Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

Australia: junio de 1998

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/76
23 de junio de 1998


AUSTRALIA DEBE SEGUIR ADELANTE CON LAS REFORMAS DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES A FIN DE AUMENTAR SU COMPETITIVIDAD GLOBAL

Las medidas unilaterales de liberalización del comercio y las reformas estructurales internas iniciadas por Australia en los primeros años noventa han dado lugar a unas tasas más elevadas de crecimiento del PIB y de la productividad, así como a un menor desempleo. Las reformas económicas, inclusive la reforma arancelaria, una reducción de las subvenciones y la desreglamentación y privatización de muchos sectores de servicios han acrecentado la capacidad competitiva de las empresas y estimulado las exportaciones. Pese a esas ventajas, Australia parece dudar de la conveniencia de seguir adelante con las reformas, especialmente en el caso de las ramas de la producción que siguen estando relativamente muy protegidas, como el sector de los textiles y el vestido y el del automóvil.

En un nuevo informe de la Secretaría de la OMC sobre las políticas y prácticas comerciales de Australia se indica que el país debe proseguir sus reformas y abordar la cuestión de las medidas reguladoras superfluas y otras rigideces estructurales que menoscaban la capacidad competitiva de su economía.

El informe de la Secretaría de la OMC y una exposición de políticas preparada por el Gobierno de Australia servirán de base para un examen de las políticas y prácticas comerciales del país que se llevará a cabo los días 30 de junio y 2 de julio de 1998.

Australia cumplió sus compromisos en el marco de la Ronda Uruguay mediante la arancelización de todas las restricciones cuantitativas que quedaban en el sector agropecuario, de manera que actualmente recurre en gran parte a los aranceles, y no a los contingentes, para protegerse de las importaciones. También eliminó las subvenciones a la exportación. Gracias a su programa unilateral, el promedio ponderado de los aranceles aplicados por Australia bajó al 5,6 por ciento en 1998 y se reducirá gradualmente hasta el año 2000. Entre 1993 y 1998, el promedio aritmético de tipo arancelario disminuyó del 0,9 al 0,3 por ciento en la agricultura, del 1,1 al 0,6 por ciento en la minería y del 11,1 a 6,0 por ciento en el sector manufacturero. En conjunto, alrededor del 86 por ciento de todas las líneas arancelarias comportan unos derechos que van del 0 al 5 por ciento. Se trata de una proporción considerablemente superior a la del 44 por ciento registrada en 1993.

Pese a la reducción general de los aranceles, sigue habiendo una variación considerable en la estructura arancelaria general. En particular, los sectores del automóvil y de los textiles y el vestido de Australia continúan recibiendo una protección arancelaria relativamente más elevada. Las discrepancias se acentuarán a causa de la reciente decisión del Gobierno de congelar las reducciones arancelarias en esos sectores entre el año 2000 y el 2005. Por ejemplo, los derechos aplicables a los vehículos automóviles se reducirán del 15 por ciento al 10 por ciento solamente después del 1º de enero del año 2005, y no en un punto porcentual al año durante el período 2000-2005. En el informe de la Secretaría se sostiene que este cambio en la política puede estar desorientando a las ramas de producción que, por el contrario, deberían ser alentadas a hacerse más competitivas lo antes posible.

El volumen de ayudas arancelarias y no arancelarias al sector agropecuario es reducido. Según fuentes gubernamentales, la tasa media efectiva de la ayuda de Australia a ese sector fue del 12 por ciento en 1995/96. Sin embargo, el sector de los productos lácteos (especialmente la producción de leche) recibe un nivel de ayuda que excede el 200 por ciento. Por otra parte, esos indicadores de la ayuda estatal no reflejan los efectos económicos de las restricciones impuestas en el marco del régimen de cuarentena del país a un gran número de productos agrícolas y alimenticios.

Australia sigue utilizando en grado significativo las medidas antidumping. El porcentaje de las importaciones afectadas por medidas antidumping y compensatorias aumentó entre 1993 y 1996, aunque la incidencia de las medidas y compromisos en vigor disminuyó de 86 en 1996 a 47 en 1997. Los cambios recientemente introducidos en los procedimientos antidumping han reducido en medida considerable los períodos de investigación y se plantean interrogantes en cuanto al mayor papel que al parecer desempeña la industria local en el nuevo proceso investigador.

En el sector de los servicios, que representa alrededor del 70 por ciento del PIB, Australia contrajo compromisos en el marco de la OMC en más de 90 sectores y subsectores, con exenciones del trato NMF en el caso de los servicios financieros y audiovisuales. Como parte del Acuerdo de la OMC sobre Servicios Financieros, Australia eliminó su exención del trato NMF en relación con el mercado de valores. Además, en el marco de las reformas del sector financiero de 1997, se permiten las fusiones entre los cuatro mayores bancos y las dos principales compañías de seguros, con sujeción a la aprobación del Tesorero; sin embargo, no se permiten las fusiones entre los cuatro mayores bancos. En su ofrecimiento en el marco del Acuerdo de la OMC sobre los Servicios de Telecomunicaciones, Australia permitió la competencia sin restricciones en el sector de los servicios de telecomunicaciones básicas a partir de julio de 1997 y ha suprimido sus restricciones relativas a la participación de capital extranjero en el segundo proveedor de servicios básicos más importante, es decir, Optus. También ha proseguido la liberalización del comercio en el sector de los servicios con arreglo al Protocolo relativo a los servicios suscrito con Nueva Zelandia, exponiéndolos a una menor competencia. Por otra parte, la nueva política de competencia del país prevé la apertura del sector de los servicios públicos, con inclusión del gas y la electricidad, a la libre competencia. No obstante, quedan por reformar otros servicios vitales, como los de transporte marítimo y los portuarios.

En el informe se señala que, en conjunto, y pese a las evidentes ventajas que ha comportado el programa de reformas, la evolución reciente indica que el Gobierno australiano puede estar adoptando una actitud más ambivalente en lo tocante a la liberalización unilateral del comercio, tal vez a causa de una mayor susceptibilidad a las presiones de ciertos grupos de intereses. Sin embargo, en el informe se destaca también el decidido compromiso de Australia en favor del sistema multilateral de comercio y, a través del Grupo de Cairns, haciéndose hincapié en la importancia de introducir nuevas reformas multilaterales en el sector agropecuario.

El informe concluye que la continuación del proceso de reformas comerciales y estructurales reviste una importancia crucial para Australia a fin de lograr un fuerte crecimiento a largo plazo. Ello contribuiría asimismo a reducir la tasa de desempleo del país, que sigue siendo superior al 8 por ciento. Las vacilaciones en cuanto a seguir adelante con nuevas reformas crean anomalías y distorsiones en la estructura arancelaria y de la ayuda, y pueden dar indicaciones confusas a los productores y consumidores en cuanto al decidido empeño del Gobierno en introducir reformas en el futuro y en lo tocante a su orientación. El informe señala la necesidad de que continúen las reformas a fin de abordar las medidas reguladoras y las rigideces estructurales que siguen menoscabando la competitividad de la industria australiana.

Notas para las redacciones

El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC) examinará el informe de la Secretaría de la OMC, junto con una exposición de políticas preparada por el Gobierno de Australia, los días 30 de junio y 2 de julio de 1998. El OEPC hace una evaluación colectiva de la gama completa de políticas y prácticas comerciales de cada uno de los Miembros de la OMC a intervalos periódicos y sigue de cerca las tendencias y acontecimientos importantes que puedan tener consecuencias para el sistema mundial de comercio. El informe, junto con un acta del debate del OEPC y un resumen del Presidente, se publicará oportunamente y podrá obtenerse de la Secretaría de la OMC, Centro William Rappard, rue de Lausanne 154, 1211 Ginebra 21.

El informe abarca la evolución de todos los aspectos de cada una de las políticas comerciales de Australia, con inclusión de las leyes y los reglamentos internos, el marco institucional y las políticas comerciales por medidas y sectores. Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre la OMC, en los informes también se abordan las "nuevas esferas" del comercio de servicios y los aspectos de los derechos de propiedad industrial relacionados con el comercio. Previa solicitud, los periodistas pueden obtener los informes completos de la Secretaría de la OMC. El texto íntegro del informe de la Secretaría también está a disposición en la parte destinada a la prensa del sitio de la OMC en la web.

Desde diciembre de 1989, se han finalizado los siguientes informes: Argentina (1992), Australia (1989 y 1994), Austria (1992), Bangladesh (1992), Benin (1997), Bolivia (1993), Botswana (1998), Brasil (1992 y 1996), Camerún (1995), Canadá (1990, 1992, 1994 y 1996), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995 y 1997), Corea, Rep. de (1992 y 1996), Costa Rica (1995), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992), El Salvador (1996), Estados Unidos (1989, 1992, 1994 y 1996), Fiji (1997), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992), Hong Kong (1990 y 1994), Hungría (1991), India (1993 y 1998), Indonesia (1991 y 1994), Islandia (1994), Israel (1994), Japón (1990, 1992, 1995 y 1998), Kenia (1993), Lesotho (1998), Macao (1994), Malasia (1993 y 1997), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995), México (1993 y 1997), Namibia (1998), Nigeria (1991), Noruega (1991 y 1996), Nueva Zelandia (1990 y 1996), Pakistán (1995), Paraguay (1997), Perú (1994), Polonia (1993), República Checa (1996), República Dominicana (1996), República Eslovaca (1995), Rumania (1992), Senegal (1994), Singapur (1992 y 1996), Sri Lanka (1995), Sudáfrica (1993 y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991 y 1996), Swazilandia (1998), Tailandia (1991 y 1995), Túnez (1994), Turquía (1994), Uganda (1995), Uruguay (1992), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).

Informe de la Secretaría

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
AUSTRALIA
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas

Desde el anterior Examen de las Políticas Comerciales en 1994, Australia, ha seguido, en general impulsando enérgicamente su programa unilateral de liberalización del comercio, cuya función ha sido esencial para el proceso de reforma estructural y para la exposición de las empresas australianas a una mayor competencia. En el marco del programa actual, se espera que el nivel general de los aranceles, que en 1996 descendió hasta el 5 por ciento, se reduzca aún más para el año 2000. Además, Australia ha cumplido sus compromisos en el marco de la Ronda Uruguay mediante la arancelización de todas las restricciones cuantitativas que quedaban en el sector agropecuario y la eliminación de las subvenciones a la exportación. Las reformas estructurales internas se han considerado como un complemento del proceso de liberalización comercial. Se ha registrado una reducción de las subvenciones, espoleada por el compromiso del Gobierno de recortar el déficit presupuestario. Asimismo, Australia ha aplicado recientemente una nueva política de competencia, que exige, entre otras cosas, un examen de toda la legislación que contenga elementos anticompetitivos y gravar los costos de las empresas. Por añadidura, las empresas gubernamentales, anteriormente excluidas de las normas de competencia, están sujetas en la actualidad a las mismas normas que las empresas privadas. También se está procediendo a la desreglamentación y la privatización de muchos sectores de servicios. La continuación de las reformas comerciales, acompañada por una amplia modificación de la política de competencia y por la desreglamentación interna, se percibe como la clave para un aumento de la competitividad y de la capacidad de la industria australiana para competir con éxito en el mercado internacional. El elevado grado de transparencia en relación con la naturaleza y los efectos de diversas distorsiones de la competencia han facilitado considerablemente no sólo el presente examen, sino también el proceso de reforma comercial y estructural durante el decenio de 1990.

