Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/194
11 de julio de 2002

Barbados: julio de 2002

El informe de la Secretaría de la OMC, junto con la declaración de política general del Gobierno de Barbados, servirá de base para el primer Examen de las Políticas Comerciales de Barbados por el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC, que tendrá lugar los días 9 y 11 de julio de 2002.

El comercio y las inversiones extranjeras han contribuido a que Barbados alcance y mantenga un elevado nivel de vida

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Barbados ha sabido aprovechar las oportunidades de comercio exterior y de inversión para mantener un nivel de vida muy superior al de la mayor parte de los países en desarrollo. Sus políticas comerciales y de inversión han propiciado el surgimiento de proveedores de primer orden en ciertas esferas, particularmente el turismo y los servicios financieros, que se han convertido en el pilar fundamental de la economía y en su principal fuente de divisas, según un informe de la Secretaría de la OMC sobre las políticas y prácticas comerciales de Barbados.

En el informe se señala que la adopción de una política monetaria racional, basada en un tipo de cambio fijo, ha proporcionado confianza a los inversores y ha creado un marco de baja inflación. Los controles cambiarios sobre los movimientos de capital tienen por finalidad hacer la economía menos vulnerable a los ataques especulativos contra la moneda nacional. Con todo, existen déficits fiscales considerables que reducen las posibilidades de aplicar políticas anticíclicas.

La formulación de las políticas comerciales de Barbados se realiza en un entorno estable de política general, sobre la base de amplias consultas entre los interlocutores sociales y económicos. El Gobierno considera que la apertura comercial (excepto en una pequeña gama de actividades agrícolas y de servicios que gozan de un alto grado de protección) es decisiva para superar las limitaciones que surjan debido a la pequeña magnitud de la economía, su capacidad restringida de diversificar los riesgos y las limitaciones en materia de capacidad institucional.

El sector de los servicios constituye la piedra angular de la economía, y en él destacan en particular el turismo y los servicios financieros. Estos últimos, respaldados por un entorno de fiscalidad baja, proporcionan en la actualidad una parte significativa del PIB. El Gobierno fomenta la inversión en la industria turística mediante incentivos fiscales; por lo general, no existen restricciones al acceso al mercado para las compañías extranjeras. Por otra parte, los obstáculos a las importaciones de alimentos tal vez hayan influido en el nivel de competitividad internacional de los servicios de comidas para turistas al restringir el acceso a los insumos de mejor calidad y de precios más competitivos.

Desde mediados de los años sesenta existe legislación destinada a fomentar el desarrollo de empresas “internacionales”, las cuales han gozado de ventajas fiscales que no suelen estar al alcance de otras empresas. Esas ventajas han dado lugar al establecimiento de bancos extraterritoriales, compañías de seguros exentas de impuestos y oficinas de empresas multinacionales. La aplicación de leyes distintas a las empresas dependiendo de que sus clientes sean residentes o no residentes fue motivo de fricciones con ciertos interlocutores de la OCDE. En este contexto, el Gobierno ha insistido en la importancia del derecho a la soberanía fiscal.

Las empresas extranjeras prestan servicios de transporte aéreo y marítimo, en especial para pasajeros y carga. Las telecomunicaciones son monopolio de una compañía privada extranjera, pero a partir de noviembre de 2002 se establecerá la plena competencia en los servicios de telefonía celular y en el suministro de equipo y aparatos telefónicos; para agosto de 2003, deberían estar abarcados también los servicios de telefonía fija. Los servicios de seguros nacionales y los servicios jurídicos están protegidos de la competencia extranjera mediante las obligaciones de adquisición local y las prescripciones en materia de títulos de aptitud, respectivamente.

Según el informe, Barbados ha hecho importantes esfuerzos en los últimos años con miras a liberalizar y simplificar su régimen de importaciones, lo cual adquiere aún más transcendencia dado que la mayor parte de los productos de consumo interno son importados. En el contexto de un programa de reducción arancelaria de la CARICOM, los aranceles se redujeron en el período comprendido entre 1993 y 1999, y también fue menor el recurso a restricciones cuantitativas a la importación. Un recargo del 100 por ciento aplicado a los bienes de producción nacional, que se introdujo en 1994, se fue reduciendo de forma gradual hasta que se eliminó en abril de 2000. En 1997 se introdujo un IVA que sustituyó múltiples impuestos y gravámenes. La Ley de Aduanas se modificó en 1999 a fin de aplicar el Acuerdo sobre Valoración en Aduana de la OMC. Como resultado de tales reformas, los procedimientos de importación de Barbados son ahora relativamente sencillos y transparentes.

El arancel medio NMF aplicado es del 16,5 por ciento. El nivel de protección en frontera es elevado en el caso de las actividades en las que existe producción interna, pues se aplican aranceles del 60 por ciento o más y licencias de importación. Los productores nacionales importan la mayor parte de sus insumos en régimen de franquicia arancelaria, con arreglo a diversas exenciones y dispensas, lo cual aumenta la protección efectiva.

