Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/174
19 de octubre de 2001

República Checa: octubre de 2001

El informe de la Secretaría de la OMC, junto con la exposición de políticas del Gobierno de la República Checa, servirá como base para el segundo examen de las políticas comerciales de ese país llevado a cabo por el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC los días 17 y 19 de octubre de 2001.

Las exportaciones y la inversión extranjera directa impulsan la recuperación económica de la república checa en camino hacia la integración en la UE

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Las exportaciones y un importante aumento de la inversión extranjera directa han llevado a la economía checa a una recuperación de la recesión que tuvo lugar de 1997 a 1999 y, después de tres años de crecimiento negativo, el PIB aumentó un 2,9 por ciento en 2000, según un informe de la OMC sobre las políticas y prácticas comerciales de la República Checa. Para hacer frente a la recesión, el Gobierno checo tomó importantes disposiciones destinadas a mejorar el entorno económico, procediendo a una reforma interna y liberalizando más el comercio y las inversiones, según el informe.

El marco jurídico de las actividades económicas y comerciales de la República Checa ha mejorado sustancialmente en los últimos cinco años. Se dispone actualmente de un cuerpo legislativo coherente y amplio en materia de derecho mercantil y comercial. Gran parte de los progresos pueden atribuirse al objetivo de la República Checa de adherirse a la Unión Europea (UE). La armonización de la UE ha demostrado servir de catalizador que acelera la aplicación del programa de reformas, dice el informe.

La República Checa sigue muy integrada en la economía mundial. El comercio de mercancías (exportaciones e importaciones), representaba el 120 por ciento del PIB en 2000 (un aumento del 105 por ciento con respecto a 1994), y la relación entre la inversión extranjera y el PIB era el 5,3 por ciento (el 9 por ciento en 1999). La distribución geográfica del comercio de mercancías se siguió orientando hacia Europa occidental, lo que refleja la constante integración de la República Checa con Europa occidental. En el año 2000, a la UE le correspondía casi el 69 por ciento del total de exportaciones de mercancías y el 62 por ciento del total de las importaciones.

En el informe también se señala que la liberalización del comercio ha constituido un importante elemento del programa de reformas durante el período objeto de examen. En 2001, el arancel NMF medio de la República Checa se redujo en dos puntos porcentuales, al 6 por ciento. Además, desde el examen anterior han disminuido tanto la dispersión arancelaria como el número de tipos. El régimen arancelario checo se mantiene transparente, sin tipos específicos, compuestos u otros derechos no establecidos ad valorem. Todas las líneas arancelarias están consolidadas (casi todas correspondientes a los tipos NMF aplicados), lo cual promueve un entorno comercial más previsible para las empresas.

Sin embargo, la mayoría de los productos agropecuarios está protegida por aranceles relativamente elevados. En 2001, el promedio de los aranceles NMF (definición de la OMC) era el 13,4 por ciento, en comparación con un tipo medio del 4,3 por ciento para los productos no agropecuarios.

Habida cuenta de los numerosos acuerdos comerciales preferenciales en que participa la República Checa, los tipos NMF se aplican sólo a una proporción limitada de las importaciones checas (el 78 por ciento de las importaciones totales en 1999 procedía de interlocutores de acuerdos de libre comercio). La República Checa ha seguido desarrollando su red de acuerdos comerciales preferenciales. Ha concertado varios acuerdos de libre comercio durante el período objeto de examen (Estonia, Letonia, Lituania, Israel y Turquía), mientras continúa la liberalización en el marco de los acuerdos preferenciales anteriores. Si bien estos acuerdos han contribuido a abrir más el mercado checo, también pueden distorsionar el comercio y la estructura de las inversiones en la medida en que conllevan diferentes márgenes de preferencia. La influencia de la posible adhesión a la UE de la República Checa en su creación neta de comercio no es totalmente clara. Se prevé la eliminación de los obstáculos no arancelarios en una base NMF. Por otra parte, la condición de miembro de la UE muy probablemente aumente el nivel de protección en el sector agropecuario puesto que el arancel NMF global aplicado actualmente a los productos agropecuarios es más elevado en la UE que en la República Checa. Es asimismo probable que aumente significativamente la ayuda al sector agropecuario. No obstante, la integración a la UE acelerará el desarrollo económico de la República Checa y proporcionará más oportunidades para proceder a reformas económicas y comerciales adicionales.

