Cuestiones abarcadas por los Comités y Acuerdos de la OMC
EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: PRIMER COMUNICADO DE PRENSA, RESUMEN DEL INFORME DE LA SECRETARÍA Y DEL INFORME DEL GOBIERNO

COMMUNICADO DE PRENSA
PRENSA/TPRB/202
25 de septiembre de 2002

Australia: de septiembre de 2002

El informe de la OMC, junto con la exposición de políticas presentada por el Gobierno de Australia, servirá de base para el cuarto Examen de las Políticas Comerciales de Australia por el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC, que tendrá lugar los días 23 y 25 de septiembre de 2002.

Las acertadas políticas macroeconómicas y las reformas estructurales de gran alcance se traducen en unos impresionantes resultados económicos de Australia

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Según un informe de la Secretaría de la OMC sobre las políticas y prácticas comerciales de Australia, los impresionantes resultados económicos obtenidos por este país durante aproximadamente los últimos 10 años se deben en gran parte a la aplicación de buenas políticas macroeconómicas en combinación con algunas reformas estructurales de gran alcance que reforzaron la anterior liberalización unilateral del comercio.

Desde el examen anterior realizado en 1998, Australia ha superado con éxito la crisis financiera asiática, pese a la aguda desaceleración que se produjo en otras partes de la región. El crecimiento real del PIB, generado en gran parte por la demanda interna y el aumento de la productividad en factores múltiples, permaneció firme hasta 2001, cuando un descenso temporal en las actividades de construcción de viviendas residenciales y la desaceleración de la economía mundial afectó negativamente a las perspectivas a corto plazo de crecimiento y empleo de Australia. No obstante, el desempleo ha continuado descendiendo y la inflación ha permanecido a un nivel bajo.

Las pautas del comercio exterior y la inversión directa prácticamente no han cambiado. Australia ha seguido dependiendo mucho de las exportaciones de productos básicos y las importaciones de manufacturas. La mayor parte de su comercio de mercancías ha seguido realizándose con los asociados de la Organización de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC), con un cierto fortalecimiento del comercio con el Asia Oriental tras la crisis asiática.

Desde el examen anterior, Australia ha continuado aplicando reformas comerciales con miras a fortalecer la competencia en el mercado interno y de esta forma mejorar la eficiencia económica. Estas reformas se realizaron, en parte, de conformidad con el cumplimiento previsto de los compromisos de Australia en el marco de la OMC, pero también en forma unilateral en consonancia con objetivos de política interna.

Los aranceles aduaneros siguen siendo el principal instrumento de política comercial de Australia, si bien constituyen una fuente poco importante de ingresos fiscales (representan el 2,3 por ciento de los ingresos fiscales totales). Un 96,2 por ciento de las líneas arancelarias están consolidadas, lo cual confiere un alto grado de previsibilidad a los aranceles. El arancel NMF medio es actualmente del 4,3 por ciento, lo que constituye una reducción con respecto al 5,6 por ciento de 1997/98; para 2005 se prevén nuevas reducciones unilaterales de los tipos aplicados a los vehículos automóviles de pasajeros y los textiles, el vestido y el calzado. El arancel medio NMF aplicado a los productos agrícolas es del 1,2 por ciento, en comparación con el aplicado a los productos industriales, que es del 4,7 por ciento. Los aranceles aplicados a los vehículos automóviles de pasajeros, los textiles, el vestido y el calzado son de dos a tres veces más altos que los aplicados a los productos industriales. Por otro lado, las medidas de reducción unilateral han hecho que un 86 por ciento de los aranceles se encuentre en el intervalo del 0 al 5 por ciento. Los aranceles aduaneros también se han simplificado considerablemente a raíz de la reducción del número de tipos aplicados. Ahora bien, estos cambios han contribuido poco a reducir la progresividad arancelaria. Los tipos arancelarios aplicados actualmente son inferiores a los tipos consolidados en un promedio de 6,2 puntos porcentuales; si bien la diferencia consiguiente entre los tipos NMF consolidados y los aplicados da amplio margen a las autoridades para aumentar los aranceles aplicados dentro de la consolidación, esto no parece haber sucedido durante el período en examen. De hecho, la ampliación de esta diferencia desde 1997/98, pese a la reducción de los tipos consolidados, es el resultado de reducciones unilaterales aún mayores en los tipos aplicados; estos últimos han aumentado en muy pocos casos, si alguno.

Quizá la evolución estructural más importante en materia de políticas durante el período en examen haya sido la reforma fiscal, principalmente la aplicación del Nuevo Sistema Fiscal que, entre otras cosas, comprende la racionalización y simplificación de la estructura de los impuestos indirectos, haciéndola más neutral, especialmente con respecto al comercio internacional. El elemento principal de esta reforma fue la sustitución del impuesto sobre las ventas al por mayor aplicado a los productos manufacturados por un impuesto sobre las mercancías y los servicios de base amplia. Sin embargo, el impuesto especial sobre los automóviles de lujo, que parece estar sesgado en contra de las importaciones, sigue vigente.

El nivel general de asistencia del Gobierno a la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca ha permanecido bajo desde 1998. La protección arancelaria NMF nominal media que se aplica sigue siendo insignificante. El apoyo total a la agricultura ascendió a sólo el 0,3 por ciento del PIB en 2001, el porcentaje más bajo entre todos los países de la OCDE, y el apoyo general de Australia a los productores se estimó en el 4 por ciento, el segundo más bajo. Alrededor del 96 por ciento de la ayuda interna comprende las denominadas subvenciones “verdes” que tienen pocos efectos de distorsión, si alguno, sobre la producción y el comercio; esa ayuda fue predominantemente de servicios generales (por ejemplo, infraestructura, extensión, servicios de asesoramiento y de I+D, y programas ambientales).

