Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

Bolivia: julio de 1999

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/109
13 de julio de 1999

LAS POLÍTICAS ORIENTADAS AL EXTERIOR FAVORECEN EL CRECIMIENTO Y EL INCREMENTO DEL COMERCIO DE BOLIVIA

El programa macroeconómico de estabilización ejecutado con éxito por Bolivia y sus políticas comerciales y de inversión orientadas al exterior se han traducido en un crecimiento constante del PIB, un descenso de la inflación, y un incremento del comercio y las inversiones. El régimen comercial de Bolivia es intrínsecamente previsible y transparente, según un nuevo informe de la OMC sobre las políticas comerciales de Bolivia. En el informe también se señala, sin embargo, que las deficiencias administrativas, una aplicación desigual de las leyes y la amplitud del sector informal siguen siendo problemas que el país está tratando de resolver mediante una segunda ronda de reformas para reforzar la buena gestión de los asuntos públicos e incorporar actividades no estructuradas a la economía formal.

El nuevo informe de la OMC y la exposición de políticas presentada por el Gobierno de Bolivia servirán de base para el examen de las políticas comerciales del país que el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC) de la OMC realizará los días 19 y 21 de julio de 1999. El anterior examen de las políticas comerciales de Bolivia por el OEPC data de 1993.

En el informe se indica que entre 1993 y 1998, el PIB se incrementó a una tasa media del 4,6 por ciento, mientras que la tasa de inflación anual acumulada se redujo a menos del 5 por ciento. La proporción entre el comercio de mercancías y el PIB aumentó al 43 por ciento en 1997, en comparación con el 36 por ciento, aproximadamente, en 1993. Las corrientes comerciales han continuado diversificándose tanto en lo que respecta a los productos como a los mercados. Ha disminuido el cometido del Estado merced a un amplio programa de privatización y una mayor liberalización del régimen de inversiones ha fomentado un considerable incremento de las inversiones extranjeras directas.

El informe señala que Bolivia aplica un arancel uniforme del 10 por ciento, excepto en el caso de los bienes de capital y de los libros a los que aplica unos derechos del 5 por ciento y el 2 por ciento, respectivamente. El régimen arancelario actual es principalmente el resultado de iniciativas autónomas. Los aranceles están consolidados en un tipo máximo del 40 por ciento, es decir que existe una amplia brecha entre los aranceles aplicados y los consolidados. En el informe se indica que esto y las complejidades surgidas de los acuerdos sobre comercio preferencial, así como la utilización del impuesto a los consumos específicos, podrían disminuir la transparencia y previsibilidad del sistema fiscal boliviano.

En general, Bolivia evita el uso de obstáculos no arancelarios y nunca ha adoptado medidas antidumping o de salvaguardia. El país utiliza programas de reembolso de impuestos para prestar apoyo a las exportaciones, pero los programas probablemente ayudan poco a superar las dificultades que representan para los productores y los exportadores los problemas estructurales que afectan a diversos sectores de la economía. El informe señala que los exportadores bolivianos tropiezan también con dificultades para tener acceso a determinados mercados extranjeros, especialmente con respecto a las prescripciones técnicas.

Las actividades agrícolas y de elaboración conexas, en las que por lo general no hay una intervención pública importante, comprendidas las subvenciones, constituyen una importante contribución a los ingresos de divisas en Bolivia: un 42 por ciento en 1997. Las exportaciones de soja, especialmente, han experimentado un considerable crecimiento desde 1993. El informe indica que, debido a la demanda exterior, la industria de la coca-cocaína sigue desempeñando un papel importante, aunque en descenso, en la economía.

La extracción y elaboración de minerales, especialmente hidrocarburos, son sectores tradicionales que siguen teniendo atractivo para los inversores extranjeros. En los últimos años, la inversión extranjera ha sido incentivada en esos sectores por la privatización de los activos mineros y las nuevas leyes sectoriales destinadas a aumentar la liberalización de las inversiones. El sector minero contribuyó con un 42 por ciento a los ingresos de exportación en 1997.

Se han logrado pocos progresos en las actividades manufactureras distintas de la elaboración de productos minerales, agrícolas y forestales, en parte debido a los problemas relacionados con la infraestructura, los elevados costos de transporte, la oferta limitada de mano de obra calificada y la competencia de las actividades informales; por consiguiente, esas actividades siguen aportando sólo una pequeña contribución a la actividad económica del país.

Por el contrario, el sector de los servicios ha pasado a desempeñar una función fundamental en la economía boliviana. Si bien anteriormente el Estado era un importante proveedor de servicios, la mayor parte de esas actividades ya han sido privatizadas. Se han adoptado importante medidas para reforzar el marco institucional y jurídico, inclusive la promulgación de nueva legislación en lo concerniente a los servicios financieros, el transporte y las telecomunicaciones. El grueso de las actividades de servicios están ahora abiertas a la inversión extranjera, que ha desempeñado un importante cometido en su modernización. Los compromisos de Bolivia en el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) son relativamente modestos, si bien sus esfuerzos autónomos de liberalización han sentado las bases para su expansión.

El informe indica que la aplicación de derechos de propiedad intelectual, prescripciones técnicas y normas sanitarias y fitosanitarias es deficiente, pero las mejoras de índole administrativa y reglamentaria que están introduciéndose contribuirán a resolver la mayoría de los problemas. Bolivia no ha firmado el Acuerdo sobre Contratación Pública plurilateral y favorece a los proveedores nacionales en las licitaciones públicas.

Si bien la política comercial del país se ha basado en gran parte en la liberalización unilateral, las iniciativas multilaterales y regionales han desempeñado un importante papel de apoyo. Desde 1993 Bolivia ha concluido nuevos acuerdos con Chile, Cuba, el MERCOSUR y México. Dada la posición geográfica de Bolivia, la mayoría de esas iniciativas preferenciales tienen posibilidades de incrementar el comercio y la inversión, pero, en el informe se indica que también podrían menoscabar las ventajas de transparencia, previsibilidad y asignación de recursos del régimen comercial de la nación más favorecida del país.

Notas para las redacciones

El Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC) de la OMC examinará el informe de la Secretaría de la OMC, junto con una exposición de políticas preparada por Bolivia, los días 19 y 21 de julio de 1999. El OEPC hace una evaluación colectiva de la gama completa de las políticas y prácticas comerciales de cada Miembro de la OMC a intervalos regulares, y sigue de cerca las tendencias y acontecimientos importantes que puedan tener consecuencias para el sistema mundial de comercio. El informe de la Secretaría abarca la evolución de todos los aspectos de cada una de las políticas comerciales de Bolivia, incluidas las leyes y reglamentaciones nacionales, el marco institucional, y las políticas comerciales por medidas y sectores. Desde que entró en vigor el Acuerdo sobre la OMC, también se examinan el sector de los servicios y los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.