El régimen checo de importaciones tiene relativamente pocos obstáculos no arancelarios. Siguen estando sujetas al régimen de licencias no automáticas las importaciones, entre otras cosas, de azúcar, carbón, explosivos y armas de fuego. En el marco de su prevista adhesión a la UE, la República Checa armoniza actualmente sus normas y reglamentos técnicos en consecuencia. A ese efecto, se han promulgado varias leyes nuevas que simplifican los procesos de prueba y normalización. La República Checa también ha concluido con varios países acuerdos de reconocimiento mutuo de resultados de las evaluaciones de conformidad. Las modificaciones de la legislación sobre contratación pública aumentan la transparencia, aunque en algunos casos el sistema parece discriminar a las empresas extranjeras. En agosto de 2000, la República Checa obtuvo la condición de observador en el Acuerdo sobre Contratación Pública de la OMC. Durante el período objeto de examen también se reforzó la legislación en materia de normas de competencia, así como de derechos de propiedad intelectual. Con respecto a las medidas especiales, la República Checa ha promulgado recientemente legislación relativa a las medidas antidumping, compensatorias y de salvaguardia. No se sabe aún si la República Checa recurrirá frecuentemente a las medidas especiales.

Paralelamente a la liberalización del régimen de inversiones extranjeras, la inversión extranjera total (neta) aumentó en los últimos años hasta alcanzar aproximadamente el 9 por ciento del PIB en 1999. En el marco de su adhesión a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en diciembre de 1995, la República Checa acordó ajustarse, salvo escasas excepciones, a las normas de la OCDE relativas a la igualdad de trato de los inversionistas nacionales y extranjeros, así como a las restricciones aplicadas a los incentivos especiales a la inversión. La inversión extranjera en algunos sectores (principalmente servicios) sigue estando restringida o controlada, según el informe.

En éste se indica que la República Checa ha modificado progresivamente su política de incentivos a la inversión extranjera durante el período de examen. En mayo de 2000, se aprobó un conjunto de incentivos, por el que se modificaba la política anterior que consistía en ofrecer incentivos a la inversión caso por caso (previa aprobación del Gobierno), lo que representa un importante cambio con respecto a la política "sin incentivos" vigente entre 1992 y 1998. Al parecer, el propósito de ese conjunto de medidas era equiparar la situación de la República Checa con la de sus competidores, respecto de la inversión extranjera. Sin embargo, no se sabe con certeza si los beneficios de tales incentivos son superiores a los gastos conexos.

Con respecto a otras actividades del sector de los servicios, la República Checa ha adoptado para las telecomunicaciones una política de competencia, abriendo gradualmente su mercado a los inversores nacionales y extranjeros. La empresa que tiene el monopolio de las telecomunicaciones ha sido parcialmente privatizada, y últimamente, se ha autorizado a operadores adicionales a que suministren servicios internacionales y de larga distancia. Ha progresado la liberalización de los servicios de transporte, cuya situación es dispar al igual que en 1996. Si bien la República Checa tiene un sector del transporte en camiones relativamente competitivo y una compañía de aviación no subvencionada, los servicios de transporte de pasajeros por ferrocarril y, en menor medida, los servicios de autobuses, necesitan importantes transferencias para enjugar las pérdidas.

