Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/134
22 de mayo de 2000

Peru: mayo de 2000

La consolidación, desde 1994, de las recientes reformas económicas se ha transformado en un crecimiento significativo del PIB, del empleo, del comercio y de la inversión extranjera, así como en una mejora en los indicadores de bienestar social, según dice un informe de la OMC sobre las políticas comerciales del Perú. Sin embargo, el informe pone de relieve la necesidad de que el Perú alcance tasas de crecimiento más elevadas para aumentar un PIB per cápita aún relativamente modesto (2.500 $ EE.UU. por persona). A este respecto, la eliminación de los obstáculos que aún subsisten para el logro de una mayor eficiencia económica tendría una importancia decisiva, ya que fortalecería la competitividad internacional de los productos y exportadores del Perú y permitiría que el Perú fuera más atractivo como destino de las inversiones.

La consolidación de la liberalización comercial y otras reformas sirven de base para el crecimiento económico y las mejoras en el bienestar en el Perú

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El nuevo informe de la Secretaría de la OMC y un informe del Gobierno peruano servirán de base para el segundo examen de las políticas comerciales del Perú que tendrá lugar en el Órgano de Examen de Políticas Comerciales de la OMC los días 30 y 31 de mayo de 2000.
En el informe se resalta que el Perú ha llevado a cabo reformas sustanciales durante el decenio de 1990, incluyendo la privatización de la mayoría de las empresas públicas, la creación de un marco de reglamentación coherente y el refuerzo del sistema financiero. Según el informe, el régimen comercial abierto del Perú se refleja en que el comercio total de mercancías registrado creció en un ritmo anual medio del 8,5 por ciento entre 1994 y 1998. El comercio de servicios también creció de manera significativa impulsado por el proceso de liberalización económica. En el informe se señala que el volumen de las inversiones extranjeras directas se ha quintuplicado desde 1993 gracias al proceso de estabilización y al establecimiento de un marco jurídico para la promoción y protección de las inversiones.

Dice el informe que el principal socio comercial, como destino de las exportaciones y como fuente de las importaciones, del Perú sigue siendo los Estados Unidos, seguido de países de la Asociación Latinoamericana de Integración, la Unión Europea y el Japón. Las exportaciones del Perú consisten principalmente en productos primarios y semielaborados, procedentes, sobre todo, de las actividades mineras y pesqueras que normalmente representan en conjunto alrededor del 60 por ciento de sus exportaciones totales de mercancías. Por consiguiente, las exportaciones peruanas están expuestas a pronunciadas fluctuaciones tanto en volumen como en ingresos.

Según el informe no ha habido cambios significativos en la estructura general de las políticas comerciales de Perú desde el último examen de 1994. El Perú sigue utilizando los aranceles aduaneros como principal instrumento de protección aduanera. El tipo NMF medio efectivamente aplicado fue del 13,6 por ciento en 1999, frente al 16 por ciento aproximadamente en 1993. Unas 330 partidas agrícolas reciben protección adicional mediante un recargo arancelario del 5 o el 10 por ciento; de éstas, 23 también están sujetas a derechos específicos variables que proporcionan efectivamente una amplia protección ad valorem. En el informe se señala que todos los aranceles están consolidados pero que debido al amplio margen entre los tipos aplicados y consolidados (en general un 30 por ciento) el régimen arancelario puede ser menos previsible.

El informe indica que los obstáculos no arancelarios al comercio parecen ser reducidos. Las medidas antidumping se han utilizado con moderación y no hay en vigor ninguna medida compensatoria o de salvaguardia. Sin embargo, el Perú todavía mantiene algunas prescripciones en materia de contenido nacional y medidas en materia de inversiones relacionadas con el comercio, mientras que la contratación pública puede favorecer a los proveedores nacionales. Según el informe, hay una preocupación creciente por el ámbito y la complejidad de los incentivos fiscales, con un esquema condicionado a los resultados de exportación. El régimen de la devolución de derechos del Perú no se limita a la cuantía real de los derechos pagados por los insumos importados. Un pequeño número de exportaciones peruanas están sujetas a restricciones de exportación, mientras que otras parecen tropezar obstáculos no arancelarios importantes en los mercados extranjeros.

El sector agrícola es muy importante para la economía peruana en términos de producción y empleo, según el informe. Se han realizado difíciles ajustes en este sector debido a la liberalización y la reducción de la ayuda estatal iniciadas a comienzos del decenio de 1990 que, sin embargo, han fomentado un fuerte aumento de la producción destinada tanto al mercado nacional como a los mercados extranjeros. Sin embargo, la concentración de diversas medidas en frontera y medidas de ayuda interna en una gama limitada de productos (ciertos cultivos y productos lácteos) que se benefician de ellas puede impedir el logro de nuevos progresos debido a una asignación errónea de recursos de mano de obra, tierra y capital a expensas de otras actividades. El informe señala que debido a la demanda internacional, la producción de hoja de coca y sus derivados sigue siendo importante, pero registra una tendencia a la baja.

La estrategia seguida por Perú para atraer inversiones privadas nacionales y extranjeras ha tenido éxito particularmente en la industria minera, que ha vuelto a desempeñar un papel primordial en la economía. Los sectores de la minería y la energía juntos han atraído algo de un tercio de las inversiones extranjeras directas totales realizadas en el Perú en el período 1992-99, dice el informe. Aunque el Perú cuenta con una importante industria pesquera, ésta tiene un acusado carácter cíclico y sufre de exceso de inversiones y una sobreexplotación inducidos aparentemente por las políticas aplicadas.

