Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/172
17 de septiembre de 2001

Estados Unidos: septiembre de 2001

El informe de la Secretaría de la OMC, junto con la declaración de política formulada por el Gobierno de los Estados Unidos, servirán de base para el sexto examen de las políticas comerciales de los Estados Unidos por el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC, los días 14 y 17 de septiembre de 2001.

Los Estados Unidos reforzarían el sistema multilateral de comercio mediante la reducción de los obstáculos al comercio subsistentes

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Los Estados Unidos mantienen uno de los regímenes de comercio e inversiones más abiertos del mundo, aunque en unas cuantas esferas importantes subsisten importantes obstáculos al acceso a los mercados. La reducción de esos obstáculos reduciría las distorsiones de los mercados mundiales y las fricciones con los interlocutores comerciales y fortalecería el sistema multilateral de comercio, de acuerdo con un informe de la OMC sobre las políticas y prácticas comerciales de los Estados Unidos.

Tras un largo período de firme expansión, el crecimiento económico de los Estados Unidos ha registrado una desaceleración considerable y una disminución de las importaciones, lo cual ha hecho que se suavice la política monetaria y también que se recurra a la política fiscal. Las variaciones del entorno económico pueden influir en la aplicación de la política comercial estadounidense, ya que una economía que atraviesa un período de desaceleración aumentará probablemente las presiones para lograr una mayor protección frente a las importaciones y más ayuda oficial. En el informe se señala que en el actual período de desaceleración cíclica, la influencia de los Estados Unidos como motor de crecimiento para el resto del mundo es menor.

Desde el anterior examen de las políticas comerciales de los Estados Unidos, en julio de 1999, los Estados Unidos han formulado propuestas para lograr una mayor liberalización de la agricultura y los servicios en las negociaciones celebradas en la OMC de conformidad con el mandato impartido. Los Estados Unidos también se han comprometido a prestar apoyo a una nueva ronda multilateral de negociaciones. Además, en el programa comercial de los Estados Unidos figuraban negociaciones en relación con un Acuerdo sobre el Área de Libre Comercio de las Américas y acuerdos bilaterales de libre comercio. Para facilitar la aplicación de las iniciativas comerciales, la Administración está tratando de obtener facultades “para la promoción del comercio”, y en el informe se señala que es probable que los interlocutores comerciales atribuyan gran importancia al resultado de esos esfuerzos.

En el informe se señala que la mayoría de las importaciones entran en los Estados Unidos con franquicia arancelaria o con aranceles bajos. En 2000, el tipo NMF medio se situaba en el 5,4 por ciento para el conjunto de las mercancías y los aranceles más altos eran los aplicados principalmente a los productos agroalimentarios, así como a las prendas de vestir, textiles y calzado. En lo relativo a estos productos, los aranceles tienden a aumentar a medida que aumenta el grado de elaboración. Se aplican contingentes arancelarios a las importaciones de carne de vacuno, productos lácteos, azúcar y algunos productos que contienen azúcar, cacahuetes, tabaco y algodón. Los aranceles aplicados fuera de contingentes, que llegan a ser del 350 por ciento, pueden tener el efecto de prohibiciones de las importaciones. Algunos volúmenes contingentarios están reservados a determinados países.

En el informe se dice que los Estados Unidos siguen utilizando frecuentemente medidas antidumping y medidas compensatorias. Entre 1998 y 2000 aumentó el número de investigaciones iniciadas. Estas iniciaciones pueden tener efectos depresivos del comercio y en muchos casos se aplican derechos preliminares. Un elevado porcentaje de las investigaciones realizadas en los dos últimos años se refería a productos de acero. En 1998-2000, los Estados Unidos aplicaron cuatro medidas de salvaguardia, en relación con productos agropecuarios o productos de acero, e iniciaron, en junio de 2001, una investigación global en materia de salvaguardias que abarcaba determinados productos de acero. Algunos interlocutores comerciales han cuestionado en la OMC los métodos utilizados por los Estados Unidos para determinar la existencia de dumping y de daño, y han impugnado las cuatro medidas de salvaguardia aplicadas desde 1998.

En los Estados Unidos las restricciones cuantitativas de las importaciones se establecen principalmente en el marco del Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido. Se aplican contingentes a más de la mitad de las importaciones de prendas de vestir y al 32 por ciento de las importaciones de textiles. Se aplican más de 1000 contingentes a 45 países, entre ellos 37 Miembros de la OMC. Asimismo, de la Ley Jones se desprende una prohibición de facto de las importaciones de buques construidos en el extranjero para el servicio de las rutas internas de los Estados Unidos. Sigue existiendo la prohibición de importar atún procedente de países que los Estados Unidos consideran no cumplen el Programa Internacional de Conservación de los Delfines. Se aplica también una prohibición de las importaciones de camarones capturados con tecnologías que puedan afectar a determinadas tortugas marinas.

El informe también pone de manifiesto que las restricciones comerciales impuestas por los Estados Unidos por motivos de seguridad nacional y política exterior pueden ser motivo de preocupación para algunos interlocutores comerciales, especialmente por el carácter unilateral de algunas de esas medidas. Se aplican sanciones comerciales a cerca de 30 países extranjeros por diversas razones.