 
Nota para las redacciones

En los Exámenes de las Políticas Comerciales, ejercicio prescrito en los Acuerdos de la OMC, se examinan y se evalúan a intervalos regulares las políticas comerciales y relacionadas con el comercio de los países Miembros. También se siguen de cerca los acontecimientos importantes que pueden tener consecuencias para el sistema mundial de comercio. Para cada examen se elaboran dos documentos: una exposición de políticas que presenta el gobierno del Miembro objeto de examen, y un informe detallado que redacta de manera independiente la Secretaría de la OMC. Estos dos documentos son luego examinados por el conjunto de Miembros de la OMC en el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC). Esos documentos y las actas de las reuniones del OEPC se publican poco después. Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre la OMC en 1995, los informes abarcan también las esferas de los servicios y de los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.

En lo que respecta al presente examen, el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales examinará el informe de la Secretaría de la OMC y la exposición de políticas elaborada por el Gobierno de la República Checa los días 17 y 19 de octubre de 2001. El informe de la Secretaría abarca la evolución de todos los aspectos de las políticas comerciales de la República Checa desde el examen anterior, inclusive sus leyes y reglamentos internos, el marco institucional, las políticas comerciales por medidas y los progresos en determinados sectores.

Se adjuntan al presente comunicado de prensa la visión general que figura en el informe de la Secretaría y algunos extractos de la exposición de políticas del Gobierno. Los periodistas pueden obtener el texto del informe de la Secretaría y de la exposición de políticas de gobierno en el espacio destinado a los comunicados de prensa en el sitio de la OMC en Internet (www.wto.org). Estos dos documentos, el acta de los debates del OEPC y el resumen del Presidente se publicarán oportunamente en una versión encuadernada y podrán obtenerse en la Secretaría, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Desde diciembre de 1989 se han finalizado los siguientes exámenes: la Argentina (1992 y 1999), Australia (1989, 1994 y 1998), Austria (1992), Bahrein (2000), Bangladesh (1992 y 2000), Benin (1997), Bolivia (1993 y 1999), Botswana (1998), el Brasil (1992, 1996 y 2000), Brunei Darussalam (2001), Burkina Faso (1998), el Camerún (1995 y 2001), el Canadá (1990, 1992, 1994, 1996, 1998 y 2000), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), las Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995, 1997 y 2000), la República de Corea (1992, 1996 y 2000), Costa Rica (1995 y 2001), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992 y 1999), El Salvador (1996), los Estados Unidos (1989, 1992, 1994, 1996, 1999 y 2001), Fiji (1997), Filipinas (1993 y 1999), Finlandia (1992), Gabón (2001), Ghana (1992 y 2001), Guinea (1999), Hong Kong (1990, 1994 y 1998), Hungría (1991 y 1998), la India (1993 y 1998), Indonesia (1991, 1994 y 1998), Islandia (1994 y 2000), Islas Salomón (1998), Israel (1994 y 1999), Jamaica (1998), el Japón (1990, 1992, 1995, 1998 y 2000), Kenya (1993 y 2000), Lesotho (1998), Macao (1994 y 2001), Madagascar (2001), Malasia (1993 y 1997), Malí (1998), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995), México (1993 y 1997), Mozambique (2001), Namibia (1998), Nicaragua (1999), Nigeria (1991 y 1998), Noruega (1991, 1996 y 2000), Nueva Zelandia (1990 y 1996), OECO (2001), el Pakistán (1995), Papua Nueva Guinea (1999), el Paraguay (1997), el Perú (1994 y 2000), Polonia (1993 y 2000), la República Checa (1996 y 2001), la República Dominicana (1996), la República Eslovaca (1995), Rumania (1992 y 1999), el Senegal (1994), Singapur (1992, 1996 y 2000), Sri Lanka (1995), Sudáfrica (1993 y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991, 1996 y 2000 (junto con Liechtenstein)), Swazilandia (1998), Tailandia (1991, 1995 y 1999), Tanzanía (2000), Togo (1999), Trinidad y Tabago (1998), Túnez (1994), Turquía (1994 y 1998), Uganda (1995), el Uruguay (1992 y 1998), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).