Según el informe, aparte del tratamiento de productos mineros, agrícolas y pesqueros, las actividades industriales sólo suponen una pequeña parte de la economía de Perú, y han experimentado una reestructuración extensiva debido a la creciente competencia de las importaciones.

En lo que concierne al sector de los servicios, en el informe se indica que el Estado peruano solía ser uno de los principales proveedores de servicios, incluyendo las actividades financieras, de transporte y de telecomunicaciones, pero su actividad ha disminuido drásticamente desde mediados del decenio de 1990. Paralelamente, el acceso extranjero al mercado de servicios de Perú ha mejorado notablemente, dice el informe. En el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), el Perú contrajo compromisos horizontales respecto del movimiento de personas físicas y el trato de las inversiones extranjeras. Los compromisos contraídos por el Perú con respecto a los servicios de telecomunicaciones son particularmente amplios.

El Perú toma parte en programas de integración regional en el marco de la Comunidad Andina y de la Asociación Latinoamericana de Integración, así como en el Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico y los grupos de negociación del Área de Libre Comercio de las Américas. El informe dice que a pesar de que el Perú participa desde hace tiempo en los procesos de integración regional de América Latina, la parte correspondiente al comercio preferencial recíproco en el comercio total sigue siendo relativamente pequeña.

Además de los programas negociados, el Perú se beneficia de un mayor acceso a los mercados de varios países en el marco de los esquemas del Sistema Generalizado de Preferencias, incluídos los regímenes especiales que ofrecen la Unión Europea y los Estados Unidos para promover alternativas al cultivo y la producción de coca.

Nota para las redacciones

En los Exámenes de las Políticas Comerciales, ejercicio prescrito en los Acuerdos de la OMC, se examinan y se evalúan a intervalos regulares las políticas comerciales y relacionadas con el comercio de los países Miembros. También se siguen de cerca los acontecimientos importantes que pueden tener consecuencias para el sistema mundial de comercio. Para cada examen se elaboran dos documentos: una exposición de políticas que presenta el gobierno del Miembro objeto de examen, y un informe detallado que redacta de manera independiente la Secretaría de la OMC. Estos dos documentos son luego examinados por el conjunto de Miembros de la OMC en el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC). Esos documentos y las actas de las reuniones del OEPC se publican poco después. Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre la OMC en 1995, los informes abarcan también las esferas de los servicios y de los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.

En lo que respecta al presente examen, el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales examinará el informe de la Secretaría de la OMC y la exposición de políticas elaborada por el Perú los días 29 y 31 de mayo de 2000. El informe de la Secretaría abarca la evolución de todos los aspectos de las políticas comerciales de Singapur, inclusive sus leyes y reglamentos internos, el marco institucional y las políticas comerciales por medida y por sector.

Se adjuntan al presente comunicado de prensa las observaciones recapitulativas que figuran en el informe de la Secretaría y algunos extractos de la exposición de políticas del gobierno. Los periodistas pueden obtener el texto del informe de la Secretaría y de la exposición de políticas del gobierno en el espacio destinado a los comunicados de prensa en el sitio de la OMC en Internet (www.wto.org). Estos dos documentos, el acta de los debates del OEPC y el resumen del Presidente se publicarán oportunamente en una versión encuadernada y podrán obtenerse en la Secretaría, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Desde diciembre de 1989 se han finalizado los siguientes exámenes: Argentina (1992 y 1999), Australia (1989, 1994 y 1998), Austria (1992), Bangladesh (1992 y 2000), Benin (1997), Bolivia (1993 y 1999), Botswana (1998), Brasil (1992 y 1996), Burkina Faso (1998), Camerún (1995), Canadá (1990, 1992, 1994, 1996 y 1998), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), las Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995 y 1997), Corea, República de (1992 y 1996), Costa Rica (1995), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992 y 1999), El Salvador (1996), Estados Unidos (1989, 1992, 1994, 1996 y 1999), Fiji (1997), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992), Guinea (1999), Hong Kong (1990, 1994 y 1998), Hungría (1991 y 1998), India (1993 y 1998), Indonesia (1991, 1994 y 1998), Islandia (1994 y 2000), Islas Salomón (1998), Israel (1994 y 1999), Jamaica (1998), Japón (1990, 1992, 1995 y 1998), Kenya (1993 y 2000), Lesotho (1998), Macao (1994), Malasia (1993 y 1997), Malí (1998), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995), México (1993 y 1997), Namibia (1998), Nicaragua (1999), Nigeria (1991 y 1998), Noruega (1991 y 1996), Nueva Zelandia (1990 y 1996), Pakistán (1995), Papua Nueva Guinea (1999), Paraguay (1997), Perú (1994), Polonia (1993), República Checa (1996), República Dominicana (1996), República Eslovaca (1995), Rumania (1992 y 1999), Senegal (1994), Singapur (1992, 1996 y 2000), Sri Lanka (1995), Sudáfrica (1993 y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991 y 1996), Swazilandia (1998), Tailandia (1991, 1995 y 1999), Tanzanía (2000), Togo (1999), Trinidad y Tabago (1998), Túnez (1994), Turquía (1994 y 1998), Uganda (1995), Uruguay (1992 y 1998), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).