Se adjuntan al presente comunicado de prensa las observaciones recapitulativas tomadas del informe de la Secretaría y un resumen del informe del Gobierno. Los periodistas podrán obtener el texto íntegro de los informes de la Secretaría y del Gobierno solicitándolo a la Secretaría de la OMC (llamar al 41 22 739 5019). También pueden consultarse en el espacio destinado a los comunicados de prensa en el sitio de la OMC en Internet (www.wto.org). En su debido momento se publicará una versión encuadernada que contendrá el informe de la Secretaría, la exposición de políticas del Gobierno, el acta de los debates del OEPC y el resumen del Presidente; la publicación podrá obtenerse en la Secretaría, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Desde diciembre de 1989 se han finalizado los siguientes exámenes: Argentina (1992 y 1999), Australia (1989, 1994 y 1998), Austria (1992), Bangladesh (1992), Benin (1997), Bolivia (1993), Botswana (1998), Brasil (1992 y 1996), Burkina Faso (1998), Camerún (1995), Canadá (1990, 1992, 1994, 1996 y 1998), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995 y 1997), Corea, Rep. de (1992 y 1996), Costa Rica (1995), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992 y 1999), El Salvador (1996), Estados Unidos (1989, 1992, 1994 y 1996), Fiji (1997), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992), Guinea (1999), Hong Kong (1990, 1994 y 1998), Hungría (1991 y 1998), India (1993 y 1998), Indonesia (1991, 1994 y 1998), Islandia (1994), Islas Salomón (1998) Israel (1994), Jamaica (1998), Japón (1990, 1992, 1995 y 1998), Kenya (1993), Lesotho (1998), Macao (1994), Malasia (1993 y 1997), Malí (1998), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995), México (1993 y 1997), Namibia (1998), Nigeria (1991 y 1998), Noruega (1991 y 1996), Nueva Zelandia (1990 y 1996), Pakistán (1995), Paraguay (1997), Perú (1994), Polonia (1993), República Checa (1996), República Dominicana (1996), República Eslovaca (1995), Rumania (1992), Senegal (1994), Singapur (1992 y 1996), Sri Lanka (1995), Sudáfrica (1993 y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991 y 1996), Swazilandia (1998), Tailandia (1991 y 1995), Togo (1999), Trinidad y Tabago (1998), Túnez (1994), Turquía (1994 y 1998), Uganda (1995), Uruguay (1992 y 1998), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).

Informe de la Secretaría

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
BOLIVIA
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas

Introducción

Bolivia ha continuado con gran éxito el programa macroeconómico de estabilización iniciado a mediados de la década de 1980. Desde el Examen de las Políticas Comerciales anterior de Bolivia realizado en 1993, el crecimiento del PIB ha sido constante, la inflación ha descendido, el comercio se ha incrementado y, a pesar de la elevada deuda exterior, los equilibrios externos han permanecido bajo control. Ha disminuido el cometido del Estado merced a un amplio programa de privatización que, junto con una mayor liberalización de las normas de inversión, ha fomentado un considerable incremento de las inversiones extranjeras directas.

Bolivia ha continuado consolidando su régimen comercial orientado hacia el exterior en términos generales, y aplica un arancel casi uniforme del 10 por ciento y evita el uso de obstáculos comerciales no arancelarios, especialmente medidas de defensa comercial. El régimen comercial de Bolivia es inherentemente previsible y transparente y fomenta la asignación eficaz de recursos, si bien ello se ve obstaculizado en cierto modo por la debilidad administrativa persistente y una aplicación desigual de las leyes que afecta, en ocasiones, a esferas tales como la administración de aduanas, el uso de prescripciones técnicas y la aplicación de derechos de propiedad intelectual. También pueden surgir dificultades debido a la amplitud del sector informal.

Para hacer frente a esa debilidad, Bolivia ha iniciado una segunda ronda de reformas para reforzar el buen gobierno e incorporar actividades informales a la economía formal. Reconociendo que los beneficios de unas políticas económicas sólidas y de las reformas estructurales han tardado en llegar a la población en general, y que los ingresos per cápita continúan siendo bajos, Bolivia ha adoptado también medidas para introducir mejoras en esferas sociales tales como la educación y la sanidad. Esas reformas deberían ayudar a reducir las dificultades relacionadas con las tasas de crecimiento aumentando la oferta de mano de obra cualificada, reduciendo los costos de transacción y de producción y, de esa forma, mejorando la competencia internacional de los productores y exportadores bolivianos, así como el atractivo del país como destino de inversiones.

El entorno económico e institucional

Apoyándose en amplias reformas estructurales, en una disciplina fiscal, en tipos de cambio basados en el mercado y en el apoyo de la comunidad internacional, especialmente mediante programas de alivio a la deuda, los beneficios del programa boliviano de estabilización, iniciado por primera vez en 1985, han sido considerables. Entre 1993 y 1998, el PIB se incrementó a una tasa media del 4,6 por ciento y el tipo de inflación anual acumulado se redujo a menos del 5 por ciento. Según los informes, la proporción entre el comercio de mercancías y el PIB aumentó hasta el 43 por ciento en 1997, en comparación con aproximadamente el 36 por ciento en 1993, y las corrientes comerciales han continuado diversificándose tanto en lo que respecta a los productos como a los mercados.

Las inversiones extranjeras directas se han incrementado fuertemente desde el comienzo de la década de 1990 y han desempeñado un cometido vital en la modernización de la economía boliviana. La eliminación de restricciones a la inversión extranjera, junto con la estabilidad macroeconómica y la reforma estructural, especialmente la privatización de empresas públicas, han sido elementos clave de esta tendencia. Las nuevas disposiciones sobre política en materia de competencia están ayudando a garantizar que el abuso del poder de mercado no obstaculice la eficiencia económica.

Tras los ajustes introducidos desde 1993, especialmente a fin de reestructurar o de modificar el cometido de diversas entidades públicas, la responsabilidad de la formulación y aplicación de la política comercial es compartida por diversos ministerios, especialmente el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Si bien con esos ajustes se ha pretendido fomentar una mayor eficacia de la administración pública, en determinados casos éstos han disminuido su estabilidad y transparencia; los esfuerzos recientes para descentralizar la administración pública podrían tener un efecto similar. Bolivia ha adoptado posteriormente medidas para reducir los problemas de buen gobierno y eliminar las distorsiones resultantes de unas instituciones relativamente débiles, especialmente actividades de búsqueda de rentas tales como el contrabando, propiciadas por lagunas en la aplicación de la ley.