Los Estados Unidos han propugnado firmemente la reducción de las subvenciones que afectan a la competencia en los mercados internacionales. De acuerdo con esta postura, han descendido las subvenciones federales a la exportación y se recurre a la financiación oficial con respecto a una proporción relativamente baja de las exportaciones. Sin embargo, dadas las dimensiones de la economía de los Estados Unidos, la asistencia interna puede tener efectos apreciables en los mercados mundiales. En este sentido, el principal beneficiario de los desembolsos oficiales es el sector agroalimentario. Esos desembolsos, que casi se triplicaron entre 1997 y 2000, fueron superiores al descenso del valor de la producción agropecuaria. En 2000 se desembolsaron cerca de 30.000 millones de dólares EE.UU. en pagos directos a los agricultores y ganaderos. Como consecuencia, los pagos directos representan más de la mitad de los ingresos netos de los agricultores.

En el informe de la Secretaría de la OMC se dice que el suministro de servicios mediante presencia comercial extranjera ha seguido aumentando en los Estados Unidos. Las disposiciones recientemente adoptadas para suprimir las restricciones internas al comercio internacional en el sector de los servicios han ido más allá de los compromisos contraídos por los Estados Unidos en la OMC y deberán aumentar la eficiencia de la economía nacional.

En el informe se añade que aunque ha tenido lugar un nuevo avance de la refundición de la reglamentación financiera de los Estados Unidos, y se otorga trato nacional con respecto a los bancos extranjeros, en otros sectores de servicios financieros las reglamentaciones internas pueden complicar el acceso a los mercados extranjeros. En el sector de las telecomunicaciones se han introducido nuevas reglamentaciones internacionales en materia de fijación de precios y se ha producido una mayor privatización de los servicios por satélite. Los servicios internacionales de transporte aéreo se han liberalizado principalmente en acuerdos bilaterales de libertad del espacio aéreo pero subsisten las restricciones con respecto a la propiedad y control extranjeros de compañías aéreas estadounidenses. El transporte marítimo sigue figurando entre los sectores más protegidos de la economía estadounidense.

En el informe se señala que las consideraciones en materia de política de competencia influyen de manera cada vez más visible en los asuntos relacionados con el comercio y las inversiones en los Estados Unidos y en los demás países, y plantean cuestiones complejas sobre la interacción de los diferentes instrumentos de política. Por ejemplo, la asistencia oficial puede ir en contra de principios de promoción de la competencia, y lo mismo puede ocurrir de aplicarse de forma inadecuada las medidas antidumping, compensatorias o de salvaguardia. Asimismo, los Estados Unidos restringen la participación extranjera en la contratación pública.

Nota para las redacciones

En los Exámenes de las Políticas Comerciales, ejercicio prescrito en los Acuerdos de la OMC, se examinan y se evalúan a intervalos regulares las políticas comerciales y relacionadas con el comercio de los países Miembros. También se siguen de cerca los acontecimientos importantes que pueden tener consecuencias para el sistema mundial de comercio. Para cada examen se elaboran dos documentos: una declaración de política que presenta el gobierno del Miembro objeto de examen y un informe detallado que redacta de manera independiente la Secretaría de la OMC. Estos dos documentos son luego examinados por el conjunto de Miembros de la OMC en el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC). Esos documentos y las actas de las reuniones del OEPC se publican poco después. Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre la OMC en 1995, los informes abarcan también las esferas de los servicios y de los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.

En lo que respecta al presente examen los días 14 y 17 de septiembre de 2001 el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales examinará el informe de la Secretaría de la OMC y la declaración de política elaborada por el Gobierno de los Estados Unidos. El informe de la Secretaría abarca la evolución de todos los aspectos de las políticas comerciales de los Estados Unidos, inclusive sus leyes y reglamentos internos, el marco institucional y las políticas comerciales por medidas y sectores.

Se adjuntan al presente comunicado de prensa las observaciones recapitulativas que figuran en el informe de la Secretaría y algunos extractos de la declaración de política del Gobierno. Los periodistas pueden obtener el texto del informe de la Secretaría y de la declaración de política del Gobierno en el espacio destinado a los comunicados de prensa en el sitio de la OMC en Internet (www.wto.org). Estos dos documentos, el acta de los debates del OEPC y el resumen del Presidente se publicarán oportunamente en una versión encuadernada y podrán obtenerse en la Secretaría, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Desde diciembre de 1989 se han finalizado los siguientes exámenes: Argentina (1992 y 1999), Australia (1989, 1994 y 1998), Austria (1992), Bahrein (2000), Bangladesh (1992 y 2000), Benin (1997), Bolivia (1993 y 1999), Botswana (1998), Brasil (1992, 1996 y 2000), Brunei Darussalam (2001), Burkina Faso (1998), Camerún (1995 y 2001), el Canadá (1990, 1992, 1994, 1996, 1998 y 2000), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), las Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995, 1997 y 2000), Corea, República de (1992, 1996 y 2000), Costa Rica (1995 y 2001), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992 y 1999), El Salvador (1996), los Estados Unidos (1989, 1992, 1994, 1996, 1999 y 2001), Fiji (1997), Filipinas (1993 y 1999), Finlandia (1992), Gabón (2001), Ghana (1992 y 2001), Guinea (1999), Hong Kong (1990, 1994 y 1998), Hungría (1991 y 1998), India (1993 y 1998), Indonesia (1991, 1994 y 1998), Islandia (1994 y 2000), Islas Salomón (1998), Israel (1994 y 1999), Jamaica (1998), el Japón (1990, 1992, 1995, 1998 y 2000), Kenya (1993 y 2000), Lesotho (1998), Macao (1994 y 2001), Madagascar (2001), Malasia (1993 y 1997), Malí (1998), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995), México (1993 y 1997), Mozambique (2001), Namibia (1998), Nicaragua (1999), Nigeria (1991 y 1998), Noruega (1991, 1996 y 2000), Nueva Zelandia (1990 y 1996), OECO (2001), Pakistán (1995), Papua Nueva Guinea (1999), Paraguay (1997), Perú (1994 y 2000), Polonia (1993 y 2000), República Checa (1996), República Dominicana (1996), República Eslovaca (1995), Rumania (1992 y 1999), Senegal (1994), Singapur (1992, 1996 y 2000), Sri Lanka (1995), Sudáfrica (1993 y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991, 1996 y 2000 junto con Liechtenstein)), Swazilandia (1998), Tailandia (1991, 1995 y 1999), Tanzanía (2000), Togo (1999), Trinidad y Tabago (1998), Túnez (1994), Turquía (1994 y 1998), Uganda (1995), Uruguay (1992 y 1998), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).