 

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Informe de la Secretaría  

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
REPÚBLICA CHECA
Informe de la Secretaría — Observaciones recapitulativas

La economía de la República Checa se está recuperando de la recesión que tuvo lugar de 1997 a 1999. En efecto, en el año 2000, impulsado por las exportaciones y un importante aumento de la inversión extranjera directa, el PIB aumentó un 2,9 por ciento después de tres años de crecimiento negativo. La recesión se debió tanto a factores microeconómicos tales como la insuficiente reestructuración de los sectores empresarial y bancario, como a desequilibrios macroeconómicos, incluido un deterioro de las cuentas generales del Estado.

Para hacer frente a la recesión, el Gobierno checo tomó importantes disposiciones destinadas a mejorar el entorno económico, procediendo a una reforma interna y liberalizando más el comercio y las inversiones. También mejoró sustancialmente el marco jurídico de las actividades económicas y comerciales desde el anterior examen de las políticas comerciales de la República Checa realizado en 1996. Se dispone actualmente de un cuerpo legislativo coherente y amplio en materia de derecho mercantil y comercial. Gran parte de los progresos pueden atribuirse al objetivo de la República Checa de adherirse a la Unión Europea (UE). La armonización de la UE, que supone la asimilación del acervo comunitario de la UE, ha demostrado servir de catalizador que acelera la aplicación del programa de reformas. Si bien el marco jurídico es bueno en teoría, al parecer las deficiencias del sistema de solución de diferencias siguen representando un problema. El funcionamiento lento de los tribunales de comercio sobrecargados, y la debilidad de los mecanismos de aplicación, son factores que entorpecen el entorno empresarial.

La República Checa sigue muy integrada en la economía mundial. El comercio de mercancías (exportaciones e importaciones), representaba el 120 por ciento del PIB en 2000 (un aumento del 105 por ciento con respecto a 1994), y la relación entre la inversión extranjera y el PIB era el 5,3 por ciento (el 9 por ciento en 1999). La distribución geográfica del comercio de mercancías se siguió orientando hacia Europa occidental, lo que refleja la constante integración de la República Checa con Europa occidental. En el año 2000, a la UE le correspondía casi el 69 por ciento del total de exportaciones de mercancías y el 62 por ciento del total de las importaciones.

La República Checa participa activamente en la labor de la OMC. Concede como mínimo el trato NMF a todos los Miembros de la OMC, así como a varios otros países con los que ha concluido acuerdos bilaterales. Durante el período objeto de examen, la República Checa ha contraído muchos compromisos importantes en el marco multilateral, incluidos los sectores de las telecomunicaciones básicas y los servicios financieros. En el marco del mecanismo de solución de diferencias de la OMC, la República Checa ha participado en dos casos, en uno como parte reclamante, y en otro como parte demandada. En ambos casos, las diferencias se resolvieron mediante consultas bilaterales.

La liberalización del comercio ha constituido un importante elemento del programa de reformas durante el período objeto de examen. En 2001, el arancel NMF medio de la República Checa se redujo en dos puntos porcentuales, al 6 por ciento. Además, desde el examen anterior han disminuido tanto la dispersión arancelaria como el número de tipos. El régimen arancelario checo se mantiene transparente, sin tipos específicos, compuestos u otros derechos no establecidos ad valorem. Todas las líneas arancelarias están consolidadas (casi todas correspondientes a los tipos NMF aplicados), lo cual promueve un entorno comercial más previsible para las empresas.

Sin embargo, la mayoría de los productos agropecuarios está protegida por aranceles relativamente elevados. En 2001, el promedio de los aranceles NMF (definición de la OMC) era el 13,4 por ciento, en comparación con un tipo medio del 4,3 por ciento para los productos no agropecuarios.