Evolución de la política comercial

Desde 1993 Bolivia ha continuado consolidando su régimen comercial orientado hacia el exterior en términos generales, creando así un conjunto bastante neutral de instrumentos formales comerciales. Para aprovechar todos los beneficios de este régimen, así como de otras reformas económicas emprendidas en años recientes, es necesario allanar las diferencias entre los objetivos políticos y su aplicación. Bolivia está adoptando medidas en esta dirección, especialmente mediante la reforma de la administración de aduanas y la adopción prevista de una nueva ley aduanera.

Bolivia ofrece como mínimo trato de nación más favorecida a todos sus copartícipes comerciales. Se aplica un arancel prácticamente uniforme, ad valorem, a las importaciones: se impone una tasa del 10 por ciento a todos los productos excepto a las líneas del SA 429 (principalmente bienes de capital), a los que se aplica una tasa del 5 por ciento y a cinco rubros (libros) se impone el 2 por ciento. Los aranceles están consolidados en una tasa máxima del 40 por ciento; las pocas excepciones están consolidadas en el 30 por ciento. El régimen arancelario actual es principalmente el resultado de iniciativas autónomas; la Ronda Uruguay tuvo únicamente un efecto secundario en los aranceles aplicados por Bolivia o sus compromisos vinculantes. La tasa interna más importante que afecta a las importaciones es un impuesto uniforme sobre el valor añadido aplicado a un tipo algo inferior al 15 por ciento a todos los productos y servicios.

Apartándose de algún modo de la asignación inherente de recursos, las ventajas de transparencia y previsibilidad ofrecidas por el sistema fiscal boliviano son la gran laguna existente entre los aranceles aplicados y consolidados, las posibles complejidades surgidas de acuerdos sobre comercio preferencial y la utilización del impuesto a los consumos específicos (ICE). El ICE grava asimismo determinadas bebidas alcohólicas producidas en el país a un tipo menor que el aplicado a las bebidas importadas.

Bolivia nunca ha adoptado medidas antidumping o de salvaguardia. La aplicación de derechos de propiedad intelectual, prescripciones técnicas y normas sanitarias y fitosanitarias parece deficiente, pero las mejoras de índole administrativa y reglamentaria que están introduciéndose deberían ayudar a resolver la mayoría de los problemas. Bolivia no ha firmado el Acuerdo sobre Contratación Pública plurilateral y favorece a los proveedores nacionales en las licitaciones públicas.

Los programas de reembolso de impuestos prestan apoyo a las exportaciones bolivianas; los ingresos presupuestarios perdidos son modestos pero los programas probablemente ayudan un poco a superar las dificultades que representan para los productores y los exportadores los problemas estructurales que afectan a diversos sectores de la economía. Los exportadores bolivianos tienen también dificultad de acceso en determinados mercados extranjeros, especialmente con respecto a las prescripciones técnicas concernientes a determinados productos. Bolivia ha introducido prohibiciones a la exportación en relación con productos forestales no elaborados. La inspección previa a la expedición para las exportaciones fue suprimida en 1999.

Evolución de la política sectorial

Bolivia ha desplegado continuos esfuerzos para establecer una estructura neutral de incentivos no discriminatoria entre sectores. Esta estrategia ha permitido alcanzar algunos éxitos dignos de mención, especialmente en el sector agrícola y el minero; no obstante, la infraestructura inadecuada, los elevados costos de transporte y la oferta limitada de mano de obra cualificada continúan representando dificultades para determinados sectores, especialmente el manufacturero. Además, se han desviado recursos para el desarrollo del sector formal debido a la competencia de actividades informales, especialmente de actividades ilegales relacionadas con estupefacientes. En este último aspecto, Bolivia ha realizado considerables progresos mediante diversas medidas, especialmente programas de sustitución de cosechas y la destrucción de las cosechas ilegales. No obstante, debido a la demanda exterior, la industria de la coca-cocaína sigue representando un cometido importante, aunque en declive, en la economía.

Las actividades agrícolas y de elaboración conexas que por lo general están exentas de intervención pública importante, comprendidas las subvenciones, constituyen una importante contribución a los ingresos de divisas en Bolivia. Las exportaciones de soja, especialmente, han experimentado un considerable crecimiento desde 1993. La producción y las importaciones de madera también se han incrementado considerablemente.

La extracción y elaboración de minerales, especialmente de hidrocarburos, constituyen un importante atractivo para la inversión extranjera, con el incentivo de la privatización de los activos mineros y las nuevas leyes sectoriales destinadas a aumentar la liberalización de las inversiones privadas. Las actividades mineras siguen representando una elevada proporción de los ingresos totales de exportación que ascendieron al 42 por ciento en 1997, pero el conjunto de las exportaciones de minerales está diversificado; éste comprende oro, gas natural, estaño y cinc.

Se han efectuado pocos progresos en relación con la actividad manufacturera, distinta de la elaboración de productos minerales, agrícolas y forestales, en parte debido a problemas de infraestructura; por consiguiente, esas actividades siguen representando únicamente una pequeña contribución a la actividad económica boliviana.

Por el contrario, el sector de los servicios desempeña un cometido fundamental en la economía boliviana. Si bien en el pasado el Estado era un importante proveedor de servicios, la mayor parte de esas actividades han sido privatizadas. Se han adoptado también medidas de gran alcance para reforzar el marco institucional y jurídico, comprendida la adopción de nueva legislación en lo concerniente a servicios financieros, transporte y telecomunicaciones así como el establecimiento de nuevos organismos de supervisión. El grueso de las actividades de servicios están ahora abiertas a la inversión extranjera, que ha desempeñado un importante cometido en su modernización. En lo que respecta a los servicios de transporte, existe aún cierta inquietud acerca de la índole posiblemente discriminatoria de determinadas tasas de transporte de carga por ferrocarril aplicadas a las importaciones a tipos más elevados que los vigentes para productos internos o exportaciones.

Políticas comerciales y copartícipes extranjeros

Si bien la política comercial de Bolivia se ha basado en gran parte en la liberalización unilateral, las iniciativas multilaterales y regionales han desempeñado importantes cometidos de apoyo. Bolivia ha adquirido el compromiso de cumplir sus obligaciones dimanadas de la Ronda Uruguay utilizando el período de aplicación permitido para los países en desarrollo. Bolivia está introduciendo reformas legislativas con miras a efectuar los ajustes necesarios para tomar en consideración las prescripciones de determinados Acuerdos de la OMC, tales como la defensa del comercio y la valoración en aduana. En este contexto, Bolivia convino en acomodar su legislación sobre propiedad intelectual al Acuerdo sobre los ADPIC en 1999.