Informe de la

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
PERU
Informe de la Secretaría - Observaciones recapitulativas

Introducción

Los regímenes comercial y de inversiones generalmente abiertos del Perú se han mantenido relativamente estables desde el anterior Examen de las Políticas Comerciales de este país realizado en 1994. La continua consolidación de las reformas de gran envergadura emprendidas anteriormente ha tenido como resultado en los seis últimos años un crecimiento considerable del PIB, el empleo, el comercio y las inversiones extranjeras, así como la mejora de los indicadores de bienestar social. En el contexto de la Ronda Uruguay, el Perú ha consolidado en la OMC muchas de sus medidas unilaterales de liberalización y reformas económicas, y ha promulgado o modificado posteriormente sus reglamentos internos para asegurar la aplicación de sus obligaciones multilaterales. En consecuencia, los interlocutores comerciales del Perú se han beneficiado de un mayor acceso al mercado de sus exportaciones de mercancías y proveedores de servicios.

El hecho de que el PIB per cápita siga siendo relativamente modesto (unos 2.500 dólares EE.UU. por persona), nivel que en términos reales no es más elevado que el registrado a mediados del decenio de 1960, pone de relieve la necesidad de que el Perú alcance tasas de crecimiento más elevadas. La eliminación de los obstáculos que aún subsisten para el logro de una mayor eficiencia económica tendría una importancia decisiva a este respecto, ya que fortalecería la competitividad internacional de los productores y exportadores del Perú y permitiría que el Perú fuera más atractivo como destino de las inversiones. Una nueva serie de reformas podría incluir una mayor simplificación del régimen aduanero, una protección arancelaria más uniforme y previsible, la eliminación de las prescripciones de poca importancia que aún siguen en vigor en materia de contenido nacional o resultados de exportación, y una mayor transparencia en los programas de ayuda. La ayuda que reciben actualmente algunas actividades agrícolas no está en consonancia con el principio de la neutralidad entre los sectores. El avance de los programas de privatización y concesiones crearía nuevas oportunidades para las inversiones privadas y una mayor competencia en el mercado interno.

A. ENTORNO ECONÓMICO E INSTITUCIONAL

El PIB registró un aumento anual medio del 5,6 por ciento en 1993-99. Sin embargo, el crecimiento tendió a oscilar, registrando una importante desaceleración en 1998 debida principalmente a una serie de perturbaciones exógenas. Se ha reducido la inflación, y la mejora de los saldos externos ha permitido que las reservas internacionales alcancen niveles satisfactorios. La recuperación de la confianza de los inversores, gracias a la normalización de las relaciones con los acreedores externos y la reestructuración de la deuda, también ha sido un factor importante de la recuperación económica del Perú.

Las corrientes comerciales y de inversiones han aumentado sustancialmente como consecuencia de las reformas económicas de comienzos del decenio de 1990. Entre 1994 y 1998, el comercio total de mercancías registrado creció a un ritmo anual medio del 8,5 por ciento. Las exportaciones del Perú consisten principalmente en productos primarios y semielaborados, provenientes sobre todo de las actividades mineras y pesqueras, y están expuestos a pronunciadas fluctuaciones tanto en cuanto a volumen (variaciones de la producción) e ingresos (variaciones de los precios). El comercio de servicios no atribuibles a factores también ha aumentado sustancialmente desde el anterior examen del Perú, gracias al impulso del proceso de liberalización económica y al aumento paralelo del comercio de mercancías. Debido al proceso de estabilización y el establecimiento de un marco jurídico para la promoción y protección de las inversiones, el volumen de las inversiones extranjeras directas se ha quintuplicado desde 1993.

No se han producido cambios significativos en la estructura general de la formulación o aplicación de la política comercial desde el anterior examen del Perú. El marco reglamentario sectorial también se ha mantenido relativamente estable tras la amplia gama de reformas emprendidas anteriormente, que llevaron a la liberalización general de las normas sobre inversiones sectoriales y a un ambicioso programa de privatización que tuvo como resultado que el Estado se retirara de numerosas actividades de producción, particularmente en 1994-96. Se ofrecen incentivos adicionales a los inversores mediante convenios de estabilidad jurídica, supeditados al cumplimiento de criterios de inversiones mínimas, creación de puestos de trabajo o resultados de exportación.

Se sigue desarrollando el marco de la política de competencia con miras a asegurarse de que los consumidores se beneficien del proceso de liberalización. Habida cuenta de la relación existente entre la política de competencia y la protección de los derechos de propiedad intelectual y la utilización de medidas especiales, así como de la necesidad de una coherencia entre las mismas, se ha confiado a un solo organismo, INDECOPI, la responsabilidad en las tres esferas.

Evolución de la política comercial

El objetivo de la política comercial del Perú es la liberalización del régimen comercial, con el fin de crear incentivos que no produzcan efectos de distorsión y permitan una asignación eficiente de los recursos y promuevan el desarrollo de actividades económicas en función de las señales del mercado. En consonancia con este objetivo, el Perú utiliza los aranceles como principal instrumento de protección en la frontera. El tipo NMF medio efectivamente aplicado fue del 13,6 por ciento en 1999, frente al 16 por ciento aproximadamente en 1993. El arancel se basa en una estructura ad valorem de dos niveles aplicable al valor c.i.f. de las importaciones. En 1997, los dos tipos principales de los derechos se redujeron al 12 y al 20 por ciento (del 15 y el 25 por ciento); al mismo tiempo, se incrementaron del 15 al 20 por ciento los aranceles aplicados a unos 300 productos agrícolas. El 84 por ciento aproximadamente de todas las líneas arancelarias están sujetas al tipo del 12 por ciento. Todo el arancel está consolidado, pero el amplio margen existente entre los tipos efectivamente aplicados y los tipos consolidados (del 30 por ciento por lo general) puede afectar en forma negativa a la previsibilidad del régimen arancelario.