Las prescripciones de Australia sobre medidas sanitarias y fitosanitarias y de cuarentena han sido criticadas por varios de los asociados comerciales, que las consideran innecesariamente estrictas y, por lo tanto, proteccionistas. Ahora bien, dado que Australia depende mucho de la agricultura y es un importante exportador de productos básicos agrícolas y productos agroalimentarios, que reciben relativamente poca asistencia del Gobierno y se venden a precios del mercado mundial, estas medidas se consideran necesarias para asegurar que la buena reputación de Australia como exportador fiable de productos agrícolas de alta calidad no se vea perjudicada por plagas y enfermedades.

No obstante, en el período abarcado por el presente examen ha aumentado el apoyo del Gobierno al sector de los servicios, mediante asistencia financiera directa, gastos fiscales y financiación para instituciones del sector público; los principales receptores han sido los sectores de finanzas y seguros, cultura y recreación, transporte y almacenamiento, bienes inmuebles, y servicios comerciales y de comunicaciones. Se han mantenido varias restricciones de acceso.

Nota para las redacciones

En los exámenes de las políticas comerciales, ejercicio prescrito en los Acuerdos de la OMC, se examinan y se evalúan a intervalos regulares las políticas comerciales y relacionadas con el comercio de los países Miembros. También se siguen de cerca los acontecimientos importantes que puedan tener consecuencias para el sistema mundial de comercio. Para cada examen se elaboran dos documentos: una exposición de políticas que presenta el gobierno del Miembro objeto de examen, y un informe detallado que redacta de manera independiente la Secretaría de la OMC. Estos dos documentos son luego examinados por el conjunto de Miembros de la OMC en el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales (OEPC). Esos documentos y las actas de las reuniones del OEPC se publican poco después. Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre la OMC en 1995, los informes abarcan también las esferas de los servicios y de los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.

En lo que respecta al presente examen, el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales examinará los días 23 y 25 de septiembre de 2002 el informe de la Secretaría de la OMC y la exposición de políticas elaborada por el Gobierno de Australia. El informe de la Secretaría abarca la evolución de todos los aspectos de las políticas comerciales de Australia, inclusive sus leyes y reglamentos internos, el marco institucional, las políticas y prácticas comerciales por medidas y los progresos en determinados sectores.

Se adjuntan al presente comunicado de prensa las observaciones recapitulativas que figuran en el informe de la Secretaría y algunos extractos de la exposición de políticas del Gobierno. Los informes de la Secretaría y del Gobierno figuran por el nombre del país en la lista completa de los exámenes de las políticas comerciales. Estos dos documentos, el acta de los debates del OEPC y el resumen del Presidente se publicarán oportunamente en una versión encuadernada y podrán obtenerse en la Secretaría, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

Desde diciembre de 1989 se han llevado a cabo los siguientes exámenes: Argentina (1992 y 1999), Australia (1989, 1994, 1998 y 2002), Austria (1992), Bahrein (2000), Bangladesh (1992 y 2000), Barbados (2002), Benin (1997), Bolivia (1993 y 1999), Botswana (1998), Brasil (1992, 1996 y 2000), Brunei Darussalam (2001), Burkina Faso (1998), Camerún (1995 y 2001), Canadá (1990, 1992, 1994, 1996, 1998 y 2000), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995, 1997, 2000 y 2002), Corea, Rep. de (1992, 1996 y 2001), Costa Rica (1995 y 2001), Côte d'Ivoire (1995), Egipto (1992 y 1999), El Salvador (1996), Eslovenia (2002), Estados Unidos (1989, 1992, 1994, 1996, 1999 y 2001), Fiji (1997), Filipinas (1993 y 1999), Finlandia (1992), Gabón (2001), Ghana (1992 y 2001), Guatemala (2002), Guinea (1999), Haití (2002), Hong Kong (1990, 1994 y 1998), Hungría (1991 y 1998), India (1993, 1998 y 2002), Indonesia (1991, 1994 y 1998), Islandia (1994 y 2000), Israel (1994 y 1999), Islas Salomón (1998), Jamaica (1998), Japón (1990, 1992, 1995, 1998 y 2000), Kenya (1993 y 2000), Lesotho (1998), Macao (1994 y 2001), Madagascar (2001), Malasia (1993, 1997 y 2001), Malawi (2002), Malí (1998), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995 y 2001), Mauritania (2002), México (1993, 1997 y 2002), Mozambique (2001), Namibia (1998), Nicaragua (1999), Nigeria (1991 y 1998), Noruega (1991, 1996 y 2000), Nueva Zelandia (1990 y 1996), OECO (2001), Pakistán (1995 y 2002), Papua Nueva Guinea (1999), Paraguay (1997), Perú (1994 y 2000), Polonia (1993 y 2000), República Checa (1996 y 2001), República Dominicana (1996), República Eslovaca (1995 y 2001), Rumania (1992 y 1999), Senegal (1994), Singapur (1992, 1996 y 2000), Sri Lanka (1995), Sudáfrica (1993 y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991, 1996 y 2000 (junto con Liechtenstein)), Swazilandia (1998), Tailandia (1991, 1995 y 1999), Tanzanía (2000), Togo (1999), Trinidad y Tabago (1998), Túnez (1994), Turquía (1994 y 1998), Uganda (1995 y 2001), Uruguay (1992 y 1998), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).

 

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Informe de la Secretaría  

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
AUSTRALIA
Informe de la Secretaría — Observaciones recapitulativas

Las políticas comerciales y relacionadas con el comercio de Australia, así como su formulación, son en general muy transparentes. En aras de la rendición de cuentas, la información sobre la naturaleza, incluso de sus efectos, de las diversas políticas está normalmente disponible en documentos publicados y en sitios en la Web que en su mayoría pertenecen a entidades del sector público, muchos de los cuales se han indicado como referencias en el presente informe. Además, la Ley sobre la Libertad de Información permite el acceso público a documentos del Gobierno no confidenciales. La transparencia de las políticas, las prácticas y las medidas es aún mayor gracias a las actividades de organizaciones como la Comisión de la Productividad, el principal órgano consultivo y de examen independiente, que realiza evaluaciones de los efectos económicos y/o la eficacia de la protección, la asistencia gubernamental y los reglamentos, y presenta informes al respecto. En la preparación de su informe sobre este cuarto Examen de las Políticas Comerciales de Australia, la Secretaría utilizó mucho esos documentos disponibles al público.

