Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

Benin: septiembre de 1997

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/59
5 de septiembre de 1997

BENIN - UNA VOCACIÓN COMERCIAL QUE ES PRECISO REFORZAR MEDIANTE LA LIBERALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS Y MAYORES POSIBILIDADES DE PREVISIÓN DE LOS DERECHOS DE IMPORTACIÓN

Benin es un centro de intercambios comerciales y como tal partidario de la libertad de comercio. Tras alejarse del modelo marxista-leninista en 1990, estos últimos años ha liberalizado progresivamente su economía según indica un nuevo informe de la Secretaría de la OMC sobre las políticas y prácticas comerciales de Benin.

    El informe de la Secretaría y un informe preparado por el Gobierno de Benin servirán de base para el examen de las políticas comerciales de dicho país que se celebrará los días 15 y 16 de septiembre de 1997.

    El informe de la Secretaría señala que la legislación comercial de Benin es liberal pero que su aplicación es poco transparente. Los derechos de aduana, que ascienden por término medio al 13 por ciento, figuran entre los más bajos de África. No obstante, los procedimientos administrativos en frontera son complejos, lentos y propicios para las irregularidades. Benin concede trato NMF a las importaciones procedentes de todos los países. En el informe se destaca que a pesar de ello, si bien los derechos de importación sobre los productos agrícolas se han consolidado, no ocurre lo mismo en lo que se refiere a la mayor parte de los productos industriales.

    Se están preparando varias nuevas leyes encaminadas a conseguir que el acceso al mercado de Benin sea más fiable y atractivo. Se trata concretamente de leyes sobre las inversiones, sobre la contratación pública y sobre la competencia. Al margen del marco legislativo, gran parte de las actividades económicas del país se efectúa de forma informal, según se observa también en el informe. Por consiguiente, estas actividades no figuran en las estadísticas.

    El algodón es el principal producto de exportación de Benin. Se exporta a varios países (principalmente Brasil, Marruecos y Portugal) y representa más del 3 por ciento de las exportaciones mundiales. El sector algodonero proporciona el 20 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional y más del 90 por ciento de los ingresos de exportación. El Estado tiene el monopolio de compra de toda la producción, que quiere se haya multiplicado por dos en el año 2000.

    La agricultura en general representa más de un tercio del PIB del país. Los sectores de elaboración de los productos agrícolas (aceites, bebidas, alimentos, textiles), que se enfrentan a la competencia de las importaciones, registran en conjunto beneficios. Asimismo, Benin importa sobre todo productos agrícolas (arroz, cereales), que en gran parte vuelven a exportarse a los países vecinos.

    Según se indica en el informe, los servicios están protegidos por monopolios públicos, derechos comerciales exclusivos y prohibiciones de importación. La mayor parte de los sectores de servicios (telecomunicaciones, energía, seguros excepto los de vida, transportes aéreos) están administrados por el Estado, que posee una capacidad limitada de inversiones y de adaptación a las nuevas tecnologías.

    Nigeria es el principal socio económico de Benin. Francia es su principal proveedor. Benin, que figura entre los países menos adelantados, goza de preferencias comerciales no recíprocas (Sistema Generalizado de Preferencias y Convenio de Lomé) otorgadas por los países desarrollados. Benin es miembro de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) cuyo tratado establece la creación a partir de enero de 1998 de una unión aduanera con un arancel exterior común. Esta Unión reúne a varios países cuya protección arancelaria y no arancelaria es considerablemente superior a la de Benin, país que también es miembro de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), acuerdo encaminado a establecer la libre circulación de mercancías.

    Por último, el informe sugiere que Benin consolide todos sus derechos de importación, lo que confirmaría la apertura de su mercado y ofrecería mayor certidumbre a los comerciantes y los inversores, y que abra más sus sectores de servicios a las inversiones privadas. Estos cambios deberían verse favorecidos por una aplicación exhaustiva de los Acuerdos de la Ronda Uruguay.

Nota para los periodistas:

    El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC (OEPC) examinará los días 15 y 16 de septiembre de 1997 el informe de la Secretaría de la OMC y el informe preparado por el Gobierno de Benin. Dicho Órgano, establecido en el marco de la OMC, evalúa periódicamente, de forma colectiva, toda la variedad de políticas y prácticas comerciales de cada Miembro de la OMC y efectúa el seguimiento de las tendencias y la evolución que puedan tener consecuencias para el sistema de comercio mundial. Los dos informes citados, junto con un acta del debate del Órgano de Examen y las observaciones recapitulativas del Presidente se publicarán oportunamente como documentación completa del examen de las políticas comerciales de Benin. Podrán obtenerse en la Secretaría de la OMC, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

    Los informes se refieren a todos los aspectos de las políticas comerciales de Benin, como las leyes y reglamentos nacionales, el marco institucional, las diferentes prácticas comerciales y las políticas comerciales por sectores. Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre la OMC, los informes abarcan también las "nuevas esferas" del comercio de servicios y los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio. Se adjuntan las observaciones recapitulativas de los informes de la Secretaría y del Gobierno. Los periodistas pueden obtener el texto íntegro de esos informes solicitándolos a la Secretaría de la OMC.