Unas 330 partidas arancelarias, que incluyen productos agrícolas, reciben protección adicional mediante un recargo arancelario del 5 o el 10 por ciento. De estas partidas, 23 también están sujetas a derechos específicos variables, que deberían constituir un mecanismo de protección y de estabilización de los precios. A comienzos del año 2000, estos derechos afectaban a cinco grupos de productos: leche, maíz, sorgo, arroz y azúcar (y también a los productos del trigo hasta 1998). Dado que los derechos específicos variables proporcionan efectivamente una amplia protección ad valorem, es motivo de preocupación el hecho de que su aplicación pueda perjudicar la previsibilidad, distorsionar la producción y dar lugar posiblemente al incumplimiento de las consolidaciones arancelarias.

Las formalidades básicas de importación del Perú se han mantenido esencialmente invariables desde el anterior examen de este país y parecen sencillas en general. Se sigue utilizando la inspección previa a la expedición, introducida en 1992 con el fin de prevenir la subvaloración, pero se ha reducido la gama de productos a los que se aplica. El Perú recibe asistencia técnica para aplicar el Acuerdo de la OMC sobre Valoración en Aduana, y se le ha concedido una exención para aplazar la plena aplicación de dicho Acuerdo hasta abril del año 2000. Se aplican normas de origen tanto preferenciales como no preferenciales, estas últimas en relación con las medidas especiales.

Los obstáculos no arancelarios al comercio parecen ser reducidos en general. Las medidas antidumping se han utilizado con moderación; a comienzos del año 2000 sólo había nueve medidas en vigor, la mayoría de las cuales afectaban a exportadores de países que no eran miembros de la OMC. No hay en vigor ninguna medida compensatoria o de salvaguardia. El Perú aplica prescripciones en materia de contenido nacional en relación con diversos programas oficiales de nutrición, así como una medida en materia de inversiones relacionada con el comercio en relación con los productos lácteos. En lo que respecta a la contratación pública, que está regulada por un marco reglamentario más transparente introducido en 1997, un cierto número de disposiciones favorece a los proveedores nacionales. El Perú no es Parte en el Acuerdo plurilateral de la OMC sobre Contratación Pública.

En las políticas regionales, sectoriales y sociales se utilizan incentivos fiscales cuyo alcance y complejidad suscitan cierta preocupación, aunque los montos de que se trata son relativamente reducidos. Las zonas francas y otras zonas fiscales especiales tienen por objeto en general el logro de objetivos de desarrollo regional, pero no parecen haber alcanzado estos objetivos; las exoneraciones fiscales previstas en el sistema de los CETICOS establecido a finales de 1996 dependen de los resultados en materia de exportación. Se pueden obtener créditos preferenciales del banco nacional de desarrollo, COFIDE, para determinados sectores.

Según parece, la ayuda estatal directa que reciben las exportaciones peruanas es limitada. En el marco del régimen de devolución de derechos del Perú, se restituye el 5 por ciento del valor f.o.b. de los bienes exportados, independientemente de la cuantía real de los derechos pagados por los insumos importados. Se aplican restricciones a la exportación de guano, madera en bruto y ciertos animales. Se requieren visados para la exportación de textiles a los Estados Unidos y se aplican limitaciones a la exportación de toallas de algodón. En el marco del Acuerdo de la OMC sobre los Textiles y el Vestido, la Unión Europea aplica contingentes a las exportaciones peruanas de hilados y tejidos de algodón. Varias medidas no arancelarias aplicadas en mercados extranjeros (por ejemplo, medidas sanitarias y fitosanitarias) también pueden constituir un obstáculo para la exportación de otros productos peruanos.

Evolución de las políticas sectoriales

Desde su anterior examen, el Perú ha seguido aplicando un enfoque de políticas sectoriales en el que se destaca la neutralidad de los incentivos en las distintas actividades. No obstante, un número reducido de actividades sigue beneficiándose de incentivos fiscales o aranceles especiales.

En el sector agrícola, la liberalización y la reducción de la ayuda estatal iniciadas a comienzos del decenio de 1990 han requerido difíciles ajustes que sin embargo han fomentado un fuerte aumento de la producción destinada tanto al mercado nacional como a los mercados extranjeros. Sin embargo, la concentración de diversas medidas en frontera y medidas de ayuda interna en una gama limitada de productos (ciertos cultivos y productos lácteos) que se benefician de ellas puede impedir el logro de nuevos progresos debido a una asignación errónea de recursos de mano de obra, tierra y capital a expensas de otras actividades. Debido a la demanda internacional, la producción de hoja de coca y sus derivados sigue siendo importante al parecer, pero registra una tendencia a la baja.

El Perú ha demostrado tener una ventaja comparativa en ciertos productos pesqueros y minerales, que normalmente representan en conjunto alrededor del 60 por ciento de sus exportaciones totales de mercancías. Aunque el Perú cuenta con una importante industria pesquera, ésta tiene un acusado carácter cíclico y sufre de un exceso de inversiones y una sobreexplotación inducidos aparentemente por las políticas aplicadas. La estrategia seguida por el Perú para atraer inversiones privadas nacionales y extranjeras ha tenido éxito particularmente en la industria minera, que ha vuelto a desempeñar un papel primordial en la economía. La minería y la energía han atraído poco más de un tercio de las inversiones extranjeras directas totales realizadas en el Perú en el período 1992-99.

Aparte de la elaboración de productos mineros, agrícolas y pesqueros, las actividades manufactureras sólo aportan una pequeña contribución a la economía del Perú; estas actividades han sido objeto de una importante reestructuración debido al aumento de la competencia de las importaciones.