Los compromisos de Bolivia en el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) son relativamente modestos, si bien sus esfuerzos autónomos de liberalización han sentado las bases para la expansión de éstos. En determinados casos, la legislación existente ofrece un trato más liberal a los proveedores extranjeros que los compromisos de Bolivia de conformidad con el AGCS. Bolivia contrajo compromisos por sectores específicos principalmente en el sector de las telecomunicaciones; los servicios de hospital; hoteles y restaurantes; servicios de agencias de viajes y organización de viajes en grupo; y servicios recreativos, culturales y deportivos. Bolivia contrajo compromisos en el sector de servicios financieros de conformidad con el Quinto Protocolo al AGCS; su entrada en vigor está a la espera de la terminación del proceso interno de ratificación.

En años recientes las relaciones comerciales se han centrado cada vez más en la negociación de acuerdos preferenciales; se han concluido nuevos acuerdos con Chile, Cuba, el MERCOSUR y México desde 1993. Bolivia ha continuado también participando en el proceso de integración de la Comunidad Andina. Dada la posición geográfica de Bolivia, la mayoría de esas iniciativas preferenciales tienen posibilidades de incrementar el comercio y la inversión; no obstante, también podrían constituir un obstáculo para las ventajas de transparencia, previsibilidad y asignación de recursos del régimen comercial NMF de Bolivia.

Informe del Gobierno

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
BOLIOVIA
Informe del Gobierno - Parte I y II

Introducción

1. Conforme a lo establecido en el Anexo 3 del Acuerdo de Marrakech, en el presente informe se describen las políticas y prácticas comerciales que aplicó Bolivia, durante el período comprendido entre 1993 y 1998. Con tal propósito, se aborda el entorno en el que se desarrollaron las mismas, con énfasis en las reformas estructurales de orden político e institucional destinadas a perfeccionar el modelo de economía de mercado y a instrumentar la legislación y los mecanismos derivados de los compromisos internacionales del país, en particular los asumidos en el marco de la OMC.

2. Bolivia, desde hace 14 años, mantiene vigente un modelo de economía abierta de mercado. Durante este período, ha superado los altos niveles de inestabilidad económica y política que caracterizaron la primera mitad de la década de los ochenta y ha llevado adelante un proceso permanente de reformas estructurales que ha modificado sustancialmente las bases económicas e institucionales del país.

3. Desde el punto de vista económico, Bolivia implantó reformas en el marco de un Programa de Ajuste Estructural. A partir de la segunda mitad de los años ochenta consolidó la estabilidad económica gracias a la aplicación de una política de disciplina fiscal y monetaria; se liberalizaron los mercados de bienes y servicios y las tasas de interés, se reformó la normativa laboral y se aplicó una política cambiaria basada en un tipo de cambio único y flexible, acorde con la oferta y demanda real de divisas.

4. A partir de 1990 se iniciaron reformas orientadas a modificar el rol del Estado en la economía. Se privatizaron las empresas públicas pequeñas y se capitalizaron las empresas grandes, generando incrementos importantes de inversión extranjera directa en sectores estratégicos de la economía. Después de 1993, año en el que Bolivia presentó su informe inicial, el país ha continuado profundizando sus políticas de apertura al comercio internacional y a la inversión extranjera.

5. Entre las reformas llevadas adelante durante el período que cubre este Informe, se destacan la de participación popular y descentralización administrativa, y más recientemente, la del sistema judicial, la reforma del Estado y la reforma educativa, sin dejar de lado la profundización y consolidación del modelo económico y social adoptado a partir de 1985.

6. Como resultado de las reformas y programas emprendidos se han alcanzado importantes logros en el ámbito económico y político. Entre ellos se destacan la estabilidad económica, la reducción del déficit público, la reducción de la inflación, las tasas sostenidas de crecimiento económico de los últimos años de alrededor de 4,5 por ciento (2,2 por ciento per cápita), el incremento de las exportaciones a tasas anuales superiores al 10 por ciento y el cambio de su estructura en favor de las exportaciones no tradicionales con mayor valor agregado. En el sector financiero, se destacan el incremento de los depósitos bancarios a niveles cercanos al 40 por ciento del PIB y la reducción de la incidencia de la deuda externa a niveles que se aproximan al 50 por ciento del PIB, aunque su servicio todavía alcanza al 25 por ciento del valor de las exportaciones del país.

7. La reducción de la deuda externa a niveles sostenibles se ha logrado gracias a la iniciativa HIPC, que posibilitará destinar estos recursos al sector social.

8. A partir de 1997, se ha adoptado un Plan General de Desarrollo Económico y Social con cuatro pilares de acción: Oportunidad, Dignidad, Institucionalidad y Equidad; sus metas principales, hasta el 2002, son alcanzar un mayor crecimiento económico, consolidar la estabilidad macroeconómica, generar más empleo y mayores ingresos, reducir la pobreza urbana y rural, mejorar la educación, la salud y el acceso a la vivienda y los servicios básicos; y sacar al país del circuito del narcotráfico.

III. ENTORNO EXTERNO Y COMERCIAL

i) El sector externo

9. En los últimos cinco años, el entorno internacional se ha caracterizado por fuertes perturbaciones financieras como la crisis mexicana de 1994 y la crisis asiática iniciada en 1997. Si bien en la coyuntura actual existen signos de que la crisis habría declinado, las economías de la región sienten aún sus efectos.

10. La economía boliviana es vulnerable a las crisis internacionales por su grado de dependencia de la exportación de productos básicos (80 por ciento del total exportado), su alto requerimiento de importación de bienes de capital y materias primas, y sus necesidades de financiamiento externo. No obstante esta vulnerabilidad, el país no fue afectado por la crisis mexicana ni por el alza de las tasas de interés internacionales en 1994. Los flujos de capitales no se contrajeron y al contrario, en el caso de la IED continuó creciendo, las reservas internacionales mantuvieron su tendencia creciente. Sin embargo, a partir de la crisis asiática el entorno internacional se hizo más adverso y la economía boliviana recibió los impactos de la crisis internacional, principalmente a través de la caída de los precios de los productos básicos de exportación, cuyo índice declinó, entre diciembre de 1996 y diciembre de 1998, en un 12 por ciento. El impacto económico se reflejó en la reducción de las exportaciones en 1998, en alrededor de un 5,4 por ciento en valores FOB; esta situación incidió en un aumento del déficit comercial previsto para ese año. Aun así, el impacto sobre el crecimiento de la economía no ha sido significativo, puesto que la actividad económica arrojó en 1998 un crecimiento del 4,75 por ciento, tasa compatible con las previsiones para ese año.