El entorno económico

Desde el examen anterior realizado en 1998, Australia ha superado con éxito la crisis financiera asiática, pese a la aguda desaceleración que se produjo en otras partes de la región. El crecimiento real del PIB, generado en gran parte por la demanda interna y el aumento de la productividad en factores múltiples, permaneció firme hasta 2001, cuando un descenso temporal en las actividades de construcción de viviendas residenciales y la desaceleración de la economía mundial afectó negativamente a las perspectivas a corto plazo de crecimiento y empleo de Australia. No obstante, el desempleo ha continuado descendiendo y la inflación ha permanecido a un nivel bajo.

Los impresionantes resultados económicos de Australia se deben en gran parte a la aplicación de buenas políticas macroeconómicas en combinación con algunas reformas estructurales de gran alcance que reforzaron la anterior liberalización unilateral del comercio. Los excedentes fiscales, sin embargo, se han reducido como resultado de desembolsos cada vez más rápidos que los ingresos por concepto de impuestos, y esto último refleja el costo presupuestario de un importante conjunto de medidas de reforma fiscal. Australia ha continuado la constitución en sociedades comerciales y/o la privatización de empresas de propiedad estatal en los sectores de la electricidad, el gas natural y las telecomunicaciones. Se han realizado otras importantes reformas estructurales en las esferas de la política de competencia, los mercados laborales y la tecnología.

La pronunciada caída de los precios mundiales de los productos básicos, que siguió a la reducción de la demanda mundial tras el comienzo de la crisis asiática, ejerció una considerable presión a la baja sobre el tipo de cambio del dólar australiano, mejorando de esta forma la competitividad internacional de los precios australianos y favoreciendo a sectores que competían con importaciones. El resultado fue un desplazamiento de un déficit a un superávit en la cuenta comercial, impulsado por las exportaciones. Al mismo tiempo, el déficit de cuenta corriente alcanzó su nivel anual más bajo en 20 años, lo que refleja la reducción reciente de la brecha entre los ahorros y la inversión. La deuda externa neta ha continuado aumentando como consecuencia de los mayores empréstitos tomados por el sector privado.

Las pautas del comercio exterior y la inversión directa prácticamente no han cambiado. Australia ha seguido dependiendo mucho de las exportaciones de productos básicos y las importaciones de manufacturas. La mayor parte de su comercio de mercancías ha seguido realizándose con los asociados de la Organización de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC), con un cierto fortalecimiento del comercio con el Asia Oriental tras la crisis asiática. Pese a la concertación del Acuerdo comercial por el que se estrechan las relaciones económicas entre Australia y Nueva Zelandia (ANZCERTA), la participación de Nueva Zelandia en el comercio de mercancías de Australia ha disminuido. En lo que respecta a la inversión extranjera directa, se han hecho algunos esfuerzos por reducir los obstáculos restantes en esferas delicadas y mejorar las prescripciones sobre notificaciones y examen.

El marco de la política comercial exterior

Desde el examen anterior, Australia ha continuado aplicando reformas comerciales con miras a fortalecer la competencia en el mercado interno y de esta forma mejorar la eficiencia económica. Estas reformas se realizaron, en parte, de conformidad con el cumplimiento previsto de los compromisos de Australia en el marco de la OMC, pero también en forma unilateral en consonancia con objetivos de política interna.

Australia ha mantenido sus arreglos comerciales preferenciales con Nueva Zelandia y otros países del Pacífico Sur, el Canadá y países en desarrollo y menos adelantados (con arreglo al Sistema Australiano de Preferencias Arancelarias). Sin embargo en los últimos años se ha producido una erosión del valor de los aranceles preferenciales, ya que se han reducido los aranceles NMF aplicados por Australia. Recientemente, se ha hecho más hincapié en estudiar la posibilidad de ampliar y profundizar las relaciones comerciales bilaterales de Australia con el Japón, Corea, Singapur, Tailandia y los Estados Unidos, así como las relaciones regionales en virtud del estrechamiento de la asociación económica entre las economías de la ASEAN y del Acuerdo CER, y el acuerdo regional transpacífico.

El marco institucional y jurídico sumamente transparente de Australia para el comercio y la inversión se ha perfeccionado aún más mediante un examen legislativo realizado para asegurar que el marco reglamentario (reglamentos sobre comercialización de productos agrícolas, etiquetado de alimentos, finanzas y seguros, profesiones, y juegos de azar, y los procesos de planificación de los gobiernos locales) no restrinjan la competencia. También se han tomado medidas para reforzar los medios disponibles para incrementar los conocimientos (y la interacción) de la población y aprovechar las posibilidades de defensa y apertura del mercado con arreglo al sistema multilateral de comercio basado en las normas. Para este propósito, se ha establecido un mecanismo de observancia de las normas e investigación de diferencias en el Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio y un Grupo Consultivo sobre la OMC (compuesto de representantes de la industria, la comunidad de organizaciones no gubernamentales, los círculos académicos y los medios de difusión). Australia ha continuado participando activamente en todos los aspectos de la labor de la OMC, apoyando la iniciación de una ronda centrada en una mayor liberalización de la agricultura, la manufactura y los servicios. El Consejo de Gobiernos de Australia (COAG) ha seguido facilitando las consultas, la cooperación y la coordinación de las políticas entre el Commonwealth, los Estados y los Territorios con miras a evitar posibles inconsistencias. A partir de abril de 1998, la Comisión de la Productividad sustituyó a la Comisión Australiana de la Industria como el principal órgano consultivo en materia de política estructural y reglamentación.