El Estado peruano era un importante proveedor de servicios, incluidos los servicios financieros, de transporte y telecomunicaciones, pero su participación en el sector ha disminuido espectacularmente desde mediados del decenio de 1990. Al mismo tiempo, ha mejorado considerablemente el acceso extranjero al mercado peruano de servicios. El ambicioso programa de privatizaciones y la política general de promoción de la inversión privada ha dado lugar a importantes cambios estructurales en la mayoría de las esferas de servicios. En lo concerniente a los servicios públicos privatizados, las autoridades peruanas están tratando de establecer un marco reglamentario sólido, sobre todo para impedir el abuso de posiciones dominantes en los mercados de servicios en los que la competencia es limitada por motivos técnicos.

Política comercial e interlocutores comerciales

A través de su participación en la OMC y en iniciativas regionales, el Perú ha tratado de mejorar su acceso a los mercados internacionales a fin de generar economías de escala y lograr una especialización. Las autoridades peruanas, si bien acogen con satisfacción el fortalecimiento del sistema multilateral de comercio y el aumento de la transparencia y previsibilidad que se han producido a raíz de la conclusión de la Ronda Uruguay y el establecimiento de la OMC, han hecho notar que en algunas esferas no se han logrado realmente los resultados esperados. A su juicio, esto es particularmente cierto en sectores tales como la agricultura, los textiles y el vestido, así como en lo que respecta a las nuevas disciplinas para la adopción de medidas antidumping.
En diciembre de 1994 el Perú ratificó el Acuerdo de Marrakech por el que se establece la OMC, que forma parte integrante de la legislación peruana. El Perú ha promulgado o modificado diversos reglamentos internos para ajustarlos a sus obligaciones internacionales y facilitar así su aplicación, en particular en la esfera de los derechos de propiedad intelectual. Como resultado de la Ronda Uruguay, el Perú consolidó todo su arancel, en el que anteriormente sólo estaban consolidadas 460 líneas. El Perú concede como mínimo el trato arancelario NMF a todos sus interlocutores.

En el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) de la OMC, el Perú contrajo compromisos horizontales respecto del movimiento de personas físicas y el trato de las inversiones extranjeras; aunque estos compromisos sólo se aplican a los sectores incluidos en la Lista del Perú anexa al AGCS, en la práctica la legislación peruana concede a la mayoría de las actividades del sector de los servicios un acceso similar a su mercado. Los compromisos específicos por sectores abarcan 7 de las 12 grandes categorías de servicios. En consonancia con la legislación del Perú, por lo general se han contraído compromisos plenos respecto del acceso a los mercados y el trato nacional para los servicios prestados a través de una presencia comercial (es decir, el trato otorgado a las inversiones extranjeras). Los compromisos contraídos por el Perú con respecto a los servicios de telecomunicaciones son particularmente amplios; todos los servicios están consolidados, excepto la concesión de trato nacional en relación con la presencia de personas físicas.

A la vez que participa en el sistema multilateral de comercio, el Perú toma parte en programas de integración regional en el marco de la Comunidad Andina y de la Asociación Latinoamericana de Integración, así como en el Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico y los grupos de negociación del Área de Libre Comercio de las Américas. A pesar de que el Perú participa desde hace tiempo en los procesos de integración regional de América Latina, la parte correspondiente al comercio preferencial recíproco en el comercio total sigue siendo relativamente pequeña. Además de los programas negociados, el Perú se beneficia de un mayor acceso a los mercados de varios países en el marco de los esquemas del Sistema Generalizado de Preferencias, incluidos los regímenes especiales que ofrecen la Unión Europea y los Estados Unidos para promover alternativas al cultivo y la producción de coca. Según las autoridades peruanas, estos sistema han tenido como resultado una diversificación sustancial de las exportaciones.

Informe del

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
PERU
Informe del Gobierno - Partes I y II

I. RESUMEN EJECUTIVO

A. EVOLUCIÓN RECIENTE

1. Durante los últimos seis años, el Perú ha continuado profundizando sus reformas económicas y la liberalización comercial con el fin de consolidar su integración a la economía mundial. Para ello, ha realizado no sólo los ajustes necesarios para cumplir con sus compromisos en el ámbito multilateral sino que ha profundizado la liberalización de su mercado externo de bienes y servicios a través de negociaciones comerciales.

2. El Perú fue Parte Contratante del GATT desde 1951, participó en las negociaciones de la Ronda Uruguay y se constituyó como Miembro inicial de la OMC. El Perú adecuó su legislación interna a los acuerdos adoptados al finalizar la Ronda Uruguay, con lo cual ha cumplido con dichos compromisos multilaterales. A partir del 1º de abril de 2000 el Perú aplica el Acuerdo sobre Valoración en Aduana de la OMC al 100% de las mercancías importadas.

3. En el marco de la liberalización comercial, se han reducido los niveles y la dispersión arancelarios y se han suprimido diversas restricciones que afectaban el libre comercio. En la actualidad, existen dos niveles de aranceles a las importaciones (12 y 20 por ciento) y sobretasas temporales para algunos productos agropecuarios.

4. Durante este período, la gestión económica del Gobierno se ha caracterizado por un manejo prudente de la política fiscal y monetaria, que ha permitido lograr el equilibrio fiscal en 1997, así como crear condiciones para promover la inversión.

- En materia de política monetaria, el único objetivo es la estabilidad de precios, para lo cual se cuenta con un Banco Central independiente, el cual ha optado por la base monetaria como meta intermedia. Asimismo, se adoptó desde un inicio un sistema de tipo de cambio flotante.
- En materia de política fiscal, el Gobierno continuó con el proceso de reforma tributaria, simplificando en 1994 el sistema tributario a sólo cuatro impuestos: el impuesto general a las ventas, el impuesto a la renta, el impuesto selectivo al consumo y el impuesto a las importaciones. Esta reforma, caracterizada por una estricta disciplina fiscal llevó a que en 1997, las cuentas del sector público alcanzaran un superávit luego de 30 años.