11. Durante la década de los noventa la economía boliviana ha tendido al equilibrio externo expresado en saldos positivos en la balanza de pagos global. En 1998, el saldo global fue casi equilibrado, con una ligera pérdida de reservas de 2,6 millones de dólares EE.UU.

12. En 1998, se observa un déficit en cuenta corriente, debido principalmente a desequilibrios en la balanza comercial. Este déficit ha sido financiado por flujos de capitales de largo plazo, principalmente por la inversión extranjera directa (IED).

13. Entre 1993 y 1998 los flujos acumulados de IED alcanzaron a 2.570 millones de dólares EE.UU., con un promedio anual de 430 millones de dólares EE.UU. La IED mostró a lo largo del período una tendencia sostenidamente creciente, alcanzando en 1998 un nivel récord de 872 millones de dólares EE.UU., equivalente a un 10,2 por ciento del PIB.

14. El mayor impulso de la IED se dio a partir de 1995, debido a los procesos de privatización y capitalización de empresas públicas y a las nuevas inversiones en diferentes sectores de la economía, destacándose la construcción del gasoducto al Brasil. Así, la IED se orientó preferentemente al sector hidrocarburos, más del 60 por ciento del total, y al sector comercio y servicios, destacándose las recientes inversiones en la banca y en el sector de electricidad.

15. Los indicadores de la deuda externa del país han mejorado considerablemente. En 1990 la relación deuda a PIB representaba un 78 por ciento mientras que en 1998 un 51 por ciento. La relación deuda externa a exportaciones de bienes y servicios disminuyó, a su vez, de 380 por ciento en 1990 a 323 por ciento en 1998. La relación del servicio de la deuda externa a exportaciones se ha mantenido, pese a las renegociaciones, en torno a un 25 por ciento, pero se espera que disminuya debido a que el impacto del alivio que representa la iniciativa HIPC se hará más notorio en los próximos años.

16. El saldo de la deuda externa, si bien se ha ido incrementando lo hizo a un ritmo más lento, bajando a una tasa anual promedio del 3 por ciento. De un saldo promedio, entre 1990 y 1993, de alrededor de 3.700 millones de dólares EE.UU. pasó, en 1998, a un saldo de 4.387,7 millones de dólares EE.UU. Las negociaciones en el seno del Club de París, el alivio de la deuda multilateral en el contexto de la iniciativa HIPC y la decisión tomada por el Gobierno del Japón de brindar desahogo adicional, permitirán ampliar el alivio de la deuda externa.

17. En 1998, la composición de la deuda externa pública mostró una alta participación de las fuentes multilaterales, 63 por ciento del total, las fuentes gubernamentales participaron con un 36 por ciento y la presencia de las fuentes privadas no fue relevante. Como resultado de los procesos de privatización y capitalización ha disminuido la incidencia de la deuda externa de las empresas públicas en el total adeudado de un 12 por ciento, en 1990, a un 4 por ciento en 1998. La deuda asumida por el Gobierno central se ha mantenido en torno del 75 por ciento del total, pero debido al proceso de descentralización administrativa se ha observado una creciente incidencia de los gobiernos locales.

18. El financiamiento oficial relacionado con la deuda externa pública ha ido asimismo disminuyendo en importancia. En 1990 el saldo del capital de mediano y largo plazo relacionado con la deuda externa pública representaba el 65 por ciento del saldo neto de la cuenta de capitales, en 1998 su importancia ha disminuido a un 13 por ciento de la entrada neta de capitales.

19. La reservas internacionales netas del Banco Central de Bolivia, entre 1993 y 1998 se han casi triplicado al pasar de un nivel de 371 millones de dólares EE.UU. a uno de 1.064 millones de dólares EE.UU. Las obligaciones de corto plazo, entre las que se encuentran las obligaciones con el FMI, alcanzaron un promedio de 120 millones de dólares EE.UU.

20. El valor del tipo de cambio es establecido a través del Bolsín del Banco Central, como un mecanismo original de subasta de divisas orientado por el mercado. Continuando en el marco de un régimen de flotación administrada, a partir de julio de 1994 se otorgó una mayor flexibilidad al manejo cambiario, orientándolo hacia el objetivo básico de mantener la estabilidad del tipo de cambio efectivo y real, la determinación del tipo de cambio oficial se realiza tomando en consideración las variaciones cambiarias de una canasta de monedas de los principales socios comerciales; de esta manera se introdujo la posibilidad de que se produzcan apreciaciones y depreciaciones del boliviano frente al dólar estadounidense.

21. La política cambiaria en 1998 se mostró más dinámica que en 1997. La devaluación nominal a diciembre de 1998 de 5,21 por ciento, fue superior a la devaluación de 1997 (3,47 por ciento). Empero, el control de la inflación doméstica y la apreciación de las monedas europeas y del yen japonés frente al dólar estadounidense, permitieron que el índice del tipo de cambio real y efectivo se depreciara, situación que no se había dado en los últimos tres años. La depreciación del REER (Índice del Tipo de Cambio Efectivo y Real) a diciembre de 1998 fue de 1,36 por ciento respecto a 1997. Esto significa que se habría producido, por esta vía, un aumento de la competitividad de las exportaciones y de los productos nacionales que compiten, en el mercado local, con los importados.

22. La evolución del REER para 1998, se explica por una política cambiaria más activa y una baja inflación doméstica; sin embargo, las mejoras de la competitividad cambiaria se lograron en un contexto difícil: importantes socios comerciales vecinos como Brasil, Chile y Perú devaluaron más rápidamente sus monedas. A pesar de los factores que afectaron negativamente el desempeño del índice REER, las ganancias de competitividad respecto a la mayoría de los socios comerciales de Bolivia, compensaron el escenario desfavorable con los países vecinos y contribuyeron al resultado alcanzado.

ii) Tendencias del comercio exterior

23. Durante el período 1993-1998 las exportaciones se incrementaron constantemente, excepto en 1998 debido a los efectos de la crisis internacional. Su porcentaje en el PIB fue de 11,8 por ciento en 1993, 14,6 por ciento en 1997 y 13 por ciento en 1998, cuando registraron un valor f.o.b. de 1.104 millones de dólares EE.UU. como resultado del aumento de las exportaciones de productos agroindustriales y manufactureros, que cambió la estructura de las exportaciones.