El principal resultado del proceso de reforma es que las tasas de crecimiento del PIB y de aumento total de la productividad de los factores han figurado entre las más elevadas del grupo de los países industrializados de la OCDE. Sin embargo, el desempleo, a pesar de estar disminuyendo desde la cifra máxima del 11 por ciento de 1992/93, sigue siendo elevado con más del 8 por ciento. Es esencial que el proceso de reforma comercial y estructural prosiga y se complete para garantizar un crecimiento vigoroso a largo plazo. Ello, a su vez, contribuirá a una nueva reducción del desempleo.

El entorno económico

Desde 1994, la economía australiana ha experimentado un fuerte crecimiento acompañado de bajas tasas de inflación. Unas políticas monetarias prudentes han garantizado a la industria australiana un entorno macroeconómico estable, mientras que la política fiscal se ha centrado en el saneamiento del déficit presupuestario y en la privatización para reducir el desfase entre ahorro e inversión, que ha contribuido a unos déficit persistentes por cuenta corriente. Tras disminuir desde un máximo del 6 por ciento del PIB en 1994/95 hasta el 3 por ciento en 1996/97, el déficit por cuenta corriente está aumentando de nuevo y, debido a las repercusiones de la reciente crisis financiera de Asia, se prevé que se situará en torno al 4,5 por ciento en 1997/98 (valor que en el presupuesto de 1997/98 se prevé que empeorará hasta alcanzar el 5,25 por ciento en 1998/99), lo que plantea ciertos interrogantes acerca de las repercusiones a largo plazo de la baja tasa de ahorro.

Desde el anterior examen se han realizado progresos importantes en cuanto al aumento del ahorro privado y la reducción del desahorro público. El Gobierno ha cumplido su compromiso de reducir el déficit presupuestario mediante la disminución del gasto y en la actualidad despliega esfuerzos para generar ahorro privado, sobre todo mediante la instauración de la obligación de contribuir a los planes de pensiones y la desgravación fiscal de los ahorros. No obstante, a largo plazo, el Gobierno tendrá que solucionar la cuestión políticamente sensible de la reforma fiscal, de la que se espera, entre otras cosas, que reduzca el actual desincentivo fiscal al ahorro y permita revisar el impuesto sobre las ventas existente.

Características y tendencias recientes de la política comercial y las políticas conexas

Evolución reciente

En el marco de un programa unilateral y predeterminado que comenzó en 1991, los aranceles efectivamente aplicados de Australia disminuyeron hasta un nivel general del 5 por ciento en 1996 y se prevé que vayan disminuyendo gradualmente aún más hasta el año 2000. Como consecuencia de ello, los aranceles medios no ponderados han pasado del 9,6 por ciento en 1993 al 5,6 por ciento en 1998. En general, la proporción de líneas arancelarias que entrañan derechos comprendidos entre el 0 y el 5 por ciento es del 85 por ciento en 1998, es decir, sustancialmente superior al nivel del 44 por ciento de 1993.

Con todo, siguen registrándose considerables variaciones en la estructura arancelaria general. En particular, las ramas de producción tradicionalmente protegidas de Australia, a saber, la de los vehículos automóviles de pasajeros y la de los textiles, el vestido y el calzado, siguen recibiendo una protección arancelaria muy superior a la del promedio correspondiente a la industria manufacturera. Además, el Gobierno, contra la opinión de asesores independientes, decidió optar por marcar una pausa en las reducciones arancelarias relativas a las ramas de producción de vehículos automóviles de pasajeros y de los textiles, el vestido y el calzado entre el año 2000 y el 2005. Esta pausa es importante porque da lugar a grados mayores de protección arancelaria a esas ramas de producción, favoreciéndolas a expensas de otras, como la minería y la agricultura, que tradicionalmente han recibido escasa protección arancelaria. A la luz del ajuste positivo que se ha producido en los sectores de los vehículos automóviles de pasajeros y de los textiles, los vestidos y el calzado, en gran medida como respuesta a las reducciones arancelarias introducidas desde 1991, el Gobierno bien pudiera estar desorientando a esos dos sectores industriales y al sector manufacturero en general.

En la esfera de las inversiones extranjeras, las propuestas de inversores extranjeros por lo general están sujetas a la Ley de Adquisiciones de Empresas por Extranjeros de 1975. No se requiere la aprobación del Gobierno para proyectos pequeños, de hasta 5 millones de dólares australianos en los sectores no sensibles, pero las inversiones que excedan de esa cifra en esos sectores quedan sujetas a consideraciones de interés nacional y deben notificarse al Gobierno. En cuanto a las inversiones cuantiosas (por encima de 50 millones de dólares australianos) y a las inversiones en sectores sensibles, la Junta de Examen de las Inversiones Extranjeras las estudia una por una, teniendo también en cuenta el interés nacional, antes de aprobarlas.

En el examen anterior se observó que, a pesar de la lentitud del crecimiento, el Gobierno había ejecutado un programa de reforma arancelaria en 1991, en el convencimiento de que la liberalización unilateral del comercio tendría un efecto positivo sobre el crecimiento económico. Los resultados han sido positivos en lo que se refiere a las exportaciones, el crecimiento económico y la productividad, incluso en sectores relativamente protegidos como el de los vehículos automóviles de pasajeros y el de los textiles, vestidos y calzado. A pesar de las ventajas evidentes del anterior programa de reforma, varios acontecimientos recientes indican que el Gobierno puede estar adoptando una actitud más ambivalente con respecto a la liberalización unilateral del comercio y la prestación de asistencia a la industria, lo que tal vez refleje su mayor susceptibilidad con respecto a las presiones de algunos grupos de intereses. Por ejemplo, aparte de la pausa arancelaria, la nueva política industrial del Gobierno entraña un enfoque más activo respecto del comercio y la inversión extranjera y una mayor reciprocidad. También se ha manifestado, en algunos casos, una tendencia a prescindir del principal órgano independiente encargado de la fiscalización (y de la transparencia) en el país, a saber, la Comisión para las Industrias (refundida en 1998 en la Comisión de la Productividad) en relación con varias indagaciones recientes. Entre éstas figuran los exámenes de Mortimer y Goldsworthy en los que se basa en gran medida la nueva política industrial. La composición de esos comités de examen parece sugerir una mayor participación de los grupos industriales, y por consiguiente mayor presión sobre el Gobierno por parte de esos intereses establecidos.

Tipo e incidencia de los instrumentos de política comercial

A excepción de algunas líneas arancelarias que representan cerca del 0,3 por ciento del total, Australia recurre en gran medida a los aranceles, y no a los contingentes, para la protección contra las importaciones. Además, una serie de disposiciones estrictas en materia de cuarentena ofrecen una protección adicional considerable a los sectores alimentario y de transformación de alimentos. Entre las excepciones figuran las importaciones de algunos tipos de quesos, que quedaron incluidos en un contingente durante el período abarcado por el examen anterior y que actualmente están sujetos a un contingente arancelario; y también un arancel específico que anteriormente gravaba a los importadores de azúcar y que ha sido eliminado con lo que los aranceles han quedado reducidos a cero.

La progresividad de los aranceles ha disminuido en general, si bien en algunos sectores, como los de los textiles, las prendas de vestir y los productos de cuero, sigue siendo importante. El complejo sistema australiano de concesiones arancelarias, y especialmente los sistemas de decretos y órdenes en materia de concesiones arancelarias, abarca actualmente cerca del 25 por ciento del total de las importaciones de mercancías. Si bien su importancia disminuye, esas concesiones tienden a agudizar la progresividad arancelaria, sobre todo en industrias como las de los textiles y las prendas de vestir, en las que la protección arancelaria ya es considerablemente más elevada que la media. El Gobierno no ha adoptado una recomendación reciente de la Comisión para las Industrias en el sentido de solucionar las anomalías en materia de aranceles de los sectores de los vehículos automóviles de pasajeros y de los textiles, el vestido y el calzado mediante una revisión del sistema de concesiones arancelarias.

El régimen de cuarentena de Australia restringe las importaciones de un gran número de productos agrícolas y alimentarios. En consecuencia los indicadores de protección arancelaria o de ayuda efectiva, que indicarían que gran parte de los sectores agropecuario y de la transformación de alimentos no reciben ayuda, no toman en consideración las medidas de cuarentena relativamente estrictas que limitan las importaciones de la mayor parte de los productos de esos sectores. Si bien las autoridades consideran que esas medidas son necesarias para el mantenimiento de unas condiciones sanitarias e higiénicas adecuadas en un continente insular, y que se basan en pruebas científicas, algunas de ellas están siendo cuestionadas por algunos Miembros de la OMC (por ejemplo las restricciones australianas en materia de importaciones de salmón, que son actualmente objeto de una diferencia con el Canadá).

Los sistemas de contenido nacional en relación con los jugos de frutas frescas y el tabaco se han eliminado para garantizar la conformidad con los compromisos de Australia en el marco de la Ronda Uruguay. No obstante, los sistemas parecen haberse reforzado recientemente en el sector de la radiodifusión. En la industria de los vehículos automóviles de pasajeros existen requisitos en materia de valor añadido para que una empresa pueda optar al sistema de concesión del régimen de franquicia arancelaria para sus importaciones.

Dentro de un plan general para reducir las subvenciones a la producción y a la exportación, el gasto público en ambos tipos de subvenciones por lo general ha disminuido durante el período del examen. No obstante, la facilitación de las exportaciones sigue siendo una característica importante de la ayuda al sector industrial de los vehículos automóviles de pasajeros, y ofrece importaciones libres de derechos de automóviles y componentes para la industria de exportación. Recientemente, el Gobierno se ha comprometido a sustituir el sistema de facilitación de las exportaciones para el sector de los vehículos automóviles de pasajeros por el Plan de Competitividad e Inversiones en la industria del automóvil en el año 2001. Ese Plan, que, según las autoridades, se ajustará a las normas de la OMC y se aplicará durante cinco años, proporcionará beneficios por un importe medio de 300 millones de dólares australianos por año a la industria del automóvil.