 

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Informe de la Secretaría  

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
ESTADOS UNIDOS
Informe de la Secretaría — Observaciones recapitulativas

Los Estados Unidos mantienen uno de los regímenes de comercio e inversiones más abiertos y transparentes del mundo, aunque en unas cuantas esferas importantes subsisten importantes obstáculos al acceso a los mercados. Esos obstáculos afectan directamente al comercio mundial, ya que los Estados Unidos no sólo son la mayor economía del mundo sino también el principal país comerciante. La reducción de esos obstáculos subsistentes estaría en armonía con el apoyo tradicionalmente prestado por los Estados Unidos a la liberalización y a las políticas favorables a la competencia; además, aumentaría la ya elevada eficiencia de su economía y beneficiaría a los consumidores y contribuyentes nacionales. Por otra parte, reduciría las distorsiones de los mercados mundiales y las fricciones con los interlocutores comerciales y fortalecería el sistema multilateral de comercio. Estas consideraciones son especialmente importantes ante el actual cambio desfavorable de la economía mundial y las posibles presiones proteccionistas que como consecuencia podrían ejercerse.

Desde el anterior examen de las políticas comerciales de los Estados Unidos, realizado en julio de 1999, las políticas y prácticas comerciales de los Estados Unidos se han mantenido en su mayor parte sin variaciones. Entre las modificaciones realizadas durante ese período cabe citar las mejoras del acceso a los mercados otorgadas a determinados países en desarrollo y la refundición de las reglamentaciones financieras nacionales. Por otra parte, desde 1999 han aumentado los pagos oficiales a los productores de artículos agroalimentarios y se ha elevado la proporción de medidas antidumping, compensatorias y de salvaguardia correspondiente a los productos de acero. Siguen existiendo importantes obstáculos a la competencia extranjera en esferas como las de los textiles y el vestido, el transporte y algunos otros sectores de servicios. La respuesta de la nueva Administración a esos problemas de política será importante para el comercio y el bienestar mundiales.

 
Evolución de la economía y las políticas

Desde el último examen realizado, las políticas monetaria y fiscal de los Estados Unidos se han suavizado para hacer frente a la reciente e importante aminoración del ritmo de crecimiento económico, que a mediados de 2001 había descendido a una tasa anual de alrededor del 1 por ciento, frente al 5 por ciento en 2000. Esa desaceleración fue inducida por descensos de las existencias y las exportaciones. El gasto de consumo ha permanecido firme, pero las importaciones han descendido considerablemente. Las seis reducciones de los tipos de interés realizadas en el primer semestre de 2001 han ido acompañadas de un plan que incluye reducciones fiscales estimadas en 1,35 billones de dólares EE.UU. durante un período de 11 años, posibles en gran medida por los superávit presupuestarios de los últimos años. Aunque la inflación ha aumentado, no parece un problema importante en estos momentos.

El déficit por cuenta corriente de los Estados Unidos ha aumentado durante el período objeto de examen hasta situarse en el 4,5 por ciento del PIB en 2000, financiado por entradas de capital, especialmente de inversiones. Esas entradas han sido uno de los factores de la continua fortaleza nominal del dólar de los Estados Unidos. Aunque ello está ejerciendo presión en las industrias nacionales, los rápidos incrementos de la productividad en gran parte del pasado decenio han permitido en general a las empresas seguir siendo competitivas frente a los productores extranjeros.

En las primeras etapas del cambio desfavorable de la economía varios productores de acero se declararon en quiebra. En respuesta a la crisis observada en la industria, el Presidente anunció en junio de 2001 una iniciativa de política que incluye la iniciación de una investigación en materia de medidas de salvaguardia (véase infra); prevé asimismo la celebración de negociaciones con los interlocutores comerciales para eliminar el exceso de capacidad mundial y convenir en el establecimiento de normas por las que se rija el comercio del acero, con miras a eliminar las subvenciones. Esa iniciativa es eco del intento realizado hace un decenio de lograr un consenso multilateral en el marco del GATT.