La evolución de las políticas comerciales

Los aranceles aduaneros siguen siendo el principal instrumento de política comercial de Australia, si bien constituyen una fuente poco importante de ingresos fiscales (representan el 2,3 por ciento de los ingresos fiscales totales). Un 96,2 por ciento de las líneas arancelarias están consolidadas, lo cual confiere un alto grado de previsibilidad a los aranceles. El arancel NMF medio es actualmente del 4,3 por ciento, lo que es una reducción con respecto al 5,6 por ciento de 1997/98; para 2005 se prevén nuevas reducciones unilaterales de los tipos aplicados a los vehículos automóviles de pasajeros y los textiles, el vestido y el calzado. El arancel medio NMF aplicado a los productos agrícolas es del 1,2 por ciento, en comparación con el aplicado a los productos industriales, que es del 4,7 por ciento. Los aranceles aplicados a los vehículos automóviles de pasajeros, los textiles, el vestido y el calzado son de dos a tres veces más altos que los aplicados a los productos industriales. Por otro lado, las medidas de reducción unilateral han hecho que un 86 por ciento de los aranceles se encuentre en el intervalo del 0 al 5 por ciento. Los aranceles aduaneros también se han simplificado considerablemente a raíz de la reducción del número de tipos aplicados. Ahora bien, estos cambios han contribuido poco a reducir la progresividad arancelaria. Los tipos arancelarios aplicados actualmente son inferiores a los tipos consolidados en un promedio de 6,2 puntos porcentuales; si bien la diferencia consiguiente entre los tipos NMF consolidados y los aplicados da amplio margen a las autoridades para aumentar los aranceles aplicados dentro de la consolidación, esto no parece haber sucedido durante el período en examen. De hecho, la ampliación de esta diferencia desde 1997/98, pese a la reducción de los tipos consolidados, es el resultado de reducciones unilaterales aun mayores en los tipos aplicados; estos últimos han aumentado en muy pocos casos, si alguno.

Los contingentes arancelarios para los productos agrícolas relacionados con la OMC para cinco tipos de quesos y tabaco no manufacturado se han aplicado aparentemente de manera flexible y liberal. El recurso a la protección no arancelaria se ha limitado principalmente a los productos agrícolas, ganaderos y alimenticios.

Las prescripciones sobre documentación se han reducido a un mínimo, y la computadorización del despacho de aduanas ha facilitado virtualmente todas las importaciones y exportaciones. Se permite la autovaloración para el derecho de importación y el despacho de exportación. El valor de la transacción se ha utilizado sobre todo con fines de valoración en aduana.

Se han mantenido las prohibiciones y restricciones a la importación en forma de prescripciones técnicas estrictas o de cuarentena a fin de preservar, entre otras cosas, la salud o la seguridad públicas. Se ha procurado acomodar ciertas normas obligatorias a las normas internacionales (incluidas las relativas a los vehículos de motor) y mejorar la cooperación y la coordinación internacionales mediante acuerdos de notificación y mutuo reconocimiento de la OMC. Pese al Acuerdo entre el Commonwealth y los Estados sobre mutuo reconocimiento, parece haber esferas residuales en que las facultades de reglamentación relativas a las normas sobre certificaciones (incluidos los requisitos de punto de venta basado en el Estado, que prohíben las órdenes con arreglo a la legislación de protección de los consumidores) difieren entre el Commonwealth y los Estados. Tras la introducción de cambios institucionales y de procedimiento, disminuyó el recurso a las medidas compensatorias o antidumping; durante el período en examen no se adoptaron medidas de salvaguardia.

Australia todavía no ha firmado el Acuerdo sobre Contratación Pública de la OMC. El Commonwealth y los Gobiernos de los Estados siguen utilizando la contratación pública como importante instrumento de política económica para promover el desarrollo industrial (por ejemplo, respecto de la tecnología de la información y las telecomunicaciones) aplicando márgenes preferenciales (10 ó 20 por ciento según el Estado) a los proveedores locales (y de Nueva Zelandia), la subcontratación obligatoria a pequeñas y medianas empresas (PYME) y requisitos de contenido local (que también se aplican a las emisiones de radio y televisión).

Los controles o las restricciones cuantitativas aplicados por entidades del sector público a la exportación afectan a ciertas mercancías terapéuticas y primarias; tienen por objeto, entre otras cosas, asegurar un suministro interno adecuado y hacer cumplir las normas. Australia ha mantenido la prohibición de exportar hembras y embriones de ovejas Merino con fines de cría excepto a Nueva Zelandia con arreglo al ANZCERTA y para fines científicos aprobados. Se ha mantenido la participación estatal en la economía con miras a promover y regular el comercio en ciertas mercancías agrícolas.

La ayuda para la exportación, que consiste en subvenciones directas (por conducto del Plan de subvenciones para el fomento de los mercados de exportación, y la Estrategia “del supermercado a Asia”) y desgravaciones impositivas (Tradex, Plan de facilitación de las exportaciones de vehículos automóviles de pasajeros) se ha mantenido y ha sido revisada. La financiación de las exportaciones está condicionada a prescripciones de contenido local así como al “interés nacional” y a criterios de protección del medio ambiente; las condiciones para los créditos a la exportación parecen estar en consonancia con las directrices de la OCDE. Los incentivos para las zonas de libre comercio se preparan específicamente para cada proyecto y pueden incluir, entre otras cosas, subvenciones para el establecimiento o la reubicación. El apoyo al comercio y la producción se ha proporcionado mediante incentivos fiscales y no fiscales, haciendo más hincapié en la promoción de las exportaciones y la inversión, especialmente en I+D. Durante el período en examen, los planes de Australia para la entrada de importaciones en condiciones favorables fueron más generosos. La asistencia no fiscal se ha aumentado en ciertas esferas amplias (principalmente la promoción de las exportaciones, la inversión y las actividades de I+D) y se ha mantenido para ciertas actividades específicas. El suministro de energía a precios bajos a los productores se ha asegurado mediante la participación estatal en el sector de la electricidad y una mayor presencia de operadores del sector privado, así como mediante exenciones fiscales y subvenciones para diversas categorías de usuarios de combustible diésel. El control de los precios parece haberse reducido, de modo que ahora abarca la navegación aérea, los aeropuertos, los servicios postales y el remolque en los puertos; ciertos productos farmacéuticos también están subvencionados.