    Desde diciembre de 1989 se ha procedido al examen de las políticas comerciales de los países o grupos de países siguientes: Argentina (1992), Australia (1989 y 1994), Austria (1992), Bangladesh (1992), Bolivia (1993), Brasil (1992 y 1996), Camerún (1995), Canadá (1990, 1992, 1994 y 1996), Chile (1991), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), Comunidades Europeas (1991, 1993 y 1995), Corea, Rep. de (1992 y 1996), Costa Rica (1995), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992), El Salvador (1996), Estados Unidos (1989, 1992, 1994 y 1996), Fiji (1997), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992), Hong Kong (1990 y 1994), Hungría (1991), India (1993), Indonesia (1991 y 1994), Islandia (1994), Israel (1994), Japón (1990, 1992 y 1995), Kenya (1993), Macao (1994), Malasia (1993), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995), México (1993), Nigeria (1991), Noruega (1991 y 1996), Nueva Zelandia (1990 y 1996), Pakistán (1995), Paraguay (1997), Perú (1994), Polonia (1993), República Dominicana (1996), República Checa (1996), República Eslovaca (1995), Rumania (1992), Senegal (1994), Singapur (1992 y 1996), Sri Lanka (1995), Sudáfrica (1993), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991 y 1996), Tailandia (1991 y 1995), Túnez (1994), Turquía (1994), Uganda (1995), Uruguay (1992), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).

Informe de la Secretaría

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
BENIN
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas

    Durante los últimos 10 años, Benin rompió decisivamente con el sistema centralizado de economía planificada, caracterizado por importantes obstáculos al comercio, estableciendo una economía de mercado en gran medida abierta. La transición fue progresiva y la economía sigue cargando el peso de problemas en los sectores de la salud y la educación, cuya solución es una condición para que pueda acelerarse el crecimiento económico. Aunque la legislación comercial es liberal, su administración parece realizarse de manera poco transparente y discrecional. Benin está particularmente expuesto a los cambios de política comercial de los países vecinos, en especial Nigeria, y su sector de exportación depende de un único producto básico, el algodón.

1)    Entorno económico y corrientes comerciales

    A pesar de un ingreso por habitante de unos 370 dólares EE.UU. que le sitúa entre los países menos adelantados, Benin es uno de los principales centros comerciales de África. Después de la agricultura, que genera más de la tercera parte del producto interior bruto y lo esencial de los ingresos de exportación, los servicios portuarios y los servicios comerciales y de transporte constituyen el principal sector de actividad. Gran parte de las actividades económicas, entre ellas las de comercio exterior, se efectúan de manera informal, y en consecuencia fuera del sistema estadístico del país. El comercio de Benin, y las actividades vinculadas con él, depende en grado importante de la evolución de las diversas restricciones a la importación vigentes en Nigeria, que sigue siendo el principal interlocutor económico. Otros países limítrofes, algunos de los cuales carecen de litoral, utilizan el puerto de Cotonou como salida al mar.

    Confrontado a fines del decenio de 1980 con una grave crisis económica y financiera, caracterizada en particular por una importante disminución de los ingresos por habitante, Benin rompió en 1990 con el modelo marxista-leninista aplicado desde 1974. A partir de entonces, varios programas de estabilización macroeconómica permitieron restablecer una situación viable de las finanzas públicas y la balanza de pagos, que sigue dependiendo de donaciones del exterior. Las empresas públicas, entre ellas los tres bancos estatales que habían quebrado en 1988, fueron reestructuradas, privatizadas o liquidadas. El retraso de los pagos internos y externos del Estado está siendo reabsorbido. En concertación con los demás miembros de la zona del franco, Benin devaluó su moneda nacional en enero de 1994 llevándolo de 50 francos CFA a su actual nivel de 100 francos CFA por cada franco francés. Esta devaluación favoreció sobre todo a las empresas que producen para la exportación a través de la compra de insumos nacionales. El crecimiento económico se ha estabilizado a una tasa levemente superior a la del crecimiento demográfico, pero sigue a merced de las oscilaciones de los precios mundiales del algodón.

    Las estadísticas disponibles indican una diversificación geográfica del destino de las exportaciones, que corresponde a la fuerte demanda de algodón de Benin en los mercados mundiales. Las exportaciones de algodón desmotado de calidad se evaluaron en 1996 en 230 millones de dólares, es decir, más del 3 por ciento de las exportaciones mundiales. El principal cliente es el Brasil, seguido por Marruecos y Portugal. Benin mantiene el objetivo de duplicar sus exportaciones de algodón entre 1995 y 2000. Francia es, con gran ventaja, el principal abastecedor de Benin, en cuyas importaciones oficialmente contabilizadas participa en un 18 por ciento; pero las fuentes de importación también están muy diversificadas. Si se tienen en cuenta las reexportaciones de productos importados, que representan alrededor del 40 por ciento del total de las exportaciones estimadas, y el comercio informal, el principal interlocutor comercial de Benin es Nigeria, probablemente seguido por el Níger.

    Entre los productos de exportación distintos del algodón figuran el petróleo crudo, las frutas frescas, las nueces de cajuil y el aceite de palma. Las principales importaciones comprenden el arroz, otros cereales y productos manufacturados nuevos y usados, todos los cuales se reexportan en parte. A estos productos se añaden las importaciones de productos del petróleo que efectúa la Sociedad Nacional de Comercialización de Productos del Petróleo, así como importadores individuales del sector informal.

    Benin no necesitó aplicar sus compromisos asumidos en el marco del GATT, y después de la OMC, para confirmar su apertura económica y comercial. La totalidad de los derechos de importación de los productos de la agricultura fueron consolidados en el marco de la Ronda Uruguay a tipos máximos considerablemente superiores a los derechos efectivamente aplicados. En cambio, sólo se consolidaron los derechos correspondientes a algunos productos industriales; para los demás, las consolidaciones arancelarias que datan de 1964 permanecen en vigor y nunca fueron renegociadas a pesar de los importantes cambios en la naturaleza y el nivel de los derechos, así como en la nomenclatura. Una consolidación general permitiría a las autoridades confirmar la apertura del régimen de importación y ofrecería mayor certidumbre a los comerciantes e inversionistas.