En Barbados la producción de bienes es costosa y, salvo en ciertos productos especializados, este país no es competitivo frente a los productores extranjeros. Sin una protección estricta frente a la competencia de las importaciones, es probable que la mayor parte de las contadas actividades existentes en los sectores manufacturero y agropecuario sufran una marcada contracción.

La protección en frontera parece ser mayor en el sector agroalimentario, especialmente en el caso de la carne, los productos lácteos y las legumbres y hortalizas. En vista de que los aranceles que llegan al 240 por ciento no han conseguido desalentar la importación, las autoridades volvieron a introducir las licencias de importación no automáticas con respecto a los productos más sensibles a la competencia de las importaciones en 2001, inicialmente por un período de tres meses. A principios de 2002, se estaban elaborando leyes especiales en materia de salvaguardias para apoyar esas medidas. Las importaciones de todos los productos avícolas son monopolio del Gobierno. Se consolidaron varios contingentes arancelarios en la Ronda Uruguay, pero no se estaban aplicando a principios de 2002. Barbados mantiene una lista positiva de unos pocos países de donde procede la carne fresca; para agregar más países a esa lista sería necesario modificar la ley.

Nota para las redacciones

En los exámenes de las políticas comerciales, ejercicio prescrito en los Acuerdos de la OMC, se examinan y se evalúan a intervalos regulares las políticas comerciales y relacionadas con el comercio de los países Miembros. También se siguen de cerca los acontecimientos importantes que pueden tener consecuencias para el sistema mundial de comercio. Para cada examen se elaboran dos documentos: una exposición de políticas que presenta el gobierno del Miembro objeto de examen y un informe detallado que redacta de manera independiente la Secretaría de la OMC. Estos dos documentos son luego examinados por el conjunto de Miembros de la OMC en el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC). Esos documentos y las actas de las reuniones del OEPC se publican poco después. Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre la OMC en 1995, los informes abarcan también las esferas de los servicios y de los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.

En lo que respecta al presente examen, el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales examinará el informe de la Secretaría de la OMC y la exposición de políticas elaborada por el Gobierno de Barbados los días 9 y 11 de julio de 2002. El informe de la Secretaría abarca la evolución de todos los aspectos de las políticas comerciales de Barbados, inclusive sus leyes y reglamentos internos, el marco institucional y las políticas comerciales por medida y por sector.

Se adjuntan al presente comunicado de prensa las observaciones recapitulativas que figuran en el informe de la Secretaría y algunos extractos de la exposición de políticas del Gobierno. Los informes de la Secretaría y del Gobierno figuran por el nombre del país en la lista completa de los exámenes de las políticas comerciales. Estos dos documentos, el acta de los debates del OEPC y el resumen del Presidente se publicarán oportunamente en una versión encuadernada y podrán obtenerse en la Secretaría, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Desde diciembre de 1989 se han finalizado los siguientes exámenes: la Argentina (1992 y 1999), Australia (1989, 1994 y 1998), Austria (1992), Bahrein (2000), Bangladesh (1992 y 2000), Barbados (2002), Benin (1997), Bolivia (1993 y 1999), Botswana (1998), el Brasil (1992, 1996 y 2000), Brunei Darussalam (2001), Burkina Faso (1998), Camerún (1995 y 2001), el Canadá (1990, 1992, 1994, 1996, 1998 y 2000), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), las Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995, 1997 y 2000), Corea, República de (1992, 1996 y 2001), Costa Rica (1995 y 2001), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992 y 1999), El Salvador (1996), Eslovenia (2002), los Estados Unidos (1989, 1992, 1994, 1996, 1999 y 2001), Fiji (1997), Filipinas (1993 y 1999), Finlandia (1992), Gabón (2001), Ghana (1992 y 2001), Guatemala (2002), Guinea (1999), Haití (2002), Hong Kong (1990, 1994 y 1998), Hungría (1991 y 1998), la India (1993, 1998 y 2002), Indonesia (1991, 1994 y 1998), Islandia (1994 y 2000), Islas Salomón (1998), Israel (1994 y 1999), Jamaica (1998), el Japón (1990, 1992, 1995, 1998 y 2000), Kenya (1993 y 2000), Lesotho (1998), Macao (1994 y 2001), Madagascar (2001), Malasia (1993, 1997 y 2001), Malawi (2002), Malí (1998), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995 y 2001), México (1993, 1997 y 2002), Mozambique (2001), Namibia (1998), Nicaragua (1999), Nigeria (1991 y 1998), Noruega (1991, 1996 y 2000), Nueva Zelandia (1990 y 1996), OECO (2001), el Pakistán (1995 y 2002), Papua Nueva Guinea (1999), el Paraguay (1997), el Perú (1994 y 2000), Polonia (1993 y 2000), la República Checa (1996 y 2001), la República Dominicana (1996), la República Eslovaca (1995 y 2001), Rumania (1992 y 1999), Senegal (1994), Singapur (1992, 1996 y 2000), Sri Lanka (1995), Sudáfrica (1993 y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991, 1996 y 2000 (conjuntamente con Liechtenstein)), Swazilandia (1998), Tailandia (1991, 1995 y 1999), Tanzanía (2000), Togo (1999), Trinidad y Tabago (1998), Túnez (1994), Turquía (1994 y 1998), Uganda (1995 y 2001), el Uruguay (1992 y 1998), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).