Australia también sigue siendo un importante usuario de las medidas antidumping. El porcentaje de importaciones que se ven afectadas por medidas antidumping y compensatorias aumentó entre 1993 y 1996, si bien la incidencia de las medidas en vigor y las previstas disminuyó desde 86 en 1996 a 47 en 1997. Los cambios anunciados recientemente en los procedimientos antidumping, incluida la disolución de la Autoridad Antidumping y la concentración de todas las investigaciones antidumping en un solo órgano (los Servicios de Aduanas de Australia), han abreviado considerablemente el período de investigación, lo que plantea ciertas cuestiones acerca de la eficacia y exhaustividad de la investigación durante ese período más breve. También surgen interrogantes en relación con el papel aparentemente más amplio de la industria nacional en el nuevo proceso de investigación, que tiene el propósito de beneficiar a la industria nacional y dar respuesta a las inquietudes expresadas desde hace tiempo por el sector industrial. Además, el mecanismo revisado de apelación sólo permite un examen de interpretación de la información actualmente disponible. La investigación prevista por el Gobierno de las medidas antidumping con arreglo al Acuerdo sobre los Principios de la Competencia se demorará para permitir la aplicación de nuevas disposiciones.

Políticas sectoriales

Desde el anterior examen ha proseguido la reforma de las medidas en la frontera, incluidas las reducciones arancelarias y la arancelización o eliminación de obstáculos no arancelarios. Entre 1993 y 1998 el arancel medio, según las categorías amplias de la CEIU, ha disminuido desde el 0,9 al 0,3 por ciento en el sector agropecuario, desde el 1,1 por ciento al 0,6 por ciento en la minería y del 11,1 por ciento al 6,0 por ciento en el sector manufacturero. Australia consolidó alrededor del 96 por ciento de sus líneas arancelarias como resultado de la Ronda Uruguay (el 100 por ciento en el sector agropecuario y más del 94 por ciento en el manufacturero según los cálculos de la Secretaría basados en el SA 92), en comparación con el 20 por ciento anterior.

Como consecuencia de la reducción de la protección arancelaria y de las subvenciones sectoriales del Gobierno, las tasas medias efectivas de ayuda, medidas (con arreglo a las categorías de la Clasificación Industrial Uniforme de Australia) por la Comisión para las Industrias, han pasado del 11 por ciento al 6 por ciento en relación con el sector manufacturero desde el último examen; en cuanto a la ayuda al sector agropecuario, ésta aumentó ligeramente pasando del 11 por ciento en 1993/94 al 12 por ciento en 1995/96, desde un nivel del 15 por ciento en 1990/91.

A pesar de la disminución de las tasas efectivas de ayuda, existen variaciones considerables entre las ramas de producción. En el sector agropecuario, la industria de productos lácteos (especialmente la producción de leche) recibe más del 200 por ciento de asistencia, y en el sector manufacturero, los vehículos automóviles de pasajeros y las industrias de textiles y prendas de vestir y calzado reciben una ayuda más de tres veces superior al promedio del sector manufacturero. Las tasas efectivas de ayuda no tienen en cuenta la ayuda prestada en virtud de las leyes de cuarentena de Australia, especialmente en el sector agropecuario y en el de transformación de alimentos, y por consiguiente pueden subestimar el grado de protección general a esos sectores.

En el sector de los servicios, que representa aproximadamente el 70 por ciento del PIB, Australia contrajo compromisos en más de 90 sectores y subsectores, estableciendo exenciones NMF en relación con los servicios financieros y audiovisuales. En el marco del Acuerdo de la OMC sobre Servicios Financieros, Australia suprimió su exención NMF en relación con el mercado de valores. Además, tras las reformas del sector financiero de 1997 se permiten las fusiones entre por una parte, los cuatro mayores bancos y, por otra, las dos mayores compañías de seguros, si bien deben obtener la aprobación del Ministro de Hacienda; sin embargo las fusiones entre los cuatro mayores bancos no están permitidas. En su oferta en el marco del Acuerdo de la OMC sobre Servicios de Telecomunicaciones Básicas, Australia permitía una competencia sin restricciones en servicios básicos de telecomunicaciones a partir de julio de 1997 y ha suprimido sus restricciones a la participación de capital extranjero en el segundo proveedor de servicios básicos: Optus. La liberalización del comercio en el sector de los servicios también se ha llevado a cabo con arreglo al Protocolo sobre Servicios firmado con Nueva Zelandia, en virtud del cual los sectores de servicios incluidos en una "lista de inscripción negativa" se han reducido gradualmente, por lo que han quedado expuestos a un mayor grado de competencia.

Desde el último examen, se ha registrado una apertura fundamental del mercado tanto en el sector de los servicios financieros como en el de los servicios de telecomunicaciones; también se han introducido reformas en los servicios de transporte aéreo. Además, la nueva política de competencia de Australia prevé la apertura de las empresas de suministro de servicios públicos, incluidos el gas y la electricidad, a la libre competencia. Ello es importante, dada la contribución esencial que esos servicios aportan al sector manufacturero y a las actividades agropecuarias, así como a la productividad general. No obstante, otros sectores de servicios esenciales, como los de transporte marítimo y los portuarios, todavía han de reformarse si bien el Gobierno ha anunciado recientemente ciertas medidas de liberalización de los reglamentos del tráfico de cabotaje.

Políticas comerciales e interlocutores de comercio exterior

Las reformas comerciales unilaterales de Australia -y en particular las reducciones arancelarias- han rebasado el alcance de sus compromisos en el marco de la Ronda Uruguay. Entre los principales cambios introducidos desde el anterior examen para cumplir sus compromisos en el marco de la OMC figura la arancelización de las restricciones cuantitativas restantes en el sector agropecuario; ciertas modificaciones de la legislación agrícola para que se ajuste al Acuerdo sobre la Agricultura de la OMC, y ciertas modificaciones de los procedimientos antidumping y de medidas compensatorias, así como de la normativa en materia de derechos de propiedad intelectual.

A medida que Australia reduce sus aranceles de importación, también está reduciendo gradualmente las preferencias para los países en desarrollo con arreglo al Sistema Australiano de Preferencias Arancelarias (ASTP). Aparte de sus acuerdos bilaterales, sobre todo el ANZCERTA (Acuerdo comercial por el que se estrechan las relaciones económicas entre Australia y Nueva Zelandia) con Nueva Zelandia, el CANATA (Acuerdo Comercial entre el Canadá y Australia) con el Canadá, y el PATCRA (Acuerdo sobre Comercio y Relaciones Comerciales entre Australia y Papua Nueva Guinea) con Papua Nueva Guinea, Australia ha limitado su participación en acuerdos comerciales regionales. Su participación en el Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC) se inscribe en el objetivo más amplio de mantener un "regionalismo abierto" en el marco de un conjunto de normas bilaterales.

Australia sigue estando resueltamente comprometida con el sistema multilateral de comercio y, a través del Grupo de Cairns, pone de relieve la importancia de nuevas reformas multilaterales en el sector agropecuario. En particular, el país se propone poner al sector agropecuario en un pie de igualdad con los productos industriales, haciendo hincapié en la eliminación de las subvenciones a la exportación y las cuantiosas reducciones de las subvenciones nacionales, así como un acceso a los mercados sustancialmente mayor mediante fuertes reducciones de los aranceles y la eliminación de los obstáculos no arancelarios.

Con todo, recientemente se ha atribuido mayor importancia a los esfuerzos bilaterales para abrir los mercados extranjeros a las exportaciones australianas, que han venido a añadirse a la continua participación del país en el sistema multilateral de comercio. Ello se refleja en varios sistemas recientes (sobre todo el Consejo de Supermercados para Asia; el Grupo de Tareas sobre el Desarrollo del Mercado, así como el nombramiento de promotores del acceso al mercado para varias ramas de producción), que identifican los mercados y ponen de relieve las negociaciones bilaterales para aumentar el acceso a ellos. Australia ha incrementado igualmente el seguro del crédito a la exportación para las exportaciones a la República de Corea y a Indonesia en respuesta a la agravación de la crisis en Asia y a una mayor facilitación de las exportaciones, especialmente en el sector agropecuario, por parte de los principales competidores de la región. No se tiene una clara idea de cuáles serán las repercusiones a largo plazo de estas garantías a la exportación para los precios internacionales de los productos básicos, o si darán lugar a un aumento progresivo de las subvenciones a la exportación.

Perspectivas

El éxito de la reforma económica en general, y de la liberalización unilateral del comercio en particular, se refleja en los resultados relativamente satisfactorios de la economía australiana desde el principio del decenio de 1990. Salvo por una tasa de desempleo que permanece a un nivel relativamente elevado de más del 8 por ciento, así como de un desfase estructural del ahorro y la inversión, las ventajas de la reforma se han manifestado con claridad en tasas más elevadas de productividad y de crecimiento del PIB. Sin embargo, y a pesar de estos hechos positivos, el Gobierno parece dudar de la conveniencia de impulsar nuevas reformas, especialmente en las ramas de producción que siguen estando relativamente protegidas. Además de crear anomalías y distorsiones en la estructura de los aranceles y la ayuda, esas vacilaciones pueden dar indicaciones confusas a los productores y consumidores acerca del compromiso del Gobierno en favor de futuras reformas y la dirección que éstas tomarán. Además, la nueva política industrial de Australia parece haber asumido un papel más intervencionista al alentar la inversión extranjera sobre la base de su importancia "estratégica" para el país, una posición que puede causar nuevos errores en la asignación de recursos.

Es probable que los responsables de las políticas sigan haciendo frente a desafíos, especialmente las elevadas tasas de desempleo y las dificultades del ajuste estructural en las ramas de producción tradicionales. Sin embargo, no es probable que el hecho de recurrir a medidas comerciales no idóneas, como los aranceles o los incentivos a la exportación, para compensar las distorsiones causadas por las políticas gubernamentales, resuelva esos problemas. En cambio, es menester una reforma continuada a fin de abordar las medidas reguladoras superfluas y las rigideces estructurales que menoscaban la competitividad de la industria australiana.

Informe del Gobierno

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
AUSTRALIA
Informe del Gobierno

Desde mediados del decenio de 1980, Australia ha efectuado una importante desreglamentación económica y ha reducido considerablemente los obstáculos al comercio. Ha sido en el plano mundial una firme propulsora de la liberalización del comercio y las inversiones. Este compromiso en favor de la liberalización y las reformas ha continuado desde el último Examen de las Políticas Comerciales de Australia, hecho en 1994.