Quizá la evolución estructural más importante en materia de políticas durante el período en examen haya sido la reforma fiscal, principalmente la aplicación del Nuevo Sistema Fiscal que, entre otras cosas, comprende la racionalización y simplificación de la estructura de los impuestos indirectos, haciéndola más neutral, especialmente con respecto al comercio internacional. El elemento principal de esta reforma fue la sustitución del impuesto sobre las ventas al por mayor aplicado a los productos manufacturados por un impuesto sobre las mercancías y los servicios de base amplia. Sin embargo, el impuesto especial sobre los automóviles de lujo, que parece estar sesgado en contra de las importaciones, sigue vigente. El impuesto sobre la renta de las personas físicas y de las sociedades también ha sido objeto de reformas sustanciales como consecuencia del nuevo sistema impositivo. Sus bases se han ampliado y las tasas de los impuestos se han recortado. Como consecuencia de esta medida, el impuesto sobre la renta de las personas físicas máximo se ha reducido del 43 al 30 por ciento, mientras que el impuesto sobre la renta de las sociedades se ha recortado del 36 al 30 por ciento, más en consonancia con las tasas aplicadas en varios países vecinos. En la medida en que las altas tasas del impuesto sobre la renta personal actúan como desincentivo tanto respecto del trabajo como del ahorro, los recortes en las tasas máximas podrían dar lugar a mayores actividades laborales y a un mayor nivel de ahorro personal, reduciendo de esta forma la diferencia entre ahorro e inversión. La combinación de una base impositiva más amplia para las sociedades y tasas de impuestos más bajas tenderá a reducir la asistencia que se proporciona mediante el sistema impositivo, haciéndolo más neutral, y también con un efecto potencialmente menor de distorsión sobre las decisiones de invertir de las empresas. Ahora bien, las deducciones especiales para empresas de exploración y desarrollo mineros se han mantenido.

Australia ha procurado fortalecer la protección de los derechos de propiedad intelectual ampliando sus compromisos internacionales y asegurando el cumplimiento de esa protección en las fronteras. Al mismo tiempo, se ha aplicado una mayor liberalización de las importaciones paralelas.

El marco de la política de competencia de Australia se ha actualizado y se ha puesto en práctica a fin de asegurar, entre otras cosas, que el marco reglamentario no restrinja la competencia y que la mayoría de las empresas comerciales de propiedad estatal respete el principio de la “neutralidad competitiva”.

La evolución de las políticas sectoriales

El nivel general de asistencia del Gobierno a la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca ha permanecido bajo desde 1998. La protección arancelaria NMF nominal media que se aplica sigue siendo insignificante. El apoyo total a la agricultura ascendió a sólo el 0,3 por ciento del PIB en 2001, el porcentaje más bajo entre todos los países de la OCDE, y el apoyo general de Australia a los productores se estimó en el 4 por ciento, el segundo más bajo. Alrededor del 96 por ciento de la ayuda interna comprende las denominadas subvenciones “verdes” que tienen pocos efectos de distorsión, si alguno, sobre la producción y el comercio; esa ayuda fue predominantemente de servicios generales (por ejemplo, infraestructura, extensión, servicios de asesoramiento y de I+D, y programas ambientales).

Las prescripciones de Australia sobre medidas sanitarias y fitosanitarias y de cuarentena han sido criticadas por varios de los asociados comerciales, que las consideran innecesariamente estrictas y, por lo tanto, proteccionistas. Ahora bien, dado que Australia depende mucho de la agricultura y es un importante exportador de productos básicos agrícolas y productos agroalimentarios, que reciben relativamente poca asistencia del Gobierno y se venden a precios del mercado mundial, estas medidas se consideran necesarias para asegurar que la buena reputación de Australia como exportador fiable de productos agrícolas de alta calidad no se vea perjudicada por plagas y enfermedades. Se han introducido modificaciones a la prescripciones sobre medidas sanitarias y fitosanitarias y de cuarentena para abarcar, entre otras cosas, las enfermedades animales, los organismos genéticamente modificados y la biotecnología; también se ha incorporado una estricta prescripción sobre evaluación del riesgo de importación, que reduce aún más el acceso al mercado de productos agrícolas.

La producción y exportación de ciertos artículos (carne, cereales, productos de horticultura, productos lácteos, productos de la pesca y productos forestales) están sujetas a gravámenes cuyo producto se utiliza para financiar actividades de I+D y otras actividades sectoriales. La ayuda interna que distorsiona el comercio, si bien con niveles de minimis, para el trigo (pagos directos para sufragar el costo de la expedición a Tasmania), la carne de porcino y la carne de cordero, ha variado pero sigue estando muy por debajo de los compromisos de reducción en el marco de la OMC. Se ha hecho particular hincapié en el apoyo a la biotecnología. Las exportaciones de casi todo el trigo, la cebada (hasta 2001), el arroz y el azúcar han permanecido bajo el control exclusivo de autoridades oficiales o empresas públicas que operan en virtud de arreglos centralizados. El sector de los productos lácteos, por el contrario, ha sido desregulado y los productores han recibido un conjunto de medidas de ajuste estructural; aparentemente, este sector ha prosperado como consecuencia de estas medidas. En el sector de la silvicultura, parecería que las reformas de los organismos forestales públicos han mejorado la neutralidad competitiva, aunque parecen persistir prácticas anticompetitivas.