 

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Informe de la Secretaría  

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
BARBADOS
Informe de la Secretaría — Observaciones recapitulativas

Barbados ha sabido aprovechar las oportunidades de comercio exterior y de inversión para mantener un nivel de vida muy superior al de la mayor parte de los países en desarrollo. Sus políticas comerciales y de inversión han propiciado el surgimiento de proveedores de primer orden en ciertas esferas, particularmente el turismo y los servicios financieros. Gracias a los recursos naturales de Barbados y a las actividades especializadas creadas por la política gubernamental, estos servicios se han convertido en el pilar fundamental de la economía y en su principal fuente de divisas. Sin embargo, como consecuencia natural de esa especialización y de la pequeña magnitud de su economía, Barbados tiene una base de producción limitada y el país es vulnerable a las conmociones externas.

Las políticas comerciales también han estado encaminadas a proteger a un número pequeño de actividades internas, sobre todo la producción de alimentos, frente a la competencia extranjera, si bien se reconoce que la mejor manera de satisfacer el grueso de las necesidades internas es mediante las importaciones. Estas medidas de protección, y la competencia limitada en ciertos sectores internos, han influido en la competitividad de las principales actividades de servicios al limitar sus posibilidades de acceso a los insumos al costo más bajo. La estabilidad histórica del entorno de política de Barbados y su riqueza en capital humano constituyen un buen indicio de su capacidad para abordar esta cuestión, adaptarse a los nuevos desafíos y, en consecuencia, lograr más mejoras en materia de bienestar y mantenerlas en el futuro.

Barbados ocupa el trigésimo primer lugar en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas; la esperanza de vida al nacer es de 77 años, la tasa de alfabetización de los adultos es del 97 por ciento y el PIB per cápita fue de 9.700 dólares EE.UU. en el año 2000. Desde los años cincuenta, la economía ha experimentado una dependencia cada vez mayor de los ingresos provenientes del turismo. Los servicios financieros, respaldados por un entorno de fiscalidad baja, en la actualidad proporcionan una parte significativa del PIB. De manera simultánea, se ha registrado un descenso en la parte del PIB que corresponde a la agricultura, especialmente el azúcar. La economía de Barbados tuvo un buen comportamiento entre los años 1993 y 2000, impulsada por el consumo interno. Sin embargo, sigue siendo vulnerable a las conmociones externas, como han puesto de relieve la profundidad y la duración de las recesiones experimentadas cuando se han producido desaceleraciones de la economía mundial, en especial, a principios del decenio de 1990 y en 2001. Se calcula que en 2001 el valor añadido real en el sector turístico disminuyó en un 6 por ciento y la economía se contrajo en un 2,8 por ciento en términos reales.

La adopción de una política monetaria racional, basada en un tipo de cambio fijo, ha proporcionado confianza a los inversores y ha creado un marco de baja inflación. Los controles cambiarios sobre los movimientos de capital tienen por finalidad hacer la economía menos vulnerable a los ataques especulativos contra la moneda nacional. Con todo, existen déficit fiscales considerables que reducen las posibilidades de aplicar políticas anticíclicas. Las transacciones por cuenta corriente han puesto de manifiesto un déficit grande y persistente, debido a que el superávit de la cuenta de servicios no ha contrarrestado el déficit del comercio de mercancías. El déficit de la cuenta corriente ha sido compensado en general con los flujos de capital público y privado.

Los ingresos por concepto de exportaciones de mercancías se han mantenido relativamente bajos, a un nivel aproximado de la quinta parte del total de las exportaciones de bienes y servicios, y constituyen el 11 por ciento del PIB. Las exportaciones de mercancías consisten fundamentalmente en azúcar, ron y petróleo bruto y, a excepción de los productos especializados, no son competitivas a nivel internacional sin ayuda del gobierno o acceso preferencial a los mercados extranjeros. Los destinos principales de las exportaciones son los países de la CARICOM, la Unión Europea y los Estados Unidos. Las exportaciones de servicios consisten principalmente en turismo y servicios financieros. Las importaciones de mercancías están diversificadas, con una dependencia relativamente marcada de la importación de alimentos. Las importaciones de más rápido crecimiento han sido las originadas en los Estados Unidos, país que provee el 40 por ciento de las importaciones, en régimen NMF. Esto se refiere al comercio de mercancías. Los dos proveedores principales que le siguen son los países de la CARICOM y la Unión Europea. Las importaciones de servicios se concentran en las esferas de transporte, seguros y viajes.