24. Las importaciones tuvieron un crecimiento mucho más acelerado, en particular las importaciones de bienes de capital (43,2 por ciento del total importado) y las de bienes intermedios (35 por ciento). Este incremento en las importaciones de bienes de capital se debió a la construcción del gasoducto Bolivia-Brasil, impactando negativamente la balanza comercial. Este déficit disminuirá en el futuro, explicado por un incremento en la venta del gas al Brasil y por la eliminación de las importaciones de bienes de capital asociadas a la construcción del gasoducto.

25. En 1993 el déficit comercial representaba el 7,1 por ciento del PIB, disminuyendo en los años posteriores (3 por ciento en 1994, 5 por ciento en 1995 y 1996). En 1994, el déficit comercial alcanzó su nivel más bajo del período con 161,9 millones de dólares EE.UU. Cuando las condiciones comerciales parecían indicar una reversión del déficit comercial en 1995 y años siguientes, las reformas de la economía boliviana estimularon la actividad económica provocando el incremento de las importaciones; finalmente, el déficit comercial como porcentaje del PIB se elevó a 10,3 por ciento en 1998.

26. En el período de análisis, la tendencia de evolución de los términos de intercambio ha sido desfavorable. Entre 1997 y 1998, se observó una caída del Índice de la Relación de Términos de Intercambio de 7 por ciento.

- Importaciones

27. La estructura de las importaciones bolivianas muestra una mayor presencia de bienes de capital e intermedios; las importaciones del sector industrial de bienes de capital e intermedios para la industria representaron durante el período analizado, 50 por ciento del total de las importaciones. El crecimiento de las importaciones estuvo orientado principalmente a satisfacer las demandas del sector productivo. Otro sector importante en las importaciones de bienes es el sector transportes, que con una participación del 19,2 por ciento, creció a ritmos similares a los de las importaciones dirigidas al sector industrial. Los bienes de consumo representaron alrededor del 20 por ciento de las importaciones totales, con una distribución y ritmos de crecimiento similares para los bienes de consumo duraderos y no duraderos.

- Exportaciones

28. Los cambios que se presentaron en la estructura de las exportaciones durante el período 1993-1998, fueron significativos y se originaron principalmente en el crecimiento de la oferta de productos agrícolas y agroindustriales. Mientras las exportaciones de la industria extractiva crecieron a una tasa promedio del 2,0 por ciento anual, las de productos agrícolas lo hicieron a una tasa promedio del 18,7 por ciento. Por su parte, las exportaciones de manufacturas crecieron a una tasa anual del 5,3 por ciento. Esta marcada diferencia en el dinamismo sectorial, dio lugar a que la estructura de las exportaciones se haga más equilibrada en los últimos años. En 1993, las exportaciones de la industria extractiva representaron el 61,5 por ciento del total, en 1998 este porcentaje se redujo al 47,5 por ciento. Las exportaciones de productos agrícolas pasaron de 23,7 por ciento en 1993 a casi el 40 por ciento en 1998. Por otro lado, a pesar del crecimiento en el valor de las exportaciones de manufacturas, su participación en el total se mantuvo relativamente constante (14,7 por ciento en 1993, 13,4 en 1998).

29. El crecimiento de las exportaciones de productos agrícolas, de 440,2 millones de dólares EE.UU. en 1998, se debió principalmente al comportamiento de las exportaciones de productos alimenticios que con una tasa de crecimiento anual del 24,8 por ciento, representó el 84 por ciento de las exportaciones del sector. Las exportaciones de soya y sus derivados se constituyeron en el componente más dinámico. La castaña es otro rubro importante en el sector alimentos, que con una tasa de crecimiento del 15,2 por ciento anual alcanzó los 30,9 millones de dólares EE.UU. en 1998. Las exportaciones de café se recuperaron a partir de 1993 luego de una caída de varios años con incrementos del 114 por ciento anual hasta llegar a 26,0 millones de dólares EE.UU. en 1997; sin embargo, en 1998 debido a la caída de los precios las exportaciones, las exportaciones se redujeron a 15 millones de dólares EE.UU. Las exportaciones de azúcar pasaron de 15,7 millones de dólares EE.UU. en 1993 a 24,6 millones de dólares EE.UU. en 1998.

30. Durante los últimos años surgieron nuevos productos de exportación, principalmente alimenticios (agroindustriales), como el palmito en conserva, la quinua (cereal boliviano de alto valor nutritivo), las carnes y las bebidas (vinos y cervezas). Las exportaciones de materias primas agrícolas (16 por ciento del sector en 1998) se hallan constituidas principalmente por madera aserrada y algodón.

31. En 1993, el valor de las exportaciones de los productos de la industria extractiva, de 483,4 millones de dólares EE.UU. representó el 61,5 por ciento del total de las exportaciones, reduciendo su participación a 47,5 por ciento en 1998, con un valor de 533 millones de dólares EE.UU. Los principales productos de este sector son el zinc, el oro, el estaño y la plata en el grupo de minerales y metales, y el gas natural y el petróleo en combustibles.

32. Entre las exportaciones de manufacturas se destaca la industria de la joyería de oro con un valor de 58,2 millones de dólares EE.UU. en 1998, siendo el principal rubro del grupo "Otros bienes de consumo", que a su vez significa el 50 por ciento de las exportaciones de manufacturas. También se destacan las exportaciones de muebles de madera por su alto dinamismo. Las exportaciones de puertas y ventanas de madera, otros derivados de la madera y las botellas de vidrio, constituyen los principales productos del grupo "Otras semimanufacturas", que participa con el 22 por ciento de las exportaciones de manufacturas. En el grupo "Prendas de vestir", con el 16 por ciento de las exportaciones de manufacturas, son importantes las exportaciones de prendas de vestir textiles, particularmente las de algodón. Los productos químicos (con el 8 por ciento) y los textiles (con el 3 por ciento) incrementaron su participación en las exportaciones de manufacturas.

- Mercados de destino

33. En 1998, las exportaciones bolivianas tuvieron como principales mercados de destino a la Unión Europea (27 por ciento), al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) (20 por ciento), a la Comunidad Andina (21 por ciento) y al MERCOSUR (18 por ciento).