El Presidente ha reiterado la adhesión de los Estados Unidos a un sistema abierto, transparente y efectivo de disciplinas y procedimientos en materia de comercio internacional y ha prometido prestar apoyo a una nueva ronda de negociaciones multilaterales. El Presidente ha anunciado asimismo el Programa Comercial Internacional para 2001, encaminado, entre otras cosas, a mejorar las oportunidades de mercado para las exportaciones y las inversiones de los Estados Unidos, incluso en las esferas de la agricultura, los servicios y la propiedad intelectual. El Programa contiene una sección dedicada al trabajo y el medio ambiente (“Labor and Environmental Toolbox”) en la que se indican las medidas que podrían adoptarse para promover objetivos laborales y ambientales.

En las negociaciones sobre la agricultura que se están celebrando en la OMC de conformidad con el mandato impartido, los Estados Unidos han propuesto la liberalización a largo plazo del comercio de productos agropecuarios mediante, en particular, la reducción de los aranceles y la ampliación de los contingentes arancelarios, la eliminación de las subvenciones a la exportación, y la reducción de la ayuda interna con efectos de distorsión del comercio. Asimismo, en su condición de principal productor y exportador mundial de productos alimenticios que contienen organismos modificados genéticamente, los Estados Unidos han expresado preocupación por las restricciones impuestas al comercio de esos productos.

En las negociaciones en curso sobre los servicios, los Estados Unidos han propuesto una mayor liberalización de 11 sectores en el marco del AGCS, y han presentado una propuesta sobre el movimiento de personas físicas. Los Estados Unidos apoyan el establecimiento de un marco mundial para el comercio electrónico libre de derechos de aduana y están debatiendo con otros Miembros la cuestión de la tributación interna de esos servicios.

Además de las negociaciones en curso en la OMC, en el programa comercial de los Estados Unidos figuran también negociaciones en relación con un Acuerdo sobre el Área de Libre Comercio de las Américas y acuerdos bilaterales de libre comercio con Chile, Jordania y Singapur. Están ya en vigor acuerdos de libre comercio con el Canadá, Israel y México, que prevén la entrada en el mercado de los Estados Unidos de las importaciones que reúnan las condiciones requeridas libres de derechos en la mayoría de los casos y, en el de los textiles y las prendas de vestir, libres de contingentes. Como consecuencia de esas preferencias y de su proximidad geográfica, el Canadá y México son actualmente los dos principales interlocutores comerciales de los Estados Unidos.

Para facilitar la aplicación de las iniciativas comerciales de la Administración, el Presidente está tratando de obtener facultades “para la promoción del comercio”, que han venido a suceder al procedimiento de “vía rápida”. Es probable que los interlocutores comerciales de los Estados Unidos atribuyan una gran importancia al resultado de esos esfuerzos.

 
Acceso a los mercados en la esfera de las mercancías
Aranceles

Los Estados Unidos otorgan trato arancelario NMF a todos los países, excepto seis, entre ellos un Miembro de la OMC (Cuba). Se ha aprobado legislación por la que se otorga a China trato NMF incondicional a partir de la fecha de su adhesión a la OMC, lo que pondrá término al proceso de renovación anual del trato NMF con respecto a China. La denegación del trato NMF puede imponer costos importantes a un interlocutor comercial, ya que los Estados Unidos siguen haciendo diferencias sustanciales entre los aranceles NMF y los aranceles aplicados a países no beneficiarios de trato NMF.

La mayoría de las importaciones entra en los Estados Unidos con franquicia arancelaria o con aplicación de aranceles bajos, todos los cuales, excepto dos, están consolidados. En 2000 el tipo NMF medio se situaba en el 5,4 por ciento para el conjunto de las mercancías, en el 10,6 por ciento para los productos agroalimentarios y en el 4,5 por ciento para los productos distintos de los agropecuarios. Cerca de la tercera parte de los tipos arancelarios son nulos. Se aplican tipos que no son ad valorem a cerca del 13 por ciento de las líneas arancelarias; los equivalentes ad valorem de los tipos específicos y compuestos arrojan un promedio del 11,5 por ciento y encubren niveles de protección relativamente elevados. Los aranceles más altos son los aplicados principalmente a las importaciones de productos agroalimentarios y productos del tabaco, así como a las de prendas de vestir, textiles y calzado. En estos sectores los aranceles tienden a aumentar a medida que aumenta el grado de elaboración.

Se aplican contingentes arancelarios a las importaciones de carne de vacuno, productos lácteos, azúcar y algunos productos que contienen azúcar, cacahuetes, tabaco y algodón. El promedio simple de los tipos arancelarios NMF aplicados en el marco de los contingentes era en 2000 del 9 por ciento, en tanto que los tipos correspondientes aplicados fuera de los contingentes arrojaban un promedio del 53 por ciento. Los aranceles aplicados fuera de los contingentes, que llegan a ser del 350 por ciento, pueden tener el efecto de prohibiciones de las importaciones. Algunos volúmenes contingentarios, con respecto, entre otros productos, a la carne de vacuno, los productos lácteos y los cacahuetes, están reservados a determinados países.

Los Estados Unidos otorgan preferencias arancelarias unilateralmente a determinados países andinos, africanos y del Caribe, así como también en el marco de su Sistema Generalizado de Preferencias. Esas preferencias pueden estar supeditadas a cambios de las políticas de los países beneficiarios en esferas como las de la protección de los derechos de los trabajadores y la propiedad intelectual.