La formulación de las políticas comerciales de Barbados se realiza en un entorno estable de política general, sobre la base de amplias consultas entre los interlocutores sociales y económicos. El Gobierno considera que la apertura comercial (excepto en una pequeña gama de actividades agroalimentarias y de servicios que gozan de un alto grado de protección) es decisiva para superar las limitaciones que surjan debido a la pequeña magnitud de la economía, su capacidad restringida de diversificar los riesgos y las limitaciones en materia de capacidad institucional.

Barbados es Miembro inicial de la OMC, y participa activamente en la labor de la Organización. Concede como mínimo el trato NMF a todos sus interlocutores comerciales. Barbados nunca ha participado en procedimientos multilaterales de solución de diferencias, ni como demandado ni como reclamante. Sin embargo, se reservó el derecho de participar en calidad de tercero en el procedimiento relacionado con las disposiciones de los Estados Unidos sobre las Empresas de Ventas en el Extranjero, puesto que existen muchas empresas de ese tipo al amparo de la legislación de Barbados.

En las negociaciones de la Ronda Uruguay, Barbados consolidó todos sus aranceles menos los aplicados al pescado y los productos del pescado, aunque lo hizo a tipos arancelarios máximos. Los productos agropecuarios están consolidados como mínimo al 100 por ciento, con ciertas partidas específicas consolidadas a tipos que llegan a sobrepasar el 220 por ciento; los productos manufacturados están consolidados a tipos del 70 por ciento como mínimo, con ciertas partidas a tipos considerablemente superiores. Además, Barbados ha contraído compromisos específicos en el marco del AGCS en algunos subsectores. Barbados asumió compromisos específicos en las negociaciones de la OMC sobre telecomunicaciones básicas, pero no contrajo nuevos compromisos multilaterales en relación con los servicios financieros en el contexto del Quinto Protocolo del AGCS.

Las exportaciones de Barbados se benefician de las preferencias comerciales unilaterales concedidas por diversos interlocutores comerciales; Barbados desea que éstas se mantengan. Su política comercial ha estado muy influenciada por su participación en la Comunidad y el Mercado Común del Caribe (CARICOM), donde está instando a que entre en funcionamiento rápidamente un mercado común. El compromiso de proteger las industrias de la CARICOM explica en parte los aranceles relativamente elevados que Barbados aplica a los bienes que no son de producción interna.

Barbados ha hecho importantes esfuerzos en los últimos años con miras a liberalizar y simplificar su régimen de importaciones, lo cual adquiere aún más trascendencia dado que la mayor parte de los productos de consumo interno son importados. En el contexto del programa de reducción del Arancel Exterior Común (AEC), los aranceles se redujeron en el período comprendido entre 1993 y 1999, y también pasó a ser menor la dependencia de las restricciones cuantitativas a las importaciones. Un recargo del 100 por ciento aplicado a los bienes de producción local, que se introdujo en 1994, se fue reduciendo de forma gradual hasta que se eliminó en abril de 2000. En 1997 se introdujo un IVA que sustituyó múltiples impuestos y gravámenes. La Ley de Aduanas se modificó en 1999 a fin de aplicar el Acuerdo de la OMC sobre Valoración en Aduana. Como resultado de estas reformas, los procedimientos de importación de Barbados son ahora relativamente sencillos y transparentes.

El arancel medio NMF aplicado es del 16,5 por ciento y cumple sobre todo una función de generación de ingresos. Es elevado el nivel de protección en frontera en relación con actividades en las que existe producción interna, basándose en aranceles del 60 por ciento o más y licencias de importación. Los productores nacionales importan la mayor parte de sus insumos exentos de derechos de aduana, en virtud de diversas exenciones y dispensas, lo cual se añade a la protección efectiva. En conjunto, todos los impuestos recaudados sobre las importaciones suman el 22 por ciento de la recaudación tributaria total.

Existen licencias de importación para unos 60 productos, fundamentalmente alimenticios. Estas licencias se han utilizado para supervisar las importaciones y proteger la producción interna; las licencias pueden tener carácter automático o no automático por decisión administrativa. No hay información de dominio público sobre las solicitudes de licencias ni la asignación de contingentes.

Se recurre a los derechos antidumping y compensatorios mediante una medida única. El Acuerdo relativo a la Aplicación del Artículo VI del GATT y el Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias aún no se han incorporado en las leyes de Barbados a este respecto. Barbados no cuenta con legislación en materia de salvaguardias.