34. La Unión Europea es el principal mercado de la castaña y el café (productos agrícolas), de minerales de zinc, plata y oro (industria extractiva), y de derivados de madera, cueros y prendas de vestir. Los Estados Unidos, principal país de destino de las exportaciones bolivianas en el TLCAN, compró además de café y castaña, derivados de petróleo y estaño metálico principalmente; entre las manufacturas exportadas a ese mercado, la joyería de oro se constituyó en el producto más representativo, además de derivados de madera y prendas de vestir de textiles cotizadas por su excelente calidad.

35. Las exportaciones a la Comunidad Andina se caracterizan por la diversidad de productos, siendo los principales el grano de soya, el algodón, los alimentos para animales derivados de la soya y del girasol, los aceites comestibles derivados de estos mismos productos y las carnes y otros productos alimenticios. Por su parte, las exportaciones al MERCOSUR (principalmente Brasil y Argentina) están concentradas en gas natural, madera y derivados, palmitos en conserva, prendas de vestir de textiles y productos agrícolas.

iii) Evolución de la política comercial

36. Desde la presentación del Primer Examen de Política Comercial, en marzo de 1993, Bolivia mantiene el carácter central de su política comercial consistente en el libre comercio de bienes y servicios, no aplica permisos o licencias previas, salvo en aquellos casos en los que se compromete la salud de las personas, animales y la preservación de vegetales; la seguridad del Estado o el patrimonio artístico y cultural de la nación. La política comercial, en general, no contempla el empleo de subsidios de ninguna naturaleza para favorecer a ningún sector de la economía, es decir, no existe ningún tipo de discrecionalidad.

37. Bajo el principio de neutralidad impositiva, se busca eliminar todo sesgo antiexportador a fin de situar al exportador nacional en condiciones similares a sus competidores. Se emplean políticas de devolución de impuestos indirectos y aranceles a los exportadores, evitando incurrir en gastos fiscales excesivos y en subsidios.

- Régimen de exportaciones

38. El comercio internacional para Bolivia juega un rol importante dentro de la estrategia de crecimiento, destacándose la expansión y diversificación de las exportaciones y el ingreso de inversión extranjera directa, para la sostenibilidad de la Balanza de Pagos.

39. El Régimen General de Exportaciones se halla normado en la Ley Nº 1489 de 1993, que establece, entre otros principios, la neutralidad impositiva para las exportaciones, mediante la devolución de impuestos internos bajo el sistema de crédito-débito fiscal en el caso del IVA, y la devolución de aranceles de importación, pagados en las compras de insumos utilizados en la producción de mercancías exportables. Con la Ley Nº 1963 de marzo de 1999, se modificaron dos artículos de la Ley 1489, a objeto de perfeccionar la neutralidad impositiva para las exportaciones.

40. El Decreto Supremo Nº 23944 establece un mecanismo simple y automático para la devolución de aranceles, con alícuotas de 2 por ciento y 4 por ciento sobre el valor f.o.b. de exportación, para productos con valores menores a 3 millones de dólares EE.UU. En el método determinativo de devolución arancelaria, para productos con valores mayores a 3 millones de dólares EE.UU., se utilizan coeficientes técnicos, calculados en base a la estructura de costos de cada empresa.

41. Adicionalmente al Régimen General, existen dos regímenes especiales: Régimen de Internación Temporal para Exportación (RITEX) y el de Zonas Francas. Mediante el RITEX, establecido a principios de 1997 con el Decreto Supremo Nº 24480, las empresas pueden internar materias primas y bienes intermedios sin el pago de aranceles de importación ni impuestos internos, por un período máximo de 120 días, tiempo en el que deben producir y exportar los bienes finales; en caso contrario, deben pagar los tributos suspendidos.

42. El Régimen de Zonas Francas, bajo el principio de segregación aduanera y fiscal, fue adoptado para promover el desarrollo industrial y comercial, aprovechando la competitividad debido a los bajos costos de algunos insumos, y generar empleo y condiciones favorables para la inversión local y extranjera. Las Zonas Francas son administradas por empresas del sector privado que se adjudican una concesión por 40 años. A pesar de ser un mecanismo con bastante éxito en materia de fomento de las exportaciones en otros países, en Bolivia no ha obtenido los resultados esperados. Actualmente, una sola Zona Franca industrial se halla en funcionamiento.

43. En 1992 se creó el Sistema de Ventanilla Unica de Exportación (SIVEX) para centralizar y simplificar los trámites de exportación. Sin embargo, existen algunos trámites (certificados sanitarios, bromatológicos, etc.) que se realizan en otras reparticiones; para facilitar el trámite de exportación se está buscando la forma de incorporar los mismos en el SIVEX.

44. El Decreto Supremo Nº 24756 del 31 de julio de 1997 eliminó la entrega obligatoria de divisas por concepto de exportaciones.

- Régimen de importaciones

45. El Régimen de Importación se halla reglamentado por el Decreto Supremo Nº 24440 de diciembre de 1996, que establece la libre importación y la inexistencia de licencias previas, cuotas de importación u otras medidas no arancelarias que afecten a la importación de mercancías comercializables.

46. La política arancelaria establece la aplicación de un arancel general uniforme ad valorem del 10 por ciento sobre el valor CIF para el universo arancelario; sin embargo, para una nómina de bienes de capital se dispuso un nivel arancelario del 5 por ciento; los libros y publicaciones están sujetos solamente a una tasa del 2 por ciento por servicios prestados. Este es un sistema simple y ágil que permite una mayor transparencia en las actividades de importación y de recaudación.

- Marco institucional de la política de comercio exterior

47. Desde 1993 se dieron cambios importantes en la estructura institucional de Bolivia que significaron la reestructuración del Poder Ejecutivo, mediante las Leyes Nº 1493 del 17 de septiembre de 1993 y Nº 1788 de septiembre de 1997. Esta última estableció la actual estructura orgánica y funcional del Poder Ejecutivo.

48. Como política específica en el campo institucional del comercio exterior, la reforma estableció la creación del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión que formula y ejecuta las políticas de exportación e inversión; asimismo, existe el Consejo Nacional de Exportaciones (CONEX) cuya finalidad es sugerir al Poder Ejecutivo la adopción de políticas, programas y estrategias de exportación; este Consejo se halla integrado por entidades de los sectores público y privado competentes en el área del comercio exterior.

49. La nueva organización del Poder Ejecutivo determinó la necesidad de suprimir el Ministerio Sin Cartera responsable de la capitalización del cual formaba parte la Unidad de Reordenamiento de las Empresas Públicas que pasó a depender del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión
- Viceministerio de Inversión y Privatización.