2)    Marco institucional

    Benin es una república independiente y soberana desde el 1. de agosto de 1960. El Presidente de la República es jefe del Estado; titular del poder ejecutivo, determina la conducción de la política del Estado, designa a los miembros del Gobierno y fija sus atribuciones. El Ministerio de Comercio, Industrias Artesanales y Turismo está encargado de la concepción, aplicación y administración de la política comercial en colaboración con el Ministerio de Hacienda. Una Asamblea Nacional unicameral, cuyos diputados son elegidos por sufragio universal directo con un mandato de cuatro años, ejerce el poder legislativo. Vota las leyes, entre ellas las leyes de finanzas que determinan los objetivos del Estado en materia de ingresos y gastos.

    Los tratados y acuerdos internacionales, entre ellos el Acuerdo sobre la OMC, tienen fuerza de ley desde su ratificación y no se requiere ningún texto de aplicación. En virtud de la Constitución, tienen mayor fuerza jurídica que las leyes nacionales. Las disposiciones del Acuerdo sobre la OMC, por lo tanto, pueden invocarse en principio ante los tribunales de Benin. El comercio exterior y las actividades de las empresas extranjeras fueron objeto de varias leyes dictadas en 1990 tras la apertura de la economía al sector privado. Desde entonces las principales reducciones arancelarias, así como las medidas referentes a la privatización y la contratación pública, se adoptaron en el marco de acuerdos internacionales de reajuste estructural.

    Dentro de la zona del franco, Benin forma parte de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA), que comprende asimismo a Burkina Faso, Côte d'Ivoire, Guinea-Bissau, Malí, el Níger, el Senegal y el Togo, y cuyo instituto de emisión es el Banco Central de los Estados del África Occidental (BCEAO), que tiene a su cargo la política monetaria de la Unión. El tratado por el que se estableció la UEMOA prevé la creación, desde enero de 1998, de una unión aduanera con un arancel exterior común que agrupa a varios países cuya protección arancelaria y no arancelaria es considerablemente superior a la de Benin. Las autoridades tienen conciencia del peligro que representaría un fortalecimiento de los obstáculos al comercio para la economía del país, ya que el comercio de importación y reexportación constituye una parte significativa de su actividad económica.

    Benin también es miembro fundador de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), cuyos miembros son los mismos de la UEMOA además de Cabo Verde, Gambia, Ghana, Guinea, Liberia, Mauritania, Nigeria y Sierra Leona. El plan de liberalización de los intercambios de la CEDEAO comprende en principio la supresión, a partir de 1994, de todos los obstáculos no arancelarios al comercio comunitario y la libre circulación, a más tardar en el año 2000, de los productos aprobados dentro de la Comunidad. Alrededor de un 6 por ciento de las importaciones de Benin contabilizadas oficialmente provienen de la CEDEAO. Benin se beneficia de preferencias comerciales no recíprocas en el marco del Sistema Global de Preferencias Comerciales entre Países en Desarrollo, y de acceso preferencial al mercado de la Unión Europea en virtud de la Convención de Lomé.

3)    Características y tendencias de la política comercial y de la política en materia de inversiones

i)    Evolución reciente

    Los últimos 10 años se han caracterizado por una progresiva liberalización de los obstáculos al comercio, iniciada con la eliminación de las restricciones cuantitativas de la importación en 1988, la supresión de las licencias de importación en 1991 y la eliminación de los valores fijados por la aduana para la importación. Las reformas arancelarias de 1991 y 1994 permitieron reducir a 2 el número de los tipos de derechos percibidos sobre las importaciones, y el número de sus tipos pasó de 16 a 5, mientras que los impuestos de exportación fueron casi totalmente eliminados. El Gobierno introdujo el impuesto sobre el valor añadido en 1991 y procedió a una atenuación y simplificación de los impuestos directos, ampliando al mismo tiempo la base imponible.

    Desde 1990 se han presentado a la Asamblea General varios nuevos proyectos de ley para dar mayor confianza y atractivo a las condiciones en materia de comercio e inversiones, en especial un proyecto de código de la contratación pública, un proyecto de ley sobre la competencia, un proyecto de código de aduanas y proyecto de código de las inversiones, ninguno de los cuales ha sido aprobado todavía. La existencia de un importante sector informal crea en la práctica un clima de competencia.

ii)    Tipo e incidencia de los instrumentos de política comercial y de política en materia de inversiones

    La política y las prácticas comerciales y en materia de inversiones procuran el doble objetivo de estimular el desarrollo de las empresas nacionales y de no incrementar sin embargo el costo de los bienes y servicios que son objeto de intercambios internacionales, habida cuenta de la importancia del comercio exterior como fuente de ingresos. El nivel actual de protección comercial de Benin figura por consiguiente entre los más bajos de África. La ayuda a las empresas se realiza sobre todo por medio de instrumentos fiscales, los más importantes de los cuales son las exoneraciones casi totales de impuestos directos e indirectos.