En la práctica, las exportaciones no son objeto de gravámenes ni restricciones y suelen efectuarse en el marco de preferencias comerciales. Las exportaciones se fomentan también mediante diversas concesiones arancelarias y fiscales y medidas de asistencia financiera, varias de las cuales han sido notificadas a la OMC como subvenciones a la exportación. En general, la mayor parte de la producción interna de mercancías y el sector de servicios se benefician de ventajas fiscales u otros tipos de ayuda, lo cual pone de relieve el compromiso del Gobierno de ofrecer respaldo activo a los negocios. No existen cifras disponibles en relación con el costo presupuestario general de esta ayuda.

A principios de 2002 se comenzó a promulgar legislación en materia de política de competencia como parte del establecimiento de un régimen global de política de competencia. Estaba previsto que la legislación incluyese finalmente disposiciones sobre competencia justa, garantías para el consumidor y protección del consumidor. La necesidad de establecer un amplio marco de política en materia de competencia obedece a los altos niveles de concentración y de precios que se han observado en el mercado interno. Entretanto, a fin de limitar el abuso del poder de mercado, se han puesto en práctica controles de precios respecto de diversos bienes y servicios.

El Gobierno tiene participación en distintas entidades comerciales en sectores como los servicios públicos, el transporte, la hostelería y producción agroalimentaria. El Gobierno tiene como política no participar en nuevas empresas, excepto en casos en que el sector privado no muestre suficiente interés en una actividad que el Gobierno desee promover. El comercio de Estado queda circunscrito a las importaciones avícolas. Ciertas empresas son comerciantes exclusivos de facto: una empresa es la exportadora exclusiva de petróleo bruto y la importadora exclusiva de combustible diesel, gasolina y fueloil. La contratación pública, que representa aproximadamente el 10 por ciento del PIB, se centra principalmente en bienes y servicios provenientes del extranjero debido a la pequeña magnitud de la economía. Se pueden asignar contratos de pequeña envergadura sin invitar a licitación.

Recientemente, Barbados ha adoptado medidas encaminadas a garantizar la protección de los derechos de propiedad intelectual, y la legislación del país abarca todas las esferas principales a que se hace referencia en el Acuerdo sobre los ADPIC. La legislación de Barbados relativa a los derechos de propiedad intelectual fue examinada por el Consejo de los ADPIC de la OMC en noviembre de 2001.

Barbados es un emplazamiento de costos elevados para la producción de bienes y, salvo en ciertos productos especializados, no es competitivo frente a los productores extranjeros. Sin una protección estricta frente a la competencia de las importaciones, es probable que la mayor parte de las contadas actividades existentes en los sectores manufacturero y agropecuario sufrirían una marcada contracción. La protección en frontera parece ser mayor en el sector agroalimentario, especialmente en el caso de la carne, los productos lácteos y las legumbres y hortalizas. En vista de que los aranceles que llegan al 240 por ciento no han conseguido mermar las importaciones, las autoridades volvieron a introducir las licencias de importación no automáticas con respecto a los productos más sensibles a la competencia de las importaciones en 2001, inicialmente por un período de tres meses. A principios de 2002 se estaban elaborando leyes especiales en materia de salvaguardias para apoyar esas medidas. Las importaciones de todos los productos avícolas son monopolio del Gobierno. Se consolidaron varios contingentes arancelarios en la Ronda Uruguay, pero no se estaban aplicando a principios de 2002. Barbados mantiene una lista positiva de unos pocos países de donde procede la carne fresca; para agregar más países a esa lista sería necesario modificar la ley.

El acceso preferencial al mercado de la UE no ha detenido el descenso de la industria azucarera; ésta se ha visto afectada por los elevados costos que casi todos los años sobrepasan los precios garantizados de exportación, muy por encima de los niveles mundiales.

El sector de los servicios constituye la piedra angular de la economía, y en él destacan en particular el turismo y los servicios financieros. Los servicios de turismo los prestan principalmente operadores privados. El Gobierno estimula la producción y la inversión en la industria turística fundamentalmente mediante incentivos fiscales y préstamos en condiciones de favor. Por lo general, no existen restricciones al acceso al mercado para las compañías extranjeras. Por otra parte, quizás los obstáculos a las importaciones de alimentos hayan influido en el nivel de competitividad internacional de los servicios de comidas y otras actividades de servicios relacionadas con el turismo al restringir el acceso a los insumos de mejor calidad y precios más competitivos.

Desde mediados de los años sesenta existe legislación destinada a estimular el desarrollo de empresas “internacionales”, las cuales han gozado de ventajas fiscales que no suelen estar al alcance de otras empresas. Esas ventajas han dado lugar al establecimiento de bancos extraterritoriales, compañías de seguros exentas de impuestos, y filiales de empresas multinacionales. El hecho de que se aplican leyes distintas a las empresas según el criterio de si abastecen a los residentes o a clientes externos fue motivo de fricciones con ciertos interlocutores de la OCDE. En este contexto, el Gobierno ha insistido en la importancia del derecho a la soberanía fiscal.