La minería sigue siendo uno de los sectores más eficientes y que reciben menos ayuda, y uno de los que más contribuyen a las exportaciones. El sector recibe una mínima protección arancelaria (con excepción de ciertas piedras sujetas a un arancel del 5 por ciento) y el escaso apoyo interno que recibe ha ido disminuyendo. De conformidad con diferentes objetivos de política se ha venido aplicando un Plan de subvenciones para el flete de productos del petróleo, un Plan de rebaja del combustible diésel y un Plan de subvenciones para combustibles alternativos y diésel. Se está introduciendo progresivamente un mercado centralizado de venta de electricidad al por mayor, con una mayor participación del sector privado; desde 2001 es obligatoria la compra de crecientes cantidades de electricidad generada con fuentes de energía renovables.

Desde 1998, se ha reducido la protección en frontera para el sector manufacturero de modo que el arancel NMF medio aplicado es de sólo el 4,6 por ciento (sobre la base de la CIIU) y se prevén nuevos recortes de aranceles sobre artículos delicados. No obstante, las tasas arancelarias aplicadas a vehículos automóviles de pasajeros, y a los textiles, el vestido y el calzado son de dos a tres veces más altos que esta media para los productos industriales. El apoyo del Gobierno, en forma de asistencia financiera directa (ciertos incentivos a la exportación, subvenciones para los insumos) y gastos fiscales se ha mantenido y reforzado no sólo para los vehículos automóviles de pasajeros y los textiles, el vestido y el calzado, sino también para otras industrias (como las imprentas, los productos farmacéuticos, las construcciones navales y la tecnología de la información y las telecomunicaciones) y para las actividades manufactureras en general. En varios casos, concretamente los vehículos automóviles de pasajeros, los textiles, el vestido y el calzado, y los productos farmacéuticos, los planes de apoyo para industrias específicas se han revisado o se han sustituido por programas similares. Ahora bien, se espera que esta asistencia disminuya de conformidad con los recortes de aranceles anunciados y los planes de apoyo revisados.

En el período abarcado por el presente examen, ha aumentado el apoyo del Gobierno al sector de los servicios, mediante asistencia financiera directa, gastos fiscales y financiación para instituciones del sector público; los principales receptores han sido los sectores de finanzas y seguros, cultura y recreación, transporte y almacenamiento, bienes inmuebles, y servicios comerciales y de comunicaciones. Se han mantenido varias restricciones de acceso. Se han aplicado reformas de los servicios financieros (por ejemplo, normas cautelares, institucionales) en ciertas esferas a la luz de las recomendaciones hechas en 1997. La liberalización de las telecomunicaciones ha dado lugar a la privatización de más empresas de propiedad estatal, un mayor número de operadores del sector privado, y tarifas más bajas; ahora bien, un motivo de preocupación ha sido los costos operacionales relativos a la obligación de prestar servicios de alcance nacional. El apoyo a los productores nacionales de anuncios publicitarios y películas cinematográficas se ha mantenido mediante la aplicación de prescripciones de contenido local en las emisiones de televisión, y la financiación de la producción de películas. En lo que hace a los servicios marítimos, la participación del Estado parece haberse reducido; la asistencia financiera a transportistas de carga entre Tasmania y el continente se ha mantenido. El transporte marítimo, por carretera y por ferrocarril también ha recibido beneficios en forma de desgravaciones fiscales de los combustibles. Se ha procurado reducir el costo del transporte aéreo y mejorar la calidad de los servicios aumentando el arrendamiento a operadores de líneas aéreas y aeropuertos. El comercio electrónico se promueve mediante la financiación de redes y arreglos bilaterales.

Desde el examen anterior, no se han introducido cambios en los compromisos amplios de Australia relacionados con su Lista del AGCS. La Lista abarca 90 actividades del sector de los servicios financieros, comerciales, y de comunicaciones, construcción, distribución, transporte (incluidos el transporte marítimo, por carretera, por vía aérea y por tuberías), turismo, actividades de recreación, salud, educación y medio ambiente. Se mantiene la exención de trato NMF de Australia del artículo II del AGCS respecto de los arreglos concertados con el Canadá, Francia, Israel, Nueva Zelandia y el Reino Unido para la coproducción de películas y programas de televisión.

Perspectivas

Las medidas de liberalización del comercio, junto con las reformas estructurales internas de gran alcance que comenzaron a mediados del decenio de 1980, han contribuido sin duda a los resultados económicos impresionantes de Australia durante aproximadamente los últimos 10 años. Como consecuencia de las medidas de liberalización del comercio, tanto unilaterales como multilaterales, Australia tiene una economía relativamente abierta. Por ejemplo, el arancel NMF medio aplicado es sólo del 4,3 por ciento y la mayoría de los tipos oscilan entre el 0 y el 5 por ciento. Esto significa que, con excepción de los aranceles aplicados a los vehículos automóviles de pasajeros y los textiles, el vestido y el calzado, los beneficios económicos de nuevas reducciones probablemente serán modestos. Durante el período del examen anterior, el Gobierno anunció reducciones progresivas unilaterales en los aranceles de los vehículos automóviles de pasajeros y los textiles, el vestido y el calzado, con una pausa de 5 años entre 2000 y 2005; queda por ver si el 5 por ciento de reducciones finales, de 7,5 puntos porcentuales (textiles, vestido y calzado) y 5 puntos porcentuales (vehículos automóviles de pasajeros) se aplican el 1º de enero de 2005 como está previsto. Las medidas no arancelarias en frontera son también pocas y tienen grandes intervalos; en particular, el apoyo total a la agricultura está entre los más bajos de los países de la OCDE. Además, Australia está, en general, abierta a la inversión extranjera. Por lo tanto, los beneficios de una mayor liberalización de las medidas no arancelarias que distorsionan el comercio y la eliminación de los obstáculos restantes a la inversión extranjera también podrían ser modestos.