Es probable que los países de la región Subsahariana de África y los países del Caribe obtengan beneficios importantes de la Ley de Comercio y Desarrollo de los Estados Unidos, de 2000, que contiene la Ley sobre Crecimiento y Oportunidades para África y la Ley sobre Asociación Comercial de la Cuenca del Caribe, que amplía la Iniciativa de la Cuenca del Caribe. En virtud de la Ley de Comercio y Desarrollo, las importaciones de textiles y prendas de vestir procedentes de los países beneficiarios entran en los Estados Unidos libres de derechos y contingentes, si bien sujetas a prescripciones en materia de contenido de insumos producidos en los Estados Unidos. Con esta disposición se pretende lograr que los productores de insumos de los Estados Unidos se beneficien también del acuerdo, posiblemente a expensas de proveedores de terceros países con costos inferiores.

 
Medidas comerciales especiales

Los Estados Unidos siguen utilizando frecuentemente medidas antidumping y medidas compensatorias. Entre 1998 y 2000 aumentó el número de iniciaciones de investigaciones antidumping y también el de nuevas órdenes en materia de derechos. Las iniciaciones de investigaciones pueden tener efectos depresivos del comercio; en muchos casos se aplican derechos preliminares. Un elevado porcentaje de las investigaciones realizadas en los dos últimos años se refería a productos relacionados con el acero. En los últimos años se ha llegado a acuerdos de suspensión en una serie de casos; los concluidos con países no miembros de la OMC conllevan limitaciones cuantitativas voluntarias y precios mínimos.

En el período 1998-2000 los Estados Unidos aplicaron cuatro medidas de salvaguardia, en relación con productos agropecuarios o productos relacionados con el acero. En junio de 2001 se inició una investigación global en materia de salvaguardias que abarcaba determinados productos del acero; toda medida que pueda adoptarse como consecuencia de esa investigación vendrá a añadirse a la protección ya otorgada mediante órdenes en materia de derechos antidumping y derechos compensatorios. Hasta marzo de 2001 se aplicaron limitaciones a las exportaciones de madera blanda procedentes del Canadá.

La Ley de Compensación por Continuación del Dumping o Mantenimiento de la Subvenciones (Enmienda “Byrd”), aprobada en 2000, dispone que el producto de los derechos antidumping y los derechos compensatorios se distribuya entre los productores estadounidenses afectados. En el proceso de aprobación de la Ley, el Presidente indicó que “proporcionaría a determinadas industrias estadounidenses una subvención superior al nivel de protección necesario para contrarrestar las subvenciones extranjeras y no proporcionaría una subvención comparable a otras industrias estadounidenses ni a los consumidores estadounidenses, que se ven obligados a pagar precios más elevados por los insumos industriales o los bienes de consumo, respectivamente, como consecuencia de los derechos antidumping y compensatorios”.

Algunos interlocutores comerciales siguen cuestionando en la OMC los métodos utilizados por los Estados Unidos para determinar la existencia de dumping y de daño. Han impugnado asimismo las cuatro medidas de salvaguardia aplicadas desde 1998 por los Estados Unidos, lo que ha dado lugar a la revisión de las reglamentaciones estadounidenses pertinentes. Además, tanto la Enmienda “Byrd” como la Ley Antidumping de 1916 han sido objeto de reclamación con arreglo al mecanismo de solución de diferencias de la OMC. Las medidas comerciales especiales causan incertidumbre a los exportadores y para defenderse de ellas es preciso incurrir en gastos jurídicos considerables.

 
Otras medidas aplicadas a las importaciones

En los Estados Unidos las restricciones cuantitativas de las importaciones se establecen principalmente en el marco de las disposiciones del Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido. Se aplican contingentes a más de la mitad de las importaciones de prendas de vestir y al 32 por ciento de las importaciones de textiles. Se aplican más de 1.000 contingentes a 45 países, entre ellos 37 Miembros de la OMC. Esas medidas van unidas a aranceles NMF relativamente elevados.

En virtud de las disposiciones de la Ley Jones, sólo los astilleros estadounidenses pueden suministrar buques para el servicio de las rutas internas de los Estados Unidos, lo que constituye una prohibición de facto de las importaciones de buques construidos en el extranjero para esos fines.

Los Estados Unidos mantienen prohibiciones de importación por motivos sanitarios y fitosanitarios, entre otros para hacer frente a los riesgos de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) y la fiebre aftosa. En febrero de 2001 se suspendieron temporalmente las importaciones de carne vacuna y productos de carne vacuna procedentes del Brasil por la preocupación causada por la EEB. Desde marzo de 2001 se niega la entrada en los Estados Unidos de máquinas agrícolas usadas procedentes de países afectados por la fiebre aftosa.

Los Estados Unidos mantienen restricciones de las importaciones en aplicación de disposiciones nacionales relacionadas con el medio ambiente por las que se rige la explotación de los recursos marinos. Así pues, sigue existiendo una prohibición de las importaciones de atún procedentes de países que los Estados Unidos consideran no cumplen el Programa Internacional de Conservación de los Delfines. Se aplica también una prohibición de las importaciones a los camarones capturados con tecnologías que puedan afectar desfavorablemente a determinadas tortugas marinas.