Las empresas extranjeras prestan servicios de transporte aéreo y marítimo, en especial para el transporte de pasajeros y de carga. Las telecomunicaciones se encuentran monopolizadas por una compañía privada extranjera, pero a partir de noviembre de 2002 se establecerá la plena competencia en los servicios de telefonía celular y en el suministro de equipo y aparatos telefónicos. Para agosto de 2003, la competencia deberá abarcar también los servicios de telefonía fija. Los servicios nacionales de seguros están protegidos de la competencia extranjera mediante las obligaciones de adquisición local y las prescripciones en materia de títulos de aptitud, respectivamente.

 

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Informe del Gobierno  

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
BARBADOS
Informe del Gobierno — Parte IV

Políticas comerciales y relacionadas con el comercio

Teniendo en cuenta la limitación de su base de recursos y de su estructura de producción, así como la apertura de la economía, Barbados tiene que participar activamente en el comercio mundial para mantener y mejorar su nivel de vida. Para ello debe producir bienes y servicios que puedan comercializarse en condiciones competitivas en mercados extranjeros. La fuerte dependencia del comercio hace necesario elaborar políticas que respondan a los cambios en el entorno internacional. Desde comienzos del decenio de 1990, la política comercial de Barbados se ha vuelto más abierta como resultado de su propio programa de liberalización y en respuesta a las tendencias regionales e internacionales.

Tradicionalmente, la política comercial de Barbados se ha centrado en el comercio de mercancías y ha hecho hincapié en una estrategia de sustitución de importaciones para promover el desarrollo económico. Esta estrategia se aplicaba mediante un sistema de obstáculos arancelarios y no arancelarios destinados a proteger a los productores de los sectores manufacturero y agropecuario hasta que fueran competitivos en el plano internacional. Un sistema de licencias restringía la importación de productos competidores.

En 1994, antes de la creación de la OMC, el Gobierno emprendió un programa de liberalización. Para que este programa tuviera efectos jurídicos, se aprobaron la Reglamentación de controles varios (Licencia de importación general y abierta), la Reglamentación modificada de la importación y exportación de mercancías (Prohibición) y la Orden (Modificación) de aranceles aduaneros. Se suprimieron las licencias impuestas a las importaciones de la mayoría de los productos manufacturados competidores, a las que se aplicó un recargo durante un período de cinco años. En 1996, el Gobierno inició la eliminación gradual del recargo, que desapareció en abril de 2000.

También en abril de 2000, el Gobierno suprimió las restricciones mediante licencia impuestas a todas las importaciones, a excepción de las que se aplican por razones de salud o seguridad o para proteger la moralidad pública. Casi todos los productos afectados por estas medidas eran productos agropecuarios. El Gobierno aplicó los tipos consolidados de la OMC a todos los productos para los cuales se habían eliminado las restricciones. Barbados aplicará en breve la disposición de salvaguardia especial para los productos agropecuarios.

Antes de la introducción del impuesto sobre el valor añadido (IVA) en enero de 1997, los “otros derechos y cargas” percibidos sobre las importaciones eran el impuesto sobre el consumo, el derecho de timbre, el recargo, los impuestos indirectos y un gravamen ambiental. Cuando se introdujo un IVA del 15 por ciento, se suprimieron todos estos impuestos a excepción del gravamen ambiental y de los impuestos indirectos que se percibían sobre determinados productos. El efecto neto de esta medida fue una notable reducción del precio de los productos importados.

El Gobierno es consciente de que, para que Barbados sea competitivo en el plano internacional, los productores de bienes y servicios deben cumplir las normas reconocidas internacionalmente. Asimismo reconoce la necesidad de velar por que las importaciones sean de la mayor calidad posible y por que la importación y utilización de productos de calidad inferior no pongan en peligro la salud y seguridad de todos los barbadenses. También tiene derecho a proteger de forma adecuada el medio ambiente. En consecuencia, desde la creación de la Institución Nacional de Normas de Barbados en 1973, el Gobierno ha procurado asegurar que tanto los productos nacionales como los importados cumplan las normas internacionales. En la actualidad hay más de 200 normas nacionales, todas las cuales son compatibles con las normas internacionales.

Los sistemas y medidas sanitarios y fitosanitarios de Barbados son en gran medida compatibles con las normas y prácticas aceptadas internacionalmente. Sin embargo, se necesita asistencia técnica en materia de redacción de leyes, así como de fortalecimiento de los sistemas de vigilancia y análisis de riesgos para que sean conformes con las reglamentaciones internacionales.

El país ha concertado ya acuerdos de equivalencia con algunos de sus interlocutores comerciales.