En un mundo que se globaliza, el bienestar económico de Australia y su crecimiento dependen de un marco saludable de la economía interna y de la apertura de los mercados internacionales. En ese contexto, el Gobierno está firmemente decidido a crear una economía más productiva y orientada hacia el exterior, apoyando al mismo tiempo un sistema de comercio internacional abierto. La política en materia de comercio e inversiones, la política industrial y la reforma microeconómica concurren para dar a las empresas australianas las bases de competitividad y las oportunidades de mercado que les permitan prosperar en un mundo cada vez más globalizado.

En el Libro Blanco sobre política exterior y comercial del Gobierno de Australia de 1997, titulado In the National Interest, se señalan como intereses nacionales básicos, en los que se funda la política exterior y comercial, la seguridad, el empleo y el nivel de vida.1 En él se propugna un enfoque nacional integrado para el desarrollo de la política interna, exterior y comercial, y un criterio integrado para la promoción de los intereses de la política comercial australiana en los planos bilateral, regional y multilateral. Estos criterios están expuestos en detalle en la declaración anual del Gobierno sobre sus resultados y objetivos en materia comercial.

Australia está firmemente comprometida en favor del sistema multilateral de comercio y la reducción de los obstáculos comerciales

Australia es decidida partidaria de un entorno comercial mundial basado en normas, libre y abierto. Sigue promoviendo la liberalización del comercio dentro del país y en el exterior, con estrategias de política comercial destinadas a lograr los mejores resultados posibles para las empresas australianas en materia de acceso a los mercados. El país participa activamente en los trabajos de la OMC y está a la vanguardia de los esfuerzos de liberalización comercial del APEC. Entre los importantes progresos logrados en los dos últimos años figuran los siguientes:

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  • - importantes mejoras en materia de acceso a los mercados en el marco de las negociaciones de la OMC sobre servicios financieros, e importantes mejoras de acceso, transparencia y previsibilidad en los servicios de telecomunicaciones, en el marco de las negociaciones de la OMC sobre el comercio de servicios de telecomunicaciones;

    - el acuerdo del APEC para acelerar la liberalización de 15 sectores que representan más de 800.000 millones de dólares EE.UU. en el comercio intrarregional del APEC, e incluyen varios sectores de gran interés para Australia;

    - notables logros bilaterales en el acceso de los bienes y servicios australianos (en especial productos agroalimenticios) a mercados que van desde Asia hasta América Latina.

  • La política comercial de Australia es abierta y transparente, y los obstáculos al comercio figuran entre los más bajos del mundo. El tipo arancelario general de Australia para la mayoría de las mercancías es en la actualidad del 5 por ciento o menos, mientras que en 1993 se situaba entre un 9 y un 12 por ciento. El Gobierno está decidido a persistir en la liberalización del comercio, procurando hacer realidad el objetivo de la Declaración de Bogor, del APEC, de un comercio libre y abierto para el año 2010 (véase la parte II).

    Las políticas industrial, laboral y fiscal procuran aumentar la competitividad y elevar la productividad

    Las políticas sectoriales que complementan y apoyan los intereses internacionales de Australia constituyen un objetivo prioritario fundamental del Gobierno. En diciembre de 1997, éste aprobó una política industrial centrada en el estímulo de la innovación, las inversiones y las exportaciones, a fin de impulsar la competitividad general de las empresas australianas y aumentar el atractivo de Australia para los inversionistas extranjeros. Esas medidas se complementan con la reforma del mercado laboral, destinada a mejorar la productividad y acentuar el crecimiento del empleo, y las propuestas de reforma fiscal que procuran crear un sistema impositivo más equitativo y menos complejo que acentúe los incentivos al trabajo, el ahorro y la inversión.

    El Examen de las Políticas Comerciales de 1998

    El Examen de las Políticas Comerciales de Australia de 1998, el tercero que se realiza desde 1989, es el primero que está sujeto a las disciplinas de la OMC. Australia fue partidaria precoz y decidida del Mecanismo de Examen de las Políticas Comerciales. Sigue respaldando ese proceso como instrumento útil para promover y discutir la transparencia de las políticas comerciales de los países Miembros (y del sistema multilateral de comercio en general) e impulsar los objetivos de la OMC tendientes a crear las condiciones necesarias para un entorno comercial mundial más libre y abierto, objetivos que Australia hace suyos sin reservas y promueve enérgicamente.

    El Examen de las Políticas Comerciales de 1998 se lleva a cabo durante un período de importantes retos y oportunidades para la economía australiana, debidos al grave deterioro de las condiciones del comercio en gran parte del Asia Oriental, región a la que corresponden casi el 60 por ciento de las exportaciones de mercancías de Australia y un porcentaje análogo de sus ingresos derivados del turismo internacional. De hecho, la actual inestabilidad financiera y económica del Asia Oriental ha puesto claramente de relieve la necesidad de políticas eficaces.

    El Gobierno se enfrenta con un entorno problemático para propugnar mercados abiertos a nivel mundial y la reducción de los obstáculos al comercio y las inversiones. Las condiciones económicas de Asia y los efectos actuales de la mundialización y del acelerado cambio tecnológico representan factores importantes que determinarán el crecimiento y el ritmo de las reformas a mediano plazo. Esos mismos factores ponen de relieve la importancia de un sistema de comercio basado en normas y la necesidad de que la OMC actúe en forma ambiciosa y orientada hacia el futuro.

    El embate de la inestabilidad económica del Asia Oriental

    El crecimiento económico considerablemente menor que hoy se prevé para los países del Asia Oriental habrá de repercutir negativamente en los resultados de exportación de Australia. Sin embargo, subsisten las incertidumbres acerca de la evolución y la magnitud de los efectos que habrá de tener en el conjunto de la economía australiana. En su Informe sobre la Situación Presupuestaria de 1998, dado a conocer por el Gobierno el 12 de mayo, se prevé para 1998/99 un crecimiento del PIB del 3 por ciento, inferior al de 3,75 por ciento registrado en 1997/98, como consecuencia directa de la desaceleración de la actividad económica del Asia Oriental. La economía interna, sin embargo, sigue siendo fuerte y cuenta con el apoyo de bases macroeconómicas positivas, que incluyen las tasas de inflación y tipos de interés más bajos en casi tres decenios, y balances favorables en la economía de los hogares y las empresas. Además, el considerable viraje de la situación fiscal, que pasó de un déficit presupuestario de 10.300 millones de dólares australianos en 1995/96 a un superávit previsto de 2.700 millones para 1998/99, coloca al país en una sólida posición. Por otra parte, la depreciación del dólar australiano frente a las monedas de los Estados Unidos, el Canadá y varios países europeos ofrece una ventaja competitiva a los exportadores del país.

    Los efectos de un crecimiento más lento en Asia no serán uniformes en todos los sectores de exportación. Por ejemplo, los proveedores australianos de materias primas y productos semielaborados (el grueso de nuestras exportaciones) habrán de sufrir, según se prevé, menores efectos negativos que los productores de artículos de consumo. Las exportaciones de mercancías de Australia en los nueve primeros meses del ejercicio económico 1997/98 (de julio de 1997 a marzo de 1998) alcanzaron un total de 65.700 millones de dólares, o sea 7.800 millones de dólares más que en igual período del ejercicio 1996-97. Las exportaciones de bienes y servicios alcanzaron un total de 85.100 millones de dólares, o sea 8.400 millones de dólares más que en los mismos nueve meses del ejercicio 1996-97. Las primeras indicaciones muestran que, cuando es posible, los exportadores están sustituyendo los mercados más afectados por la crisis por otros lugares de destino, entre ellos América del Norte, Europa, el Oriente Medio y el Asia Meridional.

    Australia ha respondido a los problemas de la región prestando un considerable apoyo financiero a los programas patrocinados por el FMI para Indonesia, Tailandia y la República de Corea, y otorgando un seguro de crédito comercial más amplio, cuando procedía, a los exportadores a Corea e Indonesia. El Gobierno también impulsa, en diversos foros bilaterales, regionales y multilaterales, una continuación de la liberalización del comercio y las inversiones en la región.

    Para ayudar a las empresas australianas a hacer frente a la desaceleración de la actividad económica en Asia, el Gobierno suministra información actualizada y asesoramiento práctico, estimulando a las empresas a adoptar posiciones cuidadosas y estratégicas en el mercado asiático e instándolas a estudiar las oportunidades existentes en los mercados de mayor crecimiento fuera de la región.

    En el presente documento se exponen brevemente los aspectos principales de las políticas de Australia en materia de comercio e inversiones, en el contexto del Examen. También se refiere a diversas cuestiones que ha planteado la Secretaría de la OMC durante el proceso del Examen, entre ellos la política en materia de ahorro y la política fiscal, el compromiso del Gobierno de proseguir la liberalización del comercio, el grado de la intervención estatal en la economía, la utilización de incentivos para estimular las exportaciones y atraer las inversiones, y la naturaleza y transparencia de los procedimientos antidumping y de cuarentena.

    Reformas económicas

    Situación interna

    Habida cuenta de su reducido mercado interno y de su participación del 1,2 por ciento en las exportaciones e importaciones mundiales, Australia tiene que orientarse cada vez más hacia el comercio mundial para poder alcanzarse los objetivos nacionales del Gobierno. El objetivo general de la política económica australiana es elevar el nivel de vida, aumentar el empleo y generar riqueza mediante condiciones macroeconómicas estables y un entorno microeconómico flexible y sensible a las necesidades. Esto, junto con políticas comerciales que procuren lograr condiciones de comercio equitativas y mercados abiertos a nivel mundial, habrá de incrementar la competitividad de las empresas australianas y crear nuevas oportunidades comerciales y de empleo.

    En los dos últimos años el Gobierno ha venido aplicando una política económica encaminada a fortalecer la competitividad internacional de las empresas mediante una mayor productividad. Son elementos claves de esa política la eliminación del déficit presupuestario, el mantenimiento de bajos niveles de inflación, el estímulo de una mayor competencia interna, la racionalización de los reglamentos, la reducción de las trabas estructurales al crecimiento y el empleo, la reforma del sector financiero y el estímulo de las inversiones extranjeras en el país.

    Desde 1996, la estrategia fiscal a mediano plazo de Australia ha tendido a lograr y mantener un presupuesto equilibrado. El objetivo primordial es incrementar el ahorro nacional y mejorar las perspectivas de crecimiento a largo plazo del país reduciendo su vulnerabilidad a las sacudidas de origen externo. En su reciente informe sobre la situación presupuestaria, el Gobierno prevé un superávit presupuestario de 2.700 millones de dólares para 1998/99 frente a un déficit de 1.200 millones de dólares en 1997/98.