5. Las reformas emprendidas, complementadas por un entorno jurídico adecuado y un manejo económico acertado han posibilitado que el país sea considerado como un lugar propicio para el destino de la inversión extranjera. La importancia de la inversión en términos de la PIB creció desde 15,6% en 1990 hasta 24,4% en 1997, reduciéndose a 21,7% a fines de 1999 debido a las crisis de 1998 y 1999. En materia de deuda externa, los acuerdos suscritos entre 1996 y 1997 con el Club de París y la banca comercial significaron la regularización de relaciones con sus acreedores.

6. Como resultado de este escenario, la economía peruana creció durante el período 1994-1999 a una tasa promedio de 5,5% anual y la inflación se redujo a 3,7% en 1999. Por su parte, las exportaciones e importaciones crecieron durante dicho período a tasas anuales del orden de 9,7% y ,4% en promedio, respectivamente.

7. Paralelamente a las reformas internas, el Gobierno ha ido consolidando su inserción en mecanismos de integración comercial de diversos alcances.

- El Perú fue incorporado formalmente al Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) en noviembre de 1998.
- A nivel hemisférico, el Perú viene participando activamente en el proceso de negociación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
-. A nivel regional se ha continuado con el proceso de integración en el seno del Acuerdo Latino Americano de Integración (ALADI).
- A nivel subregional, la Decisión 414 de la Comunidad Andina (CAN), que facilita la reincorporación plena del Perú a la Zona de Libre Comercio Andina y define un calendario de desgravación progresiva de aranceles para sus miembros, entró en vigor en julio de 1997. En 1998 se aprobó la Decisión 439, mediante la cual se aprueba un acuerdo marco para la liberalización del comercio de servicios.

B. PERSPECTIVAS

8. La política económica peruana se orientará en los próximos años a fomentar el crecimiento sostenido del producto, para alcanzar incrementos mayores al 6% anual y a reducir la inflación a niveles internacionales, con el fin de lograr el progreso económico y social del país. Para ello, el Perú considera fundamental mantener el equilibrio en las finanzas públicas, una política monetaria prudente, así como continuar el proceso de reformas estructurales.

9. El Perú seguirá comprometido con un régimen de libre comercio, libre movilidad de capitales y flotación cambiaria, así como con la profundización de la reforma del comercio exterior y del sistema aduanero.

10. El Perú apoya el inicio de una nueva ronda de negociaciones comerciales multilaterales en la medida en que se llegue a un consenso sobre una agenda amplia y balanceada que refleje los intereses de todos los Miembros y que se adopte métodos de trabajo transparentes que garanticen una participación equitativa de todos los Miembros interesados.

11. Asimismo, para el Perú es particularmente importante el fortalecimiento de un entorno internacional de comercio estable, transparente y predecible, que posibilite un creciente acceso de los productos de exportación peruanos al mercado internacional.

II. ENTORNO COMERCIAL Y DE POLÍTICA ECONÓMICA

A. EVOLUCIÓN DEL ENTORNO ECONÓMICO

12. La evolución favorable de los principales indicadores económicos de la economía peruana desde 1994 ha dependido en gran medida de un manejo prudente de la política fiscal y monetaria, y del vigoroso proceso de reformas estructurales que se puso en marcha a mediados del primer quinquenio de la década de los 90. Como consecuencia del nuevo entorno económico, la inflación se ha reducido de 7,600 por ciento a comienzos de la década de los años 90 a niveles de un dígito entre 3 y 4 por ciento a fines de la citada década. En 1997 se logró el equilibrio fiscal, luego de haber experimentado déficit mayores a 10 por ciento del PIB a fines de los 80 y se crearon las condiciones apropiadas para favorecer un proceso permanente de inversión y lograr un crecimiento sostenido de la actividad económica. Todo ello se vio favorecido por el proceso de reintegración en el sistema financiero internacional, la pacificación del país, el conjunto de reformas estructurales y el programa de ajuste que han permitido reducir el riesgo-país de la economía peruana lo cual se ha traducido en un importante flujo de capitales externos, principalmente de mediano y largo plazo, que han financiado en forma importante el crecimiento de la actividad productiva sin poner en riesgo la viabilidad de las cuentas externas.

13. Durante este período, la política monetaria ha tenido como único objetivo la estabilidad de precios, tal como lo establece la Constitución de 1993 y la propia Ley Orgánica del Banco Central. Desde 1994, el Instituto Emisor viene anunciando rangos de inflación objetivo para el año de forma de hacer más explícito su compromiso por reducir la inflación y llevarla al nivel de los países industrializados. Para el logro del objetivo final, las autoridades monetarias han escogido como objetivo intermedio el crecimiento de la base monetaria. Cabe mencionar que otro elemento importante en este proceso ha sido la adopción de un sistema de tipo de cambio flotante el cual ha permitido que el país pueda enfrentar, sin efectos traumáticos, choques como la caída de los términos de intercambio. Las intervenciones en el mercado cambiario se realizan básicamente para evitar fluctuaciones sin fundamento del tipo de cambio. Estas intervenciones han permitido fortalecer la Posición de Cambio del Banco Central, pasando de una posición negativa en julio de 1990 a cerca de US$ 2.500 millones a fines de 1999, la cual es equivalente a 1,8 veces la base monetaria.