Ahora bien, las políticas internas también tienen influencia en el comercio y la inversión extranjera. El Gobierno, que ya ha completado en gran parte la reforma fiscal, ha pasado a prestar más atención a otras reformas, incluida una mayor transformación en sociedades comerciales, si no la privatización, de empresas de propiedad estatal, los esfuerzos por completar la reforma de las políticas de competencia, la continuación de la desreglamentación gradual del mercado laboral (junto con una modernización del sistema de bienestar social) y medidas para alentar la excelencia y las innovaciones tecnológicas. Esas reformas deberían facilitar el establecimiento de las bases para el crecimiento sostenido de la economía australiana en el futuro.

 

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Informe del Gobierno  

ÓRGANO DE EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES
AUSTRALIA
Informe del Gobierno — Parte II

Objetivos de la política comercial de Australia

La política comercial de Australia es pragmática y orientada hacia los resultados, conjugando enfoques bilaterales, regionales y multilaterales, para aprovechar al máximo las oportunidades de acceso a los mercados para los exportadores australianos de bienes y servicios. Australia tiene el máximo interés en que se mantenga un sistema de comercio mundial saludable y abierto, por ser un país que depende de las exportaciones y que se ha beneficiado en gran medida en el pasado de la liberalización y desreglamentación del comercio. Su prioridad más importante en materia de política comercial en los años 2000 y 2001 fue contribuir a que el inicio de la Ronda de Doha para el Desarrollo fuera un éxito, conducir las negociaciones a una conclusión oportuna y fructífera ocupa un lugar central en el actual programa de política comercial de Australia. Australia se congratula de que la Declaración de Doha haga hincapié en las cuestiones relativas al acceso a los mercados y el desarrollo, que constituyen la clave para la auténtica liberalización del comercio de la que esperan beneficiarse todos los Miembros de la OMC. El objetivo general de Australia en estas negociaciones es conseguir mejoras significativas de acceso a los mercados con carácter general para la agricultura, los productos industriales y los servicios; con ese propósito está trabajando de forma constructiva para contribuir a que el proceso de la negociación avance de la manera más rápida y productiva posible. (La sección III de este informe, “Australia y la OMC”, contiene más información acerca de los enfoques multilaterales de Australia.)

Enfoques bilateral y regional

Los esfuerzos de Australia en materia de política comercial regional complementan y refuerzan las actividades y objetivos en el ámbito de la política comercial bilateral y multilateral. Un aspecto importante de esta política es la participación activa de Australia en el Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC). El programa de amplio alcance del APEC sobre liberalización del comercio y las inversiones, facilitación de los negocios, y cooperación económica y técnica, es fundamental en los esfuerzos que Australia realiza para promover el crecimiento económico y el desarrollo sostenibles en la región. También es un elemento importante en los empeños comerciales más amplios que Australia lleva a cabo en los ámbitos bilateral y multilateral.

Australia es un miembro activo del APEC y se ha comprometido a cumplir los objetivos proclamados en Bogor por el Foro, a saber, lograr que el comercio y la inversión sean libres y abiertos para el año 2010 en los países con economías desarrolladas del APEC, y en el 2020 en los países con economías en desarrollo. Con este propósito, Australia ha contribuido materialmente a desarrollar varias de las iniciativas clave del APEC, incluido el objetivo en materia de facilitación del comercio de lograr una reducción de los costos de transacción de un 5 por ciento en un plazo de cinco años, y una vía acelerada que permitirá que las economías que estén preparadas y dispuestas a avanzar más deprisa, en determinadas esferas, lo hagan de forma colectiva. Ambas iniciativas fueron elementos esenciales del Acuerdo de Shangai firmado por los líderes del APEC en el año 2001, que establece el programa para la segunda década del APEC y procura acelerar el progreso para alcanzar los objetivos proclamados en Bogor.

Australia ha desempeñado asimismo un papel destacado en la formulación del compromiso político para impulsar las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC. El APEC tiene la intención de apoyar las negociaciones de la OMC mediante iniciativas en materia de creación de capacidad para ayudar a que las economías en desarrollo participen en la nueva ronda y apliquen los Acuerdos de la OMC existentes. Australia continuará buscando el apoyo entre los países miembros del APEC para que las negociaciones de la nueva ronda de la OMC concluyan oportunamente y con éxito.

En 1997, el Gobierno australiano emprendió una revisión de su política de acuerdos comerciales regionales, y alcanzó la conclusión de que deberían considerarse las futuras opciones para establecer acuerdos comerciales regionales, en el contexto del continuo y enérgico apoyo de Australia a la OMC, y de los esfuerzos en materia de comercio regional e integración económica en el seno del APEC. Desde entonces, para aplicar los resultados de la revisión, Australia ha desarrollado una gama de actividades encaminadas a fomentar el comercio regional y los vínculos económicos más sólidos, incluida la prospección de las posibilidades de establecer un comercio bilateral y unos vínculos de inversión más estrechos con socios comerciales importantes y grupos regionales.

El vínculo entre la Zona de Libre Comercio de la ASEAN (AFTA) y las partes en el acuerdo comercial por el que se estrechan las relaciones económicas entre Australia y Nueva Zelandia (ANZCERTA, o CER), proporciona el fundamento para la coordinación del desarrollo de las corrientes de comercio e inversión entre las dos regiones. En el año 2000 los Ministros de la ASEAN y del CER asignaron a sus funcionarios la tarea de concluir una asociación económica más estrecha (CEP), que en 2001 se tradujo en un acuerdo global de asociación económica y el establecimiento de un consejo empresarial AFTA-CER. Asimismo, Australia mantiene su compromiso regional mediante su participación como miembro en la Asociación del Océano Índico para la Cooperación Regional (IOR-ARC).