Los Estados Unidos mantienen medidas que restringen la participación extranjera en la contratación pública. En virtud de la Ley de Promoción de la Compra de Productos Estadounidenses, los organismos públicos sólo pueden en principio adquirir suministros y materiales de construcción definidos como “productos finales nacionales” (fabricados en los Estados Unidos con componentes estadounidenses en proporción superior al 50 por ciento). Además, hay una serie de programas que tratan de aumentar las posibilidades de las pequeñas empresas de competir en la adjudicación de contratos federales. Existen asimismo diversos sistemas de reserva de contratos; los contratos adjudicados mediante esos sistemas representaron en 2000 el 8 por ciento de los contratos federales totales adjudicados. Esas medidas se complementan en algunos Estados con disposiciones que promueven la compra de productos del estado de que se trate.

 

Medidas aplicadas a las exportaciones

Uno de los objetivos fundamentales de la política comercial de los Estados Unidos es ampliar los mercados para sus exportadores. Entre los instrumentos destinados a lograr ese objetivo figuran reglamentaciones comerciales como las contenidas en el conjunto de disposiciones legislativas del artículo 301 — para hacer frente a medidas extranjeras que se considere afectan desfavorablemente a las exportaciones estadounidenses o menoscaban los derechos de los Estados Unidos en el marco de acuerdos comerciales — y medidas de ayuda a la exportación.

El artículo 301 se ha utilizado poco desde 1999. Por otra parte, su utilización está estrechamente vinculada a la solución multilateral de diferencias, por lo menos con respecto a los Miembros de la OMC y a esferas sujetas a las normas y disciplinas de la OMC. No obstante, siguen iniciándose investigaciones y publicándose “informes” y “listas” de países que se considera incumplen las normas. Los Estados Unidos vigilan también el cumplimiento por parte de otros países de acuerdos en materia de propiedad intelectual mediante investigaciones realizadas en el marco del artículo 301 “especial”. En el examen realizado en 2001 se identificaron 51 países que se consideraba negaban a los titulares estadounidenses de derechos de propiedad intelectual una protección adecuada de esos derechos o un acceso a los mercados equitativos. También se realizan investigaciones con arreglo al artículo 337 para determinar la infracción de derechos de propiedad intelectual estadounidenses.

Los Estados Unidos aplicaron sanciones comerciales a la Unión Europea a raíz de decisiones favorables adoptadas por grupos especiales de la OMC en diferencias relativas a los bananos y a la carne de bovino tratada con hormonas. Posteriormente, los Estados Unidos promulgaron la “Enmienda Carrusel” de la Ley de Comercio Exterior de 1974 para poder introducir periódicamente cambios en la lista de productos sujetos a sanciones comerciales en caso de incumplimiento de resoluciones adoptadas en el marco de normas multilaterales. Esto ha planteado abiertamente la cuestión de la efectividad de las sanciones comerciales como instrumento para resolver diferencias comerciales.

Los Estados Unidos han propugnado firmemente la reducción de las subvenciones que afectan a la competencia en los mercados internacionales. Por consiguiente, han descendido las subvenciones federales a la exportación notificadas (sin embargo, se dispone de poca información sobre los programas de asistencia subfederales). En la esfera de la agricultura, las subvenciones a la exportación notificadas han estado circunscritas al sector de los productos lácteos. Por otra parte, se recurre a programas oficiales de financiación de las exportaciones con respecto a una proporción relativamente baja de las exportaciones; en cuanto a los programas subvencionados de garantía del crédito a la exportación, aunque reducidos, continúan prestando apoyo a las exportaciones de productos agroalimentarios. Se conceden grandes cantidades de ayuda alimentaria para aumentar la seguridad alimentaria en el mundo en desarrollo, al mismo tiempo que se estabilizan los ingresos de los agricultores estadounidenses mediante la colocación de excedentes.

Los incentivos a la exportación resultantes de las exenciones fiscales concedidas por los Estados Unidos con respecto a determinados ingresos en concepto de “comercio exterior” de empresas de ventas en el extranjero han sido objeto de controversia en la OMC y han promovido el debate sobre la función de los regímenes fiscales de los Miembros en el fomento del comercio y las inversiones.

 
Otras políticas que afectan al comercio

Las restricciones comerciales impuestas por los Estados Unidos por motivos de seguridad nacional y política exterior pueden ser motivo de preocupación para algunos interlocutores comerciales, especialmente por el carácter unilateral de algunas de esas medidas. Se aplican sanciones comerciales a cerca de 30 países extranjeros por diversas razones (por ejemplo, proliferación de armas, terrorismo y derechos de los trabajadores). El Congreso está estudiando la introducción de reformas en la política de sanciones y en los controles de las exportaciones.

Dadas las dimensiones de la economía de los Estados Unidos, las subvenciones y demás medidas de asistencia a los productores nacionales pueden tener efectos apreciables en los mercados mundiales. El principal beneficiario de los desembolsos oficiales es el sector agroalimentario. Esos desembolsos, que casi se triplicaron entre 1997 y 2000, fueron superiores al descenso del valor de la producción agropecuaria. En 2000 se desembolsaron cerca de 30.000 millones de dólares EE.UU. en pagos directos a los agricultores y ganaderos. Como consecuencia, los pagos directos representan más de la mitad de los ingresos netos de los agricultores. Además, se han ampliado los programas subvencionados de seguro de las cosechas. La asistencia prestada a sectores distintos del agropecuario — en particular, pesquerías, madera, aeronáutica y construcción naval — reviste en su mayor parte la forma de incentivos fiscales.