    La política monetaria de Australia procura mantener la inflación anual en una horquilla comprendida entre un 2 y un 3 por ciento. La inflación se ha mantenido por debajo del 5 por ciento desde 1991 y por debajo del 2,5 por ciento desde 1995, lo que constituye el nivel más bajo entre los países miembros de la OCDE.

    Los cambios en la política macroeconómica se han complementado con múltiples reformas microeconómicas para aumentar la productividad y flexibilidad y permitir que los mercados de productos, laboral y financieros actúen más eficazmente. Estas reformas hacen hincapié en el mercado laboral, la reglamentación del sistema financiero, la actividad marítima, la política interna en materia de competencia y el régimen impositivo.

    Con respecto a la reforma del mercado laboral, el Gobierno, mediante la Ley de relaciones de trabajo de 1996, procura dar a empleadores y trabajadores la responsabilidad primordial de fijar los salarios y las condiciones de trabajo, de modo que los resultados se ajusten en mayor medida a las condiciones económicas propias de cada lugar de trabajo.

    En el sector financiero, y respondiendo a la investigación del sistema financiero de 1997, las reformas se apoyarán en las de gran importancia que ya se efectuaron en el decenio de 1980. Sus objetivos son aumentar la competencia y la eficiencia, perfeccionar la estructura reglamentaria y reducir los obstáculos a la entrada al sector de captación de depósitos y otras esferas, manteniendo a la vez la integridad del sistema financiero, su seguridad y su carácter equitativo.

    En la actividad marítima, el objetivo es incrementar la productividad de la mano de obra y crear un sector de servicios marítimos eficiente y seguro que realice operaciones ajustadas a las prácticas más convenientes y que no trabe ni afecte negativamente a la competitividad internacional de las empresas australianas. Las reformas del transporte marítimo comprenderán la eliminación del sistema de trabajo agremiado, la reducción del costo de los permisos para viajes únicos y para viajes regulares (que permiten el cabotaje a los buques extranjeros) y la eliminación de la Isla Christmas del régimen de comercio de cabotaje.

    Política en materia de competencia

    En abril de 1995, el Gobierno Federal y los gobiernos de los estados y territorios formularon la política nacional de competencia. En virtud de las reformas:

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  • - las disposiciones de la Ley de prácticas comerciales de 1974 sobre los actos anticompetitivos se hicieron extensivas a todas las actividades económicas, inclusive las empresas no constituidas en sociedades y las empresas del Estado;

    - se otorgó acceso a los "servicios esenciales" (en lo fundamental, los grandes monopolios naturales para los que se requiere el derecho de acceso para que pueda existir competencia en los mercados de insumos o de productos elaborados);

    - se introdujeron cambios estructurales y de funcionamiento para lograr la "neutralidad competitiva" entre el sector público y el sector privado (a fin de evitar la competencia desleal);

    - se establecieron principios para reformar los monopolios estatales (por ejemplo, separando las funciones de reglamentación de las actividades comerciales).

  • En los dos últimos años Australia ha introducido varias nuevas reformas en materia de competencia, destinadas a aumentar la competitividad nacional y el bienestar de la comunidad mediante los servicios públicos y de infraestructura. Estos procesos de reforma incluyen la privatización de numerosos servicios de propiedad pública (por ejemplo, de abastecimiento de agua y electricidad). En materia de telecomunicaciones, un nuevo régimen reglamentario facilita la libre competencia; en la electricidad se han alcanzado progresos considerables con el establecimiento de una red nacional de electricidad de carácter competitivo; en materia de gas se han logrado avances importantes con la supresión de obstáculos al comercio libre y equitativo; en el transporte ferroviario, un organismo nacional incrementará el acceso a la red ferroviaria interestatal de Australia y la armonización de ésta; y en materia de aviación se están privatizando numerosos aeropuertos, que incluyen todos los de las capitales de los estados, salvo el de Sydney.

    Política industrial

    El Gobierno de Australia anunció su política industrial en la declaración de diciembre de 1997 titulada Investing for Growth (Inversiones para el crecimiento). Sus principales iniciativas procuran estimular la innovación, las inversiones y las exportaciones (tres motores básicos del crecimiento económico); acrecentar el atractivo del país como centro financiero regional; y asegurar que Australia obtenga beneficios de la revolución mundial de la información. Entre los aspectos principales relacionados con el comercio figura un régimen de aduanas más competitivo mediante un sistema de fabricación bajo control aduanero y un nuevo régimen que combina programas de concesiones ya existentes en materia de derechos y aranceles. A ello se suman programas de acción que habrán de impulsar el desarrollo de los sectores de la información (por ejemplo, con la supresión de aranceles sobre los insumos para las telecomunicaciones internacionales) y la superación de trabas al crecimiento en los sectores de los productos alimenticios, servicios financieros, turismo, productos químicos y plásticos, fuentes de energía renovables, gas natural líquido, automóviles y textiles, prendas de vestir y calzado.

    Esta política forma parte de un ambicioso programa de reformas económicas destinado a construir una economía sólida capaz de prosperar en medio de las dificultades y las oportunidades que plantea el siglo XXI. Al impulsar un criterio más estratégico para aprovechar las oportunidades que se ofrecen a Australia como nación orientada hacia el mundo, la política industrial atiende las demandas de la comunidad en lo tocante a una orientación más definida y una mayor previsibilidad de las políticas.

    Además, las medidas anunciadas en Investing for Growth son notablemente análogas a las prioridades de política que los Ministros de Industria de la OCDE destacaron en la reunión celebrada los días 3 y 4 de febrero de 1998 en París. Allí convinieron en que el crecimiento económico sostenido sólo habría de alcanzarse si los gobiernos mantenían un marco macroeconómico apropiado y formulaban políticas que mejorasen la competitividad de sus industrias, estimulasen las inversiones y reconociesen la función central de las actividades de investigación y desarrollo.

    Política en materia de inversiones extranjeras

    La política de Australia en materia de inversiones extranjeras está definida y se administra con el fin de estimular inversiones adecuadas a los intereses del país. Sus objetivos son los siguientes: asegurar que Australia ofrezca atractivos para unas inversiones sostenibles y a largo plazo que creen puestos de trabajo y beneficien a la comunidad en general; impulsar el establecimiento de nuevas actividades o la expansión de las ya existentes, sobre todo en los sectores con alto nivel de valor añadido; generar ingresos de exportación; aumentar la competitividad y la productividad de la industria; y garantizar que todos los incentivos sean compatibles con las obligaciones internacionales del país.

    Conforme a la política oficial en materia de inversiones extranjeras y a la Ley de adquisiciones de empresas por extranjeros de 1975, puede requerirse la notificación al Ministro de Hacienda de las propuestas de extranjeros para invertir en Australia. Respecto de los sectores no sensibles (es decir, todos a excepción de los inmuebles, la aviación civil, los medios de difusión y las telecomunicaciones), están exentas de la notificación las propuestas de adquisición de una participación sustancial en empresas ya existentes con un activo total inferior a 5 millones de dólares australianos (3 millones en el caso de los inmuebles rurales), y las propuestas de inversiones iniciales por valor inferior a 10 millones de dólares australianos en nuevas empresas. Las propuestas de inversiones superiores a esas cantidades se aprueban normalmente a menos que se las juzgue contrarias al interés nacional. El criterio que determina el interés nacional es un "criterio negativo", recayendo esencialmente en las autoridades la carga de dar fundamentos para el rechazo, y no en el inversionista la de demostrar los beneficios para Australia. No se deniegan las aprobaciones por razones de interés nacional salvo en circunstancias excepcionales que afectan a intereses vitales del país y a su desarrollo (en 1996/97 se rechazó un 2,5 por ciento de un total de 4.200 propuestas, y se referían principalmente a operaciones inmobiliarias). La política en materia de inversiones extranjeras está siendo objeto de revisión como parte del examen general que efectúa el Gobierno de la legislación que implica costos para las empresas (véase la sección titulada "Examen de las reglamentaciones", infra).

    En la Declaración sobre la Industria, el Gobierno anunció que examinaría la concesión de incentivos para dar mayor atractivo a las inversiones en Australia. El requisito primordial es un beneficio neto para el país; y los interesados (nacionales y extranjeros por igual) deben demostrar prima facie que se cumplen los criterios y que son necesarios los incentivos antes de que éstos se tomen en consideración. El Consejo de Ministros examina los incentivos para los grandes proyectos de inversión, caso por caso, en circunstancias limitadas y especiales, además de un conjunto de criterios de admisibilidad que son de conocimiento público (para más detalles, véase el capítulo III del informe de la Secretaría de la OMC).

    Examen de las reglamentaciones

    Todas esas medidas se complementan con un proceso importante de examen de las reglamentaciones llevado a cabo en toda Australia, resultante del Acuerdo sobre Principios en materia de Competencia firmado por el Gobierno Federal y los gobiernos de los estados y territorios en 1995. Uno de sus objetivos importantes consiste en reducir considerablemente las cargas burocráticas que recaen en las pequeñas empresas simplificando la recaudación de impuestos, dando un acceso más fácil a la información oficial y reduciendo la complejidad, la duplicación de tareas y las demoras en los procedimientos reglamentarios de aprobación. El Gobierno Federal, por su parte, ha iniciado el proceso de examen conforme a su plan de examen de la legislación. El principio orientador es que las leyes no deben restringir la competencia a menos que pueda demostrarse que tal restricción beneficia al público en una medida que tiene mayor peso que los gastos derivados de cualquier disposición restrictiva.

    Reforma fiscal

    La reforma del sistema fiscal australiano figura en lugar destacado en el programa económico del Gobierno. Un grupo de trabajo sobre el régimen fiscal ayuda al Gobierno en el estudio de las alternativas de reforma, a fin de que el régimen fiscal resulte más sencillo, equitativo y eficiente. El grupo de trabajo tiene por directrices generales las siguientes: no aumentar la carga impositiva global; reducir el impuesto sobre la renta de las personas físicas con especial referencia a las familias; estudiar la posibilidad de sustituir algunos de los impuestos indirectos existentes, o la totalidad de ellos, por un impuesto indirecto de aplicación amplia; dar una indemnización adecuada a quienes merecen consideración especial; y abordar la cuestión de las relaciones financieras entre el Commonwealth y los estados. El Gobierno se propone anunciar su programa de reforma fiscal antes de las próximas elecciones.

    Objetivos y temas de la política comercial de Australia

    La política comercial de Australia es flexible y pragmática, procurando lograr resultados en materia de acceso a los mercados con un enfoque totalmente integrado en los planes bilateral, sectorial, regional y multilateral. Es una política cada vez más orientada a la obtención de resultados, que se basa en el logro de soluciones concretas en la búsqueda de mercados para las empresas australianas. A medida que se vaya entrando en el siglo XXI, la política comercial de Australia tendrá que incorporar temas más generales y complejos, vinculados estrechamente con las empresas y la política microeconómica.