A finales del año 2000, Australia y Singapur iniciaron negociaciones encaminadas a establecer un acuerdo de libre comercio que abarcase la liberalización del comercio de bienes y servicios, conforme con las normas de la OMC y con un ámbito de aplicación amplio. El 30 de mayo de 2002, Australia y Tailandia anunciaron que iniciarían negociaciones para establecer un acuerdo de libre comercio bilateral, que comprendiese no sólo el acceso a los mercados sino también actividades relativas a la cooperación y la facilitación del comercio en una serie de esferas. También Australia prosigue los contactos con los Estados Unidos acerca de la posibilidad de iniciar un acuerdo de libre comercio.

Australia y el Japón han emprendido consultas que culminarán con la redacción de un informe, que examinarán los jefes de gobierno a mediados del año 2003, que habrá de identificar posibles iniciativas que fortalecerían y revitalizarían las relaciones comerciales y económicas. También Australia ha iniciado una serie de intensas negociaciones con China a fin de crear vínculos comerciales y económicos más estrechos, y establecer criterios para la relación económica en el futuro.

Liberalización del comercio: el régimen arancelario de Australia

Del conjunto de las líneas arancelarias, a más del 80 por ciento se le aplica un tipo del 5 por ciento o menos, y cerca del 45 por ciento están libres de derechos. El tipo arancelario medio aplicable es del 4,4 por ciento (3,9 por ciento para los países desarrollados y 1,72 por ciento para los países menos adelantados). La tasa efectiva media de ayuda al sector manufacturero (una medida de ayuda neta, teniendo en cuenta los costos y beneficios de la intervención del Gobierno en materia de insumos, la ayuda directa a los factores que generan valor añadido, y la ayuda a la producción) se estimó en un 4,8 por ciento por la Comisión Australiana de la Productividad para el período 2000-2001. En contraste con la mayoría de los países desarrollados, Australia aplica un único contingente arancelario para las importaciones de queso. El cuadro siguiente resume en términos generales las reducciones de las tasas efectivas de ayuda a la industria manufacturera desde 1970-71.

Tasas efectivas de ayuda, 1970-71 a 2000-01 (Porcentaje)

 

1970-71

1983-84

1990-91

1996-97

1998-99

2000-01

Sector manufacturero

34,9

22,7

15,6

5,6

5,2

4,8

Agricultura

28,0

12,0

13,0

10,2

7,7

6,0*

*1999/2000.

Vehículos automóviles de pasajeros y los sectores de los textiles, el vestido y el calzado

Australia mantiene derechos arancelarios más elevados en dos sectores industriales, los vehículos automóviles de pasajeros y los textiles, el vestido y el calzado. Australia está aplicando actualmente un programa unilateral de reducciones arancelarias importantes para estas ramas de la producción que se desarrollará hasta el año 2005, como se explica en las listas que se adjuntan.

El 21 de diciembre de 2001 el Gobierno anunciaba el comienzo de un examen sobre las medidas de ayuda a la industria del automóvil para después del año 2005. La Comisión de la Productividad dirige el examen que habrá de completarse para septiembre de 2002. Está previsto realizar una revisión similar, en un futuro próximo, sobre las disposiciones que se adoptarán con posterioridad al año 2005 para los textiles, el vestido y el calzado.

Aranceles “de puro estorbo”

En julio de 1998, el Departamento de Industria, Ciencia y Turismo australiano inició un examen de los aranceles “de puro estorbo” — a saber, productos que generaban un derecho del 5 por ciento o menos, proporcionaban unos ingresos anuales inferiores a 100.000 dólares australianos (en 1996-97), y se aplicaban a productos que no se producían localmente —. Siguiendo consultas con el sector industrial, los aranceles de 267 líneas arancelarias se redujeron a cero en diciembre de 1999.

Medidas antidumping y compensatorias

Desde la creación de la OMC, el número de medidas antidumping y compensatorias adoptadas por Australia ha disminuido constantemente. El número de las investigaciones realizadas por asuntos antidumping y medidas compensatorias ha disminuido de 101 a finales de 1995 a 34, al 30 de junio de 2002. Desde el último período sometido a examen, el Gobierno australiano introdujo modificaciones en su legislación sobre medidas antidumping y compensatorias que han tenido el efecto de reducir el plazo de las investigaciones, establecer un procedimiento más sencillo y previsible para todas las partes, e introducir un nuevo mecanismo de apelación.

Régimen de cuarentena

Al ser un continente insular (con unas condiciones climáticas que varían de un clima tropical a un clima semitemplado), Australia no se ve afectada por muchas de las plagas y enfermedades que se encuentran en otros países. Australia, para preservar su flora y su fauna autóctona y vulnerable, adopta un enfoque de preservación conservador en materia de seguridad biológica, compatible con el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC. Australia mantiene un criterio de “riesgo controlado” respecto a la seguridad biológica, basado en medidas justificadas científicamente, que son lo menos restrictivas del comercio posible. Australia publicó un Manual sobre el Procedimiento de Análisis de los Riesgos de los Productos Importados en 1998, que establece el marco administrativo y legal para aplicar la política de cuarentena de Australia. El procedimiento de análisis de los riesgos de los productos importados es abierto y transparente, y mantiene a los interesados, incluido un país extranjero que solicite el acceso, informados del desarrollo de cada uno de los análisis de los riesgos de los productos importados que se realiza. Se puede tener acceso a la información sobre todos los análisis de los riesgos de los productos importados en la World Wide Web en la dirección: www.affa.gov.au.

El procedimiento de análisis de los riesgos de los productos importados está siendo examinado por el organismo Biosecurity Australia, que tiene previsto terminar y aplicar un nuevo marco general a finales del año 2002. Entre los elementos esenciales del nuevo marco se incluye: la mayor prontitud y regularidad en las consultas con los interesados, un documento sobre cuestiones técnicas para todos los análisis de los riesgos de los productos importados, y un examen científico independiente entre iguales.