Habida cuenta de los numerosos acuerdos comerciales preferenciales en que participa la República Checa, los tipos NMF se aplican sólo a una proporción limitada de las importaciones checas (el 78 por ciento de las importaciones totales en 1999 procedía de interlocutores de acuerdos de libre comercio). La República Checa ha seguido desarrollando su red de acuerdos comerciales preferenciales. Entre los esfuerzos dedicados a su adhesión a la UE, la República Checa debe adoptar todos los acuerdos preferenciales concluidos por la UE con terceros países. Con ese fin, la República Checa ha concertado varios acuerdos de libre comercio durante el período objeto de examen (Estonia, Letonia, Lituania, Israel y Turquía), mientras continúa la liberalización en el marco de los acuerdos anteriores. Si bien estos acuerdos han contribuido a abrir más el mercado checo, también pueden distorsionar el comercio y la estructura de las inversiones en la medida en que conllevan diferentes márgenes de preferencia. La influencia de la posible adhesión a la UE de la República Checa en su creación neta de comercio no es totalmente clara. Se prevé la eliminación de los obstáculos no arancelarios en una base NMF. Por otra parte, la condición de miembro de la UE muy probablemente aumente el nivel de protección en el sector agropecuario puesto que el arancel NMF global aplicado actualmente a los productos agropecuarios es más elevado en la UE que en la República Checa. Es asimismo probable que aumente significativamente la ayuda al sector agropecuario. No obstante, la integración a la UE acelerará el desarrollo económico de la República Checa y proporcionará más oportunidades para proceder a reformas económicas y comerciales adicionales.

El régimen checo de importaciones tiene relativamente pocos obstáculos no arancelarios. Se han suprimido algunos de los productos de la lista de productos a los que se aplica la concesión automática de licencias durante el período de examen. Siguen estando sujetas al régimen de licencias no automáticas las importaciones, entre otras cosas, de azúcar, carbón, explosivos y armas de fuego. En el marco de su prevista adhesión a la UE, la República Checa armoniza actualmente sus normas y reglamentos técnicos en consecuencia. A ese efecto, se han promulgado varias leyes nuevas que simplifican los procesos de prueba y normalización. La República Checa también ha concluido con varios países acuerdos de reconocimiento mutuo de resultados de las evaluaciones de conformidad. Las modificaciones de la legislación sobre contratación pública aumentan la transparencia, aunque en algunos casos el sistema parece discriminar a las empresas extranjeras. En agosto de 2000, la República Checa obtuvo la condición de observador en el Acuerdo sobre Contratación Pública de la OMC. Durante el período objeto de examen también se reforzó la legislación en materia de normas de competencia, así como de derechos de propiedad intelectual. Con respecto a las medidas especiales, la República Checa ha promulgado recientemente legislación relativa a las medidas antidumping, compensatorias y de salvaguardia. No se sabe aún si la República Checa recurrirá frecuentemente a las medidas especiales.

Paralelamente a la liberalización del régimen de inversiones extranjeras, la inversión extranjera total (neta) aumentó en los últimos años hasta alcanzar aproximadamente el 9 por ciento del PIB en 1999. En el marco de su adhesión a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en diciembre de 1995, la República Checa acordó ajustarse, salvo escasas excepciones, a las normas de la OCDE relativas a la igualdad de trato de los inversionistas nacionales y extranjeros, así como a las restricciones aplicadas a los incentivos especiales a la inversión. La inversión extranjera en algunos sectores (principalmente servicios) sigue estando restringida o controlada.

La República Checa ha modificado progresivamente su política de incentivos a la inversión extranjera durante el período de examen. En mayo de 2000, se aprobó un conjunto de incentivos, por el que se modificaba la política anterior que consistía en ofrecer incentivos a la inversión caso por caso (previa aprobación del Gobierno), lo que representa un importante cambio con respecto a la política "sin incentivos" vigente entre 1992 y 1998. Al parecer, el propósito de ese conjunto de medidas era equiparar la situación de la República Checa con la de sus competidores, respecto de la inversión extranjera. Sin embargo, no se sabe con certeza si los beneficios de tales incentivos son superiores a los gastos conexos. Los incentivos a la inversión suelen no ser la mejor solución.