    Benin acuerda como mínimo el trato NMF a las importaciones de cualquier origen. No ha adoptado todavía el Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías (SA). El arancel de aduanas, basado en la nomenclatura del Consejo de Cooperación Aduanera (NCCA), comprende dos tipos NMF: los derechos fiscales, que oscilan entre 0 y 20 por ciento, y el gravamen comunitario de solidaridad de 1 por ciento, destinado a compensar las pérdidas de ingresos aduaneros derivadas de los acuerdos preferenciales. Estos derechos de importación, exclusivamente ad valorem, alcanzan por término medio a un 13 por ciento, pero el tipo efectivo es muy inferior debido a numerosas exoneraciones. Algunos productos provenientes de países miembros de la CEDEAO y de la UEMOA se benefician de reducciones arancelarias.

    El impuesto sobre el valor añadido (IVA) fue introducido en 1991 a un tipo del 18 por ciento. Tres cuartas partes del IVA recaudado en Benin se percibe sobre las importaciones. Esta tributación en la frontera, que se explica por la relativa facilidad de gravar los productos en el momento de su entrada en el país, crea tensiones en el sistema aduanero incitando a los importadores a minimizar el valor de las mercancías declaradas. Se encuentra en vigor un sistema de verificación de las importaciones previo a la expedición, pero no se aplica a las mercancías introducidas por importadores "ocasionales" que representan una proporción importante de las importaciones.

    El régimen aduanero y el IVA comprenden numerosas exoneraciones que dan origen a importantes complicaciones administrativas y al peligro de crear distorsiones económicas y de estimular las irregularidades. Todos los contratos públicos, así como la gran mayoría de las inversiones, están exonerados de derechos de importación y del IVA. La mayoría de las importaciones de insumos efectuadas por empresas nacionales están exoneradas de derechos de importación. Habida cuenta de la función fiscal fundamental de los derechos percibidos a nivel de la aduana, y del peso que tienen las importaciones en la economía, Benin se beneficiaría sin duda de una mayor transparencia de las reglamentaciones aduanera y portuaria y de un mejor control y seguimiento de las importaciones que permitiese poner coto al fraude fiscal. Ello se facilitaría también en gran medida por la eliminación de los regímenes especiales de importación.

    Las exportaciones, de productos nacionales o en tránsito, son libres en su mayor parte salvo en el caso de los productos de cultivos alimentarios, algodón y madera en bruto, cuya exportación está prohibida oficialmente. Benin prohíbe la exportación de los productos cuya importación no está permitida en el país de destino, lo que puede incitar a quienes comercian con esos países a eludir los puestos de aduana.

iii)    Políticas sectoriales

    La liberalización de la política comercial no ha sido del mismo nivel en todas las ramas de actividad. Algunos sectores, especialmente la industria agroalimentaria, han quedado fuertemente expuestos a la competencia internacional mientras que otros siguen protegidos por monopolios, derechos comerciales exclusivos y prohibiciones de la importación, en especial en los sectores de servicios. El objetivo gubernamental tendiente a impulsar las inversiones y la exportación de productos alimenticios requeriría la revisión de la legislación inmobiliaria y comercial en vigor en esos sectores para facilitar la adquisición de tierras y la exportación de productos, especialmente los productos alimentarios.

    Benin aplica al sector del algodón una política fuertemente intervencionista destinada a aumentar la producción a fin de generar ingresos fiscales. De este modo, el Estado tiene el monopolio de la adquisición de toda la producción de algodón sin desmotar, suministrando los insumos y administrando los precios de producción. El sector es objeto de gravámenes que representan la quinta parte del presupuesto del Estado. Las autoridades competentes en materia ambiental reconocen que los actuales métodos de producción algodonera no son ecológicamente viables. La ayuda que se presta a los productores de algodón ha podido desviar recursos de otras producciones; en un marco de escasez de alimentos en el país, debida a las dificultades de la distribución de productos en las zonas rurales, el Gobierno adoptó en 1994 la decisión de prohibir la exportación de los productos de cultivos alimentarios.

    Los sectores de transformación de productos agrícolas (aceites, bebidas, alimentos, textiles), ampliamente expuestos a la competencia internacional, registran en general beneficios y han sido objeto de la mayoría de las modestas inversiones realizadas recientemente. El sector del cemento, protegido de las importaciones mediante la prohibición de éstas, fue liberalizado en mayo de 1997. La mayor parte de los sectores de servicios, en particular las telecomunicaciones, la energía, los seguros distintos de los seguros de vida y el transporte aéreo, están organizados en monopolios públicos y sufren los inconvenientes de la limitada capacidad de inversión del Estado. El retraso en la adaptación a las nuevas tecnologías y a la evolución de los mercados resultante de esa situación tiene repercusiones de costo y eficacia en el conjunto de la economía, que ilustran la necesidad de aplicar a esos segmentos de la economía la supresión de reglamentaciones que se encuentra en curso en otros sectores.

4)    Política comercial e interlocutores comerciales

    La adhesión de Benin al principio de la libertad de comercio está asegurada por su función de núcleo comercial. A pesar de pertenecer a una zona económica regional, el país comercia con todo el mundo, en gran parte en régimen NMF. Para una mejor gestión frente a los cambios de política comercial de sus principales interlocutores regionales, a Benin le resulta conveniente ajustar su política a los principios del sistema comercial multilateral. La puesta en práctica de los Acuerdos de la Ronda Uruguay permitirá una revisión general de los objetivos de la política comercial y fiscal y de las políticas sectoriales, y favorecerá la liberalización económica en sectores en los que aún no se ha producido.