    El objetivo primordial de la política comercial del Gobierno es lograr un nivel óptimo de acceso a los mercados de ultramar para las empresas australianas, por los siguientes medios:

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  • - negociando la reducción gradual y la eliminación de aranceles y obstáculos no arancelarios;

    - contribuyendo al establecimiento de normas internacionales sobre comercio e inversiones más equitativas y eficientes;

    - desalentando las subvenciones a la exportación que causan una distorsión del comercio;

    - estimulando la armonización de las normas de Australia y de otros países con las normas internacionales;

    - ejerciendo influencia en la ampliación del programa de acción comercial en consonancia con los intereses de Australia;

    - estimulando a las empresas para que sigan desarrollando sus mercados actuales y su búsqueda de otros nuevos.

  • Actividades bilaterales

    La política comercial de Australia en el plano bilateral hace hincapié en la obtención de mejores condiciones de acceso a los mercados para diversos bienes y servicios en nuestra propia región, así como en otros mercados prioritarios. Muchos de esos esfuerzos se coordinan a través del grupo de trabajo para el desarrollo de mercados (MDTF), constituido por el Gobierno y presidido por el Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, que procura lograr criterios eficientes, coherentes y bien definidos en todas las carteras fundamentales para alcanzar y realizar los objetivos del comercio bilateral en 25 mercados escogidos. Además de las negociaciones bilaterales sobre el acceso a los mercados, el Gobierno Federal y los gobiernos de los Estados y territorios despliegan amplios esfuerzos comerciales en Asia, Europa, América del Norte y numerosos mercados emergentes. Los promotores de comercio sectorial del Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional (designados en 1997/98) coordinan las aportaciones empresariales sobre cuestiones que afectan al acceso a los mercados y al desarrollo del comercio en sectores como los productos alimenticios, la tecnología de la información, los productos de la industria del automóvil, y los textiles, el vestido y el calzado.

    El APEC y el regionalismo abierto

    La política comercial regional de Australia tiene por finalidad promover los objetivos y logros del sistema multilateral de comercio e inversiones en materia de liberalización, y fomentar y proteger los intereses de Australia en diversos foros regionales. Ello representa un importante complemento de las actividades multilaterales y bilaterales del país y de sus objetivos.

    El Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC) es la piedra angular de la política comercial de Australia en el plano regional. El país ha estado a la vanguardia de los esfuerzos tendientes a lograr un régimen de comercio e inversiones más libre entre los miembros del APEC, como forma ideal de lograr un desarrollo económico sostenible. Gran parte de la labor del APEC gira en torno de la realización del objetivo proclamado en la Declaración de Bogor de 1994, de un comercio libre y abierto para el año 2010 en el caso de los países miembros desarrollados y para el año 2020 en el de los países en desarrollo.

    El APEC no es un acuerdo sobre comercio preferencial. Se basa, por el contrario, en el principio del regionalismo abierto, en el cual los intercambios se desarrollan en régimen NMF. El Foro complementa los esfuerzos multilaterales de liberalización del comercio procurando la reducción gradual y la eliminación de los obstáculos al comercio y las inversiones. En el APEC, Australia alienta a sus miembros a que fortalezcan sus planes de acción individuales y a que apoyen la rápida liberalización voluntaria de determinados sectores. Los dirigentes del Foro, en la reunión que celebraron en Vancouver en noviembre de 1997, convinieron en acelerar la liberalización del comercio en 15 sectores, dos de los cuales fueron propuestos por Australia (la energía y los productos alimenticios) y uno copatrocinado por ella (los productos químicos). La liberalización de nueve sectores, entre ellos la energía y los productos químicos, habrá de acelerarse para su aplicación en 1999.

    El Acuerdo comercial por el que se estrechan las relaciones económicas entre Australia y Nueva Zelandia (CER), reconocido como uno de los acuerdos de libre comercio más generales, eficaces y compatibles con el régimen multilateral, celebra en 1998 su 15º aniversario. Los diálogos en el marco de este Acuerdo con el AFTA y el MERCOSUR seguirán concentrándose en cuestiones relativas a la promoción del comercio y la armonización. Australia también promueve sus objetivos de intensificación del compromiso regional a través de la Zona de Desarrollo de Australia e Indonesia (AIDA) y la Asociación del Océano Índico para la Cooperación Regional (IOR-ARC).

    Los acuerdos comerciales regionales constituyen un aspecto importante del sistema mundial de comercio. En 1997, en un examen general de la política de Australia en materia de participación en acuerdos comerciales regionales se llegó a la conclusión de que el país podía contemplar en el futuro la posibilidad de adherirse a ellos si tal cosa conviniera a su interés. El Gobierno reconoce que, aunque los acuerdos comerciales regionales pueden ofrecer ventajas potenciales a sus participantes, también imponen costos a sus miembros, así como a países que no lo son. Las empresas no incluidas pueden tener que hacer frente a disposiciones discriminatorias que podrían contribuir a la fragmentación del sistema de comercio no discriminatorio. Australia seguirá promoviendo normas y disciplinas multilaterales más estrictas en relación con los acuerdos comerciales regionales. También impulsará procesos de liberalización más rápidos en el plano multilateral y en el APEC a fin de reducir los incentivos para que los países recurran a soluciones regionales discriminatorias para resolver sus problemas comerciales.

    Esfuerzos multilaterales

    A nivel multilateral, un objetivo fundamental de la política comercial de Australia es aumentar el acceso a los mercados y lograr un entorno comercial mundial más equitativo a través de la OMC, que reviste importancia para Australia porque es el principal ámbito de la liberalización comercial mundial. A través de sus normas y disciplinas, la OMC proporciona un entorno más previsible y transparente para la actividad económica, así como un medio para la solución de diferencias. En momentos de turbulencias e incertidumbres en los mercados financieros internacionales y de acentuada interdependencia mundial, este sistema basado en normas resulta esencial para el crecimiento económico y la prosperidad (para más detalles, véase la parte III, "Australia y la OMC",).

    Liberalización del comercio

    La progresiva liberalización del comercio durante el último decenio ha resultado beneficiosa para Australia. En efecto, el país impulsa enérgicamente la liberalización de los regímenes de comercio e inversiones en ultramar porque tiene la convicción de que los mercados abiertos son importantes no sólo para los exportadores australianos, sino también para el mantenimiento y mejoramiento del nivel de vida en general. Las reducciones arancelarias introducen una competencia saludable, imponen a las empresas una mayor atención a sus costos y a los servicios que prestan, y ofrecen a los consumidores más alternativas y mejores precios. Durante el último decenio, la familia australiana media ha ahorrado más de 1.000 dólares australianos por año gracias a esas reducciones. El promedio de los aranceles efectivamente aplicados a los productos manufacturados importados se ha reducido de un 22 por ciento en 1984-85 al 7 por ciento en 1996-97, y se reducirá al 5 por ciento para el año 2001.

    El régimen de aranceles efectivamente aplicado por Australia es más favorable que el del resto del mundo. La mayoría de los productos entran en Australia en régimen de franquicia. El promedio aritmético no ponderado de los aranceles ad valorem es del 5,6 por ciento (en 1993 era del 9,6 por ciento). Australia ha consolidado alrededor del 96 por ciento de sus aranceles como consecuencia de la Ronda Uruguay (el porcentaje en 1993 era del 20 por ciento). En algunos casos, Australia ha adelantado sus consolidaciones arancelarias finales de la Ronda Uruguay. Por ejemplo, como parte de su plan de acción individual en el marco del APEC, Australia adelantó un año, al 1º de enero de 1998, el tipo consolidado final de algunos productos industriales y agropecuarios, consolidando esas reducciones anticipadas en la OMC.

    El país sigue reduciendo los obstáculos arancelarios en forma unilateral. Se destaca especialmente la decisión adoptada por el Gobierno en julio de 1997 de eliminar los aranceles de importación del azúcar en bruto y refinado y los productos conexos, abriendo totalmente a la competencia internacional este importante sector (y sensible en el plano interno).

    Sin embargo, las exportaciones australianas siguen haciendo frente en ultramar a aranceles y otros obstáculos al comercio, al persistir otros países en proteger sus ramas de producción nacionales. Australia aprovecha todas las oportunidades, en los ámbitos bilaterales, regionales y multilaterales, para alentar a sus interlocutores comerciales a cumplir los compromisos en vigor y aumentar la liberalización.

    Los sectores de los textiles, el vestido y el calzado y del automóvil

    Los aranceles siguen reduciéndose en forma unilateral en dos importantes sectores industriales (el de los textiles, el vestido y el calzado y el de los vehículos automóviles de pasajeros), pero permanecen por encima del nivel general del 5 por ciento. Esos sectores son importantes fuentes de empleo, incluso en las regiones apartadas de Australia. El Gobierno, reconociendo que las reducciones de aranceles pueden imponer costos considerables a corto plazo a determinadas actividades, ha otorgado algún tiempo adicional para que fortalezcan sus bases de capital y mejoren su competitividad internacional en el período previo al objetivo del APEC de la libertad de comercio a partir del año 2010.

    En el caso de los automóviles, los aranceles se reducirán de un 20 por ciento en 1998 (eran del 32,5 por ciento en 1993) a un 15 por ciento el 1º de enero del año 2000 y quedarán "suspendidos" a ese nivel por cinco años. El Gobierno ha declarado que introducirá legislación este año para reducir el arancel a un 10 por ciento desde el 1º de enero del 2005. Ese año se llevará a cabo un nuevo examen.

    Los derechos arancelarios máximos en el caso de las prendas de vestir y textiles acabados seguirán disminuyendo, de un 31 por ciento en 1998 (41 por ciento en 1993) a un 25 por ciento el 1º de enero del 2000, permaneciendo a ese nivel hasta el año 2005. El Gobierno proyecta legislar este año con el fin de reducir ese máximo arancelario a un 17,5 por ciento a partir del 1º de enero del 2005. Del mismo modo, los aranceles de todos los demás productos del sector de los textiles, el vestido y el calzado disminuirán de un margen comprendido entre un 5 y un 22 por ciento en la actualidad a un margen de entre un 5 y un 10 por ciento para el año 2005. Dicho de otro modo, entre 1998 y el año 2005 los aranceles del sector de los textiles, el vestido y el calzado disminuirán aproximadamente a la mitad.

    Las "pausas arancelarias" en los sectores del automóvil y de los textiles, el vestido y el calzado no indican una modificación del compromiso del Gobierno de Australia de reducir los aranceles y liberalizar el comercio con carácter general. Por el contrario, la decisión corresponde a su propósito de lograr resultados equilibrados en interés del conjunto de la comunidad y de ofrecer una mayor previsibilidad al sector asegurando, a la vez, que Australia cumpla sus obligaciones internacionales. Teniendo en cuenta que el nivel medio general de los aranceles es de apenas un 5 por ciento, y que Australia está decidida a establecer el libre comercio dentro del APEC para el año 2010, no se contemplan suspensiones arancelarias en otros sectores.