Las deficiencias del sector bancario figuraban entre los factores responsables de la recesión de 1997. Los préstamos imprudentes concedidos por los bancos estatales permitieron que las empresas postergaran su reestructuración. Otra razón por la cual no se reformó el sector empresarial era la participación estatal a través de la propiedad indirecta (bancos del Estado que poseían fondos de inversión a su vez propietarios de empresas). Además, se observó que las deficiencias de la reglamentación y supervisión de las instituciones que operaban en el mercado de capitales (fondos de inversión, cajas de pensiones y compañías de seguros) eran un impedimento para la creación de estructuras de gestión sólidas, así como para una reestructuración más rápida de las empresas. En ese contexto, se introdujeron por etapas varias reformas de los bancos y del mercado de capitales. Muchas de las reformas aplicadas también tenían por objeto armonizar la legislación y los reglamentos checos con los de la UE. En particular, el banco central reforzó el marco reglamentario de la supervisión bancaria, adoptó un sistema de supervisión más unificado, introdujo el riesgo de mercado en el requisito de suficiencia de capital, reforzó los requisitos de cobertura y revocó algunas licencias de bancos. Para paliar las deficiencias del sector bancario también se recurrió a la privatización. Tras la privatización de tres grandes bancos estatales durante el período objeto de examen, sólo quedó un banco comercial del Estado cuya privatización está programada para el segundo semestre del año 2001.

Para proceder a la reestructuración de las empresas, el Gobierno estableció un organismo de reactivación, encargado de preparar la privatización de un número limitado de empresas muy endeudadas. Se consideró que un marco jurídico deficiente en materia de quiebras podía ser un obstáculo para la reestructuración empresarial. Por consiguiente, desde 1996 se introdujeron varias modificaciones a la legislación sobre quiebras con objeto de facilitar y acelerar el proceso de quiebra y liquidación. Pese a los recientes cambios incorporados a esta legislación, al parecer persisten ciertas deficiencias.

Con respecto a otras actividades del sector de los servicios, la República Checa ha adoptado para las telecomunicaciones una política de competencia, abriendo gradualmente su mercado a los inversores nacionales y extranjeros. La empresa que tiene el monopolio de las telecomunicaciones ha sido parcialmente privatizada, y últimamente, se ha autorizado a operadores adicionales a que suministren servicios internacionales y de larga distancia. Ha progresado la liberalización de los servicios de transporte, cuya situación es dispar al igual que en 1996. Si bien la República Checa tiene un sector del transporte en camiones relativamente competitivo y una compañía de aviación no subvencionada, los servicios de transporte de pasajeros por ferrocarril y, en menor medida, los servicios de autobuses, necesitan importantes transferencias para enjugar las pérdidas.

 

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Informe del Gobierno  

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
REPÚBLICA CHECA
Informe del Gobierno — Parte IV

Direcciones de la futura política comercial — Nuevas negociaciones de la OMC

El paso al nuevo milenio se caracteriza por un rápido desarrollo de la economía mundial, su integración global y las mutaciones que tienen lugar en las condiciones del comercio internacional. Todos estos factores ejercen una gran presión para que la OMC se adapte a la nueva situación, mantenga su pertinencia y contribuya decisivamente a que la globalización se encauce de forma positiva a fin de lograr una distribución más equitativa de las ventajas que de ella se deriven.