    Una aplicación rápida y plena de las disposiciones del Acuerdo sobre la OMC ofrecería a los agentes económicos, nacionales y extranjeros, la garantía de un marco comercial estable y transparente. Una mayor simplificación del régimen de comercio contribuiría también, en grado importante, a la elaboración de ese marco, así como la armonización de las leyes con las medidas y las prácticas comerciales. Los esfuerzos realizados en ese sentido se verían facilitados por un mayor apoyo de los interlocutores económicos más desarrollados de Benin. El Gobierno podría manifestar su compromiso en materia de reformas abriendo los numerosos sectores de actividad que hasta ahora permanecen inaccesibles para las inversiones extranjeras, como las telecomunicaciones, el transporte aéreo, la energía y, en gran medida, la agricultura, lo que ofrecería reales posibilidades en materia de empleos, progreso tecnológico y crecimiento económico.

Informe del Gobierno

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
BENIN
Informe del Gobierno

    La República de Benin abarca una superficie de 112.600 km2 aproximadamente. Desde el punto de vista de la administración territorial, el país se divide en seis departamentos (Atacora, Atlántico, Borgou, Mono, Oueme, Zou) dirigidos cada uno por un gobernador civil. En 1996 la población de Benin ascendía a 5,4 millones de habitantes, con un crecimiento demográfico anual del 3,1 por ciento.

    El ingreso anual por habitante en Benin, que ronda los 370 dólares EE.UU., lo sitúa entre los países menos adelantados del mundo.

    Al abordar la situación económica de Benin, conviene subrayar que el paso en 1990 de un régimen político de partido único a un régimen de democracia pluralista puso fin a dos decenios de economía planificada.

    La situación económica de Benin se agravó a partir de 1987. Así, entre 1986 y 1989, Benin registró en términos reales una tasa de crecimiento negativa del producto interno bruto (PIB). A partir de 1990, Benin se decantó por un régimen de democracia pluralista, aplicando una política de liberalización económica.

    Las políticas de desarrollo se articularon primero en torno a la estabilización macroeconómica, a través de tres programas de ajuste estructural bajo los auspicios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.

    Las políticas de ajuste permitieron a la economía obtener unos resultados destacables.

    Las principales reformas emprendidas por Benin se adoptaron dentro del segundo programa de ajuste estructural puesto en marcha en 1991 con ayuda del FMI y del Banco Mundial. Bajo este programa la situación general de Benin experimentó una notable mejora y los progresos realizados fueron dignos de mención.

    El crecimiento medio del PIB en términos reales se elevó al 4 por ciento, gracias al cultivo del algodón. Se sanearon las finanzas públicas y, a partir de 1992, el saldo primario ha sido positivo, cifrándose en el 2,2 por ciento del PIB, gracias a los esfuerzos decididos por incrementar los ingresos, contener los gastos, disminuir de forma continua el déficit presupuestario y aumentar la tasa de inversión pública. Se ha hecho frente prácticamente en su totalidad a los atrasos en los pagos internos y reconstruido el sistema bancario.

    En 1994 se reforzó la política de saneamiento de las finanzas públicas al modificarse la paridad externa del franco CFA con miras a estimular los sectores de exportación y de actividades de sustitución de las importaciones, así como las inversiones y las entradas de capitales.

    Desde 1996, en el contexto del tercer programa de ajuste estructural, el nuevo Gobierno ha adoptado a nivel macroeconómico una estrategia basada en:

    -    garantizar un crecimiento sostenido de la economía nacional;

    -    reforzar las infraestructuras sociales del país;

    -    mejorar la situación de las finanzas públicas con miras a reducir la carga de la deuda y la dependencia en relación con el exterior.

    Para alcanzar esos objetivos, el Gobierno se ha fijado la tarea de promover la inversión y el ahorro interno, reorientando al mismo tiempo los recursos hacia los sectores prioritarios.

A.    POLÍTICA Y PRÁCTICAS COMERCIALES

1)    Objetivos generales de la política comercial

    El nuevo Gobierno constituido a raíz de las elecciones presidenciales de marzo de 1996 prevé aplicar medidas eficaces que consoliden las bases del desarrollo económico y social de Benin.

    Partiendo de ese planteamiento, el Presidente de la República y Jefe del Gobierno publicó el 15 de mayo de 1997 el programa de medidas gubernamentales. En el marco de ese programa, el objetivo de la política gubernamental reside en crear una economía competitiva y productiva basada en el sector privado.

    Las pautas generales que ha establecido el Gobierno para esta política comercial son, entre otras:

    -    liberalizar el comercio;

    -    aportar un apoyo al sector privado mediante el desarrollo de los intercambios;

    -    contener el alza de los precios de los productos de mayor consumo;

    -    potenciar el turismo y la artesanía;

    -    fomentar el sector privado a través de las siguientes medidas:

        -    respaldar a las empresas existentes y facilitar la creación y el desarrollo de otras nuevas;

        -    simplificar los trámites para la creación de empresas;

        -    crear una zona franca industrial en Cotonou;

        -    organizar un centro de información y desarrollo de oportunidades comerciales.

2)    Objetivos sectoriales de la política comercial

a)    Sector agropecuario

    La política del Gobierno en este sector gira en torno a:

    -    la promoción de los productos agrícolas locales;

    -    el fortalecimiento de la seguridad alimentaria;

    -    la diversificación de la producción agrícola; y

    -    el desarrollo de las exportaciones agrícolas.