    El acceso de los productos del sector de los textiles, el vestido y el calzado al mercado australiano no está limitado por contingentes. Australia suprimió su último contingente en ese sector en 1993, y las respectivas líneas arancelarias están totalmente integradas en el Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido de la OMC.

    Ayuda a la exportación

    El Gobierno asigna alta prioridad a los servicios de promoción del comercio y asesoramiento para la exportación, a fin de estimular a las empresas australianas a conseguir mercados en ultramar y aprovechar las oportunidades que ofrece el mayor acceso a los mercados. No obstante, en consonancia con su programa de consolidación fiscal, el Gobierno puso fin en 1996 a programas como el plan de fomento del comercio internacional (ITES) y el programa de renovación de la comercialización de productos agropecuarios (IAMP). También puso término a la financiación del plan de subvenciones para el desarrollo de los mercados de exportación (EMDG), establecido en 1974 para impulsar las exportaciones reembolsando a las empresas beneficiarias (principalmente pequeñas y medianas empresas) sus gastos de promoción de las exportaciones.

    Medidas antidumping y compensatorias

    Las medidas antidumping y compensatorias de Australia están destinadas a prestar ayuda a las empresas australianas perjudicadas por productos de ultramar que se venden a precios inferiores al "valor normal" que tienen en su mercado de origen. El sistema funciona a instancias de las ramas de producción y se ajusta a los Acuerdos de la OMC sobre Medidas Antidumping y sobre Medidas Compensatorias. Con arreglo a la legislación australiana y de conformidad con los requisitos de la OMC, sólo pueden adoptarse medidas antidumping si los productos objeto de dumping causan o amenazan causar un daño importante a los fabricantes nacionales de productos similares. El número de casos antidumping promovidos por las ramas de producción disminuyó de 51 en 1993/94 a 36 en 1997/98 (hasta mayo de 1998). La mayoría de los casos corresponden a productos de la industria química y del petróleo (13) y del papel (14). Por otra parte, el número de las medidas antidumping y compensatorias se ha reducido de 101 al final de 1995 a 54 al final de 1997.

    En febrero de 1998, el Gobierno propuso modificaciones de los procedimientos antidumping de Australia que reducirían el plazo de las investigaciones y establecerán un procedimiento más sencillo, previsible y expeditivo para todas las partes: importadores, exportadores y productores nacionales. Sus principales características son las siguientes: 1) la supresión de la Autoridad Antidumping; 2) la reducción del plazo de las investigaciones de 215 a 155 días; y 3) el establecimiento de un nuevo mecanismo independiente de apelación. Además, se otorgará a todas las partes interesadas un plazo de 20 días para examinar y responder a la exposición de datos básicos que sobre cada asunto presente el Servicio de Aduanas de Australia. El proyecto de ley, actualmente sometido al Parlamento, permitirá que se impongan derechos provisionales en cualquier momento después de haber transcurrido 60 días de una investigación, tras una determinación pública que indique sus fundamentos, tal como lo exige el Acuerdo de la OMC.

    Régimen de cuarentena de Australia

    Los criterios prudentes de Australia en materia de reglamentaciones de cuarentena y sobre medidas sanitarias y fitosanitarias corresponden a su geografía insular, que la ha aislado de muchas enfermedades y plagas exóticas, y al carácter exclusivo de su flora y su fauna. Con gran frecuencia, el acceso de Australia a otros mercados depende de su buen estado fitosanitario y zoosanitario. Se exporta hasta un 80 por ciento de la producción agropecuaria de Australia, representando los productos alimenticios un 22 por ciento del total de sus exportaciones de mercancías.

    Las normas del GATT y la OMC reconocen el derecho de los países a adoptar medidas para lograr la seguridad alimentaria y evitar la difusión de plagas o enfermedades de las plantas o los animales. Australia, como continente insular relativamente libre de enfermedades y plagas, da gran importancia a conservar esa situación. En consecuencia, todas las importaciones de vegetales, animales y productos conexos, incluidos los alimenticios, están sujetas a un régimen de cuarentena que se aplica estrictamente, y está en consonancia con las reglas y normas internacionales.

    El Gobierno, respondiendo a exámenes independientes de las políticas y prácticas de Australia en materia de cuarentena que se llevaron a cabo en 1996 y 1997, se ha comprometido (entre otras medidas) a lo siguiente:

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  • - mejorar las medidas en frontera;

    - reforzar el proceso de análisis científico de los riesgos;

    - ampliar la base de información y la transparencia de las políticas y prácticas en materia de cuarentena mediante una mayor participación de los interesados en cada una de las etapas.

  • Australia reconoce igualmente la importancia de que sus interlocutores comerciales conozcan los fundamentos de su riguroso régimen de cuarentena, sobre todo en lo que respecta al efecto devastador que podrían tener las plagas y enfermedades introducidas del extranjero si no se aplicasen medidas estrictas. Por ejemplo, la penetración de la mosca de la papaya en octubre de 1995 interrumpió exportaciones por un valor estimado en 600.000 dólares australianos por año efectuadas desde Queensland Septentrional, debido a las prohibiciones de compradores de ultramar, y su erradicación para 1999 costará más de 30 millones de dólares australianos.

    Australia y la OMC

    Australia apoya firmemente a la Organización Mundial del Comercio, que proporciona normas estables y previsibles que facilitan el acceso a los mercados internacionales. Las negociaciones llevadas a cabo en la OMC permiten al país a promover importantes intereses económicos y comerciales, entre ellos los del comercio leal y los mercados abiertos. Además, Australia se beneficia de la labor permanente de la OMC, como la vigilancia del cumplimiento de los acuerdos, la negociación de las condiciones de adhesión de nuevos Miembros a la Organización y la solución de diferencias comerciales.

    Labor futura de la OMC

    Un objetivo clave para Australia será lograr la aceptación por la OMC de la celebración de negociaciones comerciales multilaterales de base amplia a partir del año 2000. Ello complementaría y permitiría aprovechar la decisiva labor de la Organización en la aplicación de los actuales compromisos contraídos en su marco, las negociaciones sobre adhesión y las negociaciones sectoriales, incluido el Acuerdo sobre Tecnología de la Información. Otros objetivos prioritarios son el adelanto de los preparativos para la continuación de las negociaciones sobre la agricultura en la OMC en 1999 y para la celebración de negociaciones en ella sobre los servicios en el año 2000.

    El programa incorporado, que dispone en particular el comienzo de negociaciones sobre la agricultura y los servicios en 1999 y 2000, ofrece una buena base para el programa de negociaciones futuras de la OMC. Sin embargo, y a fin de lograr un enfoque sistemático de su programa de trabajo y su administración, Australia apoya un examen detenido del programa incorporado para determinar sus lagunas y las eventuales vinculaciones entre los temas; estudiar la mejor forma de organizar las adhesiones simultáneas, y fijar plazos para el inicio y la terminación de las negociaciones. Habida cuenta de la variada índole de las relaciones internacionales de Australia en materia de comercio e inversiones, la creación de un marco equilibrado que abarque las cuestiones de interés para todos los Miembros de la OMC aumentaría al máximo las probabilidades de alcanzar resultados aceptables para todos ellos.

    Agricultura

    El Grupo de Cairns de países dedicados al comercio leal en la agricultura constituye, dentro del sistema multilateral de comercio, la coalición especializada en un sector más exitosa, y, por consiguiente, más duradera. Los Ministros del Grupo de Cairns, que representan tanto a países en desarrollo como a países desarrollados, se reunieron en abril de 1998 en Sydney y reiteraron que las próximas negociaciones de la OMC sobre la agricultura debían dar lugar a una reforma fundamental, para colocar a la agricultura sobre las mismas bases que otros sectores del comercio mundial. Los ministros exhortaron a la Reunión Ministerial de la OMC de mayo a que iniciara un proceso preparatorio a fin de determinar debidamente el mandato y la estructura de las negociaciones sobre la agricultura, convenidas como parte del programa incorporado de la Ronda Uruguay, de modo que a fines de 1999 pudieran iniciarse las deliberaciones sustantivas.

    El Grupo de Cairns, presidido por Australia, orientará sus esfuerzos a alcanzar tres objetivos principales: 1) la eliminación de las subvenciones a la exportación; 2) la eliminación de los obstáculos no arancelarios, acompañada por grandes reducciones de los aranceles y las crestas arancelarias y de la eliminación de la progresividad arancelaria; y 3) el logro de importantes reducciones de la ayuda interna causante de distorsión del comercio respecto de todos los productos agropecuarios. Desde ahora hasta las negociaciones de la OMC de 1999, el Grupo intensificará sus contactos con los demás Miembros de ella para promover su propia concepción y, en particular, esforzarse por demostrar que el proceso de reforma de la agricultura beneficiará a todos los países en desarrollo, incluidos los menos adelantados.

    Servicios

    Las exportaciones de servicios de Australia superaron en 1996/97 los 24.000 millones de dólares, y representaron un 23 por ciento del total de las exportaciones, mientras que en 1987 se situaban alrededor del 18 por ciento. A pesar de la intensa competencia, Australia ha mantenido su participación en el comercio mundial de servicios en torno al 1,35 por ciento.

    Australia acogió con satisfacción la conclusión de las negociaciones sobre los servicios de telecomunicaciones y los servicios financieros. Atribuye gran prioridad a la negociación con los posibles Miembros futuros de la OMC de un mayor acceso de los exportadores de servicios australianos, especialmente en los sectores de los servicios financieros, los de telecomunicaciones y los de carácter profesionales. Australia negocia también compromisos sobre unas condiciones de actuación transparentes y seguras. En las actuales negociaciones sobre disciplinas de contabilidad (mayo de 1998), el Gobierno ha procurado el logro de una reglamentación de la OMC que tenga importancia comercial y sea universalmente vinculante. Australia espera que, una vez concluidas las negociaciones sobre contabilidad, se adopte un criterio genérico respecto de las demás profesiones. Asumiendo un papel de vanguardia en el impulso de los preparativos de la OMC para la próxima ronda de negociaciones sobre el comercio de servicios, cuyo comienzo está programado para el año 2000, Australia aspira a lograr nuevas concesiones que liberalicen verdaderamente el acceso a los mercados y el trato nacional en las materias de interés fundamental antes citadas.