La República Checa estima que la mejor respuesta a semejantes desafíos es lanzar una nueva ronda completa de negociaciones comerciales multilaterales. Sólo a través de tales negociaciones podrán tenerse en cuenta los intereses y las necesidades de todos los Miembros de la OMC al procurar resultados beneficiosos para todos, basados en el equilibrio entre derechos y obligaciones. Una nueva ronda es también una condición indispensable para lograr una participación más efectiva de los países en desarrollo y los países en transición en el sistema multilateral de comercio. Se requiere una nueva ronda, además, para probar la capacidad de la OMC y sus Miembros de abordar las preocupaciones del público en general acerca del funcionamiento del sistema multilateral de comercio y para lograr el apoyo del público a la ulterior liberalización del comercio. La última, y no menos importante cuestión es si una nueva ronda sería la mejor contribución al debate en curso sobre la relación entre multilateralismo y regionalismo.

Por todos estos motivos, el Gobierno de la República Checa no escatimará esfuerzos para promover un consenso que permita iniciar una nueva ronda con ocasión de la Cuarta Conferencia Ministerial (9-13 de noviembre de 2001), en Doha.

El contenido de la nueva ronda debe ir más allá de las negociaciones preceptivas sobre la agricultura, los servicios y los derechos de propiedad intelectual. Las negociaciones al respecto sólo producirán los resultados esperados si tienen lugar en un marco más amplio, que permita negociar entre varios sectores. El elemento de acceso a los mercados debería completarse en la Ronda con negociaciones sobre los productos no agropecuarios, uno de los temas centrales de lo que entonces era el GATT y hoy en día de la OMC. Además de las medidas destinadas a mejorar el acceso a los mercados, las negociaciones deberían proponerse fortalecer y aclarar las normas existentes y también elaborar nuevas prescripciones y a elaborar nuevas prescripciones y disciplinas que respondan a las características cambiantes del comercio internacional. La República Checa prevé que, en todas las fases de las negociaciones, corresponda un papel decisivo a las cuestiones del desarrollo económico y que el proceso de aceptación de nuevas obligaciones se apoye en una mayor asistencia técnica a los países en desarrollo.

Pasando ahora a los diferentes temas de negociación, la República Checa está dispuesta a participar en el proceso de ulterior reducción de los niveles de ayuda y protección a la agricultura, a condición de mantener un equilibrio apropiado entre las preocupaciones comerciales y no comerciales del Acuerdo sobre la Agricultura. Al mismo tiempo, el Gobierno espera que las negociaciones tengan en cuenta las condiciones específicas de países que, como la República Checa, han emprendido un proceso radical y penoso de transformación de sus respectivos sectores agropecuarios y han alcanzado un elevado nivel de apertura de los mercados, por lo que están interesados en lograr la necesaria flexibilidad en el curso de las negociaciones en lo que se refiere a nuevos compromisos de reducción.

En las negociaciones destinadas a conseguir gradualmente niveles más elevados de liberalización del comercio de servicios, la República Checa sustenta la opinión de que no debería excluirse a priori ningún sector de los servicios ni modo de suministro. Deberían adoptarse procedimientos apropiados que permitan el reconocimiento de toda medida unilateral de liberalización. La República Checa aplica un amplio conjunto de tales medidas y está dispuesta, en el curso de las negociaciones sobre acceso a los mercados, a incorporar sus consolidaciones, en función de los criterios de sus interlocutores y como contrapartida de sus concesiones.

La República Checa mantiene su punto de vista, según el cual las cuestiones relativas a una protección adicional de indicaciones geográficas forman parte de las negociaciones encomendadas y que dichas negociaciones han de abarcar también una ampliación de la protección adicional a otros productos, además de los vinos y licores. Es esencial que los Ministros en Doha encarguen a la OMC finalizar las negociaciones sobre indicaciones geográficas al mismo tiempo que los otros temas de negociación.

Junto con las negociaciones encomendadas, la liberalización del comercio de productos no agropecuarios constituye otro importante pilar del programa que se plantea mejorar el acceso a los mercados. Las negociaciones deberían abarcar todos los productos o grupos de productos, sin determinar los aspectos en que se debería avanzar más rápidamente. Las negociaciones que tengan lugar después de la Conferencia Ministerial de Doha deberían dar lugar a procedimientos concretos para la formulación de nuevos compromisos.