Barbados aplica las disposiciones del Acuerdo MSF de la OMC con la ayuda de diversos organismos internacionales.

En el marco de la Ronda Uruguay de negociaciones comerciales, Barbados se comprometió a liberalizar seis esferas de actividad relacionadas con los servicios. En 1996 se comprometió además a liberalizar algunos aspectos de los servicios básicos de telecomunicaciones. En consonancia con su política de fomentar las inversiones extranjeras, se permite el comercio transfronterizo en prácticamente todas las esferas de actividad relacionadas con los servicios, entre ellas el turismo, la distribución y los servicios empresariales y profesionales, así como los servicios financieros. En lo que respecta a los servicios de telecomunicaciones, el Gobierno ha firmado recientemente un memorándum de entendimiento con el único proveedor de servicios que durante muchos años tuvo legalmente un monopolio en esta esfera. Este entendimiento permitirá la liberalización de este sector.

Durante gran parte del siglo XX hubo en Barbados una legislación por la que se regían los derechos de propiedad intelectual. Por ejemplo, las leyes del Reino Unido sobre patentes, de 1903, y sobre patentes, dibujos y modelos, de 1907, fueron las primeras disposiciones legislativas por las que se rigió la concesión de patentes en Barbados. Desde su incorporación a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual en 1979, Barbados ha emprendido una política consciente de modernización de su sistema de derechos de propiedad intelectual para armonizar su marco legislativo con las normas internacionales. Barbados cumple las prescripciones de la OMC previstas en el Acuerdo sobre los ADPIC. En noviembre de 2001 Barbados fue objeto de un examen relativo a su legislación sobre derechos de propiedad intelectual y a su aplicación del Acuerdo sobre los ADPIC.

Las políticas comerciales de Barbados se han inspirado en las disposiciones del Tratado de Chaguaramas por el que se estableció el Mercado Común del Caribe (CARICOM) en 1973. En un principio, este movimiento de integración se centró principalmente en el comercio de mercancías. Los instrumentos principales para facilitar el comercio dentro de la región fueron el Arancel Externo Común (AEC) y las normas de origen. Estos instrumentos se han revisado periódicamente para asegurar no sólo la profundización del proceso de integración, sino también la competitividad internacional de las empresas.

En 1992, la Conferencia de Jefes de Gobierno de la región de la CARICOM tomó la decisión de reducir para 1998 el AEC que se aplicaba a los productos manufacturados hasta un intervalo del 0 al 20 por ciento. Barbados acató plenamente esta decisión. También en consonancia con la decisión de los Jefes de Gobierno, Barbados aplica a los productos agropecuarios un tipo máximo del 40 por ciento.

En el decenio de 1990, los Estados miembros de la CARICOM firmaron varios acuerdos comerciales recíprocos y no recíprocos con algunos países de América Latina y el Caribe, a saber, Venezuela, Colombia, la República Dominicana y Cuba. Los acuerdos recíprocos con Colombia y la República Dominicana han entrado en vigor, mientras que el acuerdo con Cuba se aplicará en breve. Pronto se entablarán negociaciones para convertir el acuerdo con Venezuela en un acuerdo sobre una base de reciprocidad. Barbados participa activamente en estas gestiones.

En 1989 la Conferencia de Jefes de Gobierno de la CARICOM acordó establecer el Mercado Único Económico del Caribe. Se modificó en consecuencia el Tratado de Chaguaramas, por medio de protocolos, para que la creación del Mercado Único Económico del Caribe surtiera efectos jurídicos.

Los nueve protocolos abarcaban las esferas siguientes:

  • Gestión del proceso de integración (protocolo I); solución de diferencias (protocolo IX); y cualesquiera desventajas con que se enfrentaran los sectores, regiones y Estados miembros como resultado de la aplicación del Mercado Único Económico del Caribe (protocolo VII).
  • Circulación de mercancías (protocolo IV) y de servicios y factores de producción (protocolo II).
  • Desarrollo de relaciones en el transporte (protocolo VI), la agricultura (protocolo V) y la industria (protocolo III).
  • Comportamiento de las empresas: política de competencia, protección de los consumidores, y dumping y subvenciones (protocolo VIII).

La tarea de asegurar la puesta en marcha del Mercado Único Económico del Caribe incumbe principalmente a Barbados. Barbados ha firmado todos los protocolos, varios de los cuales se aplican provisionalmente en la Comunidad. Barbados considera que, ante la liberalización y la globalización, el Mercado Único Económico del Caribe reviste una gran importancia. De hecho, el Gobierno estima que es fundamental para el desarrollo de la región, especialmente en la medida en que ésta trata de integrarse en la nueva economía mundial. Por consiguiente, Barbados colaborará estrechamente con los otros Estados miembros de la CARICOM para que el Mercado Único Económico del Caribe se haga realidad.

