas y que se integre en el sistema de comercio mundial, logrando al mismo tiempo que los productores de todos los sectores reciban un trato equitativo y tengan la oportunidad de participar en el proceso de desarrollo.

Contexto pertinente en que se inscribirá la evaluación de las políticas comerciales

Necesidades, políticas y objetivos económicos y de desarrollo más generales

Cabe atribuir el desarrollo económico de Mauricio durante los veinticinco años últimos, o durante la primera fase de su desarrollo industrial, a los tres factores primordiales siguientes:

i) las importantes cantidades de inversión extranjera atraídas por la estabilidad política y social del país, junto con el estable nivel de los ingresos en divisas procedentes de la exportación de azúcar al amparo del Protocolo del Azúcar;

ii) la abundancia de mano de obra alfabetizada; y

iii) el acceso preferencial a:

a) la Unión Europea, en virtud del Convenio de Lomé, y

b) los Estados Unidos para el azúcar, en régimen de contingente, y para los textiles, en virtud de un acuerdo de comercio bilateral.