Además del acceso a los mercados, la Ronda debería promover la elaboración de nuevas normas aplicables a las inversiones, la competencia, la transparencia de la contratación pública y las medidas de facilitación del comercio. Se ha avanzado bastante desde que se iniciaran en la OMC los debates al respecto en 1996, lo que justifica una iniciación de las negociaciones en el momento actual. La República Checa es firme partidaria de tal iniciación.

Por lo que se refiere a las inversiones y la competencia, el apoyo de la República Checa a las negociaciones se basa en su propia experiencia, como país que ha reestructurado totalmente su sistema de derechos de propiedad y ha desregulado su antigua economía de planificación central. La inversión extranjera directa, tema central de las negociaciones de la OMC en este terreno, ha desempeñado un papel clave en el proceso de transformación económica y su importancia para el ulterior desarrollo sigue aumentando. Esto explica por qué la República Checa se plantea la creación de un marco estable en materia de contratación, que proporcione un entorno transparente, previsible y jurídicamente seguro para los inversionistas extranjeros, sin por ello socavar las facultades reguladoras de los gobiernos en la persecución de sus legítimos objetivos económicos. Debería elaborarse un enfoque de negociación de lo particular a lo general, al estilo del AGCS, cuya aplicación permita a cada Miembro de la OMC controlar el ritmo de liberalización y, por lo tanto, tenga en cuenta las condiciones económicas específicas de los Miembros.

En la esfera de la competencia, las negociaciones deberían tener como objeto la formulación de un acuerdo marco basado en los principios de no discriminación (trato nacional y principio de nación más favorecida) y transparencia, en el pleno respeto de los objetivos de desarrollo. Debería hacerse hincapié en la prevención de las prácticas anticompetitivas a escala internacional que obstaculizan el acceso a los mercados y fomentar la cooperación entre las administraciones nacionales que se ocupan de la competencia. Las diversidades existentes en materia de enfoque nacional no requieren armonizar los marcos nacionales de la competencia. Más bien subrayan la importancia de la flexibilidad y la progresividad como elementos integrales de un nuevo Acuerdo de la OMC.

La República Checa considera, además, que sería útil negociar un acuerdo que garantice la transparencia de los procedimientos aplicados por los Miembros en materia de contratación pública, con inclusión del campo de aplicabilidad de tal acuerdo en función de los tipos de comercio, niveles administrativos de gestión y otros factores.

También deberían iniciarse negociaciones con el fin de establecer un conjunto de normas que simplifiquen y faciliten los procedimientos comerciales. Dichas normas han de basarse en el principio de no discriminación en materia de procedimientos administrativos y producir una atenuación significativa de los procedimientos aduaneros, la adopción de formas electrónicas de transmisión de datos y el mejoramiento general de la transparencia.

La República Checa está también dispuesta a participar en toda negociación destinada a consolidar y aclarar las normas en vigor, por ejemplo en lo que se refiere a medidas antidumping. Está interesada en actualizar el Entendimiento relativo a las normas y procedimientos por los que se rige la solución de diferencias, teniendo en cuenta la experiencia alcanzada hasta el presente en la aplicación del sistema de solución de diferencias. El comercio electrónico constituye otro terreno en el que la República Checa está dispuesta a cooperar con otros Miembros con vistas a establecer el marco más favorable a la promoción de las transmisiones electrónicas.

Por último, pero no por ello menos importante, la República Checa apoyará todos los esfuerzos necesarios para incluir entre los temas de la Ronda la interfaz entre comercio y medio ambiente. La ulterior liberalización del comercio basado en normas y la protección del medio ambiente han de abordarse de manera complementaria, sin que ello sirva al proteccionismo verde.