En 1999 y 2000 los esfuerzos de los Estados Unidos por aplicar la política de competencia dieron lugar a la imposición de multas sin precedentes a cárteles de fijación de precios internacionales. Los Estados Unidos consideran que la importancia de la relación entre el comercio y la política de competencia es cada vez mayor, pero ponen en duda que la OMC sea en estos momentos el foro apropiado para establecer normas multilaterales en materia de competencia.

Con respecto a la protección de la propiedad intelectual, la Ley de Protección de los Inventores de los Estados Unidos, de 1999, tiene por objeto reducir las demoras en la tramitación de las patentes, en tanto que la Ley de Comercialización de la Transferencia de Tecnología, de 2000, contiene disposiciones en virtud de las cuales un organismo federal otorgará licencias con respecto a las invenciones de propiedad federal únicamente a titulares que accedan a una fabricación sustancial de los productos relacionados con la licencia en los Estados Unidos. En 2000 se estableció también una nueva legislación encaminada a reestructurar y ampliar el ámbito del otorgamiento obligatorio de licencias con respecto a la transmisión y difusión de programas de televisión por satélite.

Las consideraciones en materia de política de competencia influyen de manera cada vez más visible en los asuntos relacionados con el comercio y las inversiones en los Estados Unidos y en los demás países, y plantean cuestiones complejas sobre la interacción de los diferentes instrumentos de política. Por ejemplo, la asistencia oficial a las industrias puede ir en contra de principios básicos de promoción de la competencia, y lo mismo puede ocurrir de aplicarse de forma inadecuada las medidas comerciales especiales. De hecho, como han señalado las autoridades estadounidenses, la aplicación de la Enmienda “Byrd” representaría un riesgo para los intereses de los consumidores. Podrían producirse efectos negativos similares al impedir los titulares de derechos estadounidenses la importación paralela de productos amparados por patentes o por derechos de autor.

 
Condiciones de acceso en la esfera de los servicios

La principal contribución a la producción en la economía estadounidense es, con mucha diferencia, la del sector de los servicios. El suministro de servicios mediante presencia comercial extranjera ha seguido aumentando en los Estados Unidos, debido en parte a las iniciativas emprendidas en la OMC para facilitar el acceso a los mercados mediante ese modo de suministro. Las disposiciones recientemente adoptadas para suprimir las restricciones internas al comercio internacional en el sector de los servicios van más allá de los compromisos contraídos por los Estados Unidos en la OMC y deberán aumentar la eficiencia de la economía nacional.

En lo que se refiere a los servicios financieros, la entrada en vigor en 1999 de la Ley de Modernización de los Servicios Financieros Gramm-Leach-Bliley ha representado un nuevo avance de la refundición gradual de la reglamentación financiera de los Estados Unidos y una ruptura definitiva con las restricciones impuestas en virtud de la Ley Glass-Steagall, de 1933, sobre asociaciones entre bancos y empresas de valores. Permitirá a las empresas financieras realizar mayores economías de escala y de gama. La Ley Gramm-Leach-Bliley no altera la barrera entre banca y comercio.

Los Estados Unidos mantienen una política de trato nacional con respecto a los bancos extranjeros. En otros sectores de servicios financieros, las reglamentaciones internas pueden complicar el acceso a los mercados de extranjeros, por razones de interés público y protección de los inversores. En el sector de los seguros, la reglamentación subfederal limita la competencia de los proveedores establecidos en otros Estados de los Estados Unidos y, a mayor abundamiento, de los proveedores extranjeros, a menos que establezcan una presencia comercial en cada estado en el que deseen realizar actividades.

El transporte marítimo sigue figurando entre los sectores más protegidos de la economía estadounidense. No obstante, la reciente Ley de Reforma del Transporte Marítimo aumentó la competencia en el sector estadounidense de transporte marítimo internacional y aceleró el abandono de las conferencias de establecimiento de tarifas. El mercado estadounidense de transporte marítimo internacional está por lo general abierto a la competencia extranjera, aunque el transporte internacional de carga por buques de pabellón estadounidense goza de una sustancial ayuda oficial. La actual Administración apoya las leyes en materia de cabotaje que reservan las rutas internas a los transportistas estadounidenses.

El sector del transporte aéreo de los Estados Unidos, uno de los más eficientes del mundo, se basa principalmente en acuerdos bilaterales de libertad del espacio aéreo para liberalizar el comercio. En los dos últimos años se firmaron varios acuerdos de ese tipo, que los Estados Unidos consideran un medio eficiente, en función del costo, de apertura de nuevos mercados para las compañías aéreas. No obstante, esos acuerdos no liberalizan plenamente los mercados que abarcan; en particular, subsisten las restricciones con respecto a la propiedad y control extranjeros de compañías aéreas estadounidenses y sólo se permite el suministro de servicios de transporte aéreo interno a las empresas de los Estados Unidos.

El sector estadounidense de las telecomunicaciones es el mayor del mundo y uno de los más abiertos y competitivos. Entre los acontecimientos ocurridos en el sector desde 1999 cabe citar las nuevas reglamentaciones y normas internacionales en materia de fijación de precios, destinadas a permitir servicios de telecomunicaciones internos e internacionales más competitivos, y la mayor privatización de los servicios por satélite.