Barbados es Miembro fundador de la OMC, al haberse incorporado a esta Organización desde su creación el 1º de enero de 1995. En su calidad de Miembro, ha procurando desempeñar diligentemente sus funciones, dentro de los límites de sus recursos humanos, financieros y técnicos, siendo al mismo tiempo plenamente consciente de la necesidad de reducir al mínimo los gastos transitorios y mantener la estabilidad económica. Como se señaló anteriormente, Barbados ha permitido un mayor acceso a los mercados de bienes y servicios incluso antes de 1995. Además, Barbados ha promulgado la legislación necesaria para proteger los derechos de propiedad intelectual tanto nacionales como extranjeros. Dada la importancia que concede Barbados a la OMC, ha establecido una Misión en Ginebra, con un costo apreciable, para que se ocupe principalmente de cuestiones relacionadas con el trabajo de la OMC.

En su calidad de pequeño país en desarrollo, Barbados apoya plenamente la decisión adoptada en la Cuarta Conferencia Ministerial, celebrada en Doha, de seguir abordando las preocupaciones de los países en desarrollo con respecto a la aplicación. Barbados considera que hay preocupaciones auténticas y reales que deben abordarse de forma efectiva. También concede gran importancia a la formulación de un programa de trabajo sobre las pequeñas economías, al establecimiento de grupos de trabajo sobre comercio, deuda y finanzas y sobre comercio y transferencia de tecnología y a la prioridad que se otorga en la Declaración Ministerial al trato especial y diferenciado y a la asistencia técnica para los países en desarrollo.

Barbados está manteniendo actualmente negociaciones comerciales en diversos foros internacionales. Es uno de los 34 países que tratan de crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) para el año 2005. Como parte del grupo de países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP), Barbados participará en las negociaciones entre los países ACP y la UE para el establecimiento de nuevas relaciones comerciales y económicas con Europa, que entrarán en vigor el 1º de enero de 2008. Las negociaciones formales comenzarán en septiembre de 2002. Además, Barbados participa en las negociaciones entabladas en el contexto de la OMC.

La conclusión de todas estas negociaciones tendrá una notable repercusión en las relaciones comerciales de Barbados, sobre todo en dos ámbitos. En primer lugar, los nuevos acuerdos comerciales aumentarán la competencia para las empresas relativamente pequeñas que suministran bienes y servicios en el mercado nacional. En segundo lugar, los acuerdos, aunque prometen ofrecer a Barbados mayores oportunidades de exportación, perjudicarán al acceso preferencial de que disfruta actualmente Barbados en virtud de los acuerdos de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, CARIBCAN, Cotonou y el SGP. Ello aumentará sin duda la competencia en esos mercados. Y, lo que es más importante, las ventajas de que disfruta actualmente Barbados en su condición de miembro de la CARICOM se reducirán también como resultado de los nuevos acuerdos que se negocien.

Si al negociar estos nuevos acuerdos no se presta suficiente atención a las pequeñas economías como Barbados, las perspectivas económicas para esos países serán sombrías. Por experiencia, Barbados es plenamente consciente de la posible velocidad y profundidad de la decadencia económica y de los rápidos efectos que la inestabilidad económica, especialmente a través del aumento del desempleo y la rápida disminución de las reservas de divisas, puede tener sobre su estabilidad social y política.

Ante esta posibilidad, Barbados se ha sumado en todos los foros de negociación a otras pequeñas economías en desarrollo para pedir un trato especial y diferenciado para las pequeñas economías. La Decisión Ministerial de Doha de establecer un programa de trabajo sobre el trato de las pequeñas economías en el contexto del comercio multilateral es especialmente esperanzadora a este respecto. La participación efectiva de estos países en el sistema comercial multilateral debería ser una preocupación prioritaria de la OMC.

El trato especial y diferenciado que se debería conceder a las pequeñas economías en desarrollo habría de incluir las siguientes medidas:

  • Proporcionar tanto asistencia técnica como recursos financieros que permitan a estos países, y en general a todos los países en desarrollo, superar algunas de las limitaciones básicas del mercado con que se enfrentan.
  • Conceder períodos de transición suficientes para el comienzo del proceso de liberalización y para la aplicación de acuerdos complejos.
  • Dar a los gobiernos un margen de flexibilidad para ayudar a las empresas y los sectores, especialmente los que consideran de importancia estratégica para el desarrollo de sus economías y que se enfrentan con dificultades como resultado de la liberalización del comercio.
  • Reducir la carga que recae sobre estos países al tener que hacer frente a diversos obstáculos no arancelarios impuestos por países desarrollados. Entre estos obstáculos se incluyen las medidas sanitarias y fitosanitarias y las normas técnicas gravosas.
  • Prever unos umbrales adecuados que deban alcanzarse antes de que puedan tomarse medidas contra los productos de los pequeños proveedores de esos países.