    En ese sentido, el Gobierno prevé modernizar y desarrollar la agricultura a través de iniciativas encaminadas a:

    -    mejorar los medios de producción para incrementar los rendimientos y reducir las presiones sobre los precios internos;

    -    fomentar las industrias locales entre otras medidas, mediante la organización de "jornadas de puertas abiertas" en torno a las industrias actuales y la creación de mecanismos de concertación entre los protagonistas de los diferentes apartados: textiles, frutas y verduras, anacardos, productos oleaginosos, mandioca y cemento;

    -    garantizar la disponibilidad permanente y suficiente de recursos hídricos para la producción agropecuaria y piscícola. Para ello, se ha previsto construir microembalses y pantanos;

    -    organizar sistemas de financiación de la agricultura mediante la creación de un banco orientado hacia este sector con el respaldo de intereses privados;

    -    mejorar los resultados en el ámbito de la agricultura a través de la producción en viveros públicos y privados y subvenciones a la compra de plantas seleccionadas;

    -    rehabilitar y ampliar la red de pistas rurales, mediante actividades de acondicionamiento y mantenimiento.

b)    Energía

    En la esfera de la energía, la política de Benin se caracteriza por la voluntad de lograr el autoabastecimiento energético nacional y garantizar la electrificación a bajo costo de la totalidad del territorio.

    Para alcanzar ese objetivo, el Gobierno prevé:

    -    dotar a todas las cabezas de distrito de una red de suministro de electricidad merced a: la construcción de centrales térmicas, la conexión a la red que enlaza a varias cabezas de distrito y centros urbanos y la electrificación de una serie de localidades a través de la energía solar;

    -    rehabilitar y ampliar la red eléctrica en las grandes ciudades;

    -    incrementar la capacidad de producción eléctrica gracias a la construcción del embalse de Adjarala, la interconexión de la red NEPA (Nigeria) con la red CEB (Benin-Togo) y la construcción de una central térmica de gas.

c)    Industria

    Las metas que se ha fijado el Gobierno tienen por objetivo sostener la iniciativa privada impulsando:

    -    la reactivación de ciertas unidades industriales mediante la privatización de la Sociedad Azucarera de Savé, la Cervecería de Abomey, la Sociedad de Cementos de Onigbolo y la Sociedad Nacional de Industria de los Cuerpos Grasos (SONICOG);

    -    la simplificación de los trámites para crear empresas;

    -    la implantación de zonas industriales viables en todos los departamentos;

    -    la creación de una zona franca industrial en Cotonou.

d)    Servicios

    El saneamiento de los servicios financieros benineses es una de las bases para el desarrollo del sector privado.

    Por ello, uno de los objetivos prioritarios del Gobierno consiste en modernizar el sector bancario. En ese contexto se ha procedido a la reestructuración del sector bancario de Benin, a comienzos del decenio de 1990. Desde esa fecha, cinco (5) bancos comerciales han recibido autorización para instalarse y movilizan el 90 por ciento del ahorro del sector estructurado y están en condiciones de responder a las necesidades de financiación del desarrollo.

    En los sectores del transporte y las comunicaciones los objetivos estriban en garantizar el mantenimiento y la rehabilitación de la infraestructura y el acceso a una red de transportes y de comunicaciones.

    Para alcanzar esos objetivos, las iniciativas gubernamentales consisten en:

    -    desarrollar la infraestructura viaria mediante el acondicionamiento de las pistas de tierra o dotadas de un revestimiento y el asfaltado de los grandes ejes de carreteras, así como la construcción de un tercer puente en la ciudad de Cotonou;

    -    mejorar la competitividad del Puerto Autónomo de Cotonou merced a la construcción de una terminal para contenedores;

    -    modernizar los aeropuertos rehabilitando las instalaciones para carga y pasajeros de Cotonou y los aeródromos secundarios;

    -    revitalizar la red de transporte ferroviario mediante el acondicionamiento de los ferrocarriles, la renovación del parque de material de la Organización Común Benin-Níger de Ferrocarriles (OCBN) y la entrada en servicio de las líneas ferroviarias costeras.

    En el sector de las telecomunicaciones, el objetivo se cifra en incrementar la eficacia de la red telefónica nacional y en reducir el costo de los servicios de telecomunicaciones para las empresas beninesas.

    La promoción del sector turístico es uno de los objetivos prioritarios del Gobierno. Benin dispone, en efecto, de múltiples atractivos turísticos sin explotar.

    Por ello, el Gobierno se propone aplicar medidas relativas a:

    -    el acondicionamiento de lugares turísticos y de sus vías de acceso en todos los departamentos, con miras a facilitar y aumentar las visitas en las mejores condiciones posibles;

    -    la realización de una política de construcción y/o rehabilitación a cargo del sector privado de las infraestructuras turísticas y hoteleras.

    En la esfera de la artesanía las iniciativas de promoción del Gobierno giran en torno a:

    -    crear cámaras que agrupen a los distintos oficios;

    -    elaborar y aplicar un código de artesanía;

    -    poner en marcha una política de construcción de poblados de artesanos por parte del sector privado;

    -    organizar exposiciones-venta de los productos de artesanía beninesa en el extranjero.

3)    Descripción general del régimen de importación y exportación

    En el marco de la política de liberalización del comercio se han suprimido o modificado, en términos generales, las disposiciones legislativas o reglamentarias de carácter restrictivo.

a)    Importaciones

    En aplicación del Programa de Ajuste Estructural (Ley N. 90-005 de 15 de mayo de 1990 y Ley N. 93-007 de 29 de marzo de 1993), se han eliminado las licencias de importación, a fin de ajustarse a los criterios del liberalismo económico.

    No obstante, por razones de orden sanitario, se ha prohibido la importación de determinados productos. Así ocurre, por ejemplo, con los cuartos traseros de pavo (Decreto Interministerial N. 347/MCAT/MDRAC/MSP/CAB/DCE/DCI de 24 de diciembre de 1990).