    Productos industriales

    Australia apoya la realización de nuevas negociaciones sobre los aranceles industriales como parte de unas negociaciones amplias en el año 2000. La industria australiana sigue sometida a elevados aranceles e importantes obstáculos no arancelarios respecto de muchos productos. Harán falta negociaciones sobre una base amplia que establezcan un marco equilibrado y cuenten con la plena participación de todos los Miembros de la OMC a fin de impulsar el programa de liberalización.

    Acuerdo sobre Tecnología de la Información

    Australia ha logrado beneficios considerables al tratar de conseguir mejores condiciones de acceso a los mercados a través del Acuerdo sobre Tecnología de la Información (ATI) y el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios de Telecomunicaciones, de la OMC. Las empresas australianas y el Gobierno han elaborado conjuntamente la posición de Australia para las negociaciones sobre el ATI II. Australia considera que una de las características más importantes del ATI II es su propósito de lograr que los compromisos en materia arancelaria del ATI no se vean frustrados por medidas no arancelarias. Los objetivos prioritarios para Australia, en las negociaciones sobre el ATI II, incluirán la aceleración de las reducciones arancelarias en mercados claves (la India, Malasia e Indonesia); la ampliación del número de países participantes en el ATI; el examen de las medidas no arancelarias que afectan al comercio de productos del Acuerdo; y la determinación de nuevos productos (por ejemplo, insumos de la industria química) para la lista de éste.

    Negociaciones sobre adhesión

    Australia apoya un aumento del número de Miembros de la OMC mediante la admisión de otros nuevos en condiciones aceptables desde el punto de vista comercial. Australia considera que las negociaciones sobre la adhesión a la OMC ofrecen una oportunidad única para aumentar el acceso a los mercados y lograr compromisos de mayor transparencia y estabilidad en las condiciones del comercio. Entre los más de 30 países que negocian su adhesión a la OMC figuran siete que adquieren cada año productos de Australia por un valor superior a 8.000 millones de dólares australianos, equivalentes al 10 por ciento del total de nuestras exportaciones (China, Taipei Chino, Viet Nam, Arabia Saudita, Jordania, Omán y Rusia). La conclusión con éxito de las negociaciones sobre la adhesión de esos países someterá a las normas de la OMC a una parte importante de los intercambios de Australia. Es importante para el Gobierno que la OMC no se vea debilitada por la admisión de nuevos Miembros que no estén plenamente comprometidos a la aplicación de sus normas. La adhesión a la OMC constituye un paso importante en la integración de esos países en el sistema mundial de comercio, y Australia presta asistencia técnica para ayudarles a realizar las reformas necesarias a fin de dar cumplimiento a las normas de la OMC.

    Solución de diferencias

    Uno de los resultados fundamentales de la Ronda Uruguay fue un sistema multilateral más sólido de solución de diferencias. El Entendimiento sobre la Solución de Diferencias (ESD) de la OMC, de 1995, eliminó la facultad de las partes en controversia de vetar la adopción de los informes de los grupos especiales e introdujo un mecanismo de apelación. El gran número de diferencias tratadas en virtud del ESD -más de 120 solicitudes que abarcan 87 temas diferentes- y el número de Miembros participantes indican que el sistema funciona con eficacia y goza en general de buena aceptación. Australia ha participado en 14 diferencias promovidas con arreglo a este mecanismo: en dos casos como reclamante, en cuatro como demandado y en ocho como tercero (véanse detalles en el capítulo II del informe de la Secretaría de la OMC).

    A juicio de Australia, la amplia utilización del ESD en su período inicial contribuyó a fomentar la confianza en el sistema multilateral de comercio. Al mismo tiempo, han surgido diversas cuestiones de procedimiento y de fondo que requerirán un examen detenido por los Miembros en los próximos años. A este respecto, Australia se interesa muy particularmente en el examen del ESD que debe concluirse este año; apoya firmemente el mecanismo de solución de diferencias y habrá de seguir trabajando a fin de que alcance una eficacia óptima.

    Posición de Australia sobre las cuestiones comerciales "de actualidad"

    Comercio electrónico: Australia apoya la inclusión en el programa de trabajo de la OMC de la cuestión de las consecuencias del comercio electrónico para el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) y el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), a fin de determinar si las normas vigentes de la OMC son adecuadas o se requieren otras nuevas.

    Inversiones: Australia apoya el principio de que haya en la OMC un régimen eficaz y basado en normas que abarque las cuestiones en materia de inversiones relacionadas con el comercio. El país participa activamente en los trabajos exploratorios del Grupo de Trabajo sobre Comercio e Inversiones.

    Política en materia de competencia: En esta esfera extremadamente compleja, Australia apoya activamente un examen exploratorio e ilustrativo de los efectos recíprocos entre la política comercial y la política en materia de competencia, como base para el estudio de la forma en que la OMC podría tratar esta cuestión en el futuro.

    Posición de Australia sobre las cuestiones comerciales "de actualidad" (Cont.)

    Comercio y medio ambiente: Australia aboga firmemente por que se dé un trato equilibrado a los intereses económicos, ambientales y comerciales en los debates internacionales, y por que los acuerdos internacionales respeten el derecho soberano de los países a determinar una política interna adecuada en materia ambiental. Australia propugna firmemente una mejor coordinación entre las cuestiones referentes al comercio y al medio ambiente, tanto a nivel nacional como en los foros internacionales como el Comité de Comercio y Medio Ambiente de la OMC. Apoya activamente los esfuerzos para lograr que las políticas en materia de comercio y de medio ambiente se apoyen mutuamente, en particular a través de reformas de las medidas que causan una distorsión del comercio afectando negativamente al medio ambiente.

    Contratación pública: Australia se interesa particularmente en el examen del Acuerdo sobre Contratación Pública de la OMC. Confía en que los trabajos relacionados con el tema que se desarrollan en el Grupo de Trabajo sobre la Transparencia en la Contratación Pública y el Grupo de Trabajo sobre las Normas del AGCS permitirán mejorar en alto grado el Acuerdo, tanto en los principios como en las prácticas a que se aplican las normas comerciales sobre contratación pública.

    Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias

    Como importante exportador de productos agropecuarios, Australia atribuye gran importancia a los Acuerdos de la OMC sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias y sobre Obstáculos Técnicos al Comercio. El país es un activo participante en el Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias. El examen de ese Acuerdo, previsto para 1998, es un tema de alta prioridad para Australia, que está sumamente interesada en asegurar que el Acuerdo funcione con eficacia tanto para lograr el acceso a los mercados en condiciones equitativas como para salvaguardar nuestra situación ampliamente libre de plagas y enfermedades, factor importante de nuestra ventaja comparativa en la agricultura.

    Propiedad intelectual

    Australia considera necesario de armonizar e introducir certidumbre en la legislación sobre propiedad intelectual en todo el mundo, inclusive las normas que rigen la biotecnología. Participará activamente en el examen del Acuerdo sobre los ADPIC en el año 2000, siguiendo de cerca las cuestiones relacionadas con la biotecnología, las indicaciones geográficas de los vinos, y el derecho de autor respecto de las nuevas tecnologías y el comercio electrónico.

    Normas de origen

    Australia desea que el programa de trabajo sobre la armonización de las normas de origen dé lugar a un conjunto de normas aceptable, justo y práctico dentro de los plazos convenidos. El Gobierno se ha comprometido firmemente a lograr este objetivo en el Comité de Normas de Origen de la OMC y en el Comité Técnico de Normas de Origen de Bruselas, órganos cuya presidencia ejerce. Reconoce, sin embargo, que los progresos siguen siendo lentos, sobre todo debido a que se trata de un proceso sumamente difícil y complejo.

    Normas y conformidad

    Entre los obstáculos no arancelarios al comercio, las cuestiones relativas a las normas y la conformidad tienen importantes efectos en las exportaciones de Australia. En consecuencia, el país procura -en los planos bilateral, regional y multilateral- la uniformidad de las normas, el reconocimiento mutuo de la evaluación de la conformidad, y prácticas correctas en materia de reglamentación.

    Orientación futura de la política comercial

    Australia es decidida partidaria de la liberalización del comercio y seguirá aplicando políticas comerciales que apoyen los esfuerzos internacionales en favor de un comercio más libre y abierto a través de la reducción de los obstáculos arancelarios y no arancelarios. Con este fin, seguirá participando activamente en las actividades de la OMC para liberalizar el comercio. Del mismo modo, el Gobierno está plenamente comprometido a ejecutar su programa de reducción de aranceles destinado a alcanzar el objetivo de un comercio libre y abierto para los años 2010 y 2020 de la Declaración de Bogor, adoptada en 1994 por el APEC. También seguirá aplicando una política económica interna tendiente a reducir los obstáculos estructurales al desarrollo económico y el crecimiento del empleo. Las estrategias bilaterales, regionales y multilaterales seguirán siendo aspectos fundamentales de la política comercial del Gobierno.

    La política y las medidas de Australia en materia de comercio e inversiones seguirán ajustándose al objetivo del Gobierno de estimular a las empresas a aprovechar las oportunidades resultantes de la mundialización, las mejores condiciones de acceso a los mercados y la revolución de la información. La racionalización de las reglamentaciones, la mayor transparencia y las consultas más amplias ofrecerán parámetros más claros que permitirán aprovechar las oportunidades comerciales y de inversión.

    En los próximos años Australia deberá hacer frente a numerosos problemas en sus relaciones comerciales internacionales. Las incertidumbres económicas en el Asia Oriental repercutirán en las exportaciones de Australia y su crecimiento económico; la adhesión de nuevos Miembros a la OMC y el APEC puede modificar la dinámica interna de esas organizaciones; y deberemos estar en guardia frente al resurgimiento de cualquier ánimo proteccionista en el entorno comercial mundial. El programa de trabajo relativo al comercio internacional adquirirá mayor complejidad al discutirse con mayor frecuencia cuestiones que afectan a los regímenes reguladores internos y las normas que afectan a las inversiones, y con la acentuación de las presiones tendientes a incluir en él cuestiones especialmente sensibles. Australia considera que el mejor modo de tratar esas cuestiones es mantener una política comercial flexible, pragmática y precisamente orientada; destacar la importancia de un sistema multilateral basado en normas para alcanzar la prosperidad, y perseverar en los esfuerzos para mejorar ese sistema.

    El sistema internacional de comercio, al seguir desarrollando el marco para un comercio leal y transparente y abordar los problemas de la mundialización y cuestiones tales como las nuevas tecnologías, el medio ambiente, las inversiones y la competencia, puede contribuir al desarrollo económico sostenible de todos los países. Australia, aspira pues a que se inicien el año 2000, a más tardar, negociaciones multilaterales de base amplia que abarquen la agricultura, los servicios y los aranceles industriales. Con ello se complementará la restante labor de la OMC y se beneficiarán todos sus Miembros.