14. En el caso de la política fiscal, luego de que el programa inicial de 1990 eliminara las principales fuentes de desequilibrio, especialmente el financiamiento del Banco Central, el Gobierno adoptó desde 1992 una serie de medidas para simplificar el sistema tributario y reorganizar la administración tributaria. Este proceso determinó que para 1994 el sistema tributario dependiera sólo de cuatro impuestos: el impuesto general a las ventas, el impuesto a la renta, el impuesto selectivo al consumo y el impuesto a las importaciones. Esta política junto al manejo prudente del gasto fiscal permitieron que en 1997, las cuentas del sector público alcanzara un superávit luego de 30 años. Los acontecimientos ocurridos por las crisis externas y el Fenómeno El Niño afectaron el resultado fiscal durante 1998 y 1999.

15. A fines de 1999, el Gobierno aprobó una Ley de Prudencia y Transparencia Fiscal la cual entre otros puntos dispone que el déficit fiscal no podrá ser mayor a uno por ciento (1%) del producto a partir del año 2002 y que el crecimiento del gasto no financiero del gobierno general no debe superar el dos por ciento (2%) en términos reales. Es importante señalar también que entre los años 1996 y 1997 el Gobierno llegó a un acuerdo con el Club de París y la banca comercial con lo cual se regularizaron relaciones con sus acreedores. Asimismo, es importante señalar que el proceso de privatización, el cual se ha desarrollado en forma importante desde 1994 ha significado un valor de venta de empresas del orden de US$ 9.000 millones.

16. Es importante remarcar que las reformas emprendidas, tales como la liberalización del comercio exterior, del mercado cambiario, de la cuenta de capitales y del sistema financiero, así como las privatizaciones y las reformas en el mercado laboral y legislación sobre inversiones extranjeras han permitido dar un impulso importante a la actividad económica, especialmente a la inversión. La participación de la inversión en el PIB creció de 15,6 por ciento en 1990 a 24,4 por ciento en 1997. Sin embargo, a raíz de las crisis de los años 1998 y 1999 esta tasa se ha reducido a 21,7 por ciento a fines de 1999.

17. Cabe resaltar que la mayor inversión ha tenido un importante efecto en el comercio exterior en la medida de que no sólo ha posibilitado una mayor oferta exportable sino que también ha requerido una mayor demanda por bienes importados. Esta situación determinó que el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos se incrementara de US$ 2.648 millones en 1994 a US$ 3.790 millones a fines de 1998, reduciéndose posteriormente a US$ 2.030 millones en 1999. No obstante, resulta importante señalar que en el período 1994-1999, este déficit ha estado financiado en más de 2/3 por capitales privados de largo plazo (excluyendo los ingresos por concepto de privatización).

18. El mantenimiento de los fundamentos económicos y el entorno legal para la inversión extranjera han posibilitado al país ser considerado como un lugar propicio para el destino de la inversión extranjera en la última década y le han permitido complementar los esfuerzos internos para retomar el crecimiento sostenido luego de las crisis internacionales.

19. La Constitución de 1993, en su artículo 63, otorga igual tratamiento a la inversión extranjera y doméstica. Adicionalmente, la legislación vigente permite una total libertad para la remisión de utilidades y dividendos al extranjero, alquilar tecnología, el pago por derechos de marca así como también la posibilidad de inversión privada en servicios públicos. El Gobierno ha firmado también acuerdos bilaterales que permiten al inversionista extranjero asegurar sus inversiones contra riesgos no comerciales con organizaciones como MIGA (Multilateral Investment Guarantee Agency) y OPIC (Overseas Private Investment Corporation) a la vez que tienen la posibilidad de firmar acuerdos de estabilidad tributaria con el Gobierno.

20. En este contexto, los flujos de inversión extranjera se han incrementado considerablemente a lo largo de la década. De un nivel cercano a los US$ 13 millones registrado en 1990 se incrementó a un nivel alrededor de US$ 1.600 millones en 1994 y de US$ 2.200 millones a fines de 1999, a pesar de que los flujos de inversión hacia nuestro país al igual que como en gran parte de América Latina se atenuaron el año 1998. Durante el período 1994-1999, los países de donde han provenido los principales flujos de inversión extranjera directa han sido España, Estados Unidos de América, Reino Unido, Canadá y Chile. Los sectores que han recibido la mayor parte del flujo acumulado de inversión extranjera directa durante este período han sido: comunicaciones, energía, minería, industria y finanzas.

21. Como resultado de este escenario, durante el período 1994-1999, la economía peruana creció a una tasa promedio de 5,5% anual y la inflación se redujo a un nivel alrededor de 3,7% en 1999. Es en este nuevo entorno, caracterizado por una mayor estabilidad económica, que la actividad de comercio exterior comienza a dinamizarse, favorecida en parte por la mejora de nuestros términos de intercambio. Como resultado, las exportaciones e importaciones crecieron entre los años 1994 y 1999 a tasas promedio anuales del orden de 9,7% y 8,4%, respectivamente.

22. Durante 1998 y como consecuencia del impacto del Fenómeno El Niño y las crisis financieras en Asia y Rusia sobre las economías emergentes de América Latina, la caída de los precios de las exportaciones de bienes primarios significó una reducción de 13 por ciento en los términos de intercambio respecto al promedio de 1997, afectando especialmente el consumo y la inversión privados por las expectativas adversas respecto al ingreso futuro. La reducción de la demanda interna, en 0,6 por ciento en 1998, llevó a que la economía peruana experimentara sólo un crecimiento del PIB de 0,3 por ciento durante ese año. Por su parte, el valor de las exportaciones y el de las importaciones de bienes se redujeron en 16,1 y 4,1 por ciento respecto a los niveles alcanzados en 1997. No obstante, durante el año el Banco Central continuó con el esfuerzo por alcanzar la estabilidad de precios por lo que la tasa de inflación se mantuvo en descenso, alcanzando al mes de diciembre de 1998 una tasa acumulada del orden del 6 por ciento.