50. En sustitución del Instituto Nacional de Exportaciones (INPEX) se creó el Centro de Promoción Bolivia (CEPROBOL) con la misión de impulsar el desarrollo productivo, la competitividad, el incremento y diversificación de las exportaciones e incentivar la inversión privada y extranjera.

51. Adicionalmente, los Ministerios de Relaciones Exteriores y Culto; Hacienda; Justicia y Derechos Humanos; Desarrollo Económico; Desarrollo Sostenible y Planificación, y de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, desempeñan tareas específicas de acuerdo a sus competencias en el campo del comercio exterior de Bolivia.

iv) Integración económica

52. Bolivia, por su ubicación geográfica en América del Sur, mantiene una triple proyección: hacia el Océano Pacífico, en el occidente; hacia la Cuenca del Río de la Plata, en el sudeste; y hacia la Cuenca Amazónica en el noreste de su territorio. Como consecuencia de ello, participa en todos los procesos de integración que tienen lugar en la región.

53. A nivel regional, Bolivia es país fundador de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), creada en virtud del Tratado de Montevideo de 1980, en cuyo marco ha suscrito una serie de acuerdos de alcance regional y parcial. La participación en este esquema regional de integración le ha permitido generar, junto a los demás países miembros, un amplio andamiaje jurídico e institucional, que se constituye en un referente importante para diferentes negociaciones en el plano bilateral, regional y hemisférico. En este contexto, desde 1993, Bolivia ha concretado diversos acuerdos entre los que se destacan los siguientes:

- Acuerdo de Complementación Económica Nº 22, suscrito con Chile, que se halla vigente desde el 6 de abril de 1993, establece la liberación comercial para sendas listas de productos de interés de ambos países. Actualmente, se celebran negociaciones para profundizar su alcance hacia la concertación de un acuerdo de libre comercio. Bolivia, asiste a dichas negociaciones con el objetivo principal de mejorar las condiciones de acceso de sus productos al mercado chileno, en procura de equilibrar la balanza comercial bilateral que hasta el presente le ha sido ampliamente desfavorable.

- El Tratado de Libre Comercio suscrito con México, como Acuerdo de Complementación Económica Nº 31, entró en vigencia el 1º de enero de 1995. Este instrumento establece la conformación de una zona de libre comercio en un plazo de 10 años, e incluye compromisos en todas las disciplinas del comercio internacional de bienes y servicios.

- El Acuerdo de Complementación Económica Nº 36 entre Bolivia y los Estados Partes del MERCOSUR, se halla en vigencia desde el 28 de febrero de 1997 y tiene como objetivo la conformación de una Zona de Libre Comercio entre ambas partes, que deberá quedar establecida, para el 90 por ciento del comercio, en el año 2006 y para el resto en plazos escalonados hasta su total perfeccionamiento el año 2014. El ACE 36, que confiere a Bolivia el estatus de país asociado del MERCOSUR, está propiciando una vinculación con este bloque de integración que trasciende el plano comercial y gradualmente implica compromisos en las áreas política, social y cultural.

- El Acuerdo de Alcance Parcial Nº 34, entre Bolivia y Cuba, se halla vigente desde el 25 de abril de 1997. El objetivo del Acuerdo es acelerar la generación y crecimiento de las corrientes de comercio y adoptar medidas y acciones para alcanzar una mayor relación económica.

54. Bolivia es país miembro del proceso andino de integración desde su creación en 1969, marco dentro del cual participa plenamente en la Zona de Libre Comercio vigente desde 1992 y en una Unión Aduanera Andina que se halla en proceso de perfeccionamiento. En 1996, la creación de la Comunidad Andina y el establecimiento del Sistema Andino de Integración, conformado por los órganos políticos, el deliberante y el jurisdiccional, así como por los convenios sociales, consolidaron este proceso y generaron las condiciones para abordar etapas más avanzadas de integración.

55. Sobre la base de estos resultados, el Consejo Presidencial Andino de Guayaquil en 1998, decidió perfeccionar el proceso de integración subregional con la formación del mercado común. Un año más tarde, el Consejo Presidencial Andino reunido en Cartagena, al celebrar el XXX Aniversario del Acuerdo, ratificó este compromiso encomendando a los órganos políticos del Sistema Andino de Integración llevar adelante tareas específicas encaminadas a que el mercado común esté en pleno funcionamiento a más tardar el año 2005.

56. En el contexto de la integración latinoamericana, Bolivia, por su ubicación geográfica y su vinculación con los dos esquemas subregionales de integración vigentes en América del Sur, la Comunidad Andina de Naciones y el MERCOSUR, asume un rol articulador, que adquiere mayor significación si se toma en cuenta el objetivo que persigue Bolivia, cual es el de propiciar el establecimiento de un mercado común en América Latina.

57. Aparte de la dimensión eminentemente económica y comercial, este rol articulador también tiene significación en la concreción de los denominados corredores de exportación, mediante la interconexión física de los océanos Atlántico y Pacífico a través de territorio boliviano. Asimismo, Bolivia paulatinamente va asumiendo el papel de un centro de distribución energético en la región.

58. Bolivia participa asimismo activamente en las negociaciones tendientes a conformar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Asiste a estas negociaciones coordinando sus posiciones con las de los países miembros de la Comunidad Andina, en procura de alcanzar condiciones de participación equitativa en este proceso, teniendo en cuenta su condición de país de economía pequeña.

59. El proceso de integración física que desarrollan los países de la Cuenca del Plata, a partir de la suscripción del Tratado de Brasilia, en 1969, es para Bolivia un proyecto de significativa importancia debido a las perspectivas que le ofrece en relación al desarrollo de su infraestructura física, fundamentalmente para su comercio exterior. En este sentido, el desarrollo de la Hidrovía Paraguay-Paraná, del cual Bolivia es su principal promotor, le permite proyectar un importante y creciente volumen de su comercio a ultramar, a través del océano Atlántico.

60. Un esquema de cooperación de suma importancia, en el que Bolivia tiene comprometida su participación, es el Tratado de Cooperación Amazónica, suscrito el año 1978. A través del mismo se promueve la integración física, la preservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Este Tratado está integrado por los países de la Comunidad Andina, Brasil, Guyana y Suriname.

Bolivia recibe preferencias arancelarias unilaterales temporales de los Estados Unidos de América, en aplicación de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas, y de la Unión Europea, en virtud del Sistema Generalizado de Preferencias Andinas; ambos mecanismos establecidos en apoyo a su lucha contra el narcotráfico. Por otra parte, es beneficiario de sistemas generalizados de preferencias de Canadá, Japón y otros países desarrollados.