    Además, la importación de productos de carácter peligroso para la salud humana y la seguridad del Estado está supeditada a una autorización especial.

b)    Exportaciones

    La exportación de productos benineses se realiza mediante una simple autorización de la Dirección del Comercio Exterior. Sólo las plantas comestibles están sometidas a una prohibición temporal.

    Esa suspensión temporal obedece a la penuria reinante en el mercado nacional, que ya no puede satisfacer el requisito de autosuficiencia alimentaria.

    Para conservar los recursos naturales de nuestro país (flora) no puede exportarse provisionalmente la madera de teca en bruto, pero sí sus productos elaborados.

4)    Marco de política comercial

a)    Leyes y reglamentos que rigen la aplicación de la política comercial

    La Constitución es la ley suprema de la República de Benin. Una Asamblea Nacional única ejerce el poder legislativo.

    La Asamblea Nacional vota las leyes, inclusive las leyes de finanzas que determinan los objetivos de gastos y de ingresos del Estado.

    El Presidente de la República está facultado para negociar y concluir acuerdos internacionales, y puede delegar esa facultad en un Ministro o en un miembro del poder ejecutivo. Si es preciso modificar la legislación para ajustarla a las disposiciones de un acuerdo, el Parlamento debe votar una ley que autorice esa modificación.

    La política comercial es aplicada por varias instituciones y órganos ejecutivos del Gobierno.

    Si es necesario, el Ministro de Comercio, Artesanía y Turismo puede presentar proyectos de ley.

    Las leyes relativas al comercio abarcan varios sectores, que figuran a continuación:

    -    turismo;

    -    control de mercancías;

    -    competencia;

    -    pesos y medidas;

    -    inversiones;

    -    sector financiero y bancario;

    -    actividades comerciales;

    -    privatización.

b)    Mecanismo de formulación y examen de la política comercial

    El Ministerio de Comercio, Artesanía y Turismo tiene encomendada la tarea de diseñar, aplicar y administrar la política comercial de Benin. Una vez elaboradas las leyes por el Ministerio, son sometidas a examen y a la votación del poder legislativo.

    El Ministerio de Comercio, Artesanía y Turismo prepara las medidas de política comercial en consulta con el sector privado (Cámara de Comercio e Industria de Benin) y las demás instituciones competentes (Ministerio de Finanzas (Dirección General de Aduanas y Derechos Indirectos), Ministerio de Planificación, Reestructuración Económica y Promoción del Empleo, Ministerio de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa), etc.

c)    Acuerdos comerciales multilaterales, bilaterales y regionales

    La política del Gobierno en la esfera de los acuerdos comerciales multilaterales, regionales y bilaterales, tiene por objeto crear un entorno propicio a la integración de Benin en la economía internacional, con miras a garantizar salidas a sus productos y a favorecer el desarrollo de sus industrias.

    Entre los acuerdos concluidos por Benin, cabría citar:

    -    Acuerdo por el que se establece la Organización Mundial del Comercio (OMC);

    -    Convenio de Lomé ACP-UE;

    -    Tratado de la CEDEAO;

    -    Tratado de la UEMOA.

    Benin ha firmado el Cuarto Convenio de Lomé entre la Unión Europea y 71 países ACP. En virtud de este Convenio, las exportaciones beninesas de productos industriales y de productos agrícolas a los que no se aplica la Política Agrícola Común (PAC), se benefician de la entrada en franquicia (sin reciprocidad) en el mercado comunitario.

    Por ser miembro original del GATT desde 1963, tras la autorización de la Asamblea Nacional (Decreto N. 95-241 de 5 de septiembre de 1995), Benin procedió a la ratificación del Acuerdo por el que se establece la OMC, convirtiéndose así el 22 de febrero de 1996 en Miembro de esta Organización.

    Benin está convencido de que el Acuerdo por el que se establece la OMC redundará en beneficio de los países en desarrollo en general y de los países menos adelantados en particular. No obstante, es menester incrementar la asistencia a esos países para que puedan sacar mejor partido de esos acuerdos.

    Benin es miembro de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO). Se ha adherido a la iniciativa de crear un mercado común regional, una moneda única y una unión aduanera en el seno de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA).

5)    Aplicación de la política comercial

a)    Las medidas de política comercial aplicadas en Benin son las siguientes:

    -    Derechos de aduana

    Desde 1989, Benin se ha adentrado resueltamente por la vía del liberalismo económico, que ha desembocado en 1991 en una amplia reforma del arancel aduanero. Esa reforma ha repercutido en la refundición de la multitud de gravámenes existentes en cuatro nuevos:

    -    derechos de aduana del 5 por ciento (suspendido);

    -    retención comunitaria de solidaridad del 1 por ciento;

    -    derecho fiscal a la importación: 0 por ciento, 5 por ciento, 10 por ciento, 15 por ciento y 20 por ciento;

    -    impuesto sobre el valor añadido (IVA): 18 por ciento.

    El derecho fiscal tiene cinco tipos como se ha indicado supra y varía según el rubro arancelario.

    Los documentos exigidos para las operaciones en aduana son la tarjeta de importador, la factura de compra, la factura que indique la prima del seguro, el certificado de origen, el certificado de valoración aduanera y, en su caso, el certificado fitosanitario.

    -    Valoración en aduana e inspección previa a la expedición

    El método de valoración en aduana utilizado actualmente consiste en el valor de transacción de la mercancía. Los principios vigentes de valoración en aduana en Benin se basan en los artículos 24, 25, 27 y 28 del Código de Aduanas.