En el caso de los servicios profesionales, el sistema federal de los Estados Unidos reserva la reglamentación de las profesiones a los distintos Estados; cada estado tiene sus reglamentaciones en materia de licencias y un órgano encargado de su administración. En contabilidad, servicios jurídicos y la mayoría de las demás profesiones, son pocos los cambios ocurridos desde 1999 que afectan a las condiciones en que las empresas nacionales e internacionales pueden realizar actividades a través de las fronteras estatales. La falta de un régimen normativo nacional uniforme y la existencia de diferentes condiciones de acceso a los mercados en los distintos Estados complican el suministro de servicios entre los Estados y el acceso a los mercados de extranjeros. Al mismo tiempo, la creciente demanda de servicios integrados de profesiones que abarcan múltiples disciplinas ha servido de apoyo a los debates sobre la revisión de las normas relativas a la independencia de los auditores, las asociaciones con reparto de honorarios entre abogados y contables, y la aplicación de las Normas Internacionales de Contabilidad.

 

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Informe del Gobierno  

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
ESTADOS UNIDOS
Informe del Gobierno — Parte I

I. Condiciones de acceso en la esfera de los servicios

La principal contribución a la producción en la economía estadounidense es, con mucha diferencia, la del sector de los servicios. El suministro de servicios mediante presencia comercial extranjera ha seguido aumentando en los Estados Unidos, debido en parte a las iniciativas emprendidas en la OMC para facilitar el acceso a los mercados mediante ese modo de suministro. Las disposiciones recientemente adoptadas para suprimir las restricciones internas al comercio internacional en el sector de los servicios van más allá de los compromisos contraídos por los Estados Unidos en la OMC y deberán aumentar la eficiencia de la economía nacional.

En lo que se refiere a los servicios financieros, la entrada en vigor en 1999 de la Ley de Modernización de los Servicios Financieros Gramm-Leach-Bliley ha representado un nuevo avance de la refundición gradual de la reglamentación financiera de los Estados Unidos y una ruptura definitiva con las restricciones impuestas en virtud de la Ley Glass-Steagall, de 1933, sobre asociaciones entre bancos y empresas de valores. Permitirá a las empresas financieras realizar mayores economías de escala y de gama. La Ley Gramm-Leach-Bliley no altera la barrera entre banca y comercio.

Los Estados Unidos mantienen una política de trato nacional con respecto a los bancos extranjeros. En otros sectores de servicios financieros, las reglamentaciones internas pueden complicar el acceso a los mercados de extranjeros, por razones de interés público y protección de los inversores. En el sector de los seguros, la reglamentación subfederal limita la competencia de los proveedores establecidos en otros Estados de los Estados Unidos y, a mayor abundamiento, de los proveedores extranjeros, a menos que establezcan una presencia comercial en cada estado en el que deseen realizar actividades.

El transporte marítimo sigue figurando entre los sectores más protegidos de la economía estadounidense. No obstante, la reciente Ley de Reforma del Transporte Marítimo aumentó la competencia en el sector estadounidense de transporte marítimo internacional y aceleró el abandono de las conferencias de establecimiento de tarifas. El mercado estadounidense de transporte marítimo internacional está por lo general abierto a la competencia extranjera, aunque el transporte internacional de carga por buques de pabellón estadounidense goza de una sustancial ayuda oficial. La actual Administración apoya las leyes en materia de cabotaje que reservan las rutas internas a los transportistas estadounidenses.

El sector del transporte aéreo de los Estados Unidos, uno de los más eficientes del mundo, se basa principalmente en acuerdos bilaterales de libertad del espacio aéreo para liberalizar el comercio. En los dos últimos años se firmaron varios acuerdos de ese tipo, que los Estados Unidos consideran un medio eficiente, en función del costo, de apertura de nuevos mercados para las compañías aéreas. No obstante, esos acuerdos no liberalizan plenamente los mercados que abarcan; en particular, subsisten las restricciones con respecto a la propiedad y control extranjeros de compañías aéreas estadounidenses y sólo se permite el suministro de servicios de transporte aéreo interno a las empresas de los Estados Unidos.

El sector estadounidense de las telecomunicaciones es el mayor del mundo y uno de los más abiertos y competitivos. Entre los acontecimientos ocurridos en el sector desde 1999 cabe citar las nuevas reglamentaciones y normas internacionales en materia de fijación de precios, destinadas a permitir servicios de telecomunicaciones internos e internacionales más competitivos, y la mayor privatización de los servicios por satélite.

En el caso de los servicios profesionales, el sistema federal de los Estados Unidos reserva la reglamentación de las profesiones a los distintos Estados; cada estado tiene sus reglamentaciones en materia de licencias y un órgano encargado de su administración. En contabilidad, servicios jurídicos y la mayoría de las demás profesiones, son pocos los cambios ocurridos desde 1999 que afectan a las condiciones en que las empresas nacionales e internacionales pueden realizar actividades a través de las fronteras estatales. La falta de un régimen normativo nacional uniforme y la existencia de diferentes condiciones de acceso a los mercados en los distintos Estados complican el suministro de servicios entre los Estados y el acceso a los mercados de extranjeros. Al mismo tiempo, la creciente demanda de servicios integrados de profesiones que abarcan múltiples disciplinas ha servido de apoyo a los debates sobre la revisión de las normas relativas a la independencia de los auditores, las asociaciones con reparto de honorarios entre abogados y contables, y la aplicación de las Normas Internacionales de Contabilidad.