23. Asimismo, la economía peruana ha venido mostrando signos de recuperación desde el último trimestre de 1999, registrando un crecimiento del producto de 3,8 por ciento para el año, la tasa más alta entre los países de América Latina. Las exportaciones recuperaron su dinamismo al crecer en 6,6 por ciento a pesar de experimentar una reducción de los términos de intercambio de 5,2 por ciento, mientras que el valor de las importaciones se redujo en 18,1 por ciento. En términos de bienes y servicios, el valor de las exportaciones peruanas pasó de US$ 7.487 millones en 1998 a US$ 7.793 millones en 1999 (4,1 por ciento de aumento), mientras que el de las importaciones de bienes y servicios disminuyó de US$ 10.492 millones a US$ 8.857 millones (15,6 por ciento).

24. Por otro lado, se continuaron con los esfuerzos para reducir los niveles de inflación a niveles internacionales. La inflación en 1999 fue de 3,7 por ciento, la tasa más baja registrada en la economía peruana en los últimos 40 años y la segunda más baja en los últimos 60 años.

B. OBJETIVO DE LA POLÍTICA COMERCIAL

25. La política comercial peruana de apertura y liberalización busca la inserción del país en la economía mundial, para aprovechar los beneficios de la especialización del mercado internacional. En ese sentido, el Perú otorga particular atención al fortalecimiento de un sistema de comercio internacional previsible basado en una competencia leal, en el desarrollo de las ventajas comparativas y en la reducción del proteccionismo.

26. El objetivo de la política comercial es contribuir a sentar las bases para el crecimiento sostenido y la modernización de la economía peruana, buscando mejorar su eficiencia y productividad a fin de asegurar su competitividad interna y externa y una mayor participación en las corrientes comerciales mundiales.

C. CONSOLIDACIÓN DEL PROCESO DE APERTURA DE LA ECONOMÍA PERUANA

27. Uno de los pilares de las reformas estructurales llevadas a cabo fue la liberalización comercial. Con el fin de que los precios internacionales sean los estímulos para la eficiencia productiva y hacer que el mercado interno se someta a la competencia externa, los niveles y la dispersión arancelarios fueron reducidos drásticamente y se eliminó todo tipo de restricción cuantitativa al comercio exterior. A fines de la década pasada existían 39 tasas arancelarias (con un promedio de 70 por ciento) que incluyendo las sobretasas existentes sumaban 56 tasas arancelarias efectivas, las que representaban sesgos en contra de la eficiencia de la producción nacional y del desarrollo de las actividades de exportación. Como parte del proceso de consolidación de apertura comercial, en abril de 1997 se redujeron los dos niveles arancelarios del 25 a 20 por ciento y de 15 a 12 por ciento. A la fecha, el 85 por ciento de las partidas está sujeto a un arancel de 12 por ciento y el resto a uno de 20 por ciento, con el efecto de que el arancel promedio ponderado para toda la clasificación NANDINA pasó de 15,3 por ciento en diciembre de 1996 a 13,1 por ciento luego de la rebaja arancelaria antes señalada. Debe mencionarse que existen sobretasas temporales para determinados productos agropecuarios. Asimismo, se han suprimido diversas restricciones que afectaban el libre comercio.

D. RELACIONES CON LOS PRINCIPALES SOCIOS COMERCIALES

28. El principal socio comercial del Perú durante el período 1994-1999 fue los Estados Unidos de América, con el que en 1998 se realizó el 33 por ciento del intercambio comercial. Tanto las exportaciones a los Estados Unidos como las importaciones provenientes de este país representaron el 33 por ciento de sus respectivos totales. El comercio con este país se ha visto favorecido por la Ley de Preferencias Comerciales Andinas desde que el Perú fue considerado en 1993 como país elegible para este esquema preferencial.

29. El segundo socio en términos de su importancia en el comercio es la Unión Europea, con el 22 por ciento del total del intercambio comercial del Perú en 1998. La participación de las exportaciones peruanas a la Unión Europea se ha reducido del 31 por ciento en 1994 al 22 por ciento en 1998. Por su parte, la participación de las importaciones provenientes de este grupo de países en el total de importaciones se elevó de 16 por ciento a 22 por ciento, en ese año.

30. Respecto a los países de ALADI, su participación en el total del comercio se ha mantenido en todo este período, registrando para 1998 un nivel de 22 por ciento. Dentro de este grupo de países destacan los países de la Comunidad Andina, con quienes se realizó el 8 por ciento del intercambio comercial, con una participación de 8 y 7 por ciento de nuestras exportaciones e importaciones respectivamente; seguido de los países del MERCOSUR, que en 1998 representaron el 7 por ciento del intercambio comercial del Perú, con una participación de 4 por ciento en las exportaciones y 9 por ciento en las importaciones.

31. Finalmente, otro grupo de países en importancia dentro de nuestro comercio exterior lo constituyen las naciones asiáticas tales como Japón y la República Popular China. Luego de un crecimiento sostenido (17,1 por ciento) del valor de las exportaciones de bienes a estos países durante 1994-97, en 1998 descendió significativamente (53,4 por ciento) mientras que el ritmo de crecimiento de las importaciones de bienes provenientes de estos países, de 5,8 por ciento durante 1994-97, se redujo a 3,2 por ciento en 1998.