    Desde 1991 se aplica un sistema de inspección obligatoria de las mercancías antes de la expedición. Por ello, cualquier importación de mercancías ha de cumplir los requisitos de la sociedad de inspección, que consisten en:

    -    presentar una solicitud de importación para cualquier factura superior a 3 millones de francos CFA (vía marítima);

    -    controlar las mercancías antes del embarque;

    -    remitir la factura definitiva después de la inspección;

    -    tramitar un certificado de valoración aduanera que se presentará obligatoriamente al Servicio de aduanas en el momento del despacho de las mercancías.

    En caso de subvaloración, la sociedad de inspección rechaza los valores que figuran en la factura y procede al reajuste necesario, habida cuenta de los datos de que dispone el país de importación o teniendo en cuenta el valor de productos similares. Lo hace constar en el certificado de evaluación aduanera.

b)    Programa de liberalización del comercio en el marco del Programa de Ajuste Estructural

    En el período que medió entre 1975 y 1989, la economía de Benin estuvo muy reglamentada. La estrategia económica basaba la inversión y el crecimiento en el sector público. No pudieron alcanzarse los resultados previstos. Desde 1989, Benin optó por un programa de liberalización económica con el respaldo de las instituciones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

    En ese contexto, el objetivo del Gobierno estriba en crear un entorno propicio al desarrollo de las iniciativas privadas. Para ello se han tomado las siguientes medidas:

    -    suprimir las licencias de importación así como las restricciones a la importación y a la exportación;

    -    adaptar las leyes y reglamentos de Benin al nuevo entorno económico, que es de corte muy liberal.

B.    PROGRAMA DE REFORMA ECONÓMICA DE BENIN

    Una política comercial no es más que un elemento de una política de mayor envergadura que afecta a la inversión, el turismo, los transportes, los servicios financieros, etc.

    Todos esos factores están ligados a su vez a los ejes generales de orientación de la política económica, cuyo objetivo consiste en garantizar la prosperidad de todos los benineses, así como un crecimiento económico duradero.

    En el decenio de 1980, Benin se vio inmerso en una grave crisis económica y tuvo que iniciar a partir de 1989 un programa de ajuste estructural con ayuda del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, para tratar de estabilizar la economía, invertir la tendencia al descenso del nivel de vida, conseguir un crecimiento duradero y mejorar la situación de los pagos exteriores.

    A nivel macroeconómico, para el período de 1996 a 1999, el Gobierno ha adoptado una estrategia que reside en:

    -    garantizar un crecimiento sostenido de la economía nacional;

    -    reforzar las infraestructuras sociales del país;

    -    mejorar la situación de las finanzas públicas con miras a reducir la carga de la deuda y la dependencia frente al exterior.

    En el contexto de esa estrategia se han fijado los siguientes objetivos:

    -    garantizar un crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 6 por ciento por término medio;

    -    mantener la inflación a un nivel próximo al 3-4 por ciento anual;

    -    reducir el déficit externo corriente (con exclusión de las donaciones) a un 5,5 por ciento aproximadamente para 1999.

    Esa reducción del déficit externo se obtendrá mediante la diversificación de las exportaciones y unos resultados satisfactorios en el sector del algodón.

    Con miras a alcanzar esas metas, el Gobierno se ha asignado la tarea de promover las inversiones y el ahorro interno, reorientando al mismo tiempo los recursos hacia los sectores prioritarios.

    Desde esa perspectiva, ha establecido el objetivo de alcanzar una tasa de inversión pública media de aproximadamente el 7,8 por ciento.

    Para financiar el incremento de las inversiones sin debilitar la balanza de pagos, la tasa de ahorro interno deberá pasar del 9 por ciento del PIB en 1995 a un 13 por ciento en 1999.

    La política presupuestaria deberá canalizarse por tanto hacia una intensificación gradual del ahorro público, pese a la disminución de las transferencias externas.

    Esa política deberá repercutir en una mejora del saldo corriente de la balanza de pagos, que pasará del 8,6 por ciento del PIB en 1995 al 5,5 por ciento del PIB en 1999.

    Las exportaciones descontando la reexportación deberán incrementarse en un 9,6 por ciento en volumen entre 1997 y 1999, las reexportaciones seguir elevándose y las importaciones descontando la reexportación deberán aumentar aproximadamente en un 6,5 por ciento anual en términos reales entre 1997 y 1999.

    Por lo que hace concretamente al desarrollo del sector privado, es decir a la diversificación de la actividad económica, el Gobierno se ha fijado los siguientes objetivos:

    -    promoción de las exportaciones no tradicionales y reducción de los costos de

        los transportes;

    -    creación de una ventanilla única para los inversores y fomento de una zona franca industrial;

    -    mejora del ambiente fiscal y jurídico y consolidación del sistema judicial.

CONCLUSIÓN

    Como cabe deducir de este informe de política comercial, Benin está aplicando rigurosamente el programa de liberalización económica que se ha fijado. Ante ese panorama y, con miras a fomentar un entorno institucional más propicio a los negocios, se están estudiando una serie de reformas como la del código de trabajo, el código de la minería, el código de comercio, el código civil y el código administrativo.

    La creación de un centro para unificar los trámites de las empresas (ventanilla única) es casi una realidad, y obedece al criterio de acercar el sector público al sector privado.

    La simplificación de los trámites administrativos, la mejora del código institucional, la adaptación de las leyes y reglamentos nacionales al nuevo entorno económico mucho más liberal no tienen sino un meta: preparar un entorno favorable a la instauración de una economía liberal.

    La buena gestión de una economía liberal requiere la consolidación de la democracia, la mejora de la administración y la continuación de las